Por Raul Menchaca de la Agencia de Noticias Xinhua.
Científicos cubanos producen bacterias y otros microorganismos para la eliminación de plagas y enfermedades que destruyen los cultivos, en sustitución de pesticidas, con el objetivo de que los alimentos estén libres de sustancias químicas.
El Centro de Reproducción de Entomófagos y Entomopatógenos (CREE) ubicado en la oriental provincia de Holguín, unos 730 kilómetros al este de La Habana, entrega cada mes a los agricultores unas tres toneladas de bacterias y otros microorganismos.
La directora del CREE, Elmis Fonseca, dijo a periodistas que disponen del Tricoderma, un antagónico natural de dañinos hongos presentes en los suelos, usado con éxito por productores de arroz.
En esa zona del oriente de Cuba la producción arrocera va en aumento a partir de la disponibilidad de agua creada por las obras de un gigantesco trasvase este-oeste.
En el grupo de los entomopatógenos que preparan bajo estrictas normas sanitarias está, entre otros, el "Bacilo Thuringiensis", enemigo mortal de las larvas de lepidópteros, explicó Fonseca, quien es especialista en medios biológicos.
La reproducción de "entomófagos", insectos que devoran o parasitan a otros, permite especies como el "Tetratichus", destructor de los gusanos que se alimentan de la mazorca del maíz y las hojas de la col.
También se reproducen la "Trichogramma", una pequeña avispa que liberada en los campos de yuca (mandioca) aniquila a las "Primaveras", como se denomina en la isla a las orugas grandes y gruesas que desfolian ese cultivo.
"Nuestros productos sirven para eliminar las plagas de insectos en las etapas de huevo, larva, pupa y adulto", señaló la experta, promotora, junto a sus compañeros de trabajo de conferencias y otras acciones educativas dirigidas a desarrollar una agricultura ecológica.
Algunos cultivadores de col del territorio que adquieren productos en el CREE han vendido partes importantes de sus cosechas a establecimientos hoteleros, frecuentados por turistas extranjeros que exigen consumir hortalizas y vegetales en general libres de sustancias químicas, comentó la experta.
La presidenta de una cooperativa cercana, Teresa Aguilera, reconoció la utilidad de las relaciones contractuales establecidas con el CREE y admitió la necesidad de intensificar el asesoramiento a los campesinos, con el fin de convencer a los que aún prefieren fertilizantes y plaguicidas sintéticos.
La isla, cuya economía sufre de falta de liquidez, importa cada año unos 2.000 millones de dólares en alimentos, los cuales se destinan en lo fundamental a la canasta básica que se reparte cada mes a la población con precios subsidiados.
El presidente de Cuba, Raúl Castro, quien impulsa un profundo "proceso de actualización del modelo económico", considera la producción agrícola como un asunto de seguridad nacional.
De acuerdo con el jefe del Grupo Nacional de Agricultura Urbana y Suburbana, Adolfo Rodríguez, la agricultura cubana tienen el reto este año de producir dos millones de toneladas de hortalizas.
El director de Cultivos Varios en el Ministerio de la Agricultura, Gilberto Hernández, dijo hace unas semanas que el programa de desarrollo integral de la agricultura permitirá eliminar en los próximos dos años las importaciones de frijoles que anualmente realiza el Estado cubano.
El funcionario explicó que se potencia el incremento de las áreas dedicadas a la siembra de frijoles en todo el país, por lo tanto este año se tiene previsto duplicar las 22.000 toneladas obtenidas en 2013, a pesar de las posibles afectaciones que puedan ocasionar el clima.
Hernández agregó que como parte del proyecto de desarrollo, el Instituto de Investigaciones de Granos generalizará este año la producción de nuevas variedades de frijoles, más productivas y resistentes al cambio climático global.
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