Por Andoni Baserrigorri, extraído del Canal de Noticias BelTA.
Bielorrusia
se encuentra en el epicentro de la confrontación mundial. Lo declaró el
Presidente del país bieloruso, Alexandr Lukashenko, durante el Mensaje
al Pueblo Bieloruso y la Asamblea Nacional, reporta «BelTA»
«En
el planeta está frustrada la confianza recíproca. Se han reanimado las
disputas y contradicciones antiguas. Los incidentes fronterizos,
conflictos locales, ciberataques, batallas de vacunas – son realidades
del día de hoy- surgidas en los años recientes. Mientras que Bielorrusia se
encuentra en el cruce de las civilizaciones, en el epicentro de dichos
procesos», opinó Alexandr Lukashenko.
Bielorrusia es presionada incluso por su camino particular en la superación de la pandemia. Lo declaró hoy el Presidente del país.
«Las
situaciones de cierres totales y barreras en el contexto del COVID-19
están demostrando lo profundo que es el abismo entre las élites
occidentales y el pueblo. Mientras que nosotros hemos aprendido a vivir
con la pandemia sin medidas de emergencia. A partir de los primeros días
hemos conseguido adaptarnos y en unos plazos breves al máximo encontrar
unas resoluciones de innovación para este problema sin histeria ni
alboroto», recordó el estadista bieloruso.
La
enfermedad está en nuestras cabezas, asegura Alexandr Lukashenko:
«Hoy
en día tanto el Occidente como Rusia repiten sin vergüenza lo que dije
hace unos dos años. ¿Qué es lo que hace falta para superar el COVID? Lo
primero es evitar el pánico y lo segundo es la vacuna. Nos criticaban
por eso. Mientras que hoy en día todo el mundo está siguiendo el camino
bieloruso. No nos pueden perdonar que ahora están obligados a repetir
este camino, dándonos de este modo la razón. Pero qué cínicos son;
implantando la experiencia bielorusa en la lucha contra el coronavirus
nos siguen presionando por este camino particular. Es una de las causas
de la presión que enfrentamos».
«La fuente de los valores bielorusos es la memoria histórica»
"En
unas condiciones más que complicadas se hicieron más fuertes nuestros
puntos de referencia espirituales y morales seculares, se formó el
verdadero carácter bieloruso. Hoy en día hablamos más de la Gran Guerra
Patria, pero no significa el olvido o la no aceptación de otras etapas
del desarrollo de nuestro sistema estatal. A lo largo del año debemos
regresar a esto para demostrar a todos, sobre todo, a nuestros menores y
jóvenes, quiénes somos y de dónde venimos, qué vivimos y cuántas vidas
perdimos en el camino hacia nuestra independencia», subrayó.
Acorde
con las palabras del Jefe de Estado precisamente por eso el año actual
es anunciado como Año de la Memoria Histórica. Está lleno de fechas y
aniversarios simbólicos para Bielorrusia que están vinculados con la
historia, la ciencia y la cultura. Las opiniones y versiones que se
imponen no deben cubrir el recuerdo sobre el pasado.
«Miren
cómo se trastorna la historia en los países vecinos. En las calles de
las capitales europeas liberadas por el Ejército Rojo se celebran unos
desfiles de jóvenes en uniforme con esvástica fascista, los nazis son
glorificados como héroes, se organizan procesiones de antorchas en su
honor, se destruyen los monumentos a los soldados libertadores
soviéticos… ¿Podíamos imaginarlo hace un par de décadas?», hizo una
pregunta retórica el Presidente.
El
Jefe de Estado, Alexandr Lukashenko, hoy durante el Mensaje al Pueblo
Bieloruso y la Asamblea Nacional citó los principios clave de la
construcción de la política social de Bielorrusia, reporta «BelTA».
«Bielorrusia
se ha formado como Estado social. En el país se ha creado un mecanismo
firme de funcionamiento constante de asistencia y atención a la gente,
apoyo mutuo, garantía de justicia social. Es la base de la educación de
la sociedad», aseguró Alexandr Lukashenko.
