27 de junio de 2016

En el supuesto remoto de que Nicolás fuera desplazado, la clase obrera va inmediatamente a declarar la huelga general indefinida en todo el país


Por María Torrellas *



Carlos López, actual Secretario general de la Central Socialista Bolivariana  de Trabajadore@s deVenezuela visitó Argentina  en el marco de una gira con otros dirigentes sindicales de la región y movimientos sociales. López expuso la situación de su país y cómo se está defendiendo el proceso revolucionario bolivariano desde la clase obrera frente a sindicalistas argentinos en un encuentro realizado en la Embajada de la República Bolivariana de Venezuela en Argentina.

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Resumen Latinoamericano lo entrevistó en esa ocasión y con él hablamos sobre algunos de los temas más acuciantes de la realidad venezolana en relación a la clase obrera.

– Coméntanos cómo se está defendiendo la clase obrera en Venezuela contra todos los ataques que están ocurriendo económicamente y con toda la batalla ideológica que se está dando.

En Venezuela tenemos una guerra económica desatada contra la Revolución Bolivariana. No es solamente lo que sale por los medios, las colas para comprar alimentos. Por un lado, el imperio trabajó para bajar los precios del petróleo en todo el mundo, lo cual golpeó fuerte a varias economías mundiales que son enemigas del imperio, como por ejemplo Rusia, Irán y Venezuela, fundamentalmente, porque la ubicamos como un punto fundamental en las luchas de los pueblos de Latinoamérica. Tumbar la economía venezolana, dándole un golpe al precio petrolero generó desde luego una situación difícil en nuestro país por nuestra dependencia de la renta petrolera. 

Pero Venezuela es un país de muchos recursos, de muchas capacidades y esta guerra económica llevó a redimensionar las luchas de la clase obrera. Nuestra clase obrera ha venido despertando en estos tres años y medio que tenemos de fundada nuestra nueva y joven Central Bolivariana y está dando ese gran paso que significa que la lucha política está en primera instancia, la lucha por la economía productiva está en primera instancia, porque de eso depende la reivindicación y la garantía de la estabilidad de todos los beneficios sociales que obtuvimos con la Revolución Bolivariana. El gran reto de la clase obrera es dar ese paso productivo garantizando que en todo el país no haya ninguna posibilidad de que el sector obrero sea incorporado a la oposición contrarrevolucionaria. 

En tres años de gobierno de Nicolás Maduro, la clase obrera se ha mantenido unida, alineada a la Revolución Bolivariana. Hemos seguido totalmente el legado del Comandante Hugo Chávez cuando, consciente que estaba él, de que nuestra Revolución tenía que ser básicamente socialista   nada era mejor que poner a un obrero, a un dirigente de la clase obrera como Presidente, como lo dijo Chávez el 8 de diciembre de 2012.

La clase obrera ha sido totalmente disciplinada, hemos entendido ese mensaje, con el debate permanente, con la discusión y resolviendo los problemas reivindicativos. La Revolución Bolivariana garantiza todos los derechos de la clase obrera mediante la Ley Orgánica del Trabajo, los Trabajadores y las Trabajadoras que fue también obra de Hugo Chávez Frías, una ley que permite conseguir un estatus laboral envidiable para muchos países del mundo. 

En Venezuela hay estabilidad plena, hay protección de los sindicatos, hay protección de las madres trabajadoras, al padre trabajador, a la lactancia materna. Todos los beneficios sociales se garantizan en la Constitución y en la Ley. Nuestra clase obrera está consciente de eso y por eso no ha caído en las trampas ni en las provocaciones de la derecha.

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-Se han hechos intentos de recuperar fábricas para trabajadores y trabajadoras y se ha hablado incluso de nacionalizar las empresas que se niegan a dar alimentos, ¿cómo está esa situación?

Hay empresas recuperadas que están productivas, muy florecientes. Hay empresas que eran de la burguesía que prácticamente eran chatarra, que la abandonaron, que fueron ocupadas por los trabajadores para mantener la producción, esas empresas ha costado ponerlas a producir y ahí se afinca la propaganda de la derecha diciendo que las fábricas que toma la clase obrera no son productivas. No son productivas todavía, las que ellos abandonaron, con maquinarias viejas, con pura chatarra, y sin embargo hemos venido recuperándolas y poniéndolas a trabajar. En este momento se abre una oportunidad inmensa de ocupar, si es necesario, las empresas privadas que bajen la producción o que la detengan, que despidan trabajador@s o que escondan su producción. La expropiación es un término extremo que se aplica si es necesario. Simplemente ocuparlas para garantizar que la producción se mantenga y que la clase obrera pueda tener su puesto de trabajo y que a la vez los productos le lleguen a toda la población.

-¿Están trabajando también con las Comunas?

Desde luego. En Venezuela hay una economía nueva, que todavía es pequeña pero que tiene una posibilidad inmensa para romper los monopolios productivos, que es la economía comunal y tenemos un Ministerio de Comunas y tenemos un Ministerio de Agricultura Urbana, de agricultura familiar. Tenemos dos ministerios dedicados a la producción en pequeña y mediana escala y eso es un esfuerzo importantísimo porque las grandes empresas transnacionales o nacionales monopolistas de los alimentos están bajando la producción, están escondiendo la producción. Entonces, vamos a ocuparlas pero también vamos a elevar un gran sector productivo que dependa del mismo pueblo y cuya distribución sea lograda por el mismo pueblo.

