Ante los últimos acontecimientos en Níger y frente a la amenaza de
guerra contra este país por parte de Francia y el conjunto del
imperialismo occidental, las organizaciones abajo firmantes declaramos:
Nuestro respeto y apoyo a la soberanía de Níger para resolver sus conflictos internos.
Nuestro respeto y apoyo a la soberanía de Níger para alcanzar
acuerdos bilaterales en materia económica y de seguridad con los países
que considere oportuno durante el proceso político que, desde el pasado
26 de julio, encabeza el Consejo Nacional para la Salvaguardia de la
Patria y su presidente Abdourahamane Tchiani.
Nuestro respeto y apoyo a las aspiraciones nigerinas para alcanzar
mayores cotas de independencia en el terreno político y económico frente
al histórico dominio imperialista francés y occidental.
Nuestro rechazo a cualquier bloqueo económico o intervención militar
de occidente a través de cualquiera de sus organizaciones económicas,
políticas y armadas, así como nuestro rechazo al uso de las bases
militares de la OTAN en el Estado español para atacar o vulnerar de
cualquier manera la soberanía territorial de Níger.
No a la guerra imperialista.
Defendamos la soberanía de la República de Níger.
Firman la declaración:
Red
Roja, Iniciativa Comunista, Unión Proletaria, Frente Antiimperialista
Internacionalista, Foro Pacifista Antiimperialista de Ciudad Real.
14 de agosto de 1956, fallecimiento de Bertolt Brecht. Uno de nuestros forjadores imprescindibles.
LUCHA DE CLASES: LUCHA ENTRE LOS DE ARRIBA Y LOS DE ABAJO.
"No necesito lápida, pero
si necesitas una para mí,
querría que dijera:
Hizo propuestas. Nosotros
las aceptamos."
"Con tal inscripción, todos
recibiríamos honor."
(Bertolt Brecht. "No necesito lápida", 1933).
Era un 14 de agosto de 1956 -hace 67 años-, fallecía en Berlín. Este era el antifascista alemán y comunista sin partido BERTOLT BRECHT. Tenía 58 años. Su muerte causada por una inflamación de uno de sus pulmones que desembocaría en una trombosis coronaria. Uno de los dramaturgos y poetas más influyentes del siglo XX, y de lo que llevamos del siglo XXI.
Su compromiso con los de abajo, con lo colectivo y con la sociedad... haría que buscara en la literatura la forma entender tanto la realidad como las circunstancias que le rodeaban, utilizando la literatura como una herramienta para lograr superar y cambiar el entorno, y las relaciones sociales que le tocaría vivir. Marcada la totalidad de su producción literaria desde una posición nítidamente antiburguesa, lo que conformaría tanto su ideología como su forma de vivir.
Poseedor de una poesía viva, cristalina y, sobre todo, contundente, lograría trascender los años. Pasará a convertirse en una literatura indispensable para los que nos consideramos sus seguidores, y amantes de la poesía social y económica. Y siendo también muy destacable su prosa, con un doble carácter muy atinado, mostrándonos una significación dialéctica y didáctica.
Bertolt Brecht, desde su óptica marxista y desde su experiencia de vivir bajo el nazismo y el fascismo, además de del capitalismo más ultraliberal, decidiría hacer algo más -no mostrarse conforme- sobre la realidad, evitando tanto la postura de no darse por enterado o que no se veía afectado, como la de tener cierta conmiseración y "piedad" que no conducían a nada.
Para él era imprescindible y necesario describir la realidad del fascismo, el cual estaba lejísimos de ser una calamidad natural o un meteorito caído, que brutalmente nos había caído encima...
Por lo que desde un lenguaje sencillo y práctico, nos enseñaría que el fascismo y sus políticas desgraciadas son un efecto de la lucha de clases, de los poseedores de los medios de producción sobre las masas obreras.
Estando siempre presente en sus escritos lo colectivo sobre lo individual.
"... Andrea: Desgraciado el país que no tiene héroes.
Galileo: No, desgraciado el país que los necesita...".
(Bertolt Brecht. "Galileo Galilei", 1939).
En unos tiempos un tanto líquidos y efervescentes, en los que se defiende "a todo trapo" la sociedad interclasista, donde dominen la concordia, la armonía y la paz social como unas afirmaciones incontestables, mientras campan a sus anchas la desigualdad y la injusticia, a la vez que acusan a "LA LUCHA DE CLASES" de ser una doctrina brutal y asesina, donde domina el odio y la revolución, compartimos uno de los muchos poemas de Bertolt Brecht, donde nos muestra su apuesta por el marxismo y su denuncia del abandono de la lucha de clases.
Un fragmento e inicio de un extenso poema titulado "Catón de guerra alemán. 1937-1938", donde ejemplariza como es la sociedad en la que convive, como si no pasara nada, "LOS DE ARRIBA" Y "LOS DE ABAJO".
Unidos por un falso progreso para todos, olvidando que los primeros "progresan" muchísimo más que los otros, "los de abajo", a quienes les están vedados diferentes significantes y realidades.
