Foto de archivo: Fidel Castro parte un trozo de pan que le fue ofrecido luego del XXVI Congreso del Partido Comunista de la Unión Soviética, región de Moscú, Rusia, 1981 (tenía 55 años), Prensa Latina
“Para hablar de Derechos Humanos, sencillamente, hay que dejar de ser capitalistas”.
Fidel Castro Ruz, Moscú, 5 de abril de 1975.
El 10 de diciembre, en
conmemoración a la adopción de la Declaración Universal de los Derechos
Humanos, se celebra mundialmente el Día Internacional de los Derechos
Humanos, derechos que le corresponden a todo ser humano, solo, por el
hecho de serlo.
Pensando en ese día recordé aquel graffiti que leí algunos años atrás: “300 millones de niños duermen en la calle. Ninguno es cubano”. También en la campaña histórica del imperialismo contra Cuba en esta materia.
A veces me pregunto cuánto de Cuba en verdad se conoce, porque
aquello que se muestra desde el poder mediático hegemónico poco se
ajusta a la realidad. Recordé la cruda respuesta de Sebastián, un
argentino de clase alta, que había visitado Cuba por primera vez antes
que yo, allá por el 2008, cuando le pregunté “como anda la cosa” -como
dicen aquí-: “Dirán lo que quieran pero yo no ví a nadie revolviendo basura como acá, y mirá que busqué..”, me dijo en un simpático tono porteño.
Casi un año llevo viviendo en Cuba y no he visto ningún niño
descalzo -fuera del ámbito del juego bajo la lluvia- o durmiendo a la
intemperie. Tampoco familias desamparadas viviendo bajo puentes o niños
trabajando en luegar de asistir a la escuela para ayudar a la
manutención familiar.
No he visto gente mendigando ni niños haciendo malabares en los
semáforos por algunas monedas que les permitan al menos comer algo al
día. Sí he visto la mirada horrorizada de cubanos y cubanas cuando me
preguntan si es “tan así” como se muestra la realidad social de mi
país, inmerso en un capitalismo financiero neoliberal. En unos días
estaré nuevamente en Argentina. Me pregunto si veré lo mismo que en
Cuba…
Pocas veces hemos tenido noticias sobre la aplicación efectiva de los
Derechos Humanos en Argentina o en cualquier otro país capitalista y
mucho menos sobre sus violaciones, que en contadas ocasiones salen a la
luz fuera de las fronteras del país. Con Cuba todo es diferente. Ese
pequeño país del Caribe se atrevió a ser socialista a 90 millas del
Imperio que antiguamente lo dominaba y pasó a ser un “mal ejemplo” para
los pueblos oprimidos del mundo, por lo cual cuanto mayor sea la
satanización mediática, menor es el riesgo de que se intente imitarlo.
Existen distintas generaciones de Derechos Humanos: la primera,
derechos civiles y políticos, la segunda, derechos económicos, sociales y
culturales, y la tercera, lo referido a paz, solidaridad y calidad de
vida, que son contemplados en diferentes pactos subyacentes a la
Declaración original y que derivan obligación de cumplimiento para los
países que han firmado su ratificación. Cuba es uno de ellos.
Pero hablemos de derechos humanos….en Cuba.
En Cuba no hay
esclavitud, tan siquiera opresión del hombre por el hombre. En Cuba
existe la libertad de pensamiento, conciencia y religión. Alcanza con
caminar por el habanero residencial barrio de Miramar un domingo para
ver las rondas de las Damas de Blanco, cubanas a las que Estados Unidos y
la contrarrevolución financian desde el exterior para manifestarse
aquí; observar las cuantiosas Catedrales, iglesias y templos que existen
a lo largo de la isla; caminar por los barrios para notar cómo se
entremezclan católicos, evangélicos, yorubas, judíos y musulmanes en
total armonía y respeto.
Cualquiera que transite habrá visto cubanos y
cubanas de la religión yoruba vestidos completamente de blanco y
adornados con pulsos y collares coloridos según su santo. Es verdad que
no hay educación formal religiosa, como en la mayoría de nuestros
países en lo referido a la educación pública. La diferencia es que en
Cuba el sistema educacional es totalmente público y gratuito, por tanto,
respetando la diversidad del ámbito privado, laico.
Todos los ciudadanos cubanos tienen derecho a recibir asistencia en
todas las instituciones de salud del país, la cual es también gratuita.
Cuba cuenta con una de las más bajas tasas de mortalidad infantil del
mundo: 4,9 cada mil nacidos vivos de 35,9 a inicios de la Revolución en
1961 y con una esperanza de vida al nacer superior a la de muchos países
desarrollados: 77,97 años en promedio entre mujeres y hombres.
En 1959 el analfabetismo alcanzaba al 30% de la población, hoy en día
la tasa de escolarización alcanza el 100%, habiéndose declarado al país
libre de analfabetismo en 1961 tras las campañas nacionales de
alfabetización que miles de voluntarios cubanos llevaron adelante en el
país. Cuba cuenta también con uno de los mayores índices de desarrollo
humano (IDH) según el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo
(PNUD), un indicador social que mide la vida larga y saludable,
educación y nivel de vida.
Cuba es miembro fundador del Consejo de Derechos Humanos de la
Organización de Naciones Unidas (ONU) y ha ratificado el Pacto
Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, el Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos, la Convención
Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación
Racial, la Declaración Internacional de los derechos del niño y la
Convención Internacional para la Protección de todas las personas contra
las Desapariciones Forzadas, entre otros.
El derecho a la salud, la vivienda y la alimentación son también
Derechos Humanos. Me pregunto en cuantos países del mundo están
universalmente garantizados, y cuántos de esos países son del llamado
Primer Mundo. Cuba los garantiza para el 100% de la población, aún con
un bloqueo criminal que ahoga su economía; pero eso no sale en las
noticias.
Sí se violan algunos Derechos Humanos en Cuba…en la Bahía de
Guantánamo, territorio cubano usurpado y utilizado por Estados Unidos,
donde desde el centro de detención allí instalado se tortura a los
presos políticos.
Cuba es un claro ejemplo de la aplicación de la Declaración Universal
de los Derechos Humanos, pero eso es algo que a los intereses políticos
y económicos de las grandes potencias no les conviene aceptar y mucho
menos publicar en los medios.
Si pensamos en el hecho de que Cuba cuenta con un bloqueo económico,
comercial y financiero hace 55 años, que en lugar de vaciarse de
contenido se ha ido recrudeciendo a lo largo de las diferentes
administraciones estadounidenses, el logro se hace mil veces mayor, casi
heroico, para un país pequeño y pobre del Tercer Mundo. Ya lo ha dicho
Fidel: “por encima de las montañas de calumnias imperialistas se yergue firme invencible la realidad histórica”.
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