28 de junio de 2011
Acto de homenaje al camarada Ludo Martens
Ante la reciente muerte de Ludo Martens, miembro fundador y ex-Presidente General del PTB (Partido del Trabajo de Bélgica, uno de los partidos comunistas más prestigiosos del mundo) la Asociación de Amistad Hispano-Soviética organiza un acto sobre la vida y la obra de uno de los mayores revolucionarios de las últimas décadas, infatigable defensor de la línea revolucionaria y de la unidad en el seno del movimiento comunista internacional.
Contaremos con la presencia de miembros del PTB.
Fecha: 9 de julio
Hora: 19h00
Lugar: Ateneo Republicano de Vallecas.
c/ Arroyo del Olivar 53
Organiza: Asociación de Amistad Hispano-Soviética
Colaboran: Unión Proletaria, UJC-Madrid, PCPE
Avance comunista en Chipre.
Extraído del blog de Graciela Faget
http://bloguerosrevolucion.ning.com/profile/GRACIELAFAGET
Chipre es un país insular del mediterráneo europeo que es gobernado desde 2008 por un partido Comunista Marxista Leninista, el Partido Progresista del Pueblo Trabajador.
La victoria de 2008 se dio en segunda vuelta consiguiendo el 53.37% de los votos para el candidato Comunista Dimitris Christofias (en primera vuelta sacó 33.29% saliendo segundo por pocos votos).
En las elecciones legislativas de 2006 los comunistas consiguieron 18 bancas (32.1%) y en estas nuevas elecciones legislativas de 2011 aumentaron a 19 bancas (de las 56) logrando el 32.67% de los votos.
El partido de la derecha neoliberal salió primero con 34% de los votos consiguiendo 20 bancas.
Igualmente la gobernabilidad está asegurada mediante una alianza entre los comunistas con la tercera fuerza, el Partido Democrático, que consiguió 15.76% de los votos y 9 bancas.
Se puede concluir que fue una victoria para el Pueblo chipriota y para los comunistas que lograron superar la crisis mundial de 2008/2009 manteniendo su base electoral e incluso mejorándola.
24 de junio de 2011
Stalin. Carta a Ivanov
Extraído del blog www.kinokulak.blogspot.com
Anotaciones en negrita. Este artículo fue escrito en 1938. Es una muestra nítida de la amplia libertad de opinión que había en la URSS dentro del partido: se puede discrepar, se puede opinar a favor y en contra, pero el hilo del interés colectivo, creativo, es siempre, en último término, la defensa del socialismo instaurado; porque si las críticas van contra el sistema, (como ocurrió 20 años más tarde) la clase obrera debe defenderse y desenmascarar a quienes quieren destruir el socialismo. Esta nota es muy importante por el año en el que tiene lugar, de imprescindible lucha ideológica contra el revisionismo en el seno del Partido Comunista Bolchevique.
Nosotros hemos resaltado en negrita dos aspectos del problema, como muy bien indica Stalin: Primero. Que la victoria del socialismo no es definitiva y que puede haber una agresión imperialista, que debe ser respondida por el proletariado (importante este matiz, no solamente por las fuerzas del Ejército Rojo), y ayudado por la clase obrera a nivel internacional. Segundo, alerta sobre los miembros del partido que adormecen las conciencias para que no haya vigilancia de clase, (Jruschov) instigando para que no se piense en la lucha de clases y en el enemigo burgués, fuera y sobre todo dentro de la sociedad, y así la burguesía vaya destruyendo el ejercicio y control del proletariado sobre la sociedad.
En estos momentos de retroceso de los avances sociales, de olvido de las enseñanzas de los países que lucharon por el comunismo, y de la necesidad de la unidad de las luchas de la clase obrera, de la unidad de los comunistas en un sólo partido, es importante divulgar estos textos.
Asociación de Amistad Hispano Soviética.
Al Camarada Stalin, de parte de Ivanov, propagandista titular del Comité de Sector de la Juventud Comunista Leninista de la URSS en Manturov (región de Kursk).
Estimado camarada Stalin, Le ruego encarecidamente de aclararme la siguiente cuestión:
Aquí donde me encuentro, así como en el Comité regional de la Juventud Comunista, existen dos maneras de concebir la victoria definitiva del socialismo en nuestro país, o más bien se confunde el primer grupo de contradicciones con el segundo. En las obras de usted sobre el destino del socialismo en la Unión Soviética se habla de dos grupos de contradicciones: las internas y las externas.
En cuanto al primer grupo de contradicciones está claro que las hemos resuelto: el socialismo en el interior del país ha triunfado.
Quisiera tener una respuesta acerca del segundo grupo de contradicciones, es decir, las que existen entre el país del socialismo y los países capitalistas. Usted señala que la victoria definitiva del socialismo significa la solución de las contradicciones externas, la completa garantía contra la intervención, y por consecuencia, contra la instauración del capitalismo. Sin embargo, este grupo de contradicciones puede ser resuelto solamente mediante los esfuerzos de los obreros de todos los países.
También el camarada Lenin nos enseñaba que “se puede vencer definitivamente sólo a escala mundial, sólo mediante los esfuerzos unidos de los obreros de todos los países”.
En el curso de propagandistas titulares en el Comité regional de la Juventud Comunista de la URSS yo dije, basándome en las obras suyas, que la victoria del socialismo puede ser definitiva solamente a escala mundial; pero los militantes del Comité regional, Urogenko (primer secretario del Comité regional de la Juventud Comunista) y Kazelkcov (instructor de propaganda) califican mi intervención de “salida trotskista”.
Les mostré las citas de sus obras sobre esta cuestión pero Urogenko me dijo que cerrara el libro, afirmando que “eso lo decía el compañero Stalin en 1926, pero ahora estamos en el 1938; que en aquel momento no teníamos todavía la victoria definitiva, mientras ahora sí la tenemos, que no se trata de estar pensando ahora en la intervención y en la restauración”. Además me dice: “Nosotros tenemos ahora la victoria definitiva del socialismo y tenemos la total garantía contra la intervención y contra la restauración del capitalismo”. De esta forma me han considerado cómplice del trotskismo, me han sacado del trabajo de propaganda y han puesto en cuestionamiento mi permanencia en la Juventud Comunista.
