“Cuando pasen los años y las heridas de la guerra hayan cicatrizado, cuando la oscura memoria de los tristes y sangrientos días se convierta en un presente de libertad, amor y bienestar; cuando los sentimientos de odio hayan desaparecido y cuando todos los españoles sientan el orgullo de una patria libre, entonces hablad a vuestros hijos. Habladles de las Brigadas Internacionales. Contadles cómo, llegando a través de mares y montañas, atravesando fronteras erizadas de bayonetas, estos hombres llegaron a nuestra patria como cruzados de la libertad... Hoy se marchan, pero muchos de ellos, miles de ellos, se quedan aquí con la tierra de España como mortaja y todos los españoles los recuerdan con el más profundo sentimiento”.
Dolores Ibárrubi, “Discurso de despedida de las Brigadas Internacionales”
Para la mayoría de la población trabajadora, la gesta de las Brigadas Internacionales es un recuerdo, cosas del pasado. Pero un 13 de Octubre de 1936, el internacionalismo proletario gestó un hito en la historia de la humanidad. Llegaron a España en respuesta del llamamiento de solidaridad realizado por
De todos los rincones del mundo llegaron a Albacete (sede de la 1ª Brigada), los primeros quinientos eran obreros, campesinos, estudiantes, enfermeras, médicos, maestros, demócratas, revolucionarios, con una mayoría de comunistas. Muy pocos eran militares, contradiciendo las falacias mentiras burguesas (aún hoy en día divulgadas), dejaron atrás lo más querido, su familia, posición, futuro; desafían cualquier impedimento y arrastran tremendos peligros para llegar a España. Se destacan por su valentía y entrega a la causa, con las armas en la mano, pugnan por parar la barbarie, que las llamadas “democracias europeas” consentían que hubiese un golpe de estado fascista, y no ayudasen al pueblo español. En esencia las repúblicas burguesas, temían que
Datos publicados en EE UU realizados por
En cuanto a nacionalidades, la francesa fue la más numerosa con 10.000 miembros (Andreu Castells la eleva hasta 15.000). Después iban en número alemanes y austriacos con más o menos 5.000 militantes, algunos ya vivían en España, pero la mayoría estaban exiliados en París y Bruselas. También sobresalieron exiliados antifascistas italianos con cerca de 4.000 luchadores. Y así de hasta 53 países del mundo; 2.500 británicos, 2.000 estadounidenses y más de mil latinoamericanos. Pero hubo un importante aporte de contingentes mexicanos, abisinios, polacos, albaneses, checoeslovacos, húngaros, búlgaros, suecos, suizos, holandeses, cubanos y rumanos. También de nacionalidades difíciles de llegar como chinos, indios, árabes, sudafricanos o inclusive judíos, estos últimos, con un aporte de luchadores muy conscientes de que el combate contra Franco era una embestida contra el antisemitismo que se estaba instalando en muchos países de la “civilizada Europa”, y su participación fue considerable, ya que llegaron como compañías judías completas, como
Importancia de su aportación internacionalista
En el atardecer del 8 de noviembre de 1936, la 11ª Brigada ocupó sus posiciones en el frente, los batallones “Edgar André” y “Comuna de París” en
Más tarde, la 12ª Brigada llega el 13 de noviembre. Entre ambas suman 3.500 hombres y mujeres (entre estas últimas asistentes, traductores y consejeras). La moral de los resistentes madrileños se vio acrecentada con la llegada de “los rusos”, como se los llamaba. Julián Zugazagoitia, que dirigía en Madrid “El Socialista” y que vivió aquellos días, los vio así en su metódico libro “Guerra y vicisitudes de los españoles”: “Llegaban de todos los pueblos de Europa y eran... Eran los internacionales de Kleber, de Lukacs...: Polacos, alemanes, franceses, austríacos, checos, experimentados de la guerra europea, y disciplinados con moral de victoria. Rebeldes expulsados de su patria, trabajadores sin nacionalidad oficial, hombres con un pasado lleno de dolor y con un porvenir incierto. Cabezas firmes y brazos robustos, corazones sin miedo y ánimos tiesos. Tres mil quinientos fusiles. Se desparramaron por
Fernando Valera, el diputado republicano que era entonces subsecretario de Comunicaciones, en la noche del 8 de noviembre proclamó por la radio: “Aquí, en Madrid, se encuentra la frontera universal que separa la libertad de la esclavitud. Aquí, en Madrid, se enfrentan en una gran lucha dos civilizaciones incompatibles: el amor contra el odio, la paz contra la guerra, la fraternidad de Cristo contra la tiranía de
El aporte de las Brigadas Internacionales en las divisiones republicanas fue extremadamente sutil y beneficioso, tanto emocionalmente como culturalmente. Es esa conciencia, esa disciplina comunista, la que galvanizó un ejército de tipo burgués (como pretendía ser el ejército republicano) en un ejército con ideología de clase, en la que los comisarios, implantados poco a poco, desarrollaron una labor semejante al Ejército Rojo Soviético en
El 19 de noviembre Buenaventura Durruti fue mortalmente herido junto a la cárcel Modelo, a dos pasos de donde hoy está
Hoy es difícil llegar a la juventud y traer este cuadro fresco de libertad y determinación. La contribución de las Brigadas Internacionales a la conciencia de todos los trabajadores, la importancia del internacionalismo, no solamente en los escritos sino en la práctica, en la lucha contra las prácticas excluyentes dentro del proletariado, ejemplifican con su labor de hermanamiento, que rompa de una vez las fronteras, y solamente se busque la identidad la lucha conjunta del proletariado.
