Científicos de todo el mundo están advirtiendo que la actual forma de avasallamiento humano de la vida en el planeta esta destruyéndolo.
Este Sistema impuesto por los Estados Imperialistas en el mundo, beneficiando el acaparamiento de todas las materias primas, del consumo en función del rápido beneficio principalmente realizado por las grandes multinacionales de la energía, está llegando a un punto de no retorno de la capacidad de la naturaleza en regenerarse.
Los seres humanos somos parte de la naturaleza, y por ser su más avanzado eslabón nuestras sociedades tienen que propiciar su desarrollo, no su destrucción.
Pero el último peldaño de la sociedad de corrupción generalizada, de subordinación de todos los intereses a la ganancia, el Sistema Capitalista Mundial, lleva camino de esta sexta extinción.
Los bolcheviques, apoyándose en el Materialismo Científico, como comunistas marxistas leninistas, en estos temas han sido y son, las organizaciones más consecuentes en las soluciones. No es cuestión de individuos sino la división en clases sociales, que defienden unos determinados intereses.
En su momento en la Unión Soviética lucharon por esta armonización de la sociedad y el entorno natural. No solamente eso. En 1948 inclusive se preparó para los siguientes años los planes de reforestación, ayuda a la propagación de los recursos hídricos y la regeneración del suelo contra la erosión. Pero el golpe de estado de Jrushchov lo retiró.
Se demostró con los hechos que si se puede mejorar el entorno natural y humano. Desgraciadamente el revisionismo de la mano del capitalismo, sigue con las recetas caducas de la explotación universal.
Este artículo que subimos es una advertencia, la clase obrera como mayoría de la población, también tiende hacia el desarrollo y mejoramiento de todo el planeta, de sus árboles, animales y entorno social. No es una cuestión de superpoblación sino de Sistema Social. Nosotros seguiremos abogando por el Comunismo como única salida al actual depravación mundial de la vida.
Por Damian Carrington, publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences, y recogido por la UNESCO, Traducido por Emma Reverter.
Los
investigadores hablan de “aniquilación biológica” coincidiendo con la
publicación de un estudio que revela que miles de millones de animales
han desaparecido en las últimas décadas.
El
estudio afirma que en las últimas décadas se ha producido una
“aniquilación bilógica” de la fauna. Eso significa que estamos ante la
sexta extinción masiva en la historia de la Tierra y que es más grave de
lo que nos imaginábamos.
Los
científicos han estudiado especies comunes y raras y se han percatado
de que miles de millones de especies regionales y locales han
desaparecido. Creen que esta crisis ha sido causada por la
superpoblación humana y por un consumo excesivo y advierten de que esta
situación pone en peligro la civilización humana y que esta dispone de
poco tiempo para revertirla.
El
trabajo, publicado por la revista Proceedings of the National Academy
of Sciences, revisada por un comité científico, evita el tono
habitualmente prudente de los estudios científicos y no duda en afirmar
que esta pérdida masiva de fauna es “una aniquilación biológica” que
representa un “ataque alarmante contra los fundamentos de la
civilización humana”.
El
profesor Gerardo Ceballos, de la Universidad Nacional Autónoma de
México, ha liderado el estudio y afirma que “la situación es tan grave
que no sería ético utilizar un lenguaje menos contundente”.
Otros
estudios que se habían publicado con anterioridad mostraban que muchas
especies se están extinguiendo a un ritmo significativamente mayor que
hace millones de años. Sin embargo, también afirmaban que las
extinciones eran poco comunes y daban la impresión de una pérdida
gradual de biodiversidad.
En
cambio, el estudio que ahora se publica parte de un análisis mucho más
amplio y evalúa la situación de muchas especies comunes cuya población
está disminuyendo en todo el mundo. Los científicos han constatado que
un tercio de las miles de especies cuya población está disminuyendo no
se consideran especies amenazadas y que en las últimas décadas se ha
perdido un 50% de los animales.
En
relación a los mamíferos terrestres, se dispone de información
detallada. En el último siglo, prácticamente la mitad ha perdido el 80%
de su población. Los científicos constatan que se han perdido miles de
millones de mamíferos, pájaros, reptiles y anfibios,y eso les ha llevado
a afirmar que estamos en un punto más avanzado de una sexta extinción
masiva de lo que inicialmente se creía.
Los
científicos afirman que “la aniquilación biológica resultante tendrá
graves consecuencias sociales, económicas y medioambientales. Los
humanos pagarán un precio muy alto por la aniquilación del único grupo
de seres vivos que conocemos en todo el universo”.
Indican
que, si bien aún es posible mitigar el impacto de este declive, las
perspectivas no son nada alentadoras: “Todo indica que en las próximas
dos décadas la agresión contra la biodiversidad todavía será peor y que
las perspectivas para los seres vivos, incluyendo a los humanos, son
bastante deprimentes”.
La
vida silvestre se está extinguiendo debido a la destrucción del
hábitat, la caza excesiva, la contaminación, la invasión de especies
exóticas y el cambio climático. En última instancia, se debe al "exceso
de población humana y su crecimiento continuo, así como al consumo
excesivo, especialmente por parte de los ricos", aseguran los
científicos, entre ellos el profesor Paul Ehrlich, de la Universidad de
Stanford, cuyo libro The Population Bomb (La explosión demográfica),
publicado en 1968, obtuvo una gran notoriedad y relevancia pero no
estuvo exento de polémica.