Le ruego, camarada Stalin, que me explique si tenemos la victoria definitiva del socialismo o si todavía no la tenemos. ¿Puede ser que yo no haya encontrado la documentación de actualidad complementaria sobre esta cuestión en relación a algún cambio reciente?
Yo considero que la declaración de Urogenko es antibolchevique, sosteniendo que las obras de Stalin sobre esta cuestión ya están un poco envejecidas. ¿Puede ser que los militantes del Comité regional hayan tenido razón en considerarme trotskista? Esto me molesta mucho y me ofende.
Le ruego, camarada Stalin, que se permita responderme a esta dirección:
Iván Filippovich Ivanov,
Soviet de la aldea Pervi Zassiem,
Distrito de Manturov,
Región de Kursk.
18-1-38
Firmado: Ivanov.
Al camarada Iván Filippovic Ivanov,
La razón la tiene usted desde luego y son sus adversarios ideológicos, es decir los camaradas Urogenko y Kazelkov, quienes se han equivocado. ¿Y esto por qué?
Está fuera de dudas de que la cuestión de la victoria del socialismo en un solo país, es este caso el nuestro, tiene dos aspectos diferentes.
El primer aspecto de la cuestión de la victoria del socialismo en nuestro país abarca el problema de las relaciones entre las clases en el interior del país. Esto es en el campo de las relaciones internas. ¿Puede la clase obrera de nuestro país superar las contradicciones con nuestros campesinos y establecer con ellos una alianza, una colaboración? ¿Puede la clase obrera de nuestro país, en alianza con los campesinos, derrotar a la burguesía de nuestro país, arrebatarle la tierra, las oficinas, las minas, etc., y construir una sociedad socialista completa?
Estos son los problemas ligados al primer aspecto de la cuestión de la victoria del socialismo en nuestro país.
El leninismo responde a estas preguntas afirmativamente.
Lenin enseña que “nosotros tenemos todo lo necesario para la edificación de una sociedad socialista completa”. Nosotros podemos y debemos por lo tanto, con nuestras propias fuerzas, vencer nuestra burguesía y construir la sociedad socialista. Trotski, Zinoviev, Kamenev y caballeros similares, que se convirtieron más tarde en espías y agentes del fascismo, negaban la posibilidad de edificar el socialismo en nuestro país sin que antes la revolución socialista haya vencido en los otros países, en los países capitalistas. Estos caballeros, en sustancia, querían reconducir nuestro país hacia atrás en la vía del desarrollo burgués, cubriendo su apostasía con falsos argumentos sobre la “victoria de la revolución” en otros países. Ha sido precisamente sobre este punto en el que se han desarrollado las discusiones en nuestro partido durante estos días. La sucesiva marcha del desarrollo de nuestro país ha demostrado que el Partido tenía razón, y que Trotski y compañía estaban equivocados.
De hecho, mientras tanto, hemos sido capaces de liquidar nuestra burguesía, de establecer una colaboración fraternal con los campesinos y construir, en lo esencial, la sociedad socialista, aunque la revolución socialista no haya vencido en los otros países.
Esto es lo que respecta en cuanto al primer aspecto de la cuestión de la victoria del socialismo en nuestro país.
Yo pienso, camarada Ivanov, que su controversia con los camaradas Urogenko y Kazelkov no se refiere a este aspecto de la cuestión.
El segundo aspecto sobre la cuestión de la victoria del socialismo en nuestro país abarca el problema de las relaciones de nuestro país con los otros países, con los países capitalistas, el problema de las relaciones de la clase obrera de nuestro país con la burguesía de los otros países. Esto se da en el campo de las relaciones exteriores internacionales.
¿Puede el socialismo en un país que está rodeado por potentes países capitalistas considerarse completamente libre del peligro de una invasión armada (intervención) y, por consecuencia, del intento de restauración del capitalismo en nuestro país? ¿Pueden nuestra clase obrera y nuestros campesinos con sus propias fuerzas, sin una ayuda seria de la clase obrera en los países capitalistas, vencer la burguesía de los otros países, así como han vencido la propia burguesía? En otras palabras: ¿se puede considerar la victoria del socialismo en nuestro país definitiva, es decir, libre del peligro de una agresión militar y de intentos de restauración del capitalismo, mientras la victoria del socialismo existe en un solo país y mientras continúe existiendo el asedio capitalista?
Estos son los problemas que se asocian al segundo aspecto de la cuestión de la victoria del socialismo en nuestro país. El leninismo responde a estos problemas negativamente. El leninismo enseña que la victoria definitiva del socialismo en el sentido de una plena garantía contra la restauración de las relaciones burguesas es posible solamente a escala internacional (ver la conocida resolución de la 14ª conferencia del Partido Comunista de la URSS). Eso significa que la ayuda comprometida del proletariado internacional es esa fuerza sin la cual no se puede resolver el problema de la victoria definitiva del socialismo en un solo país. Esto no significa naturalmente que nosotros debamos quedarnos con los brazos cruzados esperando una ayuda desde fuera. Al contrario, la ayuda del proletariado internacional debe ser conjunta con nuestro trabajo en el fortalecimiento del Ejército Rojo y de la Flota Roja para la movilización de todo el país en la lucha contra la agresión militar en los intentos de restauración de las relaciones burguesas.
Aquí tenemos lo que dice Lenin a propósito:
“Nosotros vivimos no solamente en un Estado, sino en un sistema de Estados, y la existencia de la República Soviética al lado de los otros Estados imperialistas por un período de tiempo no es concebible. Al final, el uno o el otro vencerá. Esto significa que la clase dominante, el proletariado, si quiere dominar y dominará, debe demostrarlo, también con su organización militar” (tomo 24 pág, 122, Ed. en ruso).
Y más adelante:
“Nosotros estamos rodeados de hombres, de clases, de gobiernos que declaran abiertamente su odio contra nosotros. Nosotros tenemos que recordar que estamos siempre a un pelo de una invasión” (tomo 27, pág. 117).