Lanzándonos Bertolt Brecht una propuesta de reconocimiento de clase, de compromiso, de inconformismo..., de lucha.
El 29 de mayo de 1937, una escuadrilla de bombarderos, de fabricación soviética, de la fuerza aérea de la República española bombardearían una flotilla rebelde que operaba en el mar Mediterráneo y que se encontraba fondeada cerca de la isla de Ibiza y entre los cuales se encontraba el crucero "Canarias y otros navíos más. Siendo el más afectado de entre los navíos el crucero nazi "Deutschland", que sufriría de fuertes daños y que tendía un fuerte saldo de 31 muertos y 74 heridos. Un hecho que originaría una fuerte polémica; siendo necesario indicar que el navío nazi incumplía las normas dictadas por el Comité de No Intervención de que estos navíos extranjeros debían permanecer alejados a más de diez millas de las costas españolas y que, además, estaban en una zona correspondiente a patrullar por la armada francesa.
Hecho que haría que Adolf Hitler montara en cólera y exigiera a sus fuerzas que, de inmediato, lanzara un acto de venganza, ordenando bombardear la ciudad de Valencia -en aquel momento sede del Gobierno de la República-, pero aconsejado por sus asesores militares, ordenaría bombardear la ciudad de Almería, cuya aguas se encontraban bajo la zona de control marítimo nazi.
En la madrugada del 31 de mayo de 1937, una fuerza naval alemana conformada por el acorazado de bolsillo "Admiral Scheer" y cuatro destructores: "Albatros", "Leopard", "Lluchs" y "Seeadier" llegarían a las costas almerienses; para alrededor de las 7:00 horas de la mañana bombardear profusamente -que duraría unos treinta minutos sin interrupción y además otros de diez minutos con intervalos de dos minutos- las instalaciones portuarias y los navíos que allí se encontraban, para más tarde toda la capital almeriense ser objeto de las bombas nazis.
"Sobre las 5:30 de la madrugada fue avisado de que por la parte de Cartagena venían un acorazado y cuatro destructores de nacionalidad alemana. A las 5:45 los buques ponían proa hacia este puerto, señalándose una distancia de 20.000 metros. Los barcos continuaron avanzando y a una distancia de 12 kilómetros, aproximadamente, observada por telémetro desde las baterías de costa, rompieron el fuego sin notificación o aviso sobre la población de Almería, sin perseguir dentro de ella objetivo alguno concreto, pues sembraron de proyectiles todo el casco de la ciudad, calculándose unos doscientos los disparos hechos." (Comunicado del comandante militar de Almería).
Respecto a la grave cifra de muertos y heridos, existirían diversas respuestas, destacando, de entre ellas, la referida a un número de 31 asesinados, alrededor de unos 60 heridos...; y además 35 edificios totalmente destruidos y otros muchos más afectados de diversa consideración.
Este hecho execrable y gratuito traería consigo una oleada de protestas a nivel internacional y que, además, haría temblar los fundamentos y bases del Comité de No Intervención.
Una semana más tarde, el 8 de junio de 1937, aparecería en el periódico comunista "Frente Rojo", una artículo del Secretario General de la Internacional Comunista, Gueorgui Dimitrov, en el que pondría sobre la mesa las lecciones a aprender sobre este hecho vengativo y sin objetivo militar alguno del régimen nazi, liderado por Adolf Hitler...
E insistir, también, en la necesidad del establecimiento de una Unidad de Acción entre las diversas internacionales obreras y políticas en orden a hacer frente a la agresión nazi contra el pueblo español, con un doble cometido de hacer frente, por un lado, al régimen nazi y el fascismo italiano, y, por otro lado, ayudar a los españoles que luchaban por su libertad y su independencia.
"FRENTE ROJO"
LAS LECCIONES DE ALMERÍA
Por G. DIMITROV.
(Fuente: "Frente Rojo". Órgano del Partido Comunista (SEIC). Año I - Nº 119 - Páginas 1 y 6. Valencia, martes 8 de junio de 1937)".
Nota: Los diversos titulares que salpican el texto corresponden a la redacción de "Frente Rojo".
"UN ACTO DESCARADO DE GUERRA.
No es posible dejar de considerar la inicua provocación de los acorazados alemanes en los puertos españoles de Ibiza y Almería, acompañada del bombardeo del puente de Almería el 31 de mayo, como un acto de guerra descarado y sin rebozo por parte del Gobierno hitleriano contra la República española.
El mismo día, los Gobiernos alemán e italiano declaraban su salida del Comité llamado de No Intervención, ordenaban el envío de nuevos barcos de guerra a aguas españolas y anunciaban que, en adelante, obrarían como les viniera en gana respecto a la República Española. Y con ocasión de este hecho, Blomberg, ministro de la Guerra de Alemania, sale en avión para Roma.
PARA EVITAR LA DERROTA DE FRANCO, LOS INTERVENCIONISTAS RECURREN A NUEVAS PROVOCACIONES.
