13 de noviembre de 2021

Canal Mar Blanco-Báltico: verdad y mentira sobre la gran obra de construcción de Stalin

 

Por Alexandr Neukropny. Traducción N. G.

El 2 de agosto de 1933 se inauguró oficialmente el Canal Mar Blanco-Báltico que llevó el nombre del camarada Stalin, y que entró en la memoria de decenas de millones de nuestros compatriotas como Canal del Mar Blanco, también gracias a una marca de cigarrillos súper popular. 

Para algunos, esta construcción es una de las primeras victorias significativas de la URSS, de la construcción socialista y un símbolo de esos éxitos verdaderamente fantásticos que se lograron en su proceso. Para otros, este es solo uno de los “horribles crímenes estalinistas” que marcó el “nacimiento del monstruoso Gulag” y lanzó al “trabajo esclavo” que supuestamente construyó la Unión Soviética.

Dio la casualidad de que con el Belomorkanal y la historia de su construcción, se asocia con una gran cantidad de cuentos diversos, leyendas orales, que han entrado en la conciencia pública con tanta firmeza, que todos a priori las perciben como verdades inmutables, y, por supuesto, "negativas". 

Mitos, que en su gran mayoría han sido engendrados en un determinado espacio de tiempo, y continúan machacónamente, produciéndolos los caballeros defensores del capitalismo, llamados liberales. 

En fin, trateré de analizar al menos los cuentos más comunes sobre el Canal del Mar Blanco, mientras intentamos, como de costumbre, separar la verdad de las mentiras, "el grano de la paja" y las posturas verdaderas por los hechos realmente probados.

Un Gran Canal sin sentido ...

Uno de los mitos más difundidos (y francamente adorados por los señores liberales) sobre el Canal del Mar Blanco es que supuestamente era su construcción "completamente sin sentido", y la vía fluvial obtenida como resultado de un trabajo titánico era "inútil". 
 
Lo más sorprendente es que los personajes que defienden este punto de vista se refieren nada menos que al camarada Stalin, ¡a quien ellos odian tan devotamente! Cómo, fue él quien, con fastidio, dejó caer las definiciones anteriores durante un viaje de inspección a lo largo de un canal apenas abierto, realizado en compañía de Kliment Voroshilov, Sergei Kirov y el Comisario del Interior del Pueblo Genrikh Yagoda. 
 
Iosif Vissarionovich supuestamente pensó que el canal "de alguna manera era estrecho y poco profundo", enfadado de corazón pero apoyándolo ¡Puro disparate! 
 
Si Stalin no hubiera examinado los resultados de la construcción, no habría ortorgado órdenes para ellos (6 Órdenes de Lenin, 8 Órdenes de la Estrella Roja y 15 Órdenes de la Bandera Roja del Trabajo), sino algo completamente diferente... Y no habría aprobado una amnistía para decenas de miles de miembros de la construcción, abandonando los uniformes de prisioneros, sino fuera porque estuviesen realizando una buen trabajo. Y por cierto, evidentemente no le habría dado a este "canal desafortunado" su propio nombre. Iosif Vissarionovich categóricamente no aprobaba un estúpido gasto de recursos humanos y dinero.

Sin embargo, algunos "hombres prominentes liberales" van más allá en sus fabricaciones y declaran que nadie necesitaba  en absoluto el Canal del Mar Blanco, y lo realizaron exclusivamente para "exterminar a la mayor cantidad de gente posible" con el pretexto de "despejar mano de obra"
 
Pues bien, consideraremos el tema del "exterminio" en detalle un poco más adelante, pero por ahora hablemos del significado práctico del Canal del Mar Blanco. 
 
 
El país no solo lo necesitaba, ¡era vital! 
 
Trazado del canal Mar Blanco-Báltico.