Esto está dicho con agudeza y con fuerza, pero también honestamente y llanamente, sin adornos, como sabía hablar Lenin.
Sobre la base de estas premisas, en las Cuestiones del Leninismo de Stalin se dice:
“La victoria definitiva del Socialismo es la plena garantía contra los intentos de intervención, y por lo tanto de restauración, ya que un intento de restauración puede tener lugar solamente con un serio apoyo desde afuera, sólo con el apoyo del capital internacional. Por eso, el sostén de nuestra revolución por parte de los obreros de todos los países, y con mayor razón el triunfo de estos obreros, aunque solo sea en unos cuantos países, es la condición necesaria para la plena garantía del primer paso victorioso contra los intentos de intervención y de restauración, la condición necesaria para la victoria definitiva del Socialismo” (Cuestiones del Leninismo, 1937, pág. 134).
En realidad sería ridículo y tonto cerrar los ojos sobre el hecho del asedio capitalista y pensar que nuestros enemigos externos, por ejemplo los fascistas, no buscarán la ocasión de llevar a cabo una agresión armada contra la URSS. Pueden pensar así solamente los ciegos fanfarrones y los enemigos escondidos, que quieren adormecer al pueblo. No sería menos ridículo negar que en el caso de que una intervención militar tenga un mínimo de éxito, los intervencionistas tratarían en las zonas ocupadas por ellos de destruir el régimen soviético y de restaurar el régimen burgués. ¿Acaso Denikin y Kolchak no restauraron el régimen burgués en las zonas que ocuparon? ¿En qué son mejores los fascistas que Denikin y Kolchak? Negar el peligro de una intervención militar y los intentos de restauración mientras exista un cerco capitalista, solo lo pueden hacer los enredadores y los enemigos escondidos que quieren esconder con fanfarronerías la propia hostilidad o que tratan de desmovilizar al pueblo. ¿Pero es posible considerar la victoria del socialismo en un solo país definitiva si este país tiene alrededor un cerco capitalista y que ésta esté garantizada plenamente contra la amenaza de una intervención y de restauración? Está claro que no es posible.
Esta es la situación con respecto a la cuestión de la victoria del socialismo en un solo país.
Se deduce que esta cuestión contiene dos problemas diferentes:
a) el problema de las relaciones internas de nuestro país, o sea, el problema de la victoria sobre nuestra burguesía y la edificación del socialismo integral;
b) el problema de las relaciones externas de nuestro país, o sea, el problema de la plena garantía de nuestro país contra los peligros de una intervención militar y de restauración.
El primer problema ya ha sido resuelto, ya que nuestra burguesía se ha liquidado y el socialismo ya se ha edificado esencialmente. A esto lo llamamos victoria del socialismo o, más exactamente, victoria de la edificación socialista en un solo país. Nosotros podríamos decir que nuestra victoria es definitiva si nuestro país estuviera en una isla y si alrededor de él no hubiera numerosos países, países capitalistas. Y debido a que no vivimos en una isla sino en un “sistema de estados” del cual una parte considerable es hostil al país del socialismo, creando así el peligro de una intervención y una restauración, nosotros decimos que abiertamente y honestamente que la victoria del socialismo en nuestro país no es todavía definitiva. De aquí se deduce que el segundo problema no está todavía resuelto y que hará falta resolverlo. Más aún: no es posible resolver el segundo problema de la misma forma en el cual se ha resuelto el primer problema, o sea, mediante los esfuerzos únicos de nuestro país.
El segundo problema se puede resolver mediante la unión de los esfuerzos serios del proletariado internacional con los esfuerzos todavía más serios de todo nuestro pueblo soviético. Es necesario afianzar y consolidar los lazos proletarios internacionales de la clase obrera de la URSS con la clase obrera de los países burgueses, es necesario organizar la ayuda política de la clase obrera de los países burgueses a la clase obrera de nuestro país en caso de una agresión militar contra nuestro país, así como es necesario organizar cualquier tipo de ayuda de la clase obrera de nuestro país a la clase obrera de los países burgueses; se necesita reforzar y consolidar con todos los medios nuestro Ejército Rojo, nuestra Flota Roja, nuestra Aviación Roja, nuestra Sociedad de apoyo a la defensa aeroquímica. Se necesita que todo nuestro pueblo esté en estado de movilización para que esté listo a hacer frente al peligro de una agresión militar, para que “ninguna casualidad” y ninguna maniobra de nuestros enemigos externos nos puedan agarrar por sorpresa.
De su carta resulta que el camarada Urogenko tiene otro punto de vista, no del todo leninista. Él, de hecho, afirma que “nosotros tenemos ahora la victoria definitiva del socialismo y tenemos la plena garantía contra la intervención y contra la restauración del capitalismo”. Que no le quepa la duda de que el camarada Urogenko está completamente equivocado. Una afirmación semejante como la del camarada Urogenko solamente se puede explicar con la incomprensión de la realidad que nos rodea y con la ignorancia de los principios elementales del leninismo, o bien con la estéril jactancia de un joven burócrata enamorado de su persona. ¿Si realmente “tenemos la plena garantía contra la restauración del capitalismo” tenemos necesidad de un potente Ejército Rojo, de una Aviación Roja, de una potente Sociedad de apoyo de la defensa aeroquímica, del afianzamiento y de la consolidación de los lazos proletarios internacionales? ¿No sería mejor utilizar los billones que gastamos en fortalecer el Ejército Rojo en otros objetivos y reducir al mínimo el Ejército Rojo o incluso disolverlo totalmente? Personas como el camarada Urogenko a pesar de que subjetivamente están entregados a nuestra causa, objetivamente son peligrosos para nuestra causa, ya que con su jactancia, voluntariamente o involuntariamente (es lo mismo) adormecen a nuestro pueblo, desmovilizan los obreros y los campesinos y ayudan a los enemigos a agarrarnos por sorpresa en el caso de complicaciones internacionales.