En declaraciones a The Guardian
, Ehrlich explica que “es necesario escuchar las advertencias del
estudio, ya que la civilización depende en última instancia de las
plantas, los animales y los microorganismos que hacen funciones
esenciales para el ecosistema, como polinizar los cultivos o
proporcionar alimentos del mar o mantener un clima habitable”. Otros
servicios ambientales clave son los que permiten que el aire y el agua
se mantengan limpios.
“Tenemos poco tiempo para reaccionar”, afirma. “Lamentablemente, se
requiere mucho tiempo para alcanzar la reducción de la población humana
necesaria para la supervivencia, pero se puede hacer mucho más en lo
relativo al consumo excesivo y a medidas y leyes que protejan a
determinadas especies animales, con la creación de reservas naturales y
leyes que protejan la biodiversidad”.
Ceballos
afirma que es necesario crear una institución internacional para
financiar el coste de la conservación de la fauna y flora mundial.
El caso emblemático de los leones
El
estudio analiza información relativa a 27.500 especies de vertebrados
terrestres de la Unión Internacional para la Conservación de la
Naturaleza y constata que en las últimas décadas la población de un
tercio de estas especies ha disminuido. En muchos casos, se trata de
especies comunes. Ceballos da un ejemplo muy cercano: “En ciudad de
México cada año teníamos golondrinas anidando, pero desde hace una
década no queda ni una”.
Los
investigadores también señalan el caso “emblemático” del león.
“Históricamente, había leones a lo largo y ancho de África, el sur de
Europa y Oriente Medio, de hecho, llegaban hasta India. Ahora la mayoría
de estas población ha desaparecido”.
El
profesor Stuart Pimm, de la Universidad de Duke, que no ha participado
en este estudio, pero afirma que en líneas generales esta investigación
llega a conclusiones correctas, aunque no cree que estemos ante una
sexta extinción masiva: “Todavía no ha comenzado, si bien es cierto que
estamos muy cerca de que se produzca”.
Pimm
también indica que el estudio debe analizarse con reservas, ya que es
bastante genérico. “¿Nos debería preocupar que estén desapareciendo
especies en amplias zonas de la Tierra? Por supuesto que sí. Sin
embargo, este estudio es bastante rudimentario. En algunas partes del
mundo las pérdidas son masivas pero en otras se han hecho avances. El
estudio es muy duro con países como Sudáfrica, que están haciendo una
gran labor protegiendo leones”.
Robin
Freeman, de la Sociedad Zoológica de Londres, en Reino Unido, señala
que “que si bien la información general es interesante, los detalles son
los que aportan valor al estudio. ¿Qué causa que en áreas específicas
se produzca una disminución de la población de determinadas especies?”.
Freeman
formó parte de un equipo que en 2014 publicó un análisis de 3.000
especies y que indicó que desde 1970 se ha perdido el 50% de los
animales. Está en la línea del trabajo que se acaba de publicar, pero
utiliza datos diferentes de la Unión Internacional para la Conservación
de la Naturaleza. Él también cree que al hablar sobre esta cuestión se
debe utilizar un lenguaje contundente: “Es importante que la sociedad
tome conciencia de la reducción catastrófica de especies que estamos
constatando. Creo que el informe que se acaba de publicar debería
expresarse en estos términos”.
Desde
hace décadas, mencionar que la sobrepoblación humana es la causante de
los problemas medioambientales ha generado polémica. En 1968, Ehrlich
afirmó que cientos de millones de personas morirían de hambre en los
setenta y esto no ha pasado, en parte gracias a los cultivos de alto
rendimiento que Ehrlich ya había anunciado como una posibilidad.
Ehrlich
reconoce que su libro La explosión demográfica tiene errores, pero cree
que sí estaba en lo cierto cuando alertó a la sociedad de los problemas
medioambientales que tendría en el futuro y el papel que desempeñarían
los humanos. En la actualidad, su mensaje sigue siendo directo:
“Muéstrame a un científico que afirme que la sobrepoblación no es un
problema y te mostraré a un idiota”.
Las cinco extinciones masivas de la Tierra hasta hoy:
Ordovícico Superior: hace 443 millones de años
Una
severa era de hielo hizo que el nivel del mar cayera 100 metros y
eliminó entre el 60 y el 70% de todas las especies que habitaban
predominantemente en el océano. Poco después el hielo se derritió,
dejando los océanos sin oxígeno.
Devónico Superior: hace 360 millones de años
Una
crisis de cambio climático, confusa y que perduró en el tiempo, tuvo un
gran impacto sobre los seres vivos que vivían en mares poco profundos y
acabó con el 70% de las especies, entre ellas, casi todos los arrecifes
de coral.
Pérmico- Triásico: hace 250 millones de años
La
extinción de mayores proporciones, estrechamente relacionada con
erupciones volcánicas en Siberia que causaron una brutal crisis mundial
de cambio climático. Terminó con el 95% de todas las especies,
incluyendo a los trilobites y los insectos gigantes.
Triásico-jurásico: hace 200 millones de años
Se
perdieron tres de cada cuatro especies en la Tierra, probablemente
debido a otra explosión volcánica. La Tierra se quedó prácticamente
vacía y eso dio lugar al surgimiento de los dinosaurios.
Cretáceo-Terciario: hace 65 millones de años
Un
asteroide gigante cayó sobre México poco después de que erupciones
volcánicas en lo que ahora es la India terminaran con los dinosauros y
los amonitas. Esto favoreció a los mamíferos.
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