Por María Torrellas *
Carlos López, actual Secretario general de la Central Socialista Bolivariana de Trabajadore@s deVenezuela
visitó Argentina en el marco de una gira con otros dirigentes
sindicales de la región y movimientos sociales. López expuso la
situación de su país y cómo se está defendiendo el proceso
revolucionario bolivariano desde la clase obrera frente a sindicalistas
argentinos en un encuentro realizado en la Embajada de la República
Bolivariana de Venezuela en Argentina.
Resumen Latinoamericano lo entrevistó en esa ocasión y con él
hablamos sobre algunos de los temas más acuciantes de la realidad
venezolana en relación a la clase obrera.
– Coméntanos cómo se está defendiendo la clase obrera en
Venezuela contra todos los ataques que están ocurriendo económicamente y
con toda la batalla ideológica que se está dando.
En Venezuela tenemos una guerra económica desatada contra la
Revolución Bolivariana. No es solamente lo que sale por los medios, las
colas para comprar alimentos. Por un lado, el imperio trabajó para bajar
los precios del petróleo en todo el mundo, lo cual golpeó fuerte a
varias economías mundiales que son enemigas del imperio, como por
ejemplo Rusia, Irán y Venezuela, fundamentalmente, porque la ubicamos
como un punto fundamental en las luchas de los pueblos de Latinoamérica.
Tumbar la economía venezolana, dándole un golpe al precio petrolero
generó desde luego una situación difícil en nuestro país por nuestra
dependencia de la renta petrolera.
Pero Venezuela es un país de muchos
recursos, de muchas capacidades y esta guerra económica llevó a
redimensionar las luchas de la clase obrera. Nuestra clase obrera ha
venido despertando en estos tres años y medio que tenemos de fundada
nuestra nueva y joven Central Bolivariana y está dando ese gran paso que
significa que la lucha política está en primera instancia, la lucha por
la economía productiva está en primera instancia, porque de eso depende
la reivindicación y la garantía de la estabilidad de todos los
beneficios sociales que obtuvimos con la Revolución Bolivariana. El gran
reto de la clase obrera es dar ese paso productivo garantizando que en
todo el país no haya ninguna posibilidad de que el sector obrero sea
incorporado a la oposición contrarrevolucionaria.
En tres años de
gobierno de Nicolás Maduro, la clase obrera se ha mantenido unida,
alineada a la Revolución Bolivariana. Hemos seguido totalmente el legado
del Comandante Hugo Chávez cuando, consciente que estaba él, de que
nuestra Revolución tenía que ser básicamente socialista nada era mejor
que poner a un obrero, a un dirigente de la clase obrera como
Presidente, como lo dijo Chávez el 8 de diciembre de 2012.
La clase obrera ha sido totalmente disciplinada, hemos entendido ese
mensaje, con el debate permanente, con la discusión y resolviendo los
problemas reivindicativos. La Revolución Bolivariana garantiza todos los
derechos de la clase obrera mediante la Ley Orgánica del Trabajo, los
Trabajadores y las Trabajadoras que fue también obra de Hugo Chávez
Frías, una ley que permite conseguir un estatus laboral envidiable para
muchos países del mundo.
En Venezuela hay estabilidad plena, hay
protección de los sindicatos, hay protección de las madres trabajadoras,
al padre trabajador, a la lactancia materna. Todos los beneficios
sociales se garantizan en la Constitución y en la Ley. Nuestra clase
obrera está consciente de eso y por eso no ha caído en las trampas ni en
las provocaciones de la derecha.
-Se han hechos intentos de recuperar fábricas para
trabajadores y trabajadoras y se ha hablado incluso de nacionalizar las
empresas que se niegan a dar alimentos, ¿cómo está esa situación?
Hay empresas recuperadas que están productivas, muy florecientes. Hay
empresas que eran de la burguesía que prácticamente eran chatarra, que
la abandonaron, que fueron ocupadas por los trabajadores para mantener
la producción, esas empresas ha costado ponerlas a producir y ahí se
afinca la propaganda de la derecha diciendo que las fábricas que toma la
clase obrera no son productivas. No son productivas todavía, las que
ellos abandonaron, con maquinarias viejas, con pura chatarra, y sin
embargo hemos venido recuperándolas y poniéndolas a trabajar. En este
momento se abre una oportunidad inmensa de ocupar, si es necesario, las
empresas privadas que bajen la producción o que la detengan, que
despidan trabajador@s o que escondan su producción. La expropiación es
un término extremo que se aplica si es necesario. Simplemente ocuparlas
para garantizar que la producción se mantenga y que la clase obrera
pueda tener su puesto de trabajo y que a la vez los productos le lleguen
a toda la población.
-¿Están trabajando también con las Comunas?