En cuanto al hecho, camarada Ivanov, que por lo que parece “lo han sacado del trabajo de propaganda y le han puesto la cuestión de su permanencia en la Juventud Comunista” no se debe preocupar. Si los hombres del Comité regional de la Juventud Comunista quieren realmente parecerse al suboficial Priscibeiev, el conocido personaje de Chejov, podemos estar seguros que perderán. En nuestro país los Priscibeiev no gustan.
Ahora puede juzgar si ha envejecido el conocido fragmento del libro “Cuestiones del leninismo”, a propósito de la victoria del socialismo en un sólo país. Quisiera yo mismo que envejeciera, para que en el mundo no hubiera cosas tan desagradables como el cerco capitalista, el peligro de una agresión armada, el peligro de la restauración del capitalismo, y otras por el estilo. Pero desgraciadamente estas cosas desagradables continúan existiendo.
12-2-1938
STALIN
Nota: Publicado en italiano en 1945 por el periódico L'Unità del Partido Comunista Italiano.
Traducido del italiano por J Menéndez.
23 de junio de 2011
Bielorrusia mantendrá su modelo socio-económico de desarrollo.
Extraído del blog de Josafat S. Comín
21 de junio de 2011
El primer instrumento musical electrónico se construyó en la URSS
Por Juan Manuel Olarieta
El primer sintetizador electrónico de la historia de la música se llama theremin y debe su nombre a Lev Sergueievich Termen, que nació en Leningrado (actual Petersburgo) en 1896. El inventor del instrumento escribió así sobre su vida: “Comencé a estudiar electricidad a los 7 años y música a los 9. Amé la música desde la infancia, porque la sentía como algo vivo y real. Cuando comencé a tocar el cello, me confundía la contradicción entre la música y la forma en que la obtenía: a través del movimiento del arco, a la manera de un serrucho mientras oprimía las cuerdas con los dedos. Siempre había deseado encontrar una forma de unir mi pasión por la electricidad con la que sentía por la música. A los 13 años descubrí las altas frecuencias y los transformadores Tesla. Tomé en una mano una vara de metal de tamaño medio y obtuve una chispa de alto voltaje acompañada de un sonido de alta frecuencia, observando que un cambio en la distancia causaba una variación en el tono del sonido”.
El theremin está basado en el mismo principio. Es un instrumento musical que no se parece a ningún otro: se toca sin tocarlo. Consta de dos antenas que crean un campo electromagnético cada una. El intérprete desempeña el papel de un conductor eléctrico e interactúa con esos campos sin llegar a ser necesario el contacto físico con el instrumento. La música se produce cuando el intérprete mueve las manos en las proximidades de las antenas. Una de las antenas controla el tono del sonido, mientras que la otra maneja el volumen.
El funcionamiento del theremin es muy simple pero la ejecución musical requiere un gran esfuerzo de concentración por parte del intérprete: el cuerpo debe estar perfectamente equilibrado frente al instrumento, su cabeza completamente inmóvil durante largos períodos y su control neuromotriz de manos y brazos debe ser perfecto, ya que una ligerísima vibración o un cambio de posición involuntario de los miembros superiores alteran radicalmente el sonido del instrumento. Vistos desde afuera, los movimientos del thereminista parecen los de un director de orquesta. Termen lo describe de la siguiente manera: “Se obtienen fácilmente sonidos de tono variable utilizando una corriente alterna de frecuencia también variable. Se coloca una pequeña varilla vertical a modo de antena, lo que genera ondas electromagnéticas de muy débil intensidad alrededor de la misma. Estas ondas tienen una longitud y una frecuencia definidas: la aproximación de una mano, que es un conductor eléctrico, altera la configuración del campo electromagnético que rodea a la antena, cambia su capacitancia y, por lo tanto, afecta la frecuencia de la corriente alterna generada en el instrumento. De esta manera, se produce una suerte de ‘toque invisible’ en el espacio que circunda la antena, y, de la misma manera en que en un cello la presión de un dedo sobre la cuerda produce un sonido tanto más agudo cuanto más se acerca el dedo al puente, en el theremin el tono se incrementa cuanto más se acerca la mano a la antena. Del mismo modo, la intensidad del tono cambia al aproximar una mano a la otra antena, de forma circular, alrededor de la cual se forman ondas electromagnéticas siguiendo el mismo principio. La aproximación de una mano produce un cambio en la intensidad de la corriente alterna que produce el tono. Así, levantando la mano por encima de la antena horizontal en forma de anillo la nota crece en volumen, mientras que bajando la mano por debajo de ella se hace más débil, hasta morir en el medio del más suave pianísimo”.
En 1919 Termen mostró el instrumento a su mentor Yoffe que, de inmediato, se fascinó con él y convocó a una reunión de los miembros del laboratorio de física. Tras la demostración, el inventor recibió una cerrada ovación. El theremin se mostró al público soviético en la Feria Industrial de Moscú de 1920 y, poco más tarde, el propio Termen dio un concierto en la sede del Sindicato Electromecánico, el theremin se convirtió en un gran acontecimiento. El concierto se publicó en los dos diarios soviéticos más difundidos, Pravda e Izvestia. Termen solicitó la patente de su invento el 23 de junio de 1921, que le fue concedida tres años más tarde, fabricándose 600 instrumentos por orden de Lenin, que, para esa época, ya recibía clases de theremin. La trascendencia del invento se expandió y su descubridor viajó por la Unión Soviética dando conciertos.
Emocionado, Termen narró el día que conoció a Lenin: “El 22 de mayo tuve la dicha de conocer personalmente a Vladimir Ilich Lenin, quien me invitó al Kremlin para que le hiciese una demostración del instrumento en su oficina. Me felicitó por mis investigaciones y se puso a tocar él mismo, que de por sí tenía un gran oído musical”. Lenin le dijo a Termen que creía que su trabajo era un avance en el campo de las nuevas energías, la electricidad entre ellas, y en los proyectos de investigación que tendrían lugar en el plan de electrificación de la URSS. “Me dio luego un salvoconducto que me permitía viajar por toda la nación para dar mis conciertos, y me dijo que fuera a verlo si lo necesitaba para algo”, recordó Termen.
