Por Russia Today Noticias.
Partes interesadas tratan de menospreciar el rol de las fuerzas soviéticas en la liberación de Europa de la Alemania nazi y hasta tergiversan los hechos históricos. No obstante, las evidencias documentales de aquella época hablan por sí mismas.
El
17 de enero de 1945, en el quinto día de la ofensiva del Ejército Rojo
en el Vístula-Óder, Varsovia, la capital polaca, fue liberada por las
fuerzas del 1er Frente Bielorruso y el 1er Ejército del Ejército Polaco.
La ciudad había estado ocupada por la Alemania nazi desde el 28 de
septiembre de 1939.
Para el 75º aniversario de la liberación de Varsovia de los nazis, el Ministerio de Defensa de Rusia presentó en su sitio web una nueva sección histórica, basada en documentos únicos y desclasificados que "contienen información sobre el Levantamiento de Varsovia, la liberación de la capital de Polonia por el Ejército Rojo, las atrocidades perpetradas por los invasores nazis en el suelo polaco y la ayuda que los vencedores brindaron desinteresadamente a las personas liberadas".
La desclasificación de estos archivos tiene como objetivo proteger la verdad histórica, contrarrestar las falsificaciones de los hechos y los intentos de reescribir los resultados de la Gran Guerra Patria y la Segunda Guerra Mundial, han indicado desde el Ministerio.
Desde el colapso de la Unión Soviética, muchos políticos de toda Europa del Este han impulsado la idea de que la URSS y la Alemania nazi fueron igualmente responsables de instigar la Segunda Guerra Mundial. De igual manera, han pretendido que los soldados del Ejército Rojo no liberaron Polonia de los ocupantes nazis, sino que lideraron una ocupación propia, algo que se vio reflejado hasta en los libros de historia de esa nación y provocó la divulgación de mitos, que ahora se refutan en los documentos recientemente desclasificados.
En el 2019, el presidente Andrzej Duda honró a los miembros sobrevivientes del AK como modelos a seguir y los calificó de "precioso tesoro de la historia". Sin embargo, los documentos desclasificados del Ejército Rojo revelan que la imagen de la que disfrutan actualmente los combatientes del AK ha sido 'blanqueada'.
En muchos casos, después del final de la guerra, las unidades del AKse comportaron de manera menos admirable, deambulando como bandas criminales armadas, secuestrando y matando a agentes de la Policía polaca y "aterrorizando" a la gente común que se atrevió a ayudar a los soviéticos.
En noviembre de 1945, agentes del AK atacaron una estación de policía en la ciudad de Kepno, matando a todos los que estaban dentro, incluida la esposa y los dos hijos de un oficial. En el mismo mes, asesinaron a un miembro del Partido de los Trabajadores polacos, pro soviético, en su departamento en la ciudad de Pulawy, frente a su esposa, e hirieron a su hijo.
Los combatientes del AK también emprendieron una campaña de intimidación contra los polacos que cooperaran con las fuerzas soviéticas. Les advertían: "Lleva a tus hijos y prepárate para morir".
Esta opinión es común en los medios de comunicación polacos. Un artículo publicado en su principal periódico, Rzeczpospolita, el año pasado, argumentó que la URSS se negó a ayudar a los rebeldes porque vio la revuelta como "una oportunidad única para destruir la élite de mentalidad independentista de la nación polaca, bajo manos alemanas".
En realidad, cuando el levantamiento polaco contra los nazis estaba en su apogeo, el Ejército Rojo liberó el distrito Praga, de Varsovia, en la orilla izquierda del río Vístula, pero sus tropas carecían de medios suficientes para avanzar y atacar la ciudad en pleno, dicen los documentos desclasificados.
A pesar de la gran escasez de combustible de aviación, los soviéticos lograron suministrar a los rebeldes polacos alimentos, armas y municiones. El Ejército Rojo también bombardeó ciertas partes de la ciudad a pedido de los rebeldes.
Los documentos indican igualmente que el levantamiento fue mal concebido desde el principio: se describe cómo los rebeldes, armados solo con pistolas y granadas, no lograron capturar puestos estratégicos cruciales y destruir los ferrocarriles, que los nazis estaban utilizando para transportar fuerzas alrededor de la ciudad. Además, las improvisadas barricadas callejeras de los rebeldes no pudieron competir con los tanques y la artillería nazi.
Al respecto, los documentos desclasificados del Ejército Rojo dicen que en algunas áreas, los polacos simpatizaban más con los insurgentes del AK. Sin embargo, en Varsovia, la gran mayoría de los lugareños fueron "amigables y acogedores" con los soldados del Ejército Rojo, agradeciéndoles la liberación del país frente a los nazis.
