Por Adalat Abdinov.
El 12 de abril de 1961, un ciudadano de la Unión Soviética, teniente mayor Yu. A. Gagarin, en la nave espacial "Vostok", por primera vez en el mundo, realizó un vuelo orbital a la Tierra, abriendo la era de los vuelos espaciales tripulados.
El vuelo, que duró sólo 108 minutos, se convirtió en un poderoso avance en la exploración del espacio. El nombre de Yuri Gagarin se hizo ampliamente conocido en el mundo, y el primer astronauta
recibió el grado de mayor y el título de héroe de la Unión Soviética.
Yu. A. Gagarin vivirá para siempre, porque su hazaña es inmortal. Creo que Yuri Alexéyevich Gagarin puede ser llamado el fiel hijo de nuestra tierra madre, orgulloso de su país, la Unión Soviética.
Un día de verano en el campo con su mujer Valentina y su primogénita Yelena
Canción "¡Sabes qué tipo de chico era! ...". En ruso "Знаете, каким он парнем был!.."
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Siete cosas que quizá no sabías sobre el vuelo de Yuri GagarinPor Daniel Marín.
Al grito de ¡poiéjali! (поехали!, ‘allá vamos’), el 12 de abril de 1961 a las 06:06:59,7 UTC despegó un cohete 8K72 con el número de serie Ye10316 -una variante del misil R-7 Semiorka- desde la rampa nº 1 del Área nº 2 del cosmódromo de Tyuratam (NIIP-5) con la tercera nave Vostok-3A (3KA nº 3). A bordo viajaba Yuri Alexéyevich Gagarin, teniente primero de las Fuerzas Aéreas de la Unión Soviética -sería ascendido a mayor durante el transcurso de su misión- y ‘cosmonauta número 1’ (código 26266 del Centro de Entrenamiento de Cosmonautas o TsPK). Apenas once minutos más tarde, a las 06:18:27 UTC, la nave Vostok 1 -como posteriormente sería conocida- se separó de la tercera etapa del cohete. Gagarin, Yura para los amigos, se había convertido en el primer ser humano en alcanzar el espacio y la órbita terrestre.El vuelo de Gagarin cambió el mundo para siempre. Como es lógico, se han escrito ríos de tinta sobre esta gesta, pero aunque parezca mentira, todavía persisten ciertos misterios alrededor del primer viaje espacial de la historia que sólo recientemente hemos empezado a desvelar. Veamos unos cuantos.
La confusa órbita de la misión
Desde un principio, la oficina de diseño OKB-1 del Ingeniero Jefe Serguéi Koroliov había decidido que la Vostok 1 tendría una órbita con un perigeo —el punto más bajo de la trayectoria— poco elevado, para de este modo garantizar el que la nave pudiese reentrar en la atmósfera terrestre a los pocos días después del lanzamiento. El bajo perigeo debía servir como una medida de emergencia en caso de que el motor cohete TDU para el frenado orbital no se encendiese a su debido tiempo. Koroliov había previsto una órbita de 180 kilómetros por 235 kilómetros para la primera misión espacial de la historia. Si el motor TDU fallaba, la Vostok habría reentrado en un periodo de entre 2 y 7,5 días, evitando así que Gagarin muriese atrapado en órbita baja. Pero para desesperación de los ingenieros de la OKB-1, la tercera etapa del cohete 8K72 funcionó durante unos segundos más de lo esperado y la Vostok 1 alcanzó una órbita más elevada. De acuerdo con los datos de las estaciones de seguimiento terrestres, la órbita de Gagarin fue una elipse de 175 x 302 kilómetros, con una inclinación de 65º 04′ y un periodo de 89,34 minutos. Estos datos fueron hechos públicos por la agencia TASS el 15 de abril y son los que aparecen en la mayoría de libros sobre el tema. Sin embargo, cálculos posteriores demuestran que la órbita fue en realidad de 181 x 327 kilómetros, con una inclinación de 64º 57′ y un periodo de 89,44 minutos. La diferencia es notable, porque una órbita tan elevada habría condenado a Gagarin a una muerte segura en la órbita baja si no se hubiese encendido el motor TDU. En los últimos años ha surgido una tercera versión de la historia en la que se afirma que el apogeo de la órbita de la Vostok fue en realidad mucho más alto, de 372 km. Aparentemente, los técnicos de la OKB-1 habrían cometido un error al registrar los datos, confundiendo la posición del 2 y el 7 en el informe final. No obstante, un perigeo tan elevado no es compatible con los datos orbitales de la tercera etapa del cohete 8K72 obtenidos por los radares del NORAD norteamericano, así que podemos descartar esta versión fácilmente.