El inventor fue enviado por el gobierno soviético para mostrarlo en los países capitalistas, trasladándose a Estados Unidos, donde obtuvo otra patente de su invento en 1928, que vendió a la RCA Victor para la fabricación en serie del sintetizador. Múltiples personalidades se interesaron por las posibilidades de la música electrónica, y también por sus bases físicas. Entre otros, Einstein, el cineasta Serguei Eisenstein y el ingeniero Robert Moog quisieron conocer `personalmente al físico soviético.
Termen era uno de esos inventores que ya no existen. Construyó el primer aparato de televisión, por ejemplo, y en 1932, en el marco de un concierto de música electrónica con una orquesta de 16 thereministas en el Carnegie Hall, presentó el terpsitone un instrumento de control espacial con el cual un bailarín podía controlar el sonido mediante sus movimientos en el escenario. La propia danza creaba la música. Una plancha metálica aislada debajo de la plataforma de baile actuaba como antena para el tono, registrando el movimiento de elevación del cuerpo y el cese del mismo, como cambios relativos en el tono. El funcionamiento básico era el mismo que el del theremin, si bien el volumen y el vibrato eran controlados separadamente por un operador detrás del escenario.
También inventó otros instrumentos musicales en los que había estado trabajando diez años. Además del terpsitone, Termen inventó el theremin de teclado, el rhythmicon, el theremin cello y el Illumovox, un instrumento óptico que generaba variados efectos lumínicos dependiendo de los cambios de tono efectuados con un theremin. Pero pasó a la historia gracias al theremin, que fue perfeccionando con el tiempo. El volumen, que antes se controlaba mediante un pedal, obedeció luego a los movimientos de la mano en las cercanías de la antena izquierda. También construyó modelos que, en lugar de dirigirse mediante el movimiento de las manos, leían microrreflejos en la superficie de los ojos y eran controlados por los movimientos oculares. De este modo, un cuadrapléjico puede “tocar” un theremin e incluso convertirse en músico profesional.
En 1938 fue expulsado de Estados Unidos a la Unión Soviética, dejando tras de sí a su mujer, su estudio, sus amigos y sus negocios. Pero en poco tiempo el theremin pasó a ser considerado un instrumento musical de uso familiar en Estados Unidos, y objeto de composición académica y clásica. A finales de los años veinte, RCA produjo aproximadamente 500 theremines fabricados por General Electric y Westinghouse. Se estima que hoy en día sólo existen la mitad de ellos y los coleccionistas invierten grandes sumas de dinero en encontrarlos.
Originalmente el theremin comenzó utilizándose en la música clásica imitando al violín, violonchelo, la voz e incluso sustituyendo orquestas enteras. Pero puede integrarse en cualquier tipo de música a la perfección. Durante las décadas de 1940 y 1950 sonó en las bandas sonoras de muchas películas de Hollywood, cuando Samuel J. Hoffman ambientaba, a base de un uso efectista, películas de ciencia ficción y terror, como “El día que paralizaron la Tierra”, “Vinieron del espacio exterior”, “Días sin huella” o la soberbia “Cuéntame tu vida” de Hitchcock. Recientemente el theremin aparece en las bandas sonoras de películas como “El maquinista”, “Ed Wood” o “Mars Attacks”.
La mejor intérprete del sintetizador ha sido la prodigiosa Clara Rockmore, nacida en la comunidad rusa de Nueva York y fallecida en 1998. A los 5 años de edad Rockmore ya era una consumada violinista, pero un problema físico en los huesos le forzó a abandonar el violín para convertirse en la mejor thereminista del mundo. Fue la primera virtuosa de la música de la era electrónica. En los años 30 Rockmore desarrolló una técnica única de “digitación aérea” que le permitía tocar el theremin con una precisión asombrosa. Se la puede oir en el album “The art of the theremin” acompañada al piano por su hermana Nadia Reisemberg.
Actualmente, el theremin es un instrumento que sigue fascinando a las nuevas generaciones de músicos. En forma transistorizada, Big Briar, la compañía de Robert Moog, lo fabrica y vende en serie. Se calcula que existen en el mundo unos 12.000 instrumentos pero los thereministas fabrican sus propios aparatos para componer música electrónicamente. Hoy quizá la mejor intérprete de theremin es Lydia Kavina, la nieta de Termen, que recientemente actuó en Burgos.
Unos 600 músicos, solistas y bandas de rock usan habitualmente theremines en sus discos y recitales: Gary Numan, Radiohead, Alice Cooper, Rolling Stones, Beach Boys, el japonés Kitaro (que compró el primer theremin Moog que salió de la línea de montaje), Blur, Marillion (en “Cannibal surf babe”, Cyndi Lauper, Simon y Garfunkel, Elvis Costello, King Crimson, La oreja de Van Gogh, Talking Heads, el mismísimo Led Zeppelin (en su tema “Whole lotta love”), Marilyn Manson, Nine Inch Nails, Pink Floyd (en su disco “Meddle”), la notable brasileña Rita Lee, las Spice Girls (que abrían sus conciertos con un theremin naranja fluo), Uriah Heep, Jean-Michel Jarre. Los nombrados son una pequeña muestra de los conjuntos que usan theremines en sus discos.
En 1993 Steven M. Martin produjo un documental titulado “Theremin: Una odisea electrónica”. La película muestra una visión en profundidad de la historia del instrumento y de su inventor, incluyendo entrevistas con leyendas de la música como Robert Moog, Todd Rundgren y Brian Wilson, así como del mismísimo Leon Theremin.
Aquel mismo año del estreno del documental Termen murió a los 97 años de edad.
19 de junio de 2011
22 de Junio de 1941: La Fortaleza de Brest, el prólogo de la victoria sobre los nazis.
Comentarios, traducción y redacción Oleg K.
Queremos con este sentido artículo recordar para todos la fatídica fecha del 22 de Junio. Y lo vamos a realizar con uno de los ejemplos más preclaros del tipo de contienda que se dió, visto del lado de unos combatientes soviéticos legendarios.