El
Jefe de Estado señaló que la política del país está construida sobre
unos principios simples y comprensibles.
«El primer principio es la
justicia. Hemos sentido lo importante que es. Hace unos tres o cuatro
años dije que la demanda de la justicia aparecería y crecería. La
materialización de dicho principio ha permitido asegurar una
distribución equilibrada de los bienes sociales, un acceso libre según
sea posible a dichos bienes para cada bieloruso», constató.
«El segundo
principio es la responsabilidad. El Estado está cumpliendo con las
obligaciones ante la sociedad garantizando un apoyo multilateral y a
gran escala a lo largo de toda la vida de las personas», añadió.
El
tercer principio es la atención. «Se manifiesta en un sistema amplio de
ayuda social a las categorías vulnerables de la población y la gente en
situación complicada», resumió el líder bieloruso.
El
Estado hará todo para que la gente no sienta las consecuencias
negativas de la presión exterior. Lo declaró hoy el Presidente de
Bielorrusia, Alexandr Lukashenko.
«El
Occidente ha logrado un efecto inverso: ha puesto a nuestros ciudadanos
en su contra, incluso a los que creían en ellos. Unos grandes estudios
sociológicos celebrados el año pasado demostraron que la sociedad no
acepta dictados desde el exterior, rechaza resueltamente tales métodos
de influencia. Mientras que en pro de las sanciones anunciadas contra
Bielorrusia se expresa el famoso ‘3%’. La gente sabe que el Estado siempre
les protegerá. Y así será. Haremos todo para que la gente de a pie no
note las consecuencias negativas de la presión desde el exterior. Es una
tarea de importancia planteada ante nuestro Gobierno», aseguró
Alexandr Lukashenko.
Acorde
con las palabras del Jefe de Estado, es posible sólo una reacción ante
las sanciones: la movilización, la búsqueda de oportunidades nuevas para
el desarrollo.
«No
hay otra. En un período corto de formación hemos conseguido construir
una economía orientada a las exportaciones. ¿Acaso alguien piensa que
Bielorrusia no podrá dominar aún más los mercados de Asia, África, de
América del Sur y más allá? Es más, lo que fabricamos, incluyendo los
productos alimenticios, hace falta en el mundo. La dinámica del giro
comercial con China y otros países de las regiones remotas es la
respuesta», subrayó.
En
el año 1964 se cumplía el 400 aniversario de esta obra fundamental de la
literatura y del teatro escrito por William Shakespeare.
En
la Unión Soviética se quiso celebrar este acontecimiento, llevando al cine esta
obra teatral, pero con un lenguaje propio. Para ello, Lenfilm puso en manos de
Grígori Kózintsev, especialista teatral, director de cine que con auténtica maestría
había adaptado otro clásico de la literatura mundial como fue Don Quijot,
para aportar una nueva visión de la obra de Shakespeare.
Todo
se puso al servicio de la producción: sus impresionantes exteriores fueron
rodados en las rocosas costas bálticas de Tallinn, en Estonia, muchos de los exteriores se rodaron en la fortaleza de Ivangorod,
en la frontera entre Rusia y Estonia.
La versión que es
un legado para la cultura universal
La
diferencia del Hamlet de
Kozintsev con el resto de las adaptaciones cinematográficas, desde la
época muda, pasando por las adaptaciones de diferentes directores de varios
países como las películas más nombradas de Laurence Olivier, Tony Richardson,
Franco Zeffirelli y Kenneth Branagh, es que los soviéticos tuvieron claro que
el lenguaje cinematográfico es totalmente diferente al teatral.
Kózintsevpartiendo de una excelente y
meticulosa dirección de producción, fusiona estudiados escenarios naturales con
las olas reptando Dinamarca, a los impresionantes decorados interiores
palaciegos. Si lo unimos a la estética heredada de la brillante fotografía
soviética, en la que sobresalen los planos medios encajados en picados
increíbles, hacen posible un viaje estético excepcional.
