Por Roman Pobereshniuk y Olga Galskaya. Traducción Nahia Sanzo en Slavyangrad.
Ucrania no respondió al ultimátum de las autoridades de la RPD y la RPL de levantar el bloqueo económico de Donbass, así que se ha colocado [o se espera colocar en un futuro próximo] a las empresas bajo jurisdicción ucraniana [y que aún pagan impuestos en Ucrania] bajo “control externo” de las Repúblicas. También se ha detenido el suministro de carbón a Ucrania. Para dirigir este proceso se ha preparado a personal especializado. La administración externa implica principalmente que [si el proceso tiene éxito] los impuestos irán a los presupuestos de las repúblicas.
El líder de la RPD, Alexander
Zajarchenko, afirmó que se había transferido a “control externo” a
alrededor de cuarenta empresas que se encontraban bajo jurisdicción
ucraniana. Entre las empresas de mayor tamaño están la planta de acero
de Yenakievo [que detuvo su producción hace alrededor de una semana por
falta de materias primas a causa del bloqueo], la planta de tuberías de
Jartsizsk, la planta metalúrgica de Donetsk y las minas Zasyadko. En la
RPL, las minas de Krasnodonugol y la planta de hierro y acero de
Alchevsk. Los ingresos de la RPD aumentarían, según la información
preliminar, en un 70% gracias a los impuestos de estas fábricas.
“Las autoridades de la RPD disponen de
todos los mecanismos necesarios para una reorientación lo menos dolorosa
posible de estas empresas a Rusia”, explicó a Komsomolskaya Pravda la
actual ministra de Economía de la República, Viktoria Romaniuk.
Desde el inicio de la guerra en abril de
2014, las compañías que operaban en el territorio de las repúblicas
no-reconocidas de Donbass han pagado, en concepto de impuestos,
alrededor de 2.000 millones de dólares a Ucrania. Al fin y al cabo,
muchas de ellas siguen estando, a efectos legales, en Ucrania. Y sus
dueños –oligarcas– también.
En primer lugar, y muy por delante del resto, están, por supuesto, las propiedades del oligarca ucraniano Rinat Ajmetov.
“Ahora es complicado decir cuántas
empresas y de qué dueños ucranianos se nacionalizarán o pasarán a
control externo de la RPD en total. Pero estamos hablando de siete
empresas de Rinat Ajmetov que dan empleo a un total de 29.000
trabajadores. Otras cinco plantas, en las que trabajan alrededor de
37.000 trabajadores, que se encuentran en la línea del frente y que
pueden parar con ayuda de los sistemas de largo alcance del Ejército
Ucraniano. Además, el oligarca cuenta con hoteles, un estadio [el del
Shakhtar Donetsk] y otros negocios entre sus propiedades en Donbass".
Alexander Zajarchenko, líder de la RPD,
afirmó que ninguno de los propietarios ucranianos se había puesto en
contacto con los representantes de Donetsk. Sin embargo, el 1 de marzo
se discutía activamente entre los círculos de los mineros la cuestión de
qué será de la mina Zasyadko, actualmente propiedad del diputado
ucraniano Efim Zvyagilskiy. Durante este tiempo, había dirigido la
empresa desde Kiev, por teléfono. Seguía legalmente registrada en
Ucrania. Muchos años antes de la llegada de Zvyagilskiy -en tiempos de
la Unión Soviética- se decía que quien dirigía esta empresa estaba en
“el club privado de los directores rojos” que dominaba la economía de
Donbass.
Zvyagilsky pretende, según comentó una fuente a KP, negociar por el destino de la mina.
Inevitable estallido social en Ucrania
El bloqueo de Donbass, iniciado desde
Kiev hace unas semanas, ya ha paralizado algunas de las grandes empresas
situadas en la RPD, así que ni el Gobierno ni la población de la
República podían permitirse no responder. Así lo explicó a KP la
politóloga Alyona Alekseevna.
“La respuesta al bloqueo ha sido, por una
parte, tomar medidas decisivas para conseguir que las empresas de la
RPD trabajen dentro del marco económico-legal de la República. Por otra
parte, también es indicativo del apoyo popular de los residentes de la
RPD, que según los sociólogos ven el futuro de la RPD solo orientada
hacia la Federación Rusia”, explicó Alyona Alekseevna.
La analista recordó que la reacción de la
RPD será, sin duda, un duro golpe para Maidan: en Ucrania cierran
empresas y otras muchas están amenazadas. No pueden optar por una
reformulación de la industria junto a Rusia y a Europa y Estados Unidos
simplemente no les interesa. Así que un estallido social en Ucrania es
inevitable. Y no está garantizado que Ucrania vaya a sobrevivir a tal
estallido.
Preparados para un gran cambio
Los habitantes de la RPD estaban hartos
de pagar por los proyectiles que aterrizan en sus casas… Están
preparados para un gran cambio. Tras la reorientación de la producción
de las fábricas hacia Rusia, los empleados tienen la esperanza de ser
tratados como seres humanos.
El martes, más de diez mil personas
salieron a la calle en una manifestación en Yenakievo. Muchos de ellos
eran trabajadores de la planta de acero de la ciudad.
“Lo que está ocurriendo ahora es perfectamente lógico”, explicó a KP
el empleado de la Planta de Acero de Yenakievo Eduard Zadirakin. “La
paradoja que se da en este momento es que seguimos obligados a trabajar
en las empresas bajo jurisdicción ucraniana. Todos los beneficios y los
impuestos de nuestros salarios no van al presupuesto de la República
Popular de Donetsk sino al presupuesto del país que a diario nos
bombardea. ¿Se imagina que después de la liberación de la ocupación Nazi
en 1943, el carbón y el metal de Donbass fuera a parar a las fábricas
del Tercer Reich? ¿Paradoja? Sí, la situación es muy extraña. De hecho,
Ucrania ha dejado a la población abandonada a su suerte. Con miedo a
quedarse sin trabajo. El bloqueo ha sido una ruina para nuestra empresa y
para otras muchas. Pero esperamos poder reconstruir. De hecho, hace dos
años comenzó el proceso de retirada de los mercados ucranianos en busca
de otros. Y si Ucrania dice que no necesita el carbón de Donbass, ni
nuestro metal, nosotros podemos encontrar otros mercados. Como ha hecho
la fábrica de maquinaria de Yasinovataya. Venderemos nuestros productos
en Rusia, Bielorrusia y Kazajistán"
Fuente:
Artículo Original: Komsomolskaya Pravda
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Artículo Original: Komsomolskaya Pravda
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