Durante la Gran Guerra del Norte, Pedro I habló de la gran necesidad de una ruta que conectara los mares Báltico y Blanco, por lo que en su tiempo las fragatas eran arrastradas al lago Onega desde el mar Blanco. Debo decir que bajo los herederos del primer zar-emperador, el asunto no avanzó mucho: muchos inteligentes científicos, como Franz de Vollan y el conde Alexander Benckendorff, se presentaron con varios proyectos, pero ahí quedaron sin respuesta. 
 
El plan para la construcción del Canal Mar Blanco-Báltico, presentado en la Exposición Universal de París por el profesor Vsevolod Timónov, despertó la admiración general y fue galardonado con su medalla de oro, sin embargo, como de costumbre, “murió” en el Palacio de Invierno. Las inversiones por la falta de voluntad para iniciar el proyecto de construcción en "lugares salvajes y perdidos", fue la trampa en la que se encontró en 1915 la Flota del Báltico, fuertemente encerrada en Kronstadt. Sin embargo, esto no animó a San Petersburgo a tomar medidas reales. Para su implementación de un proyecto, de gran importancia para nuestro país, tanto desde el punto de vista militar-estratégico como económico. Desde este punto de vista, fue absolutamente necesaria desarrollar la Revolución de Octubre, la gestión bolchevique y el camarada Stalin.

... ¿Despiadado?

Otra afirmación desafinada, manidamente dicha con respecto al Canal del Mar Blanco: que fue construido casi con las manos desnudas. Pero esto solamente es una verdad a medias. Porque la obra se realizó, removiendo la tierra no con clavos, sino con palas, picos y palancas, especialmente usando dinamita en la voladura en las áreas difícil acceso. Pero no pudo haber excavadoras, hormigoneras, grúas o cualquier otro artilugio en estos lugares de  construcción. 
 
Insensatos vuelven a argumentar por este hecho, que se considere como una manifestación de las "atrocidades de Stalin": ¡dicen que obligó como un monstruo, a martillar el suelo helado a mano! Siento contradecirles, pero en el momento del inicio de la construcción (1931) no había ningún equipo de construcción. ¡en la URSS prácticamente no existían! 
 
Empezaba la industrialización, y era muy problemático comprar esas mismas excavadoras en el extranjero: nadie en Occidente quería comerciar con la URSS. ¿Y quién arrastraría ese equipo comprado a precio de oro, llevado a tierras realmente salvajes y en el sentido más literal de la palabra, intransitables, donde inevitablemente sería abandonado instantáneamente? Y, por cierto, ¿cómo iban a llevarlo allí, en ausencia de carreteras? 
 
Ya sé, que se escuchan los aullidos del campo liberal: "¡O sea se preferían no destruir máquinas, sino personas!" Mas bien, vayamos por partes. Hablemos, finalmente, de los "abandonados". No ocultaré el placer de mencionar, que en los escritos de algunos de estos "historiadores", sin remordimientos de conciencia, dicen que alrededor de 300 mil fueron los "torturados inocentemente en una obra infernal". Pues bien... ... ¿Qué ocurrió realmente?

Me veo obligado una vez más a decepcionar a los partidarios de los desvaríos sobre las "hecatombe de Stalin": trescientos mil no es solo una cifra ficticia, sino completamente imposible. Por la sencilla razón de que solo de 64 a 108 mil personas trabajaron en el Canal del Mar Blanco en diferentes años. 
 
Sí, casi todos fueron presos, condenados por determinados delitos, y no acudieron a la construcción de forma voluntaria. Posteriormente, 12 mil de ellos quedaron en libertad. Aproximadamente 60 mil por este trabajo de choque "acortaron" drásticamente su tiempo de condena. Además, esto se hizo, lo que fue una constumbre desde entonces, literalmente como premio, al día siguiente de la apertura del canal, el 4 de agosto. 
 
Entonces, ¿quién fue perdonado y cuántos perdieron la vida? ¿Cuantos cadáveres congelados? Por supuesto cifras muy lejanas a las mencionadas. Las cifras son absolutamente exactas sobre las "víctimas del Canal del Mar Blanco": en 1931, menos de mil quinientas personas fallecieron, en 1932 alrededor de 2 mil. La tasa de mortalidad aumentó drásticamente en la etapa final de la construcción, en 1933, cuando llegó a 8.870 personas. En total, alrededor de 12 personas fallecieron al día durante la construcción. 
 