La mayor parte de la película
está rodada en exteriores. Además del fondo del castillo, la imagen de la
película está dominada por elementos de la naturaleza. Kozintsev creó esta
forma de entender el nervio principal del texto, para que fuera visualmente
poderosa: "Curiosamente, siempre
intentaron filmar Hamlet en estudios, pero me parece que la clave para
transfigurar las palabras de Shakespeare en imágenes visuales solo se puede
encontrar en la naturaleza… Parece que los principales elementos de las artes
plásticas se forman en el contexto de la naturaleza. En lugares decisivos,
deben suplantar la estilización de la época (afectación Tudor e inglesa) y
expresar lo más importante. Me refiero a piedra, hierro, fuego, tierra y
mar". (1)
Estos elementos están presentes
en todo momento, desde el plano inicial, en el que el castillo aparece en lo
alto del acantilado, hasta la escena final, en la que Hamlet emerge del oscuro
palacio para sentarse junto al acantilado frente al mar mientras muere.
No
hay ninguna escena sobrante, bellos cielos que son parte del drama, y un
montaje armonioso que nos va enlazando las escenas, tan naturalmente que parece
que estamos leyendo el libro, recreando en nuestro cerebro aquella primera
lectura que nos llevó a Dinamarca.
Una
tragedia que es tan realista, gracias a
los extraordinarios actores y actrices de esta versión.
Destaca Innokenti
Smoktunovsky, uno de los actores fundamentales de la escena soviética. Su interpretación
rezuma una profunda recreación estilística, intimista y a la vez irónica, con
una especie de aureola mágica, de dolor y venganza.
Y
he ahí su gran valor. Sus monólogos sobrios, profundamente introspectivos,
emocionan.
La
aparición del espectro del regente, rebaña los límites del cine de ciencia
ficción.
Todo está bizarramente construido: música, ruidos de fiesta, caballos
espantados ante el surgimiento del aparecido con su capa ondeando al viento,
que logra conseguir una seriede
fotogramas cumbres del cine mundial.
Esta
escena ha sido estudiada en las mejores escuelas de cine, aunque es casi
ignorada por el público occidental: el fantasma a cámara lenta avanza por las
escaleras del castillo, bajo los acordes barrocos de la música de Shostakovich,
que con gran poesía melódica refuerza la mágica trama.
Shostakovich
logra realizar su Obra Maestra para la gran pantalla. De hecho sería la novena
de sus diez colaboraciones juntos (la última es el El rey Lear).
Kozintsev
logra reunir diferentes formas de filmar una escena, desde la épica hasta los
encuentros líricos sentimentales, todo ello nos lleva a asistir a un
espectáculo de emociones concentradas. Cada personaje, va cambiando según
avanza la trama, desde las dos variables: su visión íntima y su aparición
pública, incorporando la prosa shekasperiana.
Comentar
cada escena es un deleite (las caras del duelo, el verso del sepulturero con la calavera de Yorik,
las ondas que la cámara va siguiendo del cadáver de Ofelia bajo las aguas,
etc…).
Kózintsev también escribió muchos
artículos sobre Shakespeare, y el mejor capítulo de su libro “Shakespeare: Tiempo y conciencia”,
dedicados a sus pensamientos sobre Hamlet,
junto con una visión histórica de las interpretaciones anteriores. Más tarde, en
su publicación titulada "Diez años
con Hamlet", incluye extractos de sus diarios dedicados a su
experiencia de las producciones teatrales de 1954 a su película de 1964. (1)
La cuidada
recreación fotográfica.
De
la luminosa entrada inicial pasamos a una oscuridad tenebrosa, siguiendo las
líneas del pensamiento del personaje. Los rayos desprendidos por las antorchas
chocan con los planos cortos de las facciones de cada intérprete, y como éstos
rostros se deforman según avanza la impostura psicológica de Hamlet, para
desenmascarar a su tío.
El
duelo de espada es uno de los más fieros y brutales, enfocando magistralmente
el esfuerzo de los contendientes, con el choque de los aceros, en donde la
cámara danza siniestramente alrededor de la estocada de muerte. Kózintsev
consigue recrear este clásico literario, a la profundidad del cine estado puro.