El carácter provocativo de la conducta de los fascistas alemanes e italianos es manifiesto. Desde hace ya varios meses, principalmente desde la derrota de las tropas italianas en Guadalajara, no se podía dudar de que el general Franco, pese a la ayuda que le habían suministrado la Alemania y la Italia fascistas, no habría de escapar a la derrota. Y la derrota de Franco habría de significar el fracaso de toda la intervención fascista en España. Para evitar esta derrota y sus graves consecuencias para el fascismo, los tristes héroes del incendio del Reichstag, recurren a nuevas provocaciones, se esfuerzan en tener las manos libres para perpetrar nuevas hostilidades contra el pueblo español, y para, como verdaderos bandidos, apoderarse de España. No hay mentira ni subterfugio fascista que pueda disfrazar esta realidad.
La devastación de Almería y el asesinato de un vecindario pacífico, de mujeres y de niños, por los intervencionistas fascistas, han provocado en todos los países una tempestad de indignación popular. La opinión pública se subleva; millones de trabajadores se agitan, y la misión consiste en organizar estas fuerzas para contestar eficazmente a las violencias fascistas.
LAS ARGUCIAS DEL GOBIERNO HITLERIANO.
La afirmación del Gobierno hitleriano, según la cual unos aviones republicanos españoles han atacado un barco de guerra alemán en el ejercicio de sus funciones de control, es, de punta a punta, una mentira. Primero, que cual lo demuestran con toda nitidez los informes dignos de crédito, el crucero fascista "Deutschland" no ha sido atacado, sino que ha sido él quien ha atacado a los aviones de la República española y que únicamente para contestar a su ataque le han bombardeado esos aviones republicanos.
Segundo, que el barco de guerra alemán no tenía absolutamente nada que hacer en el puerto ocupado por los rebeldes, pues sabido es que el control de ese sector se halla confiado a los barcos franceses y que, por tanto, el "Deutschland" no podía desempeñar en esos lugares ninguna función relativa de control internacional.
Si ese crucero, no obstante, hallábase allí prueba que auxiliaban a los rebeldes. Las últimas semanas ofrecen, sin tregua, ejemplos de crueldad y atrocidad fascista, de exterminio de millares de habitantes pacíficos y de la destrucción de pacíficas ciudades. La aviación fascista ha destruido recientemente la antigua villa de Guernica, santuario tradicional de ese pueblo vasco tan apegado a su libertad. Los rebeldes fascistas y los intervencionistas aplícanse, desde hace meses, a destruir el heroico Madrid; quieren arrasar Bilbao, suprimiéndole de la superficie de la tierra.
HACIA EL HECHO CONSUMADO.
Con el bombardeo de Almería y sus nuevas medidas de carácter militar el Gobierno hitleriano quiere, una vez más, situar a la opinión pública mundial ante el hecho consumado. Las especulaciones de los dirigentes de Berlín y de Roma siguen descansando en la esperanza de que los Estados no fascistas y la opinión pública progresista se dejarán acobardar y cederán ante el chantaje fascista.
No es un secreto para nadie que la impotencia de la Sociedad de Naciones ante la ocupación de Abisinia y las concesiones constantes de las grandes potencias occidentales a los intervencionistas alemanes e italianos en España ha alentado y siguen alentando, la descarada agresividad de los Gobiernos de Berlín y de Roma.
Los sátrapas fascistas de Berlín y de Roma esperan , a este respecto, que el movimiento obrero internacional no se halle en condiciones de unificar sus fuerzas dispersas para entablar una lucha victoriosa contra la agresión fascista. Sabido es que, en el fondo, nada temen tanto los monstruosos fascistas, histéricos y cobardes, de como sea la respuesta valiente y decidida de la clase trabajadora unida y de toda la humanidad progresiva a su agresión y a sus provocaciones.
"NO ES POSIBLE SEGUIR NADANDO ENTRE DOS AGUAS. ¿QUÉ SERÍA UNA INTERNACIONAL OBRERA QUE RECHAZARA LA UNIDAD DE ACCIÓN?
Nada puede justificar el haber hecho fracasar, hasta ahora, las tentativas de organización de acciones comunes del proletariado internacional, para defensa del pueblo español, cuando los millones de obreros que a ellas se adhieren exigen imperiosamente la unidad de acción. ¿Qué sería una Internacional Socialista que rechazara las solicitudes que emanasen de sus propias secciones, incluso de unas secciones, incluso de una sección como el Partido Socialista Español, que constituye, junto con el P. C. la vanguardia de lucha contra el fascismo?
¿Qué serían unos líderes obreros, unos líderes socialistas, que hiciesen fracasar la unidad de acción del proletariado internacional, cuando esta unidad es precisamente el medio decisivo para amordazar a las bestias fascistas? Eso ni puede ni debe continuar así. La situación es de tal naturaleza, que exige una posición absolutamente clara por parte de cada organización obrera, de cada militante del movimiento obrero, frente a los problemas de la unidad de acción del proletariado internacional para la defensa del pueblo español.
