Por Embajada de la República Popular Democrática de Corea en el Reino de España.
Declaración del Presidente del Comité de Estado de la
República Popular Democrática de Corea
En
la actualidad la situación de la Península Coreana se agrava más que
nunca y se acerca cada día más al punto de explosión. En tales
circunstancias delicadas, el mandatario norteamericano pronunció por
primera vez un discurso en la ONU, el cual llama la atención mundial.
Supuse
en cierto grado lo que él quería decir. Pero, pensé que ese sujeto,
presidente norteamericano, haría declaraciones estereotipadas y
preparadas que difieran un tanto de los disparates que eructaba de
manera improvisada e irreflexiva en su despacho, pues la ONU es el
escenario diplomático oficial más importante del mundo.
Sin
embargo, lejos de decir las palabras convincentes a su mansa a favor de
la distensión, él habló de la "destrucción total" de nuestro Estado,
desatino grotesco que ninguno de sus predecesores había pronunciado.
El perro cobarde ladra más.
Aconsejo
a Trump que al pronunciar palabras ante el mundo, elija con prudencia
términos adecuados teniendo en cuenta a quién se dirige.
Sobrepasando
el marco de la amenaza con cambiar nuestro Poder o derrocar nuestro
régimen, él expuso abiertamente en la ONU su voluntad antiética de
destruir completamente un Estado soberano. Una conducta tan desquiciada
que deja perplejas a las personas de sana mentalidad y las priva de la
prudencia y paciencia.
Esto
me evoca los calificativos de "ignorante de asuntos políticos" y
"hereje político" con que la gente se burlaba de Trump durante la
campaña electoral en EE.UU.
Desde
que asume la presidencia, Trump intranquiliza más que nunca al mundo
entero amenazando y chantajeando a todos los países. No es un hombre
adecuado como máxima autoridad de las fuerzas armadas de un país. No hay
duda de que carece de cualidades propias de un político y es un bribón y
gángster que siente afición por la guerra.
La
alocución del gobernante norteamericano, que expresó sin rodeos la
opción de su país, no me sorprendió ni me detuvo, sino confirmó que es
justo el camino que he escogido y tengo que continuarlo hasta el fin.
Puesto
que Trump hizo oficialmente la declaración de guerra para eliminar a la
RPDC, de una atrocidad sin precedentes en la historia, negando e
insultando a mi persona y a nuestro Estado, nos vemos en la necesidad de
poner en práctica nuestra contramedida de superintransigencia, que
jamás se ha visto en la historia.
La mejor opción es enseñar con acciones a ese viejo que no presta oídos a otros y dice lo que le da la gana.
Por
la dignidad y el honor de nuestro Estado y pueblo y por los míos
propios, yo, como representante de la RPDC, haré pagar sin falta al
mandatario norteamericano por su desvarío de la extinción de la RPDC.
Ésta no es una de aquéllas retóricas que prefiere Trump.
Estoy analizando detenidamente hasta dónde se habrá imaginado Trump que llegaría nuestra reacción antes de soltar el disparate.
Sea cual fuere lo que él ha pensado, el resultado sobrepasará su imaginación.
Domaré con el fuego, declaro reiteradamente, al viejo maniaco estadounidense.
22 de septiembre de Juche 106 (2017)
Kim Jong Un
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