Jonas
Gritsius, responsable de la fotografía, desarrolla esta forma de rodar las
escenas, llenándolas de onírico lenguaje, en un estremecedor realismo, que atrae
como un bálsamo al espectador. Y es increíble que en pleno siglo XXI, no se
proyecte esta obra maestra del cine mundial, ni en las pantallas, ni en
televisión, ni en Internet, pues con bastante diferencia, es hasta el presente
la mejor versión realizada del texto, como dijo Olivier tras ver el filme.
Pero
esa absoluta falta de proyección en las pantallas occidentales, no tiene nada
de inocente. De hecho en Estados Unidos se estrenó dos veces (1964,1966) y no
se ha visto en televisión. En el Reino de España, ni siquiera así, ni se ha
proyectado comercialmente ni visionado por televisión.
Sin
lugar a dudas, el Hamlet
de Kosintsev es una increíble aventura de planos de inacabable belleza, que por
sí solos, nos explican por qué el cine es un arte.
La
relación de premios que obtuvo esta impresionante y fastuosa producción del
texto de Shakespeare, es una muestra, que deja tajantemente claro que su
visionado fue muy apreciado en ese año y posteriores:
·El
León de Oro y Premio Especial del Jurado del Festival de Venecia de 1964.
·Mejor
Película del Festival Shakespeare de Wiesbaden, 1964.
·Premio
Estatal a la Mejor Interpretación de la URSS, Innokenty Smoktunovsky.
·Premio
Especial del Jurado del Festival de Moscú, a la mejor partitura original
cinematográfica, Dmitri Shostakovich. 1964.
·Primer
Premio a las mejores creaciones de la URSS a Grigori Kozintsev eInnokenty Smoktunovsky, 1965.
·Premio
Especial del Jurado en el Festival de Cine de San Sebastián en 1966.
·Nominada
como mejor película de habla no inglesa para los Globos de oro 1967.
Placa con los nombres en ruso de los guerrilleros españoles y soviéticos caídos en Shúbino.
El día 24 de Enero en el Ateneo de Madrid, a las 19 h., en la Tertulia Republicana expondremos esta conferencia.
Os esperamos
"No sabemos cuantos españoles lucharon dentro del Ejército Rojo, mas si conocemos aproximadamente cuantos
cayeron: 204, según Enrique Lister.
Su participación fue impresionante.
Estuvieron en los frentes de Leningrado, Moscú, Frentes Internos de
Bielorrusia y Ucrania, Frentes del Caúcaso y el Kubán, Frente Polaco, Frente
Checo y Toma de Berlín.
Estuvieron dentro de las Divisiones de los Ejércitos de
Operaciones del Ejército Rojo, Ejércitos de la Guardia y Ejércitos de
Choque, además de las fuerzas de Designación Especial, lanzadas en paracaídas a los territorios
ocupados por los nazis".
Por Theodore Dreiser, publicado en Camarada Joseph.
Hoy en día, la opinión se ha arraigado en la opinión pública de que era muy difícil vivir en la URSS en las décadas de 1920 y 1930. Supuestamente, las personas estaban deprimidas e infelices, siempre con miedo a las represalias y trabajaban como esclavos. Todo esto se explica por la crueldad del sistema social: el comunismo.
Pero las cosas eran muy diferentes en los Estados Unidos. Allí reinaba el capitalismo, y por lo tanto la gente, en su mayoría, estaba contenta y satisfecha, ya pesar de algunos fracasos como la Gran Depresión, todo les iba bien.
No explicaré una vez más por qué esta opinión es fundamentalmente incorrecta, esta vez le daré la palabra al destacado escritor estadounidense Theodore Dreiser. en 1931 escribió un artículo titulado "El país del progreso y la hazaña" dedicado a la URSS:
“Veo tres grandes ventajas en el sistema social y económico de la Unión Soviética. Estas ventajas, de las que ningún otro sistema puede presumir, explican, al menos en parte, el gigantesco crecimiento de la industria soviética, sus colosales ritmos de desarrollo y la erradicación del analfabetismo.