No es posible seguir nadando entre dos aguas. Ante cada obrero, ante cada socialista honrado, álzase involuntariamente esta pregunta: ¿Qué sería una internacional obrera que rechazara la unidad de acción? ¿Qué serían unos campeones de la solidaridad internacional de la clase obrera que, al hacer fracasar la unidad de acción del proletariado mundial, ayudaran al fascismo a aplastar el movimiento obrero y a sojuzgar a los pueblos uno tras otro?
La suerte del pueblo español y la causa de la paz mundial exigen apremiantemente la unidad de acción de todas las organizaciones obreras internacionales. El bombardeo de Almería es una gran lección para todos los trabajadores, sean cuales fueren sus ideas políticas y su organización. Es un aviso muy serio contra el mantenimiento de la desunión de las fuerzas del movimiento obrero.
La unidad de acción del proletariado internacional tiene que ser hecho, y lo será.
LA RAZÓN DE LAS ORGANIZACIONES OBRERAS ESPAÑOLAS.
Nunca fue esto tan necesario como en los momentos actuales. Las organizaciones obreras españolas tienen absoluta razón, cuando hacen un llamamiento al proletariado mundial, para que éste emprenda acciones comunes de máxima energía, con el fin de movilizar la solidaridad proletaria de todos los pueblos, firmemente decididos a impedir la realización de los planes del fascismo.
Conviene movilizar inmediatamente las innumerables fuerzas del movimiento obrero internacional contra la acción de guerra y de rapiña del fascismo alemán e italiano en España. Ante la situación creada por el bombardeo de Almería, el Partido Socialista, el Partido Comunista y la Unión General de Trabajadores, de España se han dirigido a la Internacional Obrera Socialista, a la Internacional Comunista y a la Federación Sindical Internacional, para que tomen medidas, con vistas a la organización de acciones comunes para defender al pueblo español. Esta iniciativa de las organizaciones obreras españolas, que responde a los sentimientos, a los pensamientos y a los intereses de millares de trabajadores, debe ser sostenida y realizada enérgicamente en todos los países.
URGE LA ACCIÓN MANCOMUNADA DE LAS INTERNACIONALES SOCIALISTA, COMUNISTA Y SINDICAL.
Todos comprenden que, en esto, no es posible vacilar. Y se dan cuenta con toda claridad de que, en tan grave situación, las internacionales Socialista, Comunista y Sindical deberían convocar una Conferencia común, crear un Comité de Enlace permanente, decidir todas las medidas necesarias y emprender su inmediata aplicación, es decir, hacer lo que exigen los socialistas, los comunistas y los Sindicatos de España, que combaten y derraman su sangre, unidos, contra las bestias fascistas.
La descarada agresión de Almería puede señalar el comienzo de acontecimientos henchidos de consecuencias para todos los pueblos, si no se movilizan con tiempo las fuerzas y si no se infringe una lección a los intervencionistas.
Los camaradas españoles tienen razón de sobra, cuando, en su llamamiento al proletariado internacional, subrayan el que, en esta lucha contra la intervención alemana e italiana, no se trata sólo de la libertad y de la independencia de España, sino también del mantenimiento de la paz en el mundo, de la lucha contra el fascismo que aspira a provocar una conflagración mundial.
He aquí un hecho que no puede dejar lugar a dudas. Y he aquí porque requiere tal urgencia, por parte de todas las organizaciones obreras, el que cumplan con su deber y tomen inmediatamente posiciones, lo mismo para realizar la unidad de acción internacional, que para unificar la acción de los trabajadores de cada país. Es decir, que, por las fuerzas unidas de todo el movimiento obrero internacional y de todos los amantes sinceros de la paz, se puede hacer fracasar de un modo definitivo, los designios criminales de los bárbaros fascistas, causantes de la guerra.
EL ALCANCE INMENSO DE UNA ACCIÓN UNIFICADA DE LA CLASE OBRERA DE TODO EL MUNDO.
Es menester padecer una verdadera ceguera política, para no comprender el alcance inmenso y las consecuencias que habría que tener una acción unificada de la clase obrera y de sus organizaciones en cada país y en todo el mundo. Semejante acción podría sacudir y movilizar masas populares enormes.
Los conservadores ingleses, que patrocinan los manejos de Hitler y Mussolini, veríanse entonces obligados a obrar con claridad; los Gobiernos inglés y francés no tendrían más remedio que emprender acciones enérgicas contra la intervención del fascismo alemán e italiano. Se podría imponer el retiro de las fuerzas armadas alemanas e italianas de España y el abandono de las aguas españolas por parte de los barcos de guerra intervencionistas. Se podría lograr la aplicación a la República española del derecho de gentes. Se podría lograr que los intervencionistas y conquistadores fascistas fuesen tratados como merecen: como agresores, bandidos y piratas.
La acción unificada de la clase obrera en todo el mundo aseguraría a la República española y a sus heroicos combatientes, no sólo una inmensa ayuda moral, sino también una formidable ayuda material. Todo esto precipitaría, indudablemente, la victoria del pueblo español. Y, en fin, la presión unificada de las fuerzas progresivas del mundo entero podría amordazar a los que aspiran a desencadenar la guerra."
