Dentro de unos días, nos acordaremos de uno de los hechos más escandalosamente criminales del siglo XX, la invasión nazi de la Unión Soviética, ocurrida el 22 de Junio de 1941.
La URSS, vivía en paz, se fortalecía económicamente, teniendo la más alta tasa de crecimiento del mundo, el trabajo era una obra de realización colectiva, los trabajadores eran dueños, por primera vez en la historia, de la construcción de una sociedad libre de ataduras de esclavitud asalariada, pues creaban una sociedad nueva. Confiaban en sus responsables, en el Partido Comunista, tenían futuro y sentían que forjando así su esperanza no tenían dudas que llegarían al comunismo.
Pero durante décadas el imperialismo, había intentado de todas las formas acaban con la libertad de los trabajadores soviéticos. Aún más, era el más peligroso de los ejemplos, para la población mundial asalariada. Por ello, claudicaron ante la máquina militar de Hitler, haciéndole todo tipo de concesiones, para que atacase a la URSS.
Hoy debemos divulgar estas enseñanzas. Cuando volvemos los trabajadores a sentir la bota imperialista en nuestras carnes, el deterioro del planeta, la destrucción de nuestros derechos laborales, la imposición mediante la guerra de los beneficios de las multinacionales.
Decir NO. NO nos doblegaremos. NO pasarán. Quieren que la vida sea una existencia mercantil, sin mañana. Pero trabajar por el socialismo, es la antítesis, lo que no quieren que realicemos.
En estos días debemos reunirnos y sacar conclusiones. Divulgar los logros del socialismo, ver las películas que reflejan aquella época, como "La estrella del Norte", los libros de Sholojov, las canciones de la resistencia, reunirnos en los talleres, ir a las manifestaciones y convocatorias contra el sistema capitalista, formar células de estudio, y por encima de todo reconstruir nuestra herramienta de combate: EL PARTIDO COMUNISTA.
¡VIVA LA URSS! ¡ABAJO EL IMPERIALISMO!
¡CONSIGAMOS LA EMANCIPACIÓN DE LA CLASE OBRERA! ¡LUCHAMOS PARA VENCER!
El mejor testimonio es el discurso de Stalín, tras la invasión nazi:
¡Camaradas!, ¡Ciudadanos! ¡Hermanos y Hermanas! ¡Hombres de nuestro Ejército y nuestra Marina!. ¡Me dirijo a vosotros, mis amigos!
El pérfido ataque militar a nuestra tierra, iniciado el 22 de junio por la Alemania de Hitler, continua. A pesar de la heroica resistencia del Ejército Rojo, y aunque las más selectas divisiones enemigas y las mejores unidades de la fuerza aérea han sido hechas pedazos y han encontrado su muerte en el campo de batalla, el enemigo sigue avanzando, lanzando fuerzas de refresco al ataque.
Las tropas de Hitler han logrado capturar Lituania, una considerable parte de Letonia, el Oeste de la Rusia blanca y parte del Oeste de Ucrania. La fuerza aérea fascista está ampliando el ámbito de operaciones de sus bombardeos y está bombardeando Murmansk, Orsha, Mogilev, Smolensk, Kiev, Odessa y Sebastopol. Un grave peligro se cierne sobre nuestro país.
¿Cómo puede haber sucedido que nuestro glorioso Ejército Rojo haya rendido un número de nuestros ciudadanos y distritos a los Ejércitos fascistas? ¿Es realmente cierto que las tropas de la Alemania fascista son invencibles, como es pregonado sin cesar por los jactanciosos propagandistas fascistas? ¡Por supuesto que no!
La historia muestra que no hay ejércitos invencibles, y nunca han existido (...) Lo mismo debe ser dicho hoy del ejército fascista alemán de Hitler. Este ejército aún no se ha encontrado con una seria resistencia en el continente europeo. Sólo en nuestro territorio ha encontrado una resistencia seria, y si como resultado de esta resistencia las mejores divisiones del ejército fascista alemán de Hitler han sido derrotadas por nuestro Ejército Rojo, significa que este ejército, también puede ser machacado y será machacado como lo fueron los ejércitos de Napoleón y Guillermo.
No puede haber duda de que esta efímera ventaja militar para Alemania es sólo un episodio, mientras que la tremenda ventaja política de la URSS es un serio y permanente factor, que tienen el deber de formar las bases para el logro de los éxitos militares decisivos del Ejército Rojo en la guerra contra la Alemania fascista(...).
En caso de una retirada forzosa de las unidades del Ejército Rojo, todo el material rodante debe ser evacuado; al enemigo no debe dejársele ni una sola máquina, ni un solo vagón, ni una sola libra de grano o un galón de fuel. Las granjas colectivas deben ser trasladadas con sus ganados y entregar su grano a la custodia de las autoridades estatales para su transporte a la retaguardia (...) En las áreas ocupadas por el enemigo, unidades guerrilleras, montadas y a pie, deben formarse, los grupos deben organizarse para combatir a las tropas enemigas, fomentar la guerra de guerrillas por todas partes, volar puentes, carreteras (...). En las regiones ocupadas las condiciones deben ser insoportables para el enemigo y todos sus cómplices. (...)
Esta guerra con la Alemania fascista no puede ser considerada como una guerra ordinaria. No sólo es una guerra entre dos ejércitos, es también una gran guerra del pueblo soviético contra las fuerzas del fascismo alemán. El objetivo de esta guerra nacional de nuestro país contra los opresores fascistas, no es sólo la eliminación del peligro que pende sobre nuestro país, sino también ayudar a todos los pueblos europeos que sufren bajo el yugo del fascismo alemán.
En esta guerra de liberación no debemos estar solos. En esta guerra tendremos aliados leales en los pueblos de Europa y América, incluidos los alemanes que están esclavizados por los déspotas hitlerianos. Nuestra guerra por la libertad de nuestro país se mezclará con la de los pueblos de Europa y América por su independencia, por las libertades democráticas.
Será un frente unido de pueblos defendiendo la libertad y contra la esclavitud y las amenazas de esclavitud del ejército fascista de Hitler(...). Camaradas, nuestras fuerzas son innumerables. La arrogancia enemiga pronto les descubrirá su coste. Juntos en el Ejército Rojo y en la Armada, miles de trabajadores, granjeros colectivos e intelectuales están alzándose para golpear al enemigo agresor.(...)
Con el fin de asegurar la rápida movilización de todas las fuerzas de las gentes de la URSS, y rechazar al enemigo que traicioneramente atacó nuestro país, ha sido formado un Comité Estatal de Defensa en cuyas manos ha sido delegado enteramente el poder del Estado. El Comité Estatal de Defensa ha entrado en funciones y ha llamado al servicio militar de nuestro pueblo para reunirse en torno al partido de Lenin-Stalin y alrededor del Gobierno soviético así como abnegadamente para apoyar al Ejército Rojo y a la Armada, para demoler al enemigo y asegurar la victoria.
¡Todas nuestras fuerzas para apoyar a nuestro heróico Ejército Rojo a nuestra gloriosa Armada Roja! ¡Todas las fuerzas del pueblo para la demolición del enemigo!
¡Adelante, a por nuestra victoria!
Stalin
Moscú, 3 de julio de 1941
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