Nació el 20 de julio de 1895 en Llimiana, población de la comarca del Pallars Jussà
(Lleida), lugar donde realizó sus estudios de primera enseñanza. Estudió
los tres primeros años del
bachillerato en un colegio de frailes de Tremp y el resto en un colegio
privado de Lleida llamado Liceu Escolar, en donde despertó su inquietud
política. Estudió la carrera de Medicina en la Universidad de Barcelona entre 1911 y 1916, y se doctoró en Madrid en 1919.
Tomó posicionamiento político al llegar
a Barcelona y se afilió sucesivamente a la Unió Catalanista, el Centre
Nacionalista Republicà y a Estat Català.
Bonifaci fue uno de los fundadores del Sindicat de Metges de
Catalunya y miembro del comité de redacción
de su boletín, del que llegó a ser
redactor jefe. Se especializó en
la Patología del Aparato Digestivo y en los años 30 era auxiliar del profesor Francesc
Gallart Monés, jefe del Servicio del Aparato Digestivo de
Hospital de la
Santa Creu i
Sant Pau.
Durante el verano, dejaba el hospital y ejercía como médico
del Balneario de Caldes de
Boí. Se encontraba allí cuando tuvo lugar la
sublevación militar de julio de 1936 y
tardó tres días en enterarse del
suceso. Se trasladó
a Barcelona y se reincorporó al
Hospital de Sant Pau, denominado entonces Hospital General de Catalunya. A principios de agosto de
1936, se afilió
al PSUC y a la UGT. En agosto de 1938 fue nombrado director general de
Asistencia Social del Gobierno
de la República por su correligionario Josep Moix,
a la sazón ministro de Trabajo y Asistencia Social del Gobierno republicano
Por esas fechas comenzó la relación con un paciente que
sería crucial en su vida. Se trataba de José Díaz, secretario general del PCE,
que padecía una úlcera gástrica que ya había sido operada en 1927 y le había
ocasionado importantes complicaciones. Una nueva intervención en París a
finales de 1937 no le produjo ningún beneficio, y su estado se
iba agravando paulatinamente. Bonifaci, que se había
convertido en su médico personal desde el verano de 1938, le acompañó a la
Unión Soviética en enero de 1939. Este viaje
también lo realizó en misión
oficial como director general de Asistencia
Sanitaria del Gobierno de la República para supervisar la
situación de los niños españoles evacuados a la URSS
En enero de 1939 tomaron el buque Smolny, que hacía la ruta
de Le Havre a Murmansk, puerto del
Mar Blanco. Ante la grave
situación clínica de José Díaz, la nave cambió
de rumbo a la altura de Dinamarca y se dirigió a Leningrado,
surcando el mar Báltico helado con la ayuda de dos rompehielos. Desde
allí fue trasladado inmediatamente
a Moscú en un tren especial. Quedó ingresado en el Hospital
del Kremlin y el 10 de febrero fue operado por un equipo que dirigía el doctor
Spazukikovski. A comienzos de marzo fue trasladado al
Sanatorio de Barvija con el fin de completar su convalecencia. Allí era cuidado
por excelentes especialistas soviéticos y por el propio Bonifaci, que fue su médico
personal hasta finales de 1940
El paciente mejoró de manera transitoria y a finales de 1940
se volvió a agravar su estado. En julio
de 1941 fue trasladado a la República de Georgia buscando
un clima más benigno, primero en Sochi y después en Tbilisi.
El 21de marzo de 1942, se
precipitó al vacío desde el cuarto piso del Hotel Tbilisi, falleciendo en el
acto. Se aceptó la hipótesis de que se había suicidado a causa de los enormes
sufrimientos que le provocaba la neoplasia gástrica de la que era portador. El
doctor Bonifaci, amparándose en
el secreto profesional, nunca
quiso hablar de la enfermedad de José Díaz ni de las causas de su muerte
Josep Bonifaci quería emigrar a México desde la URSS, pero
no se atrevió a hacerlo ante el estallido de la II Guerra Mundial y
los problemas que le
podrían surgir durante el viaje. Tomó un profesor de ruso y se incorporó en
1940 al Hospital del Kremlin de Moscú como médico especialista en
Patología Digestiva. Se encargaba de visitar a los dirigentes comunistas
extranjeros que hablaban lenguas romances. Así
conoció a muchas personalidades políticas y desde
entonces arranca su amistad con Dolores Ibárruri, de la que fue médico personal.
Desarrolló la mayor parte de su labor en el sanatorio de Barvija, que dependía del
citado hospital. Residía en esta población con su esposa Elvira Antonio Deunosajut, que
se reunió con
él en Moscú después de huir de un campo de
concentración para mujeres del sur de Francia.
Tras la invasión alemana de la Unión Soviética, fue evacuado
en octubre de 1941 con el
resto de miembros de la Clínica del
Kremlin a Kuibyshev, la actual Samara, ciudad en donde
se encontraban los miembros del Gobierno
soviético. En esta ciudad trabajó como especialista del aparato
digestivo para los miembros de la
Sección de Lenguas Latinas de la Kominterny también para
altos dirigentes y mandos de las Fuerzas Armadas Soviéticas.
Bonifaci se trasladó con su esposa a Francia en 1946 y
vivieron modestamente en París
hasta que se
mudaron a Toulouse, en
donde se incorporó
al Hospital Varsovia,que atendía a los españoles
exiliados y se hallaba bajo la influencia del PCE. El doctor Bonifaci era
considerado agente de la Kominformy en algunos medios le llamaban “el ojo de
Moscú”.
En julio de 1948 era
jefe de los Servicios Médicos del
hospital y se dedicaba a la medicina general y del aparato digestivo.
El PCE fue
ilegalizado por el Gobierno
Francés en septiembre de 1950, en el curso de la denominada operación “Boléro-Paprika”.
Bonifaci fue detenido con su esposa y los deportaron a Córcega hasta junio de
1951, para trasladarse posteriormente a Polonia, y poco más tarde, a
Checoslovaquia. Residió 12 años en este país, ejerciendo su actividad en la
Universidad, el Hospital y la Policlínica de Praga.
En los años cincuenta fue designado miembro del Comité
Central del PCE, en el que
presidía la Comisión de Educación Política, y también era
miembro del Comité Central y del Consejo
Ejecutivo del PSUC. En 1956
asistió al VIII Congreso de Partido Comunista Chino, en compañía de otros altos
dirigentes comunistas españoles, entre
ellos su colega el doctor Juan Planelles.
Se trasladó a
Rumania en 1963 por motivos de
salud y permaneció allí hasta
1967, año en que logró regresar a Francia. Desde este país realizó
gestiones para poder entrar en España,
lo que no consiguió hasta 1970 en calidad de
turista, y al año siguiente de manera
definitiva, residiendo entre Llimiana y Barcelona. Falleció en Barcelona
en 1989 y sus restos fueron trasladados a su pueblo natal.
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