El 28 de septiembre de 1960 la República de Cuba y la República
Popular China establecieron relaciones diplomáticas. Pocos meses
después, durante la visita a la nación asiática del Comandante Ernesto
Che Guevara, se suscribieron los primeros acuerdos bilaterales de
cooperación económica y tecnológica.
Ese primer contacto del Che con la tierra de Mao Zedong tuvo gran
significado para la joven Revolución caribeña, no solo por la magnitud
de los contratos establecidos, sino porque para la fecha ya se
enfrentaba al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por
Estados Unidos.
Con el paso de los años y en la medida en que las relaciones políticas
entre ambas naciones ganaban en confianza y profundidad, los
intercambios entre Cuba y China en el ámbito económico y comercial
también se ampliaron.
China es hoy el segundo socio comercial de nuestro país y su
participación en múltiples esferas del desarrollo y la economía nacional
la confirman como socio estratégico.
Desde la década del ochenta, la Comisión Mixta Intergubernamental para
las Relaciones Económicas y Comerciales ha desempeñado un rol
fundamental en la promoción, ejecución y desarrollo de diversos
proyectos, así como en la estimulación de inversiones recíprocas.
El trabajo conjunto de especialistas de todas las ramas ha propiciado
también la búsqueda de nuevas formas de realización del comercio
bilateral y, unido al sistemático intercambio de visitas de alto nivel
político, ha permitido que aumente el conocimiento y la comprensión
mutuos.
Durante un periodo relativamente corto Cuba pagó con azúcar los
productos que compraba a China. Pero desde 1999, a tono con las
reformas aplicadas en la economía y el comercio exterior de la nación
asiática, todas las operaciones mercantiles entre ambos países
transcurren en moneda libremente convertible, a través de créditos y los
mecanismos de pagos que acuerden las partes contratantes.
De esta forma, el mercado chino ha permitido a nuestro país adquirir
equipos imprescindibles para reanimar sectores de la economía nacional
deprimidos, como el transporte, y desarrollar otros como las
telecomunicaciones. En las últimas décadas se ha logrado insertar en
China productos cubanos de la biotecnología, ron, tabaco, azúcar,
mariscos y níquel.
En el ámbito de las inversiones destaca la empresa mixta Biotec
Pharmaceutical, fundada entre el Centro Internacional de Ciencias
de China y el Centro de Inmunología Molecular de Cuba, que se
especializa en la investigación, producción y venta de anticuerpos
monoclonales usados en el diagnóstico y el tratamiento del cáncer, así
como en el desarrollo, producción, registro y comercialización de
vacunas y proteínas terapéuticas recombinantes, con tecnología cubana.
Otro ejemplo de esta relación es la entidad mixta Gran Kaimán,
asociación entre el Grupo Electrónico de Cuba y la corporación de
telecomunicaciones Gran Dragón de China, que produce equipamientos
para el mercado nacional y el de América Latina.
También resalta como experiencia positiva la empresa mixta
Cuba-Shanghai, donde participan en la construcción de hoteles de lujo
la Corporación Cubanacán S.A. y la compañía Suntime International de
China.
En julio del 2014, durante la visita oficial del presidente chino, Xi
Jinping, a La Habana se suscribieron otros 29 acuerdos que amplían el
alcance de las relaciones económicas y comerciales entre ambos países.
Entre ellos destaca un convenio que oficializa el otorgamiento de una
línea de crédito concesional por parte de la nación asiática para la
ejecución del proyecto de construcción de una terminal multipropósito en
el puerto de Santiago de Cuba.
Además se firmó un Acuerdo de financiamiento entre el Banco Nacional
de Cuba y la Corporación Bancaria de Desarrollo de China, que
oficializa el otorgamiento de un crédito para la compra de equipamiento
con destino al desarrollo de las telecomunicaciones en el archipiélago.
No menos significativo fueron los contratos que establecen el servicio
de perforación de petróleo de pozos de hasta 9.000 metros de profundidad
en aguas cubanas, así como la cooperación tecnológica e industrial en
materia de televisión digital.
En cuanto al turismo, se suscribió un Memorando de Entendimiento
entre el Grupo Empresarial Palmares y Beijing Enterprises Group para la
constitución de la empresa mixta Bellomonte S.A., dedicada a la
construcción y explotación de un complejo inmobiliario asociado a un
campo de golf en La Habana.
En el contexto de la visita del mandatario chino a Cuba también se
inauguró una planta de biosensores para la medición del nivel de glucosa
en sangre.
“El alto nivel de las relaciones políticas entre Cuba y China y la
inquebrantable amistad entre nuestros pueblos nos permite continuar
afianzando una alianza estratégica que hoy muestra importantes
resultados y que tiene potencialidades infinitas”, expresó entonces
Marino Murillo Jorge, miembro del Buró Político y vicepresidente del
Consejo de Ministros.
Asimismo el también jefe de la Comisión Permanente para la
Implementación y Desarrollo puso especial énfasis en las
colaboraciones en el ámbito farmacéutico, donde las empresas chinas
han sido una fuente significativa de suministro para el desarrollo de la
industria cubana de medicamentos.
Más recientemente, durante la VIII Reunión del Grupo de Trabajo Conjunto
de la Biotecnología Cuba-China, celebrada el pasado mes de junio en La
Habana, se firmaron otros 11 acuerdos que abren paso a nuevos proyectos
de colaboración para el periodo 2015-2017.
Se refrendaron además cartas de intención para el establecimiento en la
Zona Especial de Desarrollo Mariel de dos empresas mixtas, una
dirigida a la producción y comercialización de biofarmacéuticos, y la
otra, para vacunas contra el cáncer.
Fueron suscritos de igual forma dos contratos para la representación y
distribución comercial de anticuerpos biosimilares y de la vacuna
contra el neumococo.
Se acordó que la Empresa de Servicios Médicos comenzará la atención de
pacientes chinos en Cuba, y la introducción acelerada en este mercado
y el resto de Latinoamérica de la vacuna contra el rotavirus.
El Centro de Neurociencias de Cuba y la Universidad de la Ciencia y de
la Tecnología Electrónica del gigante asiático, pactaron la creación
de un laboratorio conjunto y el desarrollo de cinco productos
neurotecnológicos.
Son solo algunos ejemplos de una relación de colaboración y beneficio
mutuo entre países amigos, que aún tiene potencialidades sin explorar en
el contexto de la actualización de la economía cubana y del proceso de
reforma y apertura chino.
Los estrechos lazos de amistad y la confianza política construidos en
más de medio siglo de intercambios bilaterales, han tenido un reflejo
indiscutible en los múltiples proyectos de comercio y cooperación
desarrollados, muchos de ellos con un gran impacto social.
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