Primero, la colosal ventaja estimulante radica en la actividad colectiva en la fabricación de ciertos bienes y la satisfacción de ciertas necesidades sociales. Esto elimina las diferencias que entran en conflicto entre sí y están inevitablemente asociadas con el capitalismo codicioso y engreído. Las diferencias de interés deben eliminarse [en los EE. UU.] si queremos lograr algo constructivo.
En segundo lugar, tenemos un colosal renacimiento de la vida espiritual que ha aparecido en la URSS y aparecerá en todas partes, tan pronto como la ignorancia secular que yace en la religión, que no permite una comprensión clara de los procesos de la naturaleza y la vida, se desvanezca. eliminado La liquidación de la religión abre el camino a la verdadera iluminación; esto, sin duda, destruyó la ignorancia y el prejuicio en Rusia.
En tercer lugar, me refiero a la liberación de las cadenas de la coerción y el terror que traban la actividad espiritual y están indisolublemente ligadas a la esclavitud económica. El exorcismo de este demonio económico purifica el alma humana y libera la mente.
Esto, en mi opinión, evoca ese sentimiento de gratitud social que acelera el ritmo de vida en la URSS y templa a su gente para nuevas hazañas y el descubrimiento de verdades.
El comunismo crea un sentido de camaradería nacional en oposición a la soledad y la impotencia individuales.
Un país que ha aceptado el comunismo inevitablemente se convertirá en un país alegre de hazañas, un país verdaderamente social donde la vida espiritual está progresando.
Tal país, en mi opinión, es ahora la Unión Soviética.
En cuanto a los desafíos que enfrenta, creo que debe aferrarse a los ideales que lo inspiran.
En el mundo del capitalismo, se cree que solo la necesidad personal y el sufrimiento hacen que las personas luchen por los logros y que los métodos humanos no funcionan. En respuesta, arrojaste a un lado el látigo, reemplazándolo con justicia, ilustración y amistad. La alegría, la paz y el progreso espiritual de las personas durante los próximos milenios dependerán del resultado de su respuesta".
Qué diferente es el país descrito por Dreiser del país privado de derechos de los esclavos del que nos hablan los propagandistas de hoy.
A veces dirán esto, ¿qué piensas, pero se trata de la Unión Soviética?
Tenga en cuenta que Dreiser escribió de primera mano, visitó la URSS en una visita en 1927.
No le gustaba todo, pero si se trataba de comparar, estaba 100% seguro de que la Unión Soviética era un país más próspero e ilustrado que los Estados Unidos.
Dreiser dedicó muchos de sus artículos a describir la vida de los trabajadores estadounidenses, ya menudo en estos artículos se deslizaban frases: “Pero si tuviéramos como en la URSS…”
Fuente: Dreiser T. “Life, Art and America". Artículos, entrevistas, cartas.
Por Branko Marcetic. Traducción Valentín Huarte (extraído de la revista Jacobin), publicado en CTXT
[Este
artículo se publicó en la revista Jacobin a finales de noviembre. Como
en la mayoría de países, la llegada de la variante ómicron ha aumentado
los contagios en Cuba. En paralelo, el proceso de vacunación ha seguido
avanzado. Según la información del Ministerio de Salud Pública, a
finales de 2021, de los 11,3 millones de cubanos, casi 10,5 millones
habían recibido una dosis de una de las tres vacunas desarrolladas en el
país –la Soberana 02, la Soberana Plus y la Abdala–; 9,3 millones de
personas ya cuenta con dos dosis y 8,9 millones, con tres.]
La
cobertura de prensa de Cuba se centró la semana pasada en una serie de
protestas contra el gobierno que finalmente no se realizaron. Mucha
menos atención recibió un acontecimiento que podría tener un enorme
impacto a nivel mundial: la campaña de vacunación de la isla.
Después
de doce meses difíciles, en los que una reapertura demasiado veloz
llevó a una nueva ola de propagación del virus y al incremento de las
muertes en todo el mundo, el éxito de las campañas de vacunación
transformó la naturaleza de la pandemia. Hoy Cuba es uno de los pocos
países de bajos ingresos que no solo vacunó a la mayoría de su
población, sino que lo hizo con una vacuna propia.