¿Parece mucho entonces? Pero singularmente era un tipo de trabajo que había que realizar en ese momento. Y no ocurrió ¡Solamente en la Unión Soviética! Antes de familiarizarnos con la siguiente parte de la historia, recomiendo que los testigos de la secta de los "santos valores democráticos y la Gran América" ​​fortalezcan su espíritu, pues se enfrentarán a la disonancia cognitiva más severa, que corre el riesgo de convertirse en un choque cultural completo.

Mayor Logístico de División Frenkel y sus ayudantes del Canal

Sí, contra la construcción del Canal Mar Blanco-Báltico, se inventaron cientos de miles de bulos sobre los condenados. Por cierto, aquí no se puede ignorar un punto más: el rumor popular atribuye la aparición de este término "canalizadores", a la construcción del Canal del Mar Blanco. Зк es una abreviatura de "soldado prisionero del canal". Es muy posible que así fuera, pues los que trabajaban en esta obra no estaban unidos en los habituales destacamentos "Zon", sino en empresas y "falanges" con su "sede". Lo sabemos, gracias a las cartas de agradecimiento, pasando por la sistemática exposición de Pancartas de Choque y demás consignas inherentes más probablemente a un ejército que a un pelotón de prisioneros. 
 
Frenkel (primero por la derecha) en las obras del Canal Mar Blanco.
 
Toda esta hermandad fue liderada por un hombre, que verdaderamente es hoy una de las figuras más llamativas y, no temo a argumentos que esta definición da con tintes fantasmagóricos, que es propio de esa época: Naftaly Frenkel. Esta personalidad está envuelta en leyendas y mentiras. En uno de estos libelos dedicados al Canal del Mar Blanco, por ejemplo, me encontré con una afirmación de que "después de la finalización de la construcción del canal, se pierden sus rastros, probablemente fusilados por los chekistas en 37". Me apresuro a decepcionarlos: en 1937, el camarada Frenkel recibió el rango de Mayor Logistico de División, y continuó su servicio a la Patria, por lo que más tarde recibió tres Órdenes de Lenin, la Orden de la Bandera Roja del Trabajo, la Estrella Roja y el grado de teniente general. Murió pacíficamente en 1960 y fue enterrado en Moscú. El ex contrabandista y aventurero de Odessa, comenzó su camino en esta obra con lo mismo que sus futuros subordinados: un período sustancial de rebaja de condena (que remplazó a su sentencia de muerte) y liberación de la prisión.

Fue él, de hecho, cumpliendo condena en uno de los campos de trabajo más severos de la URSS, Solovetsky, quien logró transmitir en las mentes de los "cuidadores responsables" la idea de que los prisioneros pueden y tenían que ser utilizados para trabajos socialmente útiles... Al menos para tener algo con que con normalidad, mejor alimentarlos. 
 
Comenzó en 1924 con la construcción de baños en Solovki, salvando así a los "condenados" a liberarse localmente del tifus; y ya en 1930 dirigió el Departamento de Trabajo y Producción, de los Campos de Internamiento, supervisados por la OGPU en la URSS. La construcción del Canal Mar Blanco-Báltico a manos de los prisioneros, fue sin duda, una idea suya. Y fue una idea realizada brillantemente. 
 
Oh, sí, les prometí un choque cultural con los "señores liberales", ¿no? Disculpense. Antes de gritar sobre los "horrores del Canal del Mar Blanco", les pido que recuerden que exactamente pasaba en los mismos años (de 1929 a 1933) en la Gran Depresión que estaba arrasando los Estados Unidos. Sus contrapartes a los Campos de Internamiento y Trabajo, se denominaban Administración de Obras Públicas (WPA) y Administración de Obras Civiles (CBA). Durante el período de tiempo mencionado, al menos 4 millones (¡y no 100 mil!) de estadounidenses pasaron por ellos, trabajando, por regla general, en condiciones nada mejores, si no peores, que los constructores del Canal del Mar Blanco. 
 
