No, no nos basta, que hayan cambiado tantas cosas que algunxs no ven. Y
tantos paisajes. Referentes. Palabras. Conceptos. Valores. Miradas.
Cuerpos erguidos de esperanza, de recién adquirida fé en sí mismas.
Porque queremos que cambien más cosas. Que se adecúen cada vez más
los referentes, las palabras y los actos, a los valores profesados,
proclamados.
No nos basta que se hayan hecho mas de 850.000 viviendas, que un
millón hayan sido refaccionadas. Que se hayan multiplicado los parques
infantiles, las bases de misiones con sus mercados, espacios
socioproductivos, huertos… Que en el 23 de enero se críen cachamas y se
multipliquen las canchas deportivas, que haya bloqueras comunales en
Bolívar, panaderías comunales en Miranda, empresas comunales avícolas en
Apure, Barinas, Bolívar, Carabobo, Cojedes, Cumana, Distrito Capital,
Portuguesa, Sucre.. (No quiero aburrir…)
No basta, porque queremos que cada venezolano y cada venezolana,
tenga techo digno, y vecindario seguro, y parques infantiles, y tiendas
solidarias, y economía social y centros socioproductivos. Empleo y
autoempleo, y huertos familiares. Y comunales.
Y porque queremos salud y alternativas de recreación, y superación
para jóvenes, no nos basta con que el deporte venezolano brille en
el mundo, con que se hayan rehabilitado o construído 17.000 canchas,
construido 65 canchas de dos niveles, 150 polideportivos… No nos basta,
porque todavía hay jóvenes adictos, porque todavía hay comunidades sin
cancha. Todavía hay muchos en peligro inminente.
No nos basta que lo aparentemente intangible, la comunicación y el
mundo audiovisual, se hayan democratizado, con revistas, periódicos,
emisoras, televisoras comunitarias y películas de cines, de plazas y de
canchas deportivas pululando por todo el territorio nacional, y que
contemos con el mayor numero de películas por año de nuestra historia,
aún contabilizando el boom de los 70..
No nos bastan los aumentos de matricula en la educación, que de
400.000 universitarixs en 1999, hayamos llegados a una matrícula de
2.600.000. Que seamos segundos en América Latina después de Cuba, y
quintos a nivel mundial en matricula universitaria.
Que la tasa de escolaridad primaria se ubicara en el 2013 en 96%. Que
Venezuela sea “Territorio Libre de Analfabetismo”. Porque queremos mas.
No nos basta que seamos el país menos desigual en América Latina, por
el mejoramiento de la distribución de los ingresos en beneficio de los
sectores más pobres. Porque no queremos que exista la pobreza.
No nos basta que Venezuela sea el país con la mayor reducción de
pobreza hasta 2012 (Cepal 2013). Que ésta se haya reducido de un 29% en
1998 a un 20% en 2013; que el porcentaje de hogares en pobreza extrema
haya disminuido del 11% (1998) al 6% (2013).
No basta, porque hace al menos 2 años que empujan el freno y
retroceso sobre estas cifras, y tenemos que volver a recorrer caminos
transitados. Y porque nuestra utopía necesita rebajar los porcentajes a
cero..
No basta nada. Porque no nos basta con todo lo hecho sino que soñamos
con lo que está por hacer. Porque falta mucho. Porque hay sombras en la
luz. Porque debemos luchar contra nuestras sombras, y demostrar que
podemos. Demostrar que se puede. Porque es necesario para el mundo.
Porque interrumpir el proceso para volver a lo que otros pueblos
están tratando de superar, es inadmisible para nosotrxs, para estos
pueblos y para la humanidad, porque el modelo que intentamos derribar
está opuesto a la diversidad biológica, a la supervivencia de la vida en
el planeta, a la vida digna de las mayorías, a la convivencia pacífica
de la humanidad..
Porque un voto hoy, vale quizás mas que nunca, y lo queremos dedicar
a las colas y sus autores, que intentan someternos, a la corrupción y
su superación, a la desidia de funcionarios indolentes y su destitución,
a infiltrados, del color político del que pretendan ser, que
ejercen el poder para si mismos y no para el pueblo ni con él..
derrotables todxs por medio del desarrollo y ejercicio del poder
popular..
Porque un voto hoy, profundamente pensado y a pesar de, servirá de
puño para la crítica contundente que debemos blandir contra los
que estorben la construcción de un mundo nuevo. Como decimos siempre.
Como hacemos a veces.
Porque ese voto, lo queremos dedicar también a los pueblos invadidos,
asesinados y heridos en el mundo por los mismos que presionan contra
nosotras, a la lucha popular global que resiste en cada esquina del
planeta, por el pueblo palestino y saharahui, por los indios mapuches y
los oprimidos del mundo entero, por África, por afroamericanos asesinados en
Estados Unidos, por la esperanza, por los pueblos del mundo.
Y sería ingrato no dedicar la continuidad de este proceso a quien dio su vida por no cejar en el intento de construir la arquitectura básica de este proyecto. Que abrió las puertas del proceso y de sus reparaciones con las 3 erres que debemos tomar como prioridades al despertar del 7 de diciembre, ojalá, con una asamblea revolucionaria.
De ser así, Chávez sonreiría desde nuestra memoria.
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