Muchas personas del mundo, probablemente recuerdan Stalingrado, Leningrado o si les gusta mirar los mapas, tal vez del mismo Kaliningrado, que se puedan llamar del mismo nombre, a diferencia de otras ciudades (al respecto de la región de San Petersburgo se llama "Región Leningradense"), pero pocos, recuerdan mencionar a los comunistas de la Fortaleza de Brest, ni los propios soviéticos, olvidando así los hechos que realmente acontecieron allí.
Puede decirse, que el tono de los combates empezó en el asedio a la Fortaleza de Brest. La potencia militar nazigermana chocó contra la inquebrantable defensa de un puesto fronterizo. En la imaginación burguesa no se entiende, ni aún hoy, la fuerza moral que tenían aquellos combatientes, que es el arma más indestructible de todos los combates, por encima de la cantidad o calidad de las armas.
El ataque por sorpresa, destrozó en un primer momento a las fuerzas fronterizas y de segunda línea, así como a los aerodromos de Lituania, Rusia, Moldavia, Bielorrusia y Ucrania, todas las carreteras principales que iban desde la frontera hacia la URSS fueron tomadas, pero la principal posición defensiva soviética, aquella que había sido especialmente estudiada su toma por el mando hitleriano, mantuvo en alto la bandera de la hoz y el martillo durante más de un mes, cuando las vanguardias alemanas se adentraban cientos de kms. allí como si fuera una pesadilla, se estrellaban uno tras otro todos los asaltos nazis.
La Fortaleza de Brest, ciudad bielorrussa fue reconquistada por los soviéticos en 1939, cuando las fuerzas nazis invadieron Polonia y el gobierno de ese país dejó de existir, lo que hizo posible que los comunistas polacos, bielorrusos y soviéticos recuperaran areas que fueron ucranianas y bielorrusas en los años 20. Estas zonas avanzadas conformaron una linea de defensa que retrasó el avance del ataque fascista y salvó la capital Moscú, como bien subrayó Ludo Martens. Un calculado sistema de murallas, fosos, puentes y torres protegían fuerzas de infantería y artillería que defendían la frontera que separaba la URSS de Alemania.
Así pues ante los nazis surgió un puño que les destrozaba toda su invencibilidad:
El comandante de la 45 división de infantería austriaca, el general de infantería Fritz Schlieper escribió a sus superiores el siguiente informe: “Me ha sido imposible tomar las posiciones enemigas con los medios de los que dispongo puesto que el fuego enemigo de fusilería y ametralladora está situado en posiciones muy organizadas y bien parapetadas, (posiciones de tiro ocultas y en medio arco). Sólo veo una solución, rendir a los soviéticos por hambre y sed. Usamos todos los medios disponibles para agotar al enemigo. Por ahora todas las ofertas de rendición han sido rechazadas”. El capellán militar Rudolf Gschöpf escribió: “Sólo fue posible avanzar poco a poco merced a una lucha desesperada y cruel. Por ejemplo, la guarnición del edificio de la isla central denominado la “Casa de los Oficiales” sólo cesó cuando la casa colapsó debido al fuego de nuestra artillería. La resistencia no se extinguió hasta que sucesivas explosiones arrasaron los muros del edificio. Hasta que no quedó ni un combatiente con vida”.
De hecho, la capacidad de combate mostrada en Brest anticipó a los jerarcas nazis lo que iba a suceder cada km. de territorio soviético. Cada posición esencial estratégica iba a cobrar cientos de vidas nazis. Necesitarían acabar con todos los combatientes para doblegar al pueblo soviético, de hecho en la Fortaleza de Brest, los alemanes acabaron por usar armas devastadoras, algunas incluso innovadoras, como el Nebelwerfer 41. Un lanzador de cohetes múltiples de 6 tubos de 150 milímetros. Sus proyectiles tenían un amplio margen de error, pero eso era compensado por el fuego de saturación y sus efectos devastadores, sobre todo sobre la moral. El Nebelwerfer 41 no sólo disparaba munición explosiva sino lacrimógena. Este tipo de gas no estaba considerada arma química, así que los alemanes la usaron para causar a los bolcheviques problemas respiratorios, al parecer sin mucho éxito.
El 27 de junio los alemanes atacaron la fortaleza con artillería superpesada de asedio. Un mortero de 540 milímetros capaz de disparar proyectiles de 1.250 kilos antihormigón, y dos morteros Karl-Gerät de 600 milímetros cuyos proyectiles de 2.000 kilos causaban cráteres de 30 metros de diámetro. Su onda expansiva era tan brutal que era capaz de reventar los pulmones de los defensores, aunque éstos se encontrasen parapetados.
En su recinto lucharon 4.000 ciudadanos soviéticos, trabajadoras, obreros, soldados, y niños.
Para los nazis la actitud de los soviéticos, les dejó asombrados. En la fortaleza había niños huérfanos. Muchos de ellos vestían el uniforme del Ejército Rojo y se encargaban de misiones de reconocimiento de las posiciones alemanas. Los niños tenían todo el derecho de construir su futuro y si este estaba siendo amenazado, luchaban como combatientes, murieron como hombres, o al menos como adolescentes conscientes. Los alemanes también se maravillaron al ver como las niñas portaban armas y municiones, también ellas llegaron a usarlas.
Un testimonio mejor que las palabras es la última película realizada en Bielorrusia, en 2010.
"La Fortaleza de Brest", es ya para muchos, quizás, uno de los mejores filmes de hechos bélicos desde hace 20 años. Trata de la lucha que sostuvo la guarnición de ese fortín en los primeros días de guerra contra un enemigo fascista que les rodeo con treinta mil soldados.