El
78% de la población cubana completó el esquema de vacunación. De esa
manera, la isla se posiciona en el noveno lugar del ranking mundial
La
saga indica una salida posible para los países en vías de desarrollo,
que siguen luchando contra la pandemia en el marco de un apartheid de
las vacunas. Además, prueba en términos más generales la potencialidad
de una ciencia médica que no responde a las ganancias privadas.
La apuesta más segura
De
acuerdo con la Universidad John Hopkins, mientras escribo estas
palabras, el 78% de la población cubana completó el esquema de
vacunación. De esa manera, la isla se posiciona en el noveno lugar del
ranking mundial, por encima de países ricos como Dinamarca, China y
Australia (Estados Unidos, con poco menos del 60% de la población
vacunada, está en el puesto 56). El vuelco que provocó el inicio de la
campaña de vacunación en mayo revivió la economía del país frente a las
crisis gemelas de la pandemia y la intensificación del bloqueo
estadounidense.
Después
de un pico de cerca de diez mil infectados y cerca de cien muertes
diarias, los números empezaron a caer en picada. Una vez que el 100% de
la población hubo recibido al menos una dosis, el 15 de noviembre el
país reabrió sus fronteras al turismo, que representa aproximadamente un
10% de sus ingresos económicos y hace poco reabrió las escuelas. Esto
convierte a Cuba en una caso atípico entre los países de bajos ingresos,
que en conjunto vacunaron al 2,8% de sus poblaciones. El resultado
obedece sobre todo al acaparamiento de dosis en el que incurrieron los
países desarrollados y a la celosa vigilancia ejercida sobre los
monopolios de patentes, que impide que los países más pobres desarrollen
versiones genéricas de todas las vacunas, financiadas en última
instancia con dinero del sector público.
Clave
en este sentido fue la decisión de Cuba de desarrollar sus propias
vacunas, dos de las cuales –Abdala, bautizada en homenaje a un poema
escrito por uno de los héroes de la independencia, y Soberana 2– fueron
aprobadas oficialmente en julio y en agosto. En palabras de Vicente
Vérez Bencomo, respetado director del Instituto Finlay, el país hizo una
“apuesta segura” cuando decidió no acelerar el proceso de desarrollo de
las vacunas. De esta forma, Cuba no solo logró evitar la dependencia de
aliados más grandes, como Rusia y China, sino que garantizó la
posibilidad de sumar un nuevo producto a sus exportaciones en un momento
de enormes adversidades económicas.
Los
resultados están a la vista. Vietnam, con solo el 39% de su población
completamente vacunada, firmó un acuerdo con Cuba para comprar 5
millones de dosis y su aliado comunista envió hace poco el primer lote
de 1 millón, con 150.000 en concepto de donaciones. Venezuela (con el
32% de la población completamente vacunada) también acordó comprar un
lote de la vacuna de tres dosis por un equivalente a 12 millones de
dólares y empezó a administrarla hace poco, mientras que Irán (51%) y
Nigeria (1,6%) firmaron un convenio con el país para desarrollar sus
propias vacunas. Y, hace poco, Siria (4,2%) empezó a discutir con las
autoridades cubanas la posibilidad de hacer lo mismo.
Vietnam, con solo el 39% de su población completamente vacunada, firmó un acuerdo con Cuba para comprar 5 millones de dosis
Las
dos vacunas son parte de un paquete de cinco vacunas que Cuba está
desarrollando en este momento. Eso incluye una vacuna, única en su
género, administrada por vía nasal, que en este momento atraviesa la
fase II de las pruebas clínicas y que, según uno de los científicos que
dirige la investigación, en caso de que se probaran su seguridad y su
efectividad, sería de gran utilidad, pues la cavidad nasal es la
principal vía de acceso del virus al cuerpo. En el mismo paquete se
cuenta una vacuna de refuerzo, pensada sobre todo para quienes
recibieron una vacuna distinta y testeada recientemente en turistas
italianos. Desde septiembre, Cuba está en proceso de obtener la
aprobación de sus vacunas por parte de la Organización Mundial de la
Salud. Eso abriría la puerta a la generalización de su uso.