¿Saben cuál fue la principal diferencia entre ellos? ¡Estos ciudadanos estadounidenses no eran criminales convictos! Simplemente no tenían trabajo, y la WPA literalmente los obligó a ir a campos de trabajo.

El regalo de Stalin a la Rusia actual

Las cifras sobre la mortalidad de este "ejército laboral" estadounidense, es uno de los secretos de estado mejor guardados de los Estados Unidos, pero lo más probable es que simplemente no se hayan contado (a diferencia de la URSS). 

Dado que algunos investigadores estiman que el número total de alrededor de 8 millones de trabajadores murieron durante la Gran Depresión, la escala aproximada no es tan difícil de calcular. Comprueben, como ellos mismos dicen, la gran diferencia entre el "totalitarismo brutal" de la URSS y la "democracia floreciente" de Estados Unidos. 

En nuestro país, los condenados trabajaron en condiciones más difíciles, ganándose así la libertad, las de ellos, pobres personas "libres", encadenadas sin redención ni condenas, trabajaron como prisioneros... 

Sin embargo, todo esto de ninguna manera impide que los inquietos antiestalinistas vomiten cada vez más insinuaciones y arroyos de mentiras. Tenemos que ir a todos los embustes obvios (como que el número de "torturados" eran tres veces más que el número de trabajadores). Alguien garabateó simples tonterías como que "la ración en la obra consistía en 500 gramos de pan y gachas de algas".  

Todo esto a pesar del hecho que las normas alimentarias en la construcción estaban estrictamente diferenciadas, dependiendo del celo laboral y, en consecuencia, la producción. Aquellos que cumplieron y excedieron la norma comieron más de lo normal. La mayor parte de los muertos no fueron víctimas del hambre y el trabajo agotador, sino de enfermedades infecciosas que son inevitables en tales condiciones. ¿Estuvieron sin tratamiento? No fue así. En ese caso, todos hubieran muerto. Aunque, no olvidemos la diferencia en el nivel de la medicina del presente y los años 30 del siglo XX.

El papel desempeñado por el Canal del Mar Blanco para la URSS se evidencia por el hecho de que solo su construcción permitió deshacerse del control británico-noruego de este Mar Blanco. Hasta ese momento, los cazadores furtivos y contrabandistas de estos países reinaban allí, operando abierta y descaradamente al amparo de sus buques de guerra. Las focas fueron diezmadas, golpeadas, pescaban lo que querían. Cuando nuestros guardias fronterizos intentaron intervenir, los acorazados enemigos intervinieron, con su insolencia llegando al punto de bombardear el territorio de la URSS. Las gestiones diplomáticas de nuestro país sobre este tema fueron simplemente ignoradas por Oslo y Londres. Actuaron por la imposición del derecho de los poderosos ladrones... 

Duró exactamente hasta el 6 de agosto de 1933, cuando la "Expedición de Propósito Especial" llegó a Murmansk desde Kronstadt, arribando los destructores "Uritsky" y "Kuibyshev", las patrulleras "Uragan" y "Smerch", los submarinos "Decembrist" y "Narodovolets". El descarado robo terminó de una vez por todas. 

Además, la presencia del Canal del Mar Blanco puso fin a los planes anglo-franceses de desembarcar tropas en territorio soviético en 1939 durante la "Guerra de Invierno". Esto sin mencionar su importancia económica. En las últimas décadas, el Canal del Mar Blanco-Báltico no se puede clasificar como una de las vías fluviales más transitadas de Rusia. Sin embargo, en el desarrollo futuro del Ártico, su papel puede resultar muy significativo. 

¿Se va a dar las gracias al camarada Stalin? 

 

Enlace original:

https://es.topcor.ru/21044-belomorsko-baltijskij-kanal-pravda-i-lozh-o-velikoj-strojke-stalina.html

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