El desarrollo de la película se inicia con la tranquila vida soviética, doce horas antes de la invasión fascista. Libre de los clichés hollywoodianos, es una película de soldados que aprovechan un fin de semana con sus familias tirando fotografías, yendo a bailes, cabalgando, jugando al ajedrez o viendo películas al cine del cuartel. No, su principal protagonista, que relata la historia, es un chiquillo, cadete de la banda musical, que presiente la guerra, tal como el niño de la película soviética "Idi e Smotri"(Ve y mira), de 1985, también bielorrusso. Algunos soldados, entretanto, discuten de los rumores traídos por desertores alemanes o polacos, que les predicen una inminente invasión alemana, o que no son tenidos en cuenta, en serio, porque faltan datos concluyentes. El principal tema de la película se centra en la historia de tres oficiales de la fortaleza; el mayor Gavrilov, comandante de la Fortaleza, el comisario político Yefim Fomin y el capitán Ivan Zubachyov, todos de etnias diferentes, uno tártaro, otro judío y el último ruso, pero entre los tres un fuerte lazo en común, eran militares comunistas ejemplares, y tenían la conciencia de la necesidad de resistir, todos ellos recibieron la máxima condecoración: la estrella dorada de Héroe de la Unión Soviética.
El comandante de la guarnición el mayor Gavrílov, tiene sus propias preocupaciones, pues se está propagando el rumor de la llegada de los alemanes a la fortaleza, el teniente de las fuerzas del interior encargado de investigar el origen de tales rumores, sondea a sus suboficiales. A diferencia de las películas occidentales de guerra, netamente antisoviéticas, el teniente político, comunista, no es un personaje sediento de sangre interesado en fusilar a los soldados soviéticos, es un personaje simpático, que baila bien, a pesar de su peso excesivo, y amable con sus camaradas del ejército.
Son aún profundas las huellas en nuestra conciencia de los hechos que realizaron aquellos camaradas.
Y uno de ellos dejó, con su sangre, inmortalizada sus palabras en las paredes:
¡Me estoy muriendo pero no me rendiré!
¡Hasta siempre, patria!
20-07-41
18 de junio de 2011
Las bases militares del imperialismo yanqui
Extraído de cubadebate.cu/Por Hugh Gusterson (Bulletin of the Atomic Scientists)
Traducción por S. Seguí
Antes de leer este artículo, trate de responder a esta pregunta:
¿cuántas bases militares tiene Estados Unidos en otros países?:
a) 100
b) 300
c) 700
d) 1000.
De acuerdo con la lista del propio Pentágono (1), la respuesta es de alrededor de 865, pero si se incluyen las nuevas bases en Iraq y Afganistán la cifra asciende a más de mil. Estas mil bases constituyen el 95 por ciento de todas las bases militares que los demás países mantienen en territorio ajeno. En otras palabras, Estados Unidos son, a las bases militares lo que Heinz es al ketchup.
La vieja manera de hacer colonialismo, practicada por los europeos, consistía en hacerse cargo de todo un país y administrarlo. Pero el procedimiento era chapucero. Estados Unidos ha sido pionero de un enfoque más ágil de imperio mundial. El historiador Chalmers Johnson afirma: “La versión norteamericana de la colonia es la base militar“; Estados Unidos, añade, tiene un “imperio de bases militares.”
Estas bases no les salen baratas. Excluyendo sus bases en Afganistán e Iraq, Estados Unidos gasta alrededor de 102.000 millones de dólares al año en la gestión de sus bases en el exterior, según Miriam Pemberton, del Institute for Policy Studies. Y en muchos casos, tenemos que preguntarnos para qué sirven. Por ejemplo, los Estados Unidos tiene 227 bases en Alemania. Tal vez tuvieran sentido durante la Guerra Fría, cuando Alemania estaba dividida en dos por el telón de acero y los responsables de la política estadounidense trataban de convencer a los soviéticos de que el pueblo estadounidense consideraría un ataque a Europa como un ataque a EE.UU. Sin embargo, en una nueva era en que Alemania está reunificada y Estados Unidos está preocupado por otros focos de conflicto en Asia, África y Oriente Próximo, tiene tanto sentido para el Pentágono mantener sus 227 bases militares en Alemania que tendría para el servicio de correos mantener una flota de caballos y calesas.
Ahogada en burocracia, la Casa Blanca está desesperada por recortar gastos innecesarios del presupuesto federal. El congresista por Massachusetts Barney Frank, demócrata, ha sugerido que el presupuesto del Pentágono podría reducirse en un 25 por ciento. Tanto si consideramos políticamente realista el cálculo de Frank como si no, las bases en el exterior son sin duda un objetivo apetitoso para las tijeras del recortador de presupuestos. En 2004, Donald Rumsfeld, estimó que Estados Unidos podría ahorrar 12.000 millones de dólares con el cierre de unas 200 bases exteriores. El coste político sería casi nulo dado que las personas económicamente dependientes de las bases son ciudadanos extranjeros y no pueden votar en las elecciones estadounidenses.
Sin embargo, las bases extranjeras parecen invisibles a los que pretenden recortar el presupuesto del Pentágono, que alcanza los 664.000 millones de dólares anuales. Tomemos el artículo del New York Times The Pentagon Meets the Real World (El Pentágono ante el mundo real (2) El editorialista del Times pedía a la Casa Blanca que tuviera el “coraje político” de recortar el presupuesto de defensa. ¿Sugerencias? Suprimir los programas de adquisición del caza F-22 y del destructor DDG-1000, y reducir el Sistema de Combate Futuro del ejército de tierra, a fin de ahorrar 10.000 millones más al año. Todas son sugerencias aceptables, pero ¿qué pasa con las bases en el extranjero?
Aunque los políticos y los expertos mediáticos parecen ignorar estas bases y entienden el estacionamiento de tropas de EE.UU. en todo el mundo como un hecho natural, el imperio de bases militares estadounidenses atrae la atención de académicos y activistas, como lo demuestra una conferencia sobre las bases exteriores celebrada en la American University a fines de febrero. NYU Press acaba de publicar el libro de Catherine Lutz Bases of empire, un libro que reúne a académicos que estudian las bases militares de EE.UU. y activistas opuestos a estas bases; Rutgers University Press ha publicado el libro de Kate McCaffreyMilitary Power and Popular Protest, un estudio de la base militar de Vieques (Puerto Rico) que tuvo que cerrar sus puertas ante las protestas masivas de la población local. Y Princeton University Press está a punto de publicar Island of Shame, de David Vine, un libro que cuenta la historia de cómo Estados Unidos y Gran Bretaña acordaron en secreto deportar a los habitantes chagos de Diego García a Isla Mauricio y las Seychelles, para que su isla pudiera convertirse en una base militar. Los estadounidenses hicieron un trabajo tan refinado que incluso gasearon a todos los perros chagos. A estos pobladores indígenas, chagos, se les ha negado hasta hoy el acceso a los tribunales de Estados Unidos, pero ganaron su causa contra el gobierno británico en tres juicios, aunque al final la sentencia fuera anulada por el más alto tribunal del país, la Cámara de los Lores. Ahora están interponiendo recurso ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos.