Desde luego. En Venezuela hay una economía nueva, que todavía es
pequeña pero que tiene una posibilidad inmensa para romper los
monopolios productivos, que es la economía comunal y tenemos un
Ministerio de Comunas y tenemos un Ministerio de Agricultura Urbana, de
agricultura familiar. Tenemos dos ministerios dedicados a la producción
en pequeña y mediana escala y eso es un esfuerzo importantísimo porque
las grandes empresas transnacionales o nacionales monopolistas de los
alimentos están bajando la producción, están escondiendo la producción.
Entonces, vamos a ocuparlas pero también vamos a elevar un gran sector
productivo que dependa del mismo pueblo y cuya distribución sea lograda
por el mismo pueblo.
-¿Las mujeres en Venezuela cobran igual que los varones?
Desde luego, no hay ningún tipo de discriminación, el salario es
igual para hombres y mujeres, las condiciones laborales son iguales.
Sabemos que hay algunos empresarios privados que tratan de burlarse de
las leyes pero cada vez que hay una denuncia, el Ministerio de Trabajo
nuestro, que es un ministerio revolucionario, es implacable en
garantizar el derecho de las mujeres al trabajo. Además las trabajadoras
en periodo de lactancia tienen dos horas en su horario laboral para
amamantar en el trabajo o irse antes a sus casas, junto con una baja por
maternidad de 26 semanas de descanso, distribuidas antes y después del
parto.
-¿Hasta dónde está dispuesta a llegar la clase obrera para defender el proceso revolucionario?
La clase obrera está puesta a prueba en este momento difícil de
guerra económica, de desabastecimiento, pero ha sido muy positiva la
respuesta porque ha agudizado su proceso de politización. Nosotros
incluso hemos dicho que si hubiese pasado en Venezuela lo que pasó en
Brasil con la Presidenta Dilma Ruseff, obviamente Venezuela estaría
ahorita ardiendo de extremo a extremo. Nosotros no vamos a permitir que
por una vía fraudulenta, que por una vía de golpe de Estado de cualquier
tipo, sea desplazado Nicolás Maduro. Nuestro principal objetivo es la
organización de la clase obrera para controlar cualquier circunstancia,
dirigentes laborales tienen que estar en la dirección de las empresas
para garantizar los derechos de las y los trabajadores, y cada persona
debe conocer todos los aspectos del funcionamiento de las fábricas para
asegurar que no se paren ante boicots o intentos de desestabilización.
En el supuesto remoto de que Nicolás fuera desplazado, la clase obrera
va inmediatamente a declarar la huelga general indefinida en todo el
país, no es que vamos a esperar un mes o dos. Si llegara a suceder eso,
ese mismo día estaría toda la economía paralizada hasta el regreso del
Presidente.
-¿El sindicato ha ido creciendo? Porque al principio no era mayoritario.
En Venezuela la Central Bolivariana es la mayoría absoluta, tiene más
del 60 por ciento de los trabajadores y trabajadoras sindicalizadas.
Tiene las federaciones más importantes de toda la economía, empezando
por el petróleo, la única federación petrolera es nuestra, la única
federación eléctrica es nuestra, la de telecomunicaciones, todo lo que
son las industrias básicas de acero y aluminio, la ferroviaria. En el
sector público ahí sí compartimos con una federación opositora: el
sector universitario, el sector de salud. Lo que queda afuera es apenas
el 10 por ciento de los trabajadores y hay un treinta por ciento de
trabajador@s que no están afiliados a ninguna central, que es un
universo que tenemos que buscar, pero somos altamente mayoritarios. En
una situación extrema podemos parar el país.
-El último primero de mayo Nicolás Maduro volvió a subir el
sueldo, háblanos de estos logros que ha tenido la clase trabajadora en
la Revolución Bolivariana. A pesar de la crisis económica se sostienen
las subidas de sueldo.
Si mal no recuerdo es el aumento 25 o 26 en diecisiete años de
revolución. Tampoco hay que encandilarse mucho porque hay una
especulación muy fuerte, y una de las formas de enfrentar la especulación,
y la pérdida del valor real del salario de las y los trabajadores es
con el aumento del salario mínimo. Pero lo correcto es terminar de
derrotar la especulación y la inflación, es el gran reto que tenemos
ahorita, para lo cual hay que levantar mucho la producción.
Pero sí,
nuestro gobierno, cada dólar que entra -por la venta de petróleo o
cualquier exportación que hagamos- tiene cuatro destinos: uno mantener
el empleo, no se bota a nadie; dos, mantener el salario, no se le rebaja
el salario a nadie, al revés, se le sube; tres, las Misiones Sociales,
que es la vivienda, la salud, la educación, la alimentación, entre
otras; y cuatro, la inversión productiva. Nos interesa muchísimo
invertir en otras áreas de manera de no depender exclusivamente del
petróleo sino generar otras fuentes de exportación y en consecuencia de
traída de divisas a Venezuela.
-¿Cual es el mensaje que le quieres dejar a la clase trabajadora argentina y los movimientos sociales?
* Fuente Resumen Latinoamericano.
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