Pero en España, además, el Partido Comunista es un ejemplo de entrega y disciplina en la lucha contra el fascismo. Gracias a esta cualidad, las diferentes culturas, nacionalidades, idiomas, etc., no son obstáculos para que los internacionales fraternicen con sus compañeros de armas. Combaten todos juntos, hombro con hombro contra el fascismo, dejando a un lado sus simpatías políticas, sabiendo que la unidad contra el enemigo es lo más importante. Publican periódicos, dan charlas a los campesinos, crean colectividades de ayuda a su entorno, se preocupan por los problemas de los obreros, etc. Este glorioso episodio, vivo, de la solidaridad internacional que prevalece entre los comunistas, entre los revolucionarios que entregaron su vida por la causa de España, es y será un hito en el camino de toda la humanidad, por su emancipación de la explotación del hombre por el hombre.
El Pacto de Munich tiene una clara significación; una alianza de Francia, Inglaterra, Italia y Alemania contra
Hoy cuando en las retinas de nuestros ojos contemplamos la despedida de los queridos internacionalistas desfilando por las calles de Barcelona rumbo a la frontera, cuando vemos las lágrimas de despedida de Juan Modesto (coronel de los ejércitos donde estaban encuadrados), nos queda un sentimiento de pertenencia a un mundo distinto al actual. Donde la libertad, la solidaridad, aunque no tengan recompensa, compensa; donde las ideas comunistas y de liberación aunque no tengan defensores, defiende la vida y la creación.
Por su recuerdo, otros comprometidos escritores dejaron su huella y su corazón con ellos:
"Fué la experiencia más importante de mi vida, y ha seguido siéndolo siempre, y jamás me he arrepentido de ello ni por un instante"
(Alvah Bessie veterano del Batallón Abraham Lincoln, en "La guerra apasionada de Peter Wyden")
“Venís desde muy lejos...Mas esta lejanía,/ ¿Qué es para vuestra sangre, que canta sin fronteras?/ La necesaria muerte os nombra cada día,/ no importa en qué ciudades, campos o carreteras./ De este país, del otro, del grande, del pequeño, del que apenas si/ al mapa da un color desvaído/ con las mismas raíces que tiene un mismo sueño/ sencillamente anónimos y hablando habéis venido./ No conocéis siquiera el color de los muros/ que vuestro infranqueable compromiso amuralla./ La tierra que os entierra la defendéis, seguros, / a tiros con la muerte vestida de batalla./ Quedad, que así lo quieren los árboles, los llanos,/ las mínimas partículas de la luz que se reanima/ un solo sentimiento que al mar sacude. /!Hermanos!/ Madrid con vuestro nombre se agranda y se ilumina.”
(Rafael Alberti)
"Fue en España donde los hombres aprendieron que es posible tener razón y, aún así, sufrir la derrota; que la fuerza puede vencer al espíritu, y que hay momentos en que el coraje no tiene recompensa.
Esto es, sin duda, lo que explica por qué tantos hombres en el mundo consideran el drama español como una tragedia personal"
Albert Camus
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