Los líderes americanos hablan de sus bases extranjeras como un elemento que permite consolidar las alianzas con otros países, principalmente a través de los acuerdos comerciales y la ayuda que suelen acompañar a los arrendamientos de las bases. Sin embargo, los soldados de EE.UU. viven en una especie de cocoon, simulacro de EE.UU. en las bases, mirando la televisión estadounidense, escuchando rap y heavy metal estadounidense y comiendo la fast food de su país, para que los jóvenes pueblerinos y chicos de la calle tengan poco contacto con otra forma de la vida. Mientras tanto, del otro lado de la cerca de púas, los residentes y las empresas locales suelen ser económicamente dependientes de los soldados y tener interés en su permanencia.
Estas bases pueden convertirse en focos de conflicto. Las bases militares descargan incesantemente desechos tóxicos en los ecosistemas locales, como en Guam, donde las bases militares han llevado a la creación de no menos de 19 vertederos tóxicos. Esta contaminación genera resentimiento y, a veces, como en Vieques en la década de 1990, movilizaciones sociales en toda regla contra las bases. Estados Unidos utilizaba Vieques para sus prácticas de bombardeo durante 180 días al año, y cuando Estados Unidos se retiró, en 2003, el paisaje estaba cubierto de municiones, de las que algunas habían estallado y otras no, cartuchos de uranio empobrecido, metales pesados, petróleo, lubricantes, disolventes y ácidos. Según los activistas locales, el índice de cáncer en Vieques era un 30 por ciento superior al del resto de Puerto Rico.
También es inevitable que, de vez en cuando, los soldados de EE.UU. -a menudo borrachos- cometan delitos. El resentimiento que causa estos crímenes se exacerba por la frecuente insistencia del gobierno de EE.UU. de impedir que estos crímenes sean juzgados por tribunales locales. En Corea, en 2002, dos soldados estadounidenses mataron a dos muchachas adolescentes cuando se dirigían a una fiesta de cumpleaños. Los activistas coreanos aseguran que éste fue uno de los 52.000 delitos cometidos por soldados estadounidenses en Corea entre 1967 y 2002. Los dos soldados fueron repatriados de inmediato a Estados Unidos para que pudieran escapar al tribunal coreano. En 1998, un aviador de los marines seccionó el cable de un telecabina de esquí en Italia, matando a 20 personas. Funcionarios de EE.UU. le dieron al piloto un tirón de orejas mientras se negaban a permitir que las autoridades italianas lo juzgaran. Estos y otros incidentes similares han lesionado las relaciones de EE.UU. con algunos importantes aliados.
Los ataques del 11 de septiembre fueron sin duda el ejemplo más espectacular de la clase de retroceso que puede generar el resentimiento local contra las bases de EE.UU. En la década de 1990, la presencia de bases militares estadounidenses en las cercanías de los lugares más sagrados del Islam sunita, en Arabia Saudí, enfureció a Osama bin Laden y proporcionó a Al Qaeda una potente herramienta de reclutamiento. Estados Unidos cerró prudentemente sus bases principales en Arabia Saudí, pero abrió nuevas bases adicionales en Iraq y Afganistán que se están convirtiendo en nuevas fuentes de fricción en las relaciones entre Estados Unidos y los pueblos de Oriente Próximo.
Este imperio proporciona a Estados Unidos una capacidad de intervención global, pero la forma del mismo, en la medida en que su peso principal está en Europa, es un vestigio inflado y anacrónico de la Guerra Fría.
Muchas de estas bases son un lujo que Estados Unidos ya no puede permitirse en una época de déficit presupuestario récord. Por otra parte, las bases estadounidenses en países extranjeros tienen un doble filo: proyectan el poder estadounidense en todo el mundo, pero también inflaman las relaciones exteriores de EE.UU. y generan resentimiento por los fenómenos de prostitución, daño ambiental, pequeña delincuencia, y etnocentrismo cotidiano que son sus corolarios inevitables. Estos resentimientos han obligado recientemente al cierre de bases estadounidenses en Ecuador, Puerto Rico, y Kirguistán, y si el pasado es el inicio del futuro, son de esperar otros movimientos contra las bases estadounidenses en el futuro. Durante los próximos 50 años, estoy convencido de que seremos testigos de la aparición de una nueva norma internacional según la cual la instalación de bases militares en el extranjero será tan indefendible como lo ha sido la ocupación colonial durante los últimos 50 años.
Nuestra Declaración de Independencia critica a los británicos por el acuartelamiento de grandes unidades de tropas armadas entre nosotros y por hallarse sus tropas protegidas, mediante juicios simbólicos, del castigo a los crímenes que pudiesen cometer contra los habitantes de estos Estados Unidos. ¡Bellas palabras! Estados Unidos debería comenzar a tomarlas en serio.
Referencias de la nota:
- http://www.defense.gov/pubs/BSR_2007_Baseline.pdf
- http://www.nytimes.com/2009/03/01/opinion/01sun2.html
Tiene publicados trabajos de campo sobre la cultura de los científicos de armas atómicas y los activistas antinucleares en Estados Unidos y Rusia. Ha publicado también varios libros sobre estos temas: Nuclear Rites: A Weapons Laboratory at the End of the Cold War (UCP, 1996), People of the Bomb: Portraits of America’s Nuclear Complex (U of M Press, 2004) y Why America’s Top Pundits Are Wrong (UCP, 2005), éste como coeditor.