Propuesta de alcanzar la unidad de acción, en la ayuda a España en su lucha contra el fascismo y la reacción entre las distintas internacionales obreras, que sería rechazada por la Internacional Socialista ante la propuesta de la Internacional Comunista, argumentando el presidente de la Internacional Obrera Socialista, el socialista belga Louis de Brouckère, que carecía "de poderes para adherirnos al Comité de Enlace que nos proponéis".
"¡La bandera del leninismo, la bandera de la revolución proletaria internacional es aún más alta!".Nikolai Mijaílovich Kochergin • Cartel, 1932
Por Nestor Guadaño
Hay locuras que el tiempo no ha podido borrar.
Ha pesar de que los llamados "cuerdos socialistas" no alcanzan a percibir, no se imaginan ese raro lugar, con nombre y llanura, que los camaradas marxistas leninistas porfiamos por su consecución. Porque para nosotros, esa locura revolucionaria está tan viva, que no tiene cura, que no se puede parar, ni con lavativas ni placebos, ni dudas, y por sus hechos sabremos juzgar.
En la historia del movimiento comunista internacional, la traición de todos los revisionistas al marxismo y al proletariado, es fuente de deseo de nuestros enemigos imperialistas, cuando se lanza el mensaje de "la transición pacífica del capitalismo al socialismo". Se tomó como teoría tras el XX Congreso del PCUS, propuesto por Jruschov, y se divulgó en el programa del Partido en el XXII Congreso, el 14 de Julio de 1963.
Diametralmente opuesto al camino de la revolución de Octubre, esa declaración de "aprovechar el camino parlamentario para la transición al socialismo" (1) es un engaño que se ha perpetuado hasta hoy.
Vamos a ver, según este verdugo, "uniendo a todas las fuerzas patrióticas... puede conquistarse una sólida mayoría en el parlamento" (2) ¿bajo la dictadura burguesa y de acuerdo con las leyes electorales burguesas, el proletariado puede conquistar una mayoría estable en el parlamento burgués?
Estos buhoneros que tildados de "comunistas" de tinte socialdemócrata no son nada originales. Reproducen el revisionismo de la II Internacional, bajo los pregones de Bernstein y Kautski. Los dos difundieron el camino legal parlamentario, en oposición a la revolución violenta, a la destrucción del viejo aparato estatal y a la dictadura del proletariado.
En su tiempo Lenin dijo: "Los bensteinistas aceptaron y aceptan el marxismo con excepción de su aspecto directamente revolucionario. Consideran la lucha parlamentaria no como uno de los medios de lucha que se utiliza particularmente en ciertos periodos históricos, sino como la forma de lucha principal y casi exclusiva, que hace innecesaria 'violencia', la 'toma', la 'dictadura'". (3)
Por todo, la historia del Movimiento Obrero en su ascenso hacia el Comunismo nos dice, que reconocer o no la revolución violenta como una ley universal de la revolución proletaria, reconocer la necesidad de destruir el viejo aparato estatal, y reconocer o no la necesidad de sustituir la dictadura de la burguesía por la del proletariado, ha sido siempre la línea divisoria entre el marxismo y el oportunismo, y el revisionismo de toda índole, entre los que luchan por la alternativa a la actual sociedad bajo el yugo imperialista.
Por eso nos tachan de locos. Porque abiertamente en nuestros eslóganes y programas sostenemos que el problema fundamental de la revolución proletaria es el empoderamiento del proletariado, la conquista del Poder y la destrucción del aparato estatal burgués... por la fuerza, sustituyéndo el estado burgués por el estado proletario.
Nuestros hermanos, nuestros camaradas que nos precedieron, quisieron conquistar el Poder pacíficamente. Mas, innumerables crímenes demostraron que las clases reaccionarias nunca ceden voluntariamente su sistema de sumisión.
Nuestro más influyente camarada, Lenin lo experimentó: "Sin una guerra civil no ha habido todavía ninguna revolución importante en la historia, sin una guerra civil ningún marxista serio se imagina el tránsito del capitalismo al socialismo" (4), y que "la necesidad de educar sistemáticamente a las masas en ésta, precisamente es esta idea sobre la revolución violenta, es algo básico en toda la doctrina de Marx y Engels" (5).
Y aún es mas importante la Reseña del Partido Comunista de China, en la Conferencia de los Representantes de los Partidos Comunistas y Obreros, contra los engaños del XX Congreso del PCUS. Así, el 10 de noviembre de 1957 la delegación del PCCh explicó de modo sistemático al CC del PCUS, sus puntos de vista acerca de la transición del capitalismo al socialismo, entregando al mismo tiempo una Reseña por escrito:
"Es ventajoso, desde el punto de vista táctico, señalar nuestro deseo de transición pacífica; sin embargo, no conviene destacar con exceso la posibilidad de la transición pacífica; debemos estar preparados en todo momento para rechazar los asaltos de la contrarrevolución y, en el momento crítico de la revolución, cuando la clase obrera esté tomando el Poder, derrocar a la burguesía por la fuerza de las armas en caso de que ésta recurra a las armas para reprimir la revolución popular (lo que, por regla general, es inevitable).