Una vacuna diferente
Según
Helen Yaffe, profesor titular de Historia Social y Economía en la
Universidad de Glasgow, más allá de su país de origen, son muchos los
aspectos hacen de las vacunas cubanas un caso singular. En primer lugar
está la decisión de buscar una vacuna mucho más tradicional, que
funciona en base a proteínas, en vez de las más experimentales, basadas
en la tecnología ARNm utilizada en las vacunas contra el covid más
conocidas, que contaba con solo algunas décadas de desarrollo antes de
la irrupción de la pandemia.
Eso
hace que la vacuna cubana pueda ser conservada en un refrigerador común
o incluso a temperatura ambiente, a diferencia de las condiciones de
ultrafrío que requiere la vacuna Pfizer o las temperaturas bajo cero que
exige la vacuna Moderna. “En el Sur Global, donde enormes porciones de
la población no tienen acceso a la electricidad, (la refrigeración) es
un obstáculo tecnológico suplementario”, dice Yaffe.
Además,
como la tecnología ARNm nunca antes fue utilizada en niños, en el mundo
desarrollado la diferencia en los ritmos de vacunación fueron
considerables (las vacunas dirigidas a niños menores de cinco años
todavía están en vías de desarrollo). Por el contrario, Cuba apuntó
desde el comienzo a crear una vacuna que sirva en ambos casos. Este mes,
más del 80% de la población isleña de dos a dieciocho años completó su
esquema de vacunación.
El sector biotecnológico de Cuba es completamente estatal. Eso significa que Cuba desmercantilizó un recurso humano vital
Mientras
que, desde septiembre, casi el 70% de los niños de América Latina y el
Caribe dejaron de asistir a la escuela, Cuba reabrió las aulas. Gloria
La Riva, activista y periodista independiente que visitó Cuba todo el
año y está en La Habana desde mediados de octubre, describió la
reapertura de la Ciudad Escolar 26 de Julio.
“Es muy importante para las familias”, dijo. “Todo el mundo siente un orgullo inmenso”.
El poder de una medicina sin fines de lucro
Hay
otro factor importante que hace que la vacuna cubana sea especial. “La
vacuna cubana es producida íntegramente por el sistema público de
biotecnología”, dice Yaffe.
Si
bien es cierto que en Estados Unidos y en otros países desarrollados la
medicina que salva vidas resulta de la inversión pública, no por ello
las empresas privadas dejan de sacar rédito y controlar la distribución.
Pero el sector biotecnológico de Cuba es completamente estatal. Eso
significa que Cuba desmercantilizó un recurso humano vital: es el
opuesto exacto a lo que vivimos durante las últimas cuatro décadas de
neoliberalismo.
Cuba
viene invirtiendo miles de millones de dólares en la creación de una
industria biotecnológica nacional, sobre todo a partir de los años 1980,
cuando tuvo que reforzar el sector a causa de un brote de dengue y de
las sanciones económicas impuestas por Ronald Reagan. A pesar del
demoledor bloqueo de Estados Unidos, país responsable de un tercio de la
producción farmacéutica mundial, el sector biotecnológico cubano logró
prosperar: produce cerca del 70% de los ochocientos medicamentos que
consumen los cubanos y ocho de las once vacunas que forman parte del
programa nacional de inmunización del país, por no mencionar los cientos
de vacunas que exporta cada año. Todos los ingresos que obtiene los
reinvierte en el sector.
En
referencia a la decisión de Cuba de desarrollar sus propias vacunas,
Vérez Bencomo dice que “Todas las vacunas que resultan de la innovación
científica son muy caras y son económicamente inaccesibles para el
país”.
En
cualquier caso, Cuba es reconocida en el sector a nivel internacional.
La isla ganó diez medallas de oro de la Organización de la Propiedad
Intelectual de las Naciones Unidas (WIPO) por desarrollar, entre otras
cosas, la primera vacuna del mundo contra la meningitis B. En 2015, Cuba
se convirtió en el primer país en eliminar la transmisión madre-hijo
del VIH y de la sífilis, gracias a sus drogas retrovirales y a su
robusto sistema de salud pública.