"Los alemanes querían matarnos, pero los soviéticos nos salvaron, y ahora estamos en casa de nuevo", citan los papeles a un lugareño que, junto con otros 50 polacos, fue rescatado por las tropas soviéticas cerca de la ciudad de Rzeszow: estaban a punto de ser transportados a Alemania para trabajo esclavo.
Al mismo tiempo, los documentos hablan de la calidez y la alegría con la que los polacos recibían a los soldados del Ejército Rojo en los territorios liberados. "Los lugareños reciben al Ejército Rojo y al Ejército Polaco con entusiasmo, están horas en las calles y plazas, dando una cálida bienvenida a las tropas que pasan".
En realidad, tras liberar a la Polonia devastada por los nazis, las fuerzas soviéticas se esforzaron en distribuir alimentos y acabar con el hambre en la población local.
Uno de los documentos desclasificados informa cómo el Ejército Rojo, entre 1944 y 1945, proporcionó a los polacos 316.000 toneladas de papas y vegetales, así como más de 138.000 toneladas de diferentes granos.
Los lugareños también recibieron decenas de diferentes herramientas y productos: desde ganado, arados, tractores y cosechadoras hasta colchones y máquinas de coser. La Unión Soviética proporcionó un apoyo enorme para restaurar la economía de Polonia después de liberarla de la Alemania nazi.
Además, los médicos de campo del Primer Frente Bielorruso trataron a decenas de miles de lugareños en hospitales del Ejército, mientras que las tropas ferroviarias de esa unidad reconstruyeron muchos caminos férreos, carreteras y puentes que fueron demolidos durante la guerra.
Para el 75º aniversario de la liberación de Varsovia de los nazis, el Ministerio de Defensa de Rusia presentó en su sitio web una nueva sección histórica, basada en documentos únicos y desclasificados que "contienen información sobre el Levantamiento de Varsovia, la liberación de la capital de Polonia por el Ejército Rojo, las atrocidades perpetradas por los invasores nazis en el suelo polaco y la ayuda que los vencedores brindaron desinteresadamente a las personas liberadas".
La desclasificación de estos archivos tiene como objetivo proteger la verdad histórica, contrarrestar las falsificaciones de los hechos y los intentos de reescribir los resultados de la Gran Guerra Patria y la Segunda Guerra Mundial, han indicado desde el Ministerio.
En Varsovia no lo celebran
Mientras que Moscú planea celebrar la liberación de Varsovia de los nazis con fuegos artificiales, la noche de este 17 de enero, las autoridades polacas no tienen planes de festejo alguno. Y no es la primera vez que Polonia ignora la liberación de su capital.Desde el colapso de la Unión Soviética, muchos políticos de toda Europa del Este han impulsado la idea de que la URSS y la Alemania nazi fueron igualmente responsables de instigar la Segunda Guerra Mundial. De igual manera, han pretendido que los soldados del Ejército Rojo no liberaron Polonia de los ocupantes nazis, sino que lideraron una ocupación propia, algo que se vio reflejado hasta en los libros de historia de esa nación y provocó la divulgación de mitos, que ahora se refutan en los documentos recientemente desclasificados.
Mito 1: "Los combatientes del Ejército local fueron los verdaderos héroes"
Con Polonia bajo la ocupación nazi, el Ejército del Interior (Armia Krajowa o AK), que apoyó al gobierno en el exilio con sede en Londres, se convirtió en un movimiento de resistencia dominante. Décadas después, los combatientes del AK fueron aclamados por muchos en la Polonia moderna como los verdaderos héroes y patriotas de la historia, mientras que los polacos que ayudaron a las fuerzas soviéticas a menudo son demonizados como traidores.En el 2019, el presidente Andrzej Duda honró a los miembros sobrevivientes del AK como modelos a seguir y los calificó de "precioso tesoro de la historia". Sin embargo, los documentos desclasificados del Ejército Rojo revelan que la imagen de la que disfrutan actualmente los combatientes del AK ha sido 'blanqueada'.
En muchos casos, después del final de la guerra, las unidades del AKse comportaron de manera menos admirable, deambulando como bandas criminales armadas, secuestrando y matando a agentes de la Policía polaca y "aterrorizando" a la gente común que se atrevió a ayudar a los soviéticos.
En noviembre de 1945, agentes del AK atacaron una estación de policía en la ciudad de Kepno, matando a todos los que estaban dentro, incluida la esposa y los dos hijos de un oficial. En el mismo mes, asesinaron a un miembro del Partido de los Trabajadores polacos, pro soviético, en su departamento en la ciudad de Pulawy, frente a su esposa, e hirieron a su hijo.