Debemos aprovechar plenamente la forma parlamentaria de lucha, pero su papel es limitado. Lo más importante es trabajar duro para acumular fuerzas revolucionarias; no se debe interpretar la transición pacífica al socialismo meramente como la transición mediante una mayoría parlamentaria. Lo principal es el problema de la máquina estatal, es decir, el problema de la destrucción de la vieja máquina estatal (principalmente las fuerzas armadas) y del establecimiento de una nueva máquina estatal (principalmente las fuerzas armadas).
Los partidos socialdemócratas no son partidos del socialismo. A excepción de ciertas alas de izquierda, constituyen una variante de los partidos burgueses. En el problema de la revolución socialista, la posición nuestra es radicalmente distinta a la de los partidos socialdemócratas. No se debe ocultar esta clase de diferencia". (6).
Pero Jruschov ocultó y desarrolló su reformismo "... ahora, para la clase obrera de una serie de países capitalistas, se están creando condiciones internacionales y nacionales favorables para realizar la revolución socialista en forma pacífica". (7)
Más que las palabras, los hechos han demostrado que con esa teoría, la clase obrera se ha postergado, se ha adormecido, porque esa fraseología se ha adueñado de los PPCC revionistas. Y son los hechos, cuando tras la Guerra Fría, y más tras la caída del Bloque socialista en 1991, que el campo imperialista encabezado por los EEUU. con todas sus organizaciones represoras (OTAN, UE, Banco Mundial, Parlamento Europeo, etc.), no ha dejado de armarse, para desarrollar una expansión y reforzamiento de sus aparatos de represión violenta.
El componente principal de la máquina estatal burguesa son las fuerzas armadas y no el parlamento. El parlamento es un adorno, un simulacro necesario para el dominio burgués. Por todo esto, seguir, buscar, encandilar "hacia el camino parlamentario", es totalmente imposible y explícitamente no denunciarlo, es uno de los mayores engaños a nuestra clase.
Así definió Lenin sus diferencias con el socialdemócrata Kautski:
"Si ha estallado la situación revolucionaria"... tenemos que haber "preparado para ella (la revolución) al proletariado y a todas las masas trabajadoras y explotadas" (8).
Y en la misma obra, el camarada alemán Karl Liebknecht antes de ser asesinado por la socialdemocracia, alerta a todos los obreros, a desenmascarar, a luchar contra los renegados del tipo Kautski de entonces, y futuros como ahora:
"¡... aparten a tales 'jefes', desembarácense de sus prédicas que les embotan y envilecen, y levántense, a pesar de ellos, sin ellos, por encima de ellos, hacia la revolución, a la revolución!" (9).
Loco pues soy, pues es el socialismo revolucionario el único camino para la humanidad, y sobre todo la herramienta principal de mi clase obrera, que con su vitalidad, se sobrepondrá a todas las dificultades y obstáculos, y marchará sin detenerse hacia la Revolución Proletaria.
Así pues, no es una inimaginable locura, es la actualización del Manifiesto Comunista ¡Proletarios de todos los países, uníos!
Notas:
1.- Jruschov, Informe del Comité Central del Partido Comunista de la Unión Soviética ante el XX Congreso del Partido, febrero de 1956.
2.- Ibid.
3.- Lenin, "La victoria de los demócratas constitucionalistas y las tareas del partido obrero". Editorial Progreso. Obras Completas. Tomo X.
4.- Lenin "Palabras proféticas" Editorial Progreso. Obras Completas, tomo XXVII.
5.- Lenin "El Estado y la revolución". Editorial Progreso. Obras Completas, tomo XXV.
6.- Redacción de Renmin Ribao y Redacción de la revista Hongqi. Comentario del Partido Comunista de China sobre la Carta Abierta del CC del PCUS. 31 de Marzo de 1964.
7.- "La guerra y la revolución". Kommunist (URSS), Nº 4,,1961.
8.- Lenin "La revolución proletaria y el renegado Kautski". Editorial Progreso. Obras Completas, tomo XXVIII.
Con sobradas razones, el naciente Gobierno Revolucionario nacionalizó las filiales de las compañías norteamericanas radicadas en
Cuba no solo por violar disposiciones legales antes de 1959, sino
también para contrarrestar los efectos de una política caracterizada por
el saqueo y el injerencismo desde épocas remotas.
Es cierto que
aquellas intervenciones poseían un carácter antiimperialista, pero no
eliminaban la propiedad privada e incluso la burguesía cubana, ni
siquiera sintió las consecuencias, más bien estuvo en mejores
condiciones de producir al librarse de la desleal competencia de los
monopolios estadounidenses.