Un vuelo movidito
Tras la separación de la tercera etapa del cohete, la cápsula Vostok comenzó a girar de forma lenta, pero incontrolada con una velocidad angular de 2º a 3º por segundo. Los ingenieros de la OKB-1 no habían tenido en cuenta el apagado gradual de la etapa y las fuerzas que ejercían sobre la nave. A las 06:33 UTC la cápsula se internó en el hemisferio nocturno de la Tierra y Gagarin —maravillado por los efectos de la ingravidez— pudo contemplar las estrellas a través del visor Vzor, aunque los escasos 7º del campo de visión del instrumento impedían distinguir constelaciones enteras. Sólo a las 06:51 UTC se activaría el sensor solar para estabilizar y orientar la nave en la actitud correcta de cara al encendido del motor TDU y la Vostok dejó de girar. Gagarin permaneció todo el vuelo amarrado al sillón eyectable de la Vostok, ya que Koroliov no se fiaba de los efectos adversos de la ingravidez sobre el cuerpo humano.
Por este motivo, los controles manuales del vehículo estaban bloqueados por un código numérico que se le transmitiría por radio en caso necesario. De todas formas, Nikolái Kamanin —jefe del Centro de Entrenamiento de Cosmonautas— y el ingeniero de la OKB-1 Oleg Ivanovski le dieron a Gagarin dicho código poco antes del despegue para evitar un posible accidente. Al fin y al cabo, nada garantizaba que la radio funcionase correctamente durante toda la misión. Mientras sobrevolaba el Pacífico, Gagarin estuvo fuera del alcance de las estaciones de seguimiento terrestres (denominadas colectivamente Zaryá durante la misión), así que para registrar sus impresiones del vuelo utilizó una grabadora de voz al mismo tiempo que realizaba anotaciones mediante un lápiz sobre una tablilla. Pero después de internarse en la sombra de la Tierra, el lápiz desapareció flotando sin dejar rastro, y eso a pesar de que estaba sujeto por una pequeña cuerda. Para complicar las cosas, la cinta magnetofónica se terminó a los 22 minutos del vuelo y Yuri tuvo que rebobinarla hasta la mitad para seguir grabando sus impresiones.
Problemas con el motor de frenado
Durante muchos años se creyó que el encendido de frenado había transcurrido sin problemas, pero hoy sabemos que no fue así. La orden para el encendido del sistema de frenado TDU fue dada a las 07:25:04,2 UTC. 2,2 segundos más tarde se inició la orden Pusk (‘encendido’) y medio segundo después el motor S5.4 cobró vida. El motor se apagó a las 07:25:48,2 UTC, pero por culpa de un fallo en una de las válvulas del sistema de presurización la velocidad del vehículo solamente disminuyó 132 m/s en vez de los 136 m/s previstos. La válvula no se cerró correctamente y parte del combustible no llegó a la cámara de combustión. Esta combustión ineficiente debía haber alejado a Gagarin unos 350 km del lugar de aterrizaje previsto, pero afortunadamente, y como hemos comentado más arriba, la órbita de la Vostok tuvo un apogeo muy alto, por lo que el encendido en realidad fue más largo de lo debido para esa altura orbital y Gagarin terminó por aterrizar a solo 180 km de la zona de aterrizaje prevista.
Una reentrada peligrosa
Como es sabido, la cápsula esférica donde iba Gagarin no se separó del módulo de servicio como estaba planeado, sino que permaneció unida al mismo durante el comienzo de la reentrada. Esto provocó que la nave girase bruscamente en todas direcciones con una velocidad angular de 30º por segundo, poniendo en riesgo la vida de Gagarin. Por suerte, las cinchas metálicas que unían la cápsula con el módulo de servicio terminaron por derretirse bajo el efecto de las altas temperaturas de la reentrada y Gagarin pudo completar su histórico vuelo. Este fue el fallo más famoso que sufrió la misión, reconocido por las propias autoridades soviéticas pocos años después. Pero no se trató de un simple problema del sistema de separación y la verdadera causa sólo sería conocida hace unos años.
La cápsula (SA) debía separarse del módulo de servicio (PO) a una velocidad de 0,7 m/s unos diez segundos después del apagado del motor de frenado. Sin embargo, una de las medidas de seguridad del ordenador de a bordo era impedir la separación de la cápsula si el motor no funcionaba como estaba previsto, ya que entonces el cosmonauta podía darse por muerto en órbita baja (no olvidemos que en el módulo de servicio se encontraban las baterías principales y las reservas de oxígeno para el cosmonauta). Pero, como hemos visto, el sistema TDU no disminuyó la velocidad orbital de la nave lo suficiente. El rudimentario ordenador concluyó que el encendido de frenado había sido un fracaso y no autorizó la separación de la cápsula, que se separaría finalmente por el calor de la reentrada a las 07:36 UTC cuando el vehículo se encontraba a unos 115 kilómetros de altura. Debido a la mayor altura orbital y a la escasa duración del encendido, la trayectoria de reentrada fue más ‘empinada’ de lo calculado y Gagarin experimentó una deceleración de 12 g en vez de las 9 g previstas.
Un descenso en paracaídas un tanto peculiar
¿Podía haberse ahogado Gagarin en las aguas del Volga?