Los combatientes del AK también emprendieron una campaña de intimidación contra los polacos que cooperaran con las fuerzas soviéticas. Les advertían: "Lleva a tus hijos y prepárate para morir".
Mito 2: "El Ejército Rojo aplastó el levantamiento de 1944"
Ansiosa por borrar cualquier recuerdo positivo de la liberación soviética de Varsovia, Polonia optó por centrarse en una rebelión heroica pero fallida que tuvo lugar en las calles de esa ciudad en el otoño de 1944. El año pasado, Duda acusó al Ejército Rojo de adoptar una actitud "pasiva" durante la sublevación, supuestamente para permitir a los nazis aniquilar a los polacos que luego podrían levantarse contra los soviéticos.Esta opinión es común en los medios de comunicación polacos. Un artículo publicado en su principal periódico, Rzeczpospolita, el año pasado, argumentó que la URSS se negó a ayudar a los rebeldes porque vio la revuelta como "una oportunidad única para destruir la élite de mentalidad independentista de la nación polaca, bajo manos alemanas".
En realidad, cuando el levantamiento polaco contra los nazis estaba en su apogeo, el Ejército Rojo liberó el distrito Praga, de Varsovia, en la orilla izquierda del río Vístula, pero sus tropas carecían de medios suficientes para avanzar y atacar la ciudad en pleno, dicen los documentos desclasificados.
A pesar de la gran escasez de combustible de aviación, los soviéticos lograron suministrar a los rebeldes polacos alimentos, armas y municiones. El Ejército Rojo también bombardeó ciertas partes de la ciudad a pedido de los rebeldes.
Los documentos indican igualmente que el levantamiento fue mal concebido desde el principio: se describe cómo los rebeldes, armados solo con pistolas y granadas, no lograron capturar puestos estratégicos cruciales y destruir los ferrocarriles, que los nazis estaban utilizando para transportar fuerzas alrededor de la ciudad. Además, las improvisadas barricadas callejeras de los rebeldes no pudieron competir con los tanques y la artillería nazi.
Mito 3: "Todos los polacos vieron al Ejército Rojo como malvados ocupantes"
El Instituto de la Memoria Nacional (IPN, por sus siglas en polaco), afiliado al gobierno polaco, y el Ministerio de Relaciones exteriores de Polonia, presentan a los soldados del Ejército Rojo no como liberadores del nazismo, sino simplemente como "ocupantes totalitarios", que habrían tenido poca diferencia con las tropas de Hitler y a los que odiaba el pueblo polaco.Al respecto, los documentos desclasificados del Ejército Rojo dicen que en algunas áreas, los polacos simpatizaban más con los insurgentes del AK. Sin embargo, en Varsovia, la gran mayoría de los lugareños fueron "amigables y acogedores" con los soldados del Ejército Rojo, agradeciéndoles la liberación del país frente a los nazis.
"Los alemanes querían matarnos, pero los soviéticos nos salvaron, y ahora estamos en casa de nuevo", citan los papeles a un lugareño que, junto con otros 50 polacos, fue rescatado por las tropas soviéticas cerca de la ciudad de Rzeszow: estaban a punto de ser transportados a Alemania para trabajo esclavo.
Al mismo tiempo, los documentos hablan de la calidez y la alegría con la que los polacos recibían a los soldados del Ejército Rojo en los territorios liberados. "Los lugareños reciben al Ejército Rojo y al Ejército Polaco con entusiasmo, están horas en las calles y plazas, dando una cálida bienvenida a las tropas que pasan".
Mito 4: "Los soviéticos saquearon Polonia después de la guerra"
Según el IPN, las tropas soviéticas no llevaron a Polonia otra cosa que destrucción, ya que "la sociedad polaca permaneció esclavizada bajo el dominio soviético y bajo el régimen comunista de Moscú durante las siguientes décadas".En realidad, tras liberar a la Polonia devastada por los nazis, las fuerzas soviéticas se esforzaron en distribuir alimentos y acabar con el hambre en la población local.
Uno de los documentos desclasificados informa cómo el Ejército Rojo, entre 1944 y 1945, proporcionó a los polacos 316.000 toneladas de papas y vegetales, así como más de 138.000 toneladas de diferentes granos.
Los lugareños también recibieron decenas de diferentes herramientas y productos: desde ganado, arados, tractores y cosechadoras hasta colchones y máquinas de coser. La Unión Soviética proporcionó un apoyo enorme para restaurar la economía de Polonia después de liberarla de la Alemania nazi.
Además, los médicos de campo del Primer Frente Bielorruso trataron a decenas de miles de lugareños en hospitales del Ejército, mientras que las tropas ferroviarias de esa unidad reconstruyeron muchos caminos férreos, carreteras y puentes que fueron demolidos durante la guerra.
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