Hasta recibió apoyo del sector
estatal, robustecido por la recuperación de los bienes bajo la antigua
posesión de la tiranía de Fulgencio Batista, un autoproclamado General
con una ambición desmedida por el poder que ejerció a sangre y fuego
hasta el 59.
En 1960 los planes de guerra aplicados por la CIA y la administración
estadounidense perseguían el desplome del Gobierno Revolucionario; en
contraposición en el verano de ese año se produjo una respuesta que
conjugó la solidaridad latinoamericana con la medida más radical tomada
hasta ese momento contra los intereses yanquis en la Isla, materializada
en un proceso sin precedentes en la historia del continente.
En 1960 la política agresiva de Estados Unidos hacia la Revolución Cubana se intensificó, como reconoció en su libro Seis Crisis (1962) Richard M. Nixon. Según el entonces vicepresidente del gobierno de Dwight Eisenhower, a principios de ese año, “la
CIA recibió instrucciones de facilitar armas, municiones y
entrenamiento a los cubanos huidos del régimen de Castro, exiliados en
los Estados Unidos y otros países de la América Latina. La operación se
realizaba en secreto.”
Ante la brutal acometida norteamericana, la Revolución Cubana comenzó
a acercarse a la Unión Soviética (URSS), aprovechando la presencia en
La Habana, en febrero de 1960, de su viceprimer ministro Anastás
Mikoyan, para inaugurar la exposición de Logros de la Ciencia y Técnica
de su país, ya presentada en México y Estados Unidos. Al término de la
visita se firmó el primer convenio comercial entre los dos países, que
permitiría a Cuba la venta de 5 millones de toneladas de azúcar hasta
1964 y la adquisición de petróleo. Poco después fueron restablecidas las
relaciones diplomáticas con la URSS y a fines de junio de 1960 Raúl
Castro viajó a Moscú, donde se reunió con el principal dirigente
soviético Nikita Jruschov.
El inminente conflicto directo con Estados Unidos estalló a fines de
ese mismo mes, motivado por la negativa de la Standard Oil de New Jersey
(Esso), Texas Company (Texaco) y la Royal Dutch Shell, de procesar en
sus refinerías el petróleo soviético comprado por Cuba. El desacato de
los grandes consorcios, que seguían instrucciones de Washington, llevó
al Gobierno Revolucionario a expropiarlas el 28 de junio de
1960, amparado en la ley sobre minerales combustibles de 1938, que las
obligaba a refinar el hidrocarburo proporcionado por el Estado cubano.
En represalia, el 6 de julio el presidente Eisenhower canceló las
compras de azúcar a Cuba y poco después la URSS anunciaba su disposición
de adquirir también esa cantidad.
El sábado 6 de agosto, el entonces llamado Estadio del Cerro, hoy
Latinoamericano, estaba colmado del público que asistió a la clausura
del Primer Congreso Latinoamericano de Juventudes, que tuvo su punto
culminante cuando el Comandante en Jefe Fidel Castro anunció la
nacionalización de las propiedades norteamericanas en Cuba, como
respuesta al claro rumbo agresivo que tomó EE.UU. contra el país.
La selección de la fecha y el lugar no obedeció solamente a una
simple coincidencia histórica, ya que desde hacía días se celebraba en
La Habana el evento, el cual aglutinó a las organizaciones de izquierda
que apoyaban y defendían a Cuba, y resultaba difícil de obviar por las
campañas mediáticas y la actitud lacayuna de la mayoría de los gobiernos
de la región.
En ese contexto, precisamente, Fidel organizó su intervención en la
clausura del congreso, no de forma tradicional sino para comunicar al
mundo la respuesta de la Revolución a los planes enemigos, que ocho
meses después culminarían con la invasión mercenaria por Playa Girón en
abril de 1961.
Sin haberse proclamado todavía el Socialismo en 1961 y antes de que
arreciaran las agresiones de EE.UU., el Comandante en Jefe Fidel Castro
alertó que el enfrentamiento con el capital extranjero constituía el
camino correcto de un pueblo que quisiera liberarse.
De modo que
conceptualmente estaban sentadas las bases para un proceso de
indemnización, en la cual se conciliarían los intereses monopolistas y
los del Estado cubano: una práctica internacional conocida por Acuerdos
Globales de Compensación.
Pero el proverbial y engañoso “destino
manifiesto de Estados Unidos” carecía de límites en su afán generalizado
de dominación, y en junio de 1960 las empresas petroleras
estadounidenses informaron que no enviarían más hidrocarburos.
Incluso, prohibieron a sus refinerías procesarlos si procedían de otras
fuentes, a pesar de que la Ley cubana de Minerales y Combustibles, del
nueve de mayo de 1938, establecía la obligatoriedad de esas entidades de
refinar el crudo que el Estado suministrara.
Soberanía económica y política
Las Leyes del Gobierno Revolucionario anunciadas por Fidel y Raúl
Castro, quien tomó la palabra debido a una temporal perdida de voz del
máximo líder, incluían la confiscación de 26 compañías estadounidenses,
tres refinerías de petróleo, los monopolios de la electricidad y del
teléfono, así como 36 centrales azucareros, medidas que se realizaron en
apego al derecho internacional y que incluían el pago de
indemnizaciones de acuerdo con negociaciones y acuerdos entre las
partes.