-¿Las mujeres en Venezuela cobran igual que los varones?

Desde luego, no hay ningún tipo de discriminación, el salario es igual para hombres y mujeres, las condiciones laborales son iguales. Sabemos que hay algunos empresarios privados que tratan de burlarse de las leyes pero cada vez que hay una denuncia, el Ministerio de Trabajo nuestro, que es un ministerio revolucionario, es implacable en garantizar el derecho de las mujeres al trabajo. Además las trabajadoras en periodo de lactancia tienen dos horas en su horario laboral para amamantar en el trabajo o irse antes a sus casas, junto con una baja por maternidad de 26 semanas de descanso, distribuidas antes y después del parto.

-¿Hasta dónde está dispuesta a llegar la clase obrera para defender el proceso revolucionario?

La clase obrera está puesta a prueba en este momento difícil de guerra económica, de desabastecimiento, pero ha sido muy positiva la respuesta porque ha agudizado su proceso de politización. Nosotros incluso hemos dicho que si hubiese pasado en Venezuela lo que pasó en Brasil con la Presidenta Dilma Ruseff, obviamente Venezuela estaría ahorita ardiendo de extremo a extremo. Nosotros no vamos a permitir que por una vía fraudulenta, que por una vía de golpe de Estado de cualquier tipo, sea desplazado Nicolás Maduro. Nuestro principal objetivo es la organización de la clase obrera para controlar cualquier circunstancia, dirigentes laborales tienen que estar en la dirección de las empresas para garantizar los derechos de las y los trabajadores, y cada persona debe conocer todos los aspectos del funcionamiento de las fábricas  para asegurar que  no se paren ante boicots o intentos de desestabilización. En el supuesto remoto de que Nicolás fuera desplazado, la clase obrera va inmediatamente a declarar la huelga general indefinida en todo el país, no es que vamos a esperar un mes o dos. Si llegara a suceder eso, ese mismo día estaría toda la economía paralizada hasta el regreso del Presidente.

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-¿El sindicato ha ido creciendo? Porque al principio no era mayoritario.

En Venezuela la Central Bolivariana es la mayoría absoluta, tiene más del 60 por ciento de los trabajadores y trabajadoras sindicalizadas. Tiene las federaciones más importantes de toda la economía, empezando por el petróleo, la única federación petrolera es nuestra, la única federación eléctrica es nuestra, la de telecomunicaciones, todo lo que son las industrias básicas de acero y aluminio, la ferroviaria. En el sector público ahí sí compartimos con una federación opositora: el sector universitario, el sector de salud. Lo que queda afuera es apenas el 10 por ciento de los trabajadores y hay un treinta por ciento de trabajador@s que no están afiliados a ninguna central, que es un universo que tenemos que buscar, pero somos altamente mayoritarios. En una situación extrema podemos parar el país.

-El último primero de mayo Nicolás Maduro volvió a subir el sueldo, háblanos de estos logros que ha tenido la clase trabajadora en la Revolución Bolivariana. A pesar de la crisis económica se sostienen las subidas de sueldo.

Si mal no recuerdo es el aumento 25 o 26 en diecisiete años de revolución. Tampoco hay que encandilarse mucho porque hay una especulación muy fuerte, y una de las formas de enfrentar la especulación, y la pérdida del valor real del salario de las y los trabajadores es con el aumento del salario mínimo. Pero lo correcto es terminar de derrotar la especulación y la inflación, es el gran reto que tenemos ahorita, para lo cual hay que levantar mucho la producción. 

Pero sí, nuestro gobierno, cada dólar que entra -por la venta de petróleo o cualquier exportación que hagamos- tiene cuatro destinos: uno mantener el empleo, no se bota a nadie; dos, mantener el salario, no se le rebaja el salario a nadie, al revés, se le sube; tres, las Misiones Sociales, que es la vivienda, la salud, la educación, la alimentación, entre otras; y cuatro, la inversión productiva. Nos interesa muchísimo invertir en otras áreas de manera de no depender exclusivamente del petróleo sino generar otras fuentes de exportación y en consecuencia de traída de divisas a Venezuela.

-¿Cual es el mensaje que le quieres dejar  a la clase trabajadora argentina y los movimientos sociales?

A toda la clase obrera latinoamericana le digo que la única forma de enfrentar y derrotar la nueva ofensiva neoliberal, de posicionamiento de la derecha -que tiene su origen en el imperio-, es con un gran movimiento de lucha, de protesta, de unidad, de toma de calle. Así como las y los argentinos están comenzando a tomar las calles, creemos que en Brasil igualmente tienen que tomar las calles para forzar el regreso de Dilma Russef. Nosotros estamos en Venezuela en la calle día y noche, desde que Nicolás Maduro empezó a tener amenazas para él y nuestro gobierno de la derecha interna e internacional no hemos dejado de tomar las calles. Esperamos que pronto haya una gran respuesta de masas en el continente de manera de frenar y derrotar la envestida de la derecha.

* Fuente Resumen Latinoamericano.

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