Pues casi. A las 07:42 UTC, el asiento eyectable de Gagarin se activó a siete kilómetros de altura mientras la nave descendía a 210 m/s y salió despedido por la escotilla nº 1 de la cápsula. Medio segundo después se abrió el paracaídas de frenado de dos metros cuadrados de superficie. A los cuatro kilómetros de altura se desplegó el paracaídas principal de 82,5 metros cuadrados al mismo tiempo que Gagarin se separaba de su asiento. El contenedor de 43 kg con el equipo de emergencia (NAZ) debía colgar unos 15 metros por debajo del cosmonauta mientras descendía en paracaídas, pero se rompió y se precipitó al vacío.
El contenedor incluía medicinas, un radiofaro y una balsa hinchable por si el Gagarin caía en el agua. Y de hecho, casi lo hace, porque Yuri aterrizó muy cerca del río Volga, en la región de Saratov. De haber caído en las aguas del gran río, es posible que el viaje de Gagarin hubiese terminado trágicamente. Para complicar las cosas, a los tres kilómetros de altura también se abrió el paracaídas de reserva de 54 metros cuadrados, aunque no se desplegó totalmente por ya estar abierto el paracaídas principal. Así, Gagarin aterrizó con dos paracaídas y con una velocidad de 4-5 m/s. Sin embargo, no podía controlar la orientación de la trayectoria de caída, así que descendió de espaldas sin ver hacia dónde se dirigía. Por suerte, a 30 metros de altura el paracaídas dio la vuelta y pudo contemplar la zona de aterrizaje.
El lugar de aterrizaje cambiante y la duración exacta del vuelo
Gagarin aterrizó junto a la aldea de Smelovko, cerca de la ciudad de Saratov (Rusia), a las 07:53 UTC en las coordenadas 51º 16′ 45″ Norte, 45º 58′ 44″ Este. Por su parte, la cápsula aterrizó por cuenta propia a unos dos kilómetros de Gagarin a las 07:48 UTC, aunque tras chocar contra el suelo a 10-12 m/s, rebotó, rodó y terminó a tres metros del lugar de aterrizaje original. Sin embargo, el paisaje de la zona de 1961 era muy distinto al actual, ya que la construcción de la represa Stalingrado en el Volga amplió el cauce del río considerablemente. Por este motivo, la orilla se encuentra en la actualidad mucho más cerca de la zona de aterrizaje que en tiempos del vuelo de Gagarin. Por otro lado, y a diferencia de lo que se suele leer, el primer viaje espacial de la historia tuvo una duración de 106 minutos, aunque en el informe oficial y en toda la literatura posterior la cifra que aparece es la de 108 minutos. La duración de 106 minutos fue registrada en el informe oficial de la Comisión Estatal, pero la agencia TASS divulgó por todo el mundo la primera estimación de 108 minutos, que es la más famosa.
Las primeras personas que vieron a Gagarin tras su vuelo
De acuerdo con el informe oficial y las crónicas posteriores, los primeros seres humanos que vieron a Gagarin después de su vuelo fueron Anna Tajtarova y su nieta Rita, pertenecientes al koljós Shevchenko de la aldea de Uzmorye. A estas dos mujeres pronto se les sumaron varios tractoristas y mecánicos del mismo koljós. Aunque la historia es cierta, lo que poca gente sabe es que estos nombres no son correctos. El verdadero nombre de Anna era Anijaiat Tajtarova, mientras que su nieta se llama —todavía vive— Rumiya Kudashova. Parece ser que los cronistas soviéticos del momento consideraron que los nombres de las dos koljosianas no sonaban ‘demasiado rusos’ y decidieron cambiarlos para la posteridad.
Como anécdota curiosa, también vale la pena recordar la famosa escena en la que Gagarin camina con los cordones desatados tras bajar del avión mientras se dirige decidido al encuentro de Jruschov después de completar su misión. ¿Se acuerdan? Bueno, pues en realidad lo que se había desatado no eran los cordones de las botas, sino los ligueros que llevaba para sujetar los calcetines, o eso es lo que dicen varias fuentes de la época. Este punto sigue sin estar muy claro. Por último, la mayor parte de escenas del despegue de la Vostok 1 y del entrenamiento de Gagarin no corresponden a la verdadera misión, sino que fueron rodadas con posterioridad para un documental.
Y, por cierto…
¡Feliz Día de la Cosmonáutica!
Nota:
Actualmente, la rampa desde donde despegó Gagarin se conoce como ‘Rampa de Gagarin’ o rampa PU-5 del Área 1 del Cosmódromo de Baikonur.
Referencias:
- Perviy Pilotiruemoiy Polyot, Rodina Media, 2011.
- Pravda o Vozvraschenii Yuriya Gagarina, G. N. Formin. Novosti Kosmonavtiki, abril 2002.
- Pervaya Vstretila Gagarina na Zemle Rumiya Kudashova, N. Kirdoda. Novosti Kosmonavtiki junio 2011.
- Skritiy Kosmos, Nikolái Kamanin. Infortekst, 1995.
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