Así pasaron a manos del pueblo también las propiedades españolas, francesas,
suizas, británicas y canadienses, con las cuales se acordó la
correspondiente indemnización.
El proceso de nacionalización se produjo tras sufrir el país
numerosas acciones enemigas, como la del 4 de marzo de 1960, cuando en
la bahía habanera se elevó a más de mil metros el hongo de una
explosión, que recordaba las producidas por los ensayos nucleares en el
Océano Pacífico, al volar el Vapor francés La Coubre, cargado de armas y municiones adquiridas por el Gobierno Revolucionario en Bélgica, mientras se descargaban, con un saldo de 101 fallecidos, entre ellos seis
marinos franceses y ocho trabajadores portuarios españoles, así como 400
personas lesionadas o incapacitadas de por vida.
Las investigaciones de las autoridades cubanas demostraron que el
crimen respondía a una operación de la CIA, para evitar que las fuerzas
armadas cubanas adquirieran armas para defenderse.
El 3 de julio del propio año, el presidente Dwight Eisenhower con el
apoyo del poder legislativo, rebajó la cuota azucarera, principal fuente
de divisas de la nación antillana por concepto de venta a EE.UU., y
rechazó la compra de 700 mil toneladas ya producidas, lo que significaba
un gran golpe a la joven Revolución.
Las compañías e instituciones estadounidenses en la Isla, además de
hacer patente la explotación semicolonial, representaban para la CIA un
recurso estructural y de apoyo en medios económicos de primer orden en
sus planes.
En Cuba se pretendía repetir el papel de la United Company, junto a
otros intereses estadounidenses, en el golpe de Estado organizado por la
nación norteña contra el gobierno nacionalista del presidente Jacobo
Arbenz en Guatemala durante 1954, para preservar y utilizar sus
haciendas e instalaciones como bases de apoyo y de armas para los
mercenarios pagados por Washington.
Pero se equivocaron en sus apreciaciones sobre la capacidad de
resistencia y respuesta del pueblo y de su máximo dirigente Fidel
Castro.
Desde el mismo inicio de las agresiones Fidel declaró:
“…en ese
intento de irnos quitando la cuota, libra a libra, ¡le iremos quitando
central por central! ¡y le iremos quitando, centavo a centavo, hasta la
última inversión de norteamericanos en Cuba! y no solo eso, sino que,
libra por libra, ¡iremos suspendiendo todas las importaciones
norteamericanas en Cuba! que el mundo es ancho y nosotros les
compraremos a los que nos compren.”
Estados Unidos, en un gesto de prepotencia y en espera de la derrota
de la Revolución, se negó a aceptar las condiciones de Cuba y no negoció
sus intereses nacionalizados.
Ya el 17 de agosto de 1960, una multitud comenzó a concentrarse ante
el edificio de la Cuban Telephone Company, en la capital. Han
trascendido las imágenes de obreros retirando el letrero alusivo a la
transnacional y en las calles, el pueblo festejaba lo que sería un gran
acto de dignidad y de soberanía del país; una utopía largamente
postergada y que se cumplía por primera vez.
Al mismo tiempo, en el edificio principal de la Cuba Electric Company
(Cubaneleco), se hacía efectiva la nacionalización. Por las calles de
La Habana, trabajadores llevaban en andas ataúdes que representaban a
los monopolios expropiados. Ya en el antiguo Palacio Presidencial de
Cuba, una multitud se congregaba y se decían los nombres de cada una de
las compañías expropiadas; ESSO, United Fruit Company, Texaco y Manatí
Sugar Company entre otras, y un coro replicaba al unísono: “Se llamaba”.
Estas nacionalizaciones significaron de manera clara el rumbo
soberano y antimperialista de la naciente Revolución Cubana. Y también
definieron las relaciones entre Estados Unidos y Cuba en que la
soberanía sería el pilar para los vínculos con el exterior. Visto como
una afrenta y al ver perjudicados sus intereses en lo hasta el triunfo
de la Revolución habían sido “relaciones incondicionales”, el gobierno
de Estados Unidos decretó formalmente en 1962 el bloqueo a Cuba que por
60 años ha intentado asfixiar su economía y la vida de su pueblo.
Más de 10 administraciones estadounidenses han persistido y persisten
en derrocar el proyecto social cubano y reconstruir su sistema
neocolonial.
Desde 1996 esgrimen la Ley Helms-Burton, con la cual
ilusamente piensan recobrar lo que desde aquel ya lejano e histórico 6
de agosto de 1960 es propiedad del pueblo.
En aquel entonces se conocía sobradamente del saqueo que durante la dictadura de Batista, había realizado su gobierno de las arcas públicas, más de mil 300
millones de dólares, que los ladrones se llevaron consigo hacia La Unión, después del triunfo de la Revolución.
Por tanto, ¿Estados Unidos no está endeudado con Cuba?