Sergei Mikhailovich Eisenstein ha sido sin duda el teórico y cineasta más influyente de la historia cinematográfica universal.
Eisenstein tuvo una vida impresionante. Nace en Riga, Letonia, en 1898, y muere en 1948, en Moscú. Su padre era un arquitecto judío de origen alemán y su madre de ascendencia rusa perteneciente a la gran burguesía. Estudió arquitectura y bellas artes y se enroló en las milicias populares para participar en
Casi al final de su montaje, le encargaron una película conmemorativa de los principios de la revolución, 1905. En su desarrollo acabó haciendo la obra maestra “El acorazado Potemkin”, que es sin duda otra obra que revolucionó la historia del cine. Eisenstein atribuía buena parte de la fuerza de “El acorazado Potemkin” al guión original escrito por Nina Agadzhanova-Shutko, sobre su proyecto, “
Posteriormente realizó “Octubre,Oktiabr,
En 1930, Eisenstein, fue a Europa y América. Los proyectos que presentó en Estados Unidos fueron rechazados. En el país de la supuesta “libertad” tuvieron miedo de sus ideas colectivistas y los directores de los estudios cinematográficos escribieron panfletos en su contra, llamándole «Eisenstein, ese perro rojo», a pesar del apoyo de la mayoría de los guionistas, directores y actores yanquis. Eisenstein no pudo filmar nada en Hollywood, fue vetado; se dirigió a México, donde inició el desastroso proyecto de dirigir una película mexicana. Comenzó a rodar ¡Que viva México! (1931). Cuando llevaba rodados más de
En Moscú, se dedicó a la enseñanza y a escribir libros para dejar su experiencia escrita. Se reunió con los jóvenes directores que creaban nuevas películas, atendía a las conferencias, clases didácticas universitarias y reuniones con técnicos, guionistas, actores y actrices, así como a diseñar con el Comisariado de Cultura, la planificación de la enseñanza y las metas del cine soviético a realizar.
A la vez, empezó a dirigir otra película, “El prado de Bezhin, Bezhin Lug,
En 1938 realizó su primera película sonora “Alexander Nevsky, Aleksandr Nevskii”, un célebre pasaje de la historia rusa contra los caballeros teutónicos en el siglo XI. El desarrollo de la acción, así como el montaje, la música, la fotografía, la dirección de actores, pero sobre todo la fantástica unión de música y fotogramas unido a la carga dramática, son consideradas unánimemente como una de las mejores películas de todos los tiempos, atacada en Occidente como panfletaria. Era una advertencia contra
Su teoría del Montaje de Atracciones
Los cineastas soviéticos utilizaron técnicas teatrales nuevas, aplicadas al objetivo ideológico de la cultura proletaria, desarrolladas por genios como Meyerhold, Stanislavskii y Mayakovski. Es el denominado “Proletkult Theater”, movimiento artístico que perseguía renovar el tradicional concepto burgués del arte y a través de esto despertar la conciencia social en cada individuo, con una forma realista y a la vez simbólica,contradictoria, para introducir en la mente del espectador conceptos chocantes, que en un todo, recreaban una idea simple y a la vez compleja, como era la revolución socialista, que cambiaba todos los conceptos sociales heredados del pasado. Así por ejemplo, cuando los textos se hacían inaudibles para el espectador por causa de ruidos ejecutados intencionalmente sobre el escenario, el actor recurría a una mayor gesticulación de sus movimientos faciales y corporales y de igual forma lograba transmitir el contenido de la obra. Hoy en día, algo así no sorprendería a nadie, pero hace 80 años este tipo de innovaciones extrañaba al espectador y los “extraía” de su tradicional posición un tanto carente de reflexión, exigiendo del espectador una cierta participación. Sin embargo todos perseguían el mismo objetivo: utilizar el arte como herramienta que mantendría al proletariado a la cabeza de la sociedad. Eisenstein adapta y escribe obras de teatro, muchas de ellas de forma colectiva. A mediados de los años veinte, surgían durísimas discusiones en el seno de los directores cinematográficos, cada uno con su propia idea sobre el arte, lo que llevaría a constantes divergencias entre unos y otros. La más importante en aquellos años fueron las divergencias sobre el concepto de realidad y ficción entre Sergei Eisenstein y el grupo Kino-Pravda (Cine-Verdad), dirigido por Dziga Vertov. Fundado por este último en 1919, el grupo Kino-Pravda, también conocidos como Kino-Glaz (Cine-Ojo), inició una importante discusión en torno al hecho de documentar la realidad a través de la cámara. Así, Vertov desarrolló los primeros postulados en contra del carácter ilusionista del cine, renunciando a toda forma de actuación, maquillaje, filmación en estudios y puesta en escena. Su interés se centraba en el mundo real, no en la ficción proyectada en la pantalla. Si bien ambos directores veían el cine como una herramienta con la cual se podía guiar al espectador en una dirección específica y así alcanzar un objetivo predeterminado, fue en la manera de cómo concebir este propósito donde ambos nunca lograron llegar a un acuerdo. Vertov quería organizar dramáticamente sus imágenes-documentos y Eisenstein documentar el drama. Para uno era esencial la cámara, para otro el montaje. En 1923, Eisenstein expuso su teoría sobre el Montaje de Atracciones, “…la tarea de todo tipo de teatro es la formación del espectador hacia una dirección deseada. Una atracción en el teatro es un momento agresivo; aquel que influye al espectador en sus sentidos y en su mente. A través de éstos, se intenta transmitir el contenido ideal de la obra en la percepción del espectador, entiéndanse éstos como contenidos netamente ideológicos.”, defendiendo un lenguaje interpretativo de conjunto, con imágenes concretas. El Montaje de Atracciones relaciona al actor-espectador de forma dinámica, al darles a estos últimos la primera prioridad o al menos, al considerarlos igual de importantes que al actor sobre las tablas. Para Eisenstein, el espectador es el elemento vital de la obra, pues las atracciones se basan en una constante reacción del espectador durante la función. "(…) una película no puede ser una simple demostración de sucesos, sino más bien una tendenciosa selección y ordenación de éstos, sin estar los sucesos necesariamente anclados al argumento, pero en vista de los objetivos, si están dirigidos a formar al público adecuadamente" De esta forma, se logra una dinámica diferente, se sobrepasan por primera vez las fronteras entre la función sobre el escenario y las butacas en la sala.
Desde entonces es un referente imprescindible para entender la importancia del montaje en el cine. Es interesante ver la similitud de los postulados de Eisenstein con el trabajo que ya en aquella época desarrolla Bertolt Brecht y que años más tarde se transformaría en el hoy conocido efecto de distanciamiento o "Verfremdungseffekt". Ambos, salvando las distancias, centraban su atención en el espectador y en cómo despertar en él cierta conciencia individual, social e ideológica a través de la obra. Más en Eisenstein que en Brecht, la utilización de estos efectos estaba destinada sólo y exclusivamente en función de la intención de la obra, postulados esencialmente extraídos del trabajo del proletariado y que buscaban desarrollar una idea práctica social, el comunismo.
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