Por Teresa M. Amarelle Boué, Secretaria General de la Federación de Mujeres Cubanas, en la despedida a Fidel, en Santiago de Cuba. Video de Cuba Hoy
Querido Comandante:
La rebeldía de Casiguaya, el ansia libertaria de Carlota, el
patriotismo de las mambisas y la desafiante lucha de las combatientes
del llano y de la Sierra, cristalizaron en el país nuevo que fundaste en
la aurora del 1º de enero. Con la conquista de una verdadera
emancipación, por primera vez las mujeres cubanas fuimos protagonistas
de nuestro propio destino, convirtiendo en realidad el reclamo que
desde el comienzo de las luchas por la independencia hiciera Ana
Betancourt.
Nos sumaste a tu ansia de justicia y de igualdad, nos impulsaste a unirnos y a organizarnos para constituirnos en una fuerza multiplicadora de todo nuestro potencial. Una revolución dentro de la revolución, así definiste la participación de las mujeres, con ese espíritu de combate se fundó la Federación de Mujeres Cubanas, espacio desde el que hemos crecido individual y colectivamente. La Revolución ha dignificado a las cubanas y las ha llevado a los más altos sitiales que proceso alguno haya alcanzado.
Con la misma pasión revolucionaria con que estremeciste nuestra
conciencia, marcaste la ruta para todas las conquistas en los días
luminosos de la Sierra y, con la creación del Pelotón Mariana Grajales,
inmortalizaste el concepto de que cuando en un pueblo pelean los
hombres y pueden pelear las mujeres, ese pueblo es invencible ¡y Cuba
es invencible!
En los gestos de la vida cotidiana: el nacimiento de un bebé sano, la
graduación de un adolescente, la promoción de la mujer a cargos de
alta responsabilidad de dirección, está tu impronta, Fidel. También lo
está en la destacada presencia que tenemos en la Asamblea Nacional del
Poder Popular, en el lugar protagónico que ocupamos en las esferas de
la educación, la ciencia, la salud, el sistema judicial, el deporte y
la cultura, conquistas que hemos hecho realidad bajo tu orientación, tu
profundo pensamiento humanista y tu visionaria concepción de justicia
social, lo que para muchos en el mundo es todavía una utopía.
Porque nos sobran razones para estar orgullosas de lo alcanzado, por
los valores y principios del socialismo que caracterizan a la
Revolución que defendemos, las federadas hemos rubricado tu concepto de
Revolución en todo el país, como una manera de ratificar que has
entrado a la inmortalidad, porque tu cuerpo físico dejó de existir, pero
tus ideas y tu verdad incuestionable germinarán en cada nueva
generación de mujeres nacidas en esta Isla. Nos sentimos comprometidas
por haber vivido tu tiempo, Fidel, y para continuar erigiendo la obra
extraordinaria que creaste.
¡Las cubanas somos la Revolución!, porque ella nos abrió el camino de
la libertad y la justicia, porque nos proporcionó la posibilidad de
convertirnos en seres humanos plenos, investidas de derechos y en
protagonistas de la Cuba nueva que tú y el ejército de vanguardia que
lideraste con tanta hidalguía, construyeron y que arrancó de raíz
lustros de discriminación, exclusión e ignominia.
Fidel se multiplica —como han dicho ustedes— en cada patriota que se
levanta contra el imperialismo y cultiva dignidad y sentimientos. ¡Tú
no has muerto, Fidel!: vives en cada cubana, en nuestros hijos, en
nuestros nietos; vives en cada revolucionario y revolucionaria de tu
Patria agradecida y del mundo.
Gracias, Comandante, por tus enseñanzas, por tu ejemplo y tu
confianza en el liderazgo indiscutible de las mujeres. ¡No te fallaremos
jamás!, y junto a Raúl, seguiremos adelante en la construcción de
nuestro socialismo.
Aquí, en la heroica Santiago, que como toda Cuba seguirá siendo
antimperialista; pioneras, estudiantes, campesinas, obreras,
científicas, deportistas, artistas, combatientes de las Fuerzas Armadas
Revolucionarias y del Ministerio del Interior, amas de casa y
jubiladas, repetimos las palabras dirigidas a Fidel de quien por
siempre será la Presidenta de nuestra Federación de Mujeres Cubanas,
Vilma Espín: “Amamos en ti a la Patria. ¡Brillante timonel que supiste
llevar la proa hacia la luz!”
En esta hora de dolor y de compromiso, patentizamos, una vez más, nuestro compromiso de:
¡Patria o Muerte!
Comandante en Jefe: ¡Ordene! (Exclamaciones de: “¡Ordene!”)
¡Raúl, usted puede contar con las mujeres cubanas!
¡Hasta la Victoria Siempre! (Exclamaciones de: “¡Siempre!” y de: “¡Patria o Muerte, Venceremos!”)
(Las cubanas: ¡Somos la Revolución!)
Fuente:
Recogido de Cuba Información
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