Por Doctor Lucrecio.
Los antibióticos salvaron millones de
vidas desde la II Guerra Mundial tratando infecciones bacterianas. Pero
desde el comienzo de su comercialización, en 1941, las compañías
farmacéuticas se han lucrado a costa de las necesidades y exigencias de
salud de la gente, sobre todo de la occidental, que es la que puede
pagarlos. Hoy la ‘salud’ es un negocio criminal.
Los antibióticos ayudan contra
las enfermedades infeccionas, pero afectan al equilibrio microbiano en
nuestro cuerpo porque destruyen todas las bacterias. Necesitamos la
colaboración de bacterias para combatir infecciones, para digerir la
comida y proporcionarnos los nutrientes necesarios.
Los antibióticos
debilitan nuestra capacidad inmunitaria y nos hacen más accesibles a
futuras infecciones. Las bacterias tienen una capacidad natural de
mutación haciéndose más peligrosas y resistentes a los antibióticos. Es
un círculo vicioso: por simplificar, una infección tratada con un
antibiótico hace que las bacterias muten, se fortalezcan y resistan los
tratamientos, y nuevamente dependemos de las farmacéuticas que
fabricarán un antibiótico más destructivo. Así, este producto es un
generador de centenares de miles de millones de dólares en beneficios
empresariales.
Los fagos
Algunos laboratorios públicos de países
occidentales investigan una alternativa: los virus bacteriófagos o
fagos. La presión de las multinacionales impide su lanzamiento para
mejorar la salud pública.
Los fagos (hay muchos) infectan y destruyen
directamente las bacterias invasoras específicas, sin dañar las células
humanas. Los antibióticos son estáticos y no pueden contra las
mutaciones de las bacterias perniciosas, en cambio, los fagos son
antimicrobianos de la naturaleza y dinámicos: si la bacteria muta,
pueden cambiar su especificidad para eliminar a la bacteria nuevamente
resistente. Al parecer es la alternativa más saludable y más barata.
Da
la casualidad (¿será casualidad?) que los fagos fueron investigados y
utilizados médicamente en la Unión Soviética desde los años 40 del siglo
pasado, demostrando su eficacia. Pero su utilización fue boicoteada en
occidente, y sigue siendo así, por las farmacéuticas, por dos razones:
por no descubrir el triunfo de la ciencia soviética y por la
imposibilidad de poseer patentes especulativas (lo que imposibilitaba
obtener más beneficios económicos que de los antibióticos).
Cuando los trabajadores destruyamos el
imperialismo, volverá a utilizarse la ciencia en beneficio de la
humanidad, como ya lo hicieron en su día en la Unión Soviética. Amén.
Enlace original:
https://doctorlucrecio.wordpress.com
Artículos relacionados:
- https://www.bibliotecapleyades.net/ciencia2/ciencia_virus69.htm
-https://es.slideshare.net/RafaelZamudioUreta/estado-actual-de-terapia-de-fagos
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