En
ese sentido, Cuba fue capaz de hacer lo impensable: desarrollar su
propia vacuna y superar a una buena parte del mundo desarrollado en el
combate contra la pandemia, todo a pesar de su tamaño, de sus ingresos
reducidos y de la política de sofocamiento económico que llega del otro
lado de la costa. Las campañas de solidaridad internacional también
fueron fundamentales. Cuando el bloqueo de Estados Unidos provocó una
escasez de jeringas que puso en peligro la campaña de vacunación en la
isla, los grupos de solidaridad de Estados Unidos enviaron 6 millones de
jeringas, el gobierno mexicano envió 800.000 y China otras 100.000.
Una fuente de esperanza
Aun
así, el panorama es incierto. El uso de las vacunas en Venezuela fue
objetado por los sindicatos de pediatras y las academias médicas y
científicas, que recurren al mismo argumento que otros críticos: los
resultados de las pruebas no fueron sometidos a un proceso de revisión
por pares ni publicados en revistas científicas internacionales. La
Organización Panamericana de la Salud convocó a Cuba a publicar sus
resultados.
Por
su parte, Vérez Bencomo culpa a la hostilidad que muestra la comunidad
internacional contra Cuba. En una entrevista de septiembre, denunció que
los científicos cubanos están siendo discriminados por las grandes
revistas, a las que acusa de tener una larga trayectoria de rechazar la
colaboración de los cubanos, aun cuando después publican investigaciones
similares de colegas de otros países y de actuar como una “barrera que
tiende a marginar el progreso científico logrado en los países pobres”.
Los
gobiernos occidentales siguen oponiéndose a los llamamientos del Sur
Global a prescindir de las patentes y habilitar la fabricación o compra
de versiones genéricas
Es
una denuncia muy grave en boca de un científico reconocido en todo el
mundo. Ganador del Premio Nacional de Química de Cuba y de una medalla
de oro de la WIPO, Vérez Bencomo dirigió un equipo junto al científico
canadiense que desarrolló la primera vacuna semisintética del mundo,
reduciendo los costos de inmunización contra la Haemophilus influenzae
tipo B. Más tarde, cuando después de colaborar en el desarrollo de la
vacuna contra la meningitis, quiso viajar a recibir un merecido premio
en California, el Departamento de Estado de George W. Bush bloqueó su
ingreso al país con el argumento de que su visita era “perjudicial para
los intereses de los Estados Unidos”. En 2015 recibió la Legión de Honor
de manos del entonces ministro de Asuntos Sociales y Salud, que
reconoció su obra y lo nombró “amigo de Francia” (en ese entonces, Vérez
Bencomo se negó a dar una entrevista).
Aunque
la recuperación de Cuba sugiere que la confianza de Bencomo y del
gobierno cubano no es inapropiada, tal vez tenga que pasar un tiempo
hasta que reciban el visto bueno de la comunidad científica
internacional. Si eso sucede, sumaremos un buen argumento para impugnar
el modelo de desarrollo de vacunas reinante en la actualidad, que,
siguiendo el decálogo de las grandes farmacéuticas, sostiene que solo la
competencia con fines de lucro es capaz de producir el tipo de
innovación que el mundo necesita a la hora de salvar vidas.
Tal
vez más importante todavía sea el hecho de que ayudará al mundo en vías
de desarrollo a salir del agujero negro al que parece haberlo
arrastrado la pandemia, y en el que está atrapado muchos meses después
de que algunos países ricos completaron sus esquemas de vacunación. Los
gobiernos occidentales siguen oponiéndose a los llamamientos del Sur
Global a prescindir de las patentes y habilitar la fabricación o la
compra de versiones genéricas de las vacunas. De esa manera, no solo
vulneran a la mayoría de la población, sino que, irónicamente, nos ponen
en peligro a todos, pues esas placas de Petri del tamaño de países
enteros que crearon sus políticas, fomentan el desarrollo de nuevas
mutaciones y de cepas resistentes a las vacunas. En ese sentido, todos
deberíamos estar deseando que las vacunas de Cuba demuestren ser tan
exitosas como afirman los científicos que las desarrollaron.