Por Nestor Guadaño.
Desde que Mijaíl Koltsov e Iliá Ehrenburg vinieron a España en 1931 como corresponsales de Pravda e Izvestia, el acercamiento del pueblo soviético con sus crónicas hacia la realidad política, económica y sobre todo social hispana, se fue ampliando y manifestando, sobre todo en el apoyo a sociedades URSS-ESPAÑA. Con el apoyo de los organismos culturales soviéticos, se fueron desarrollando por toda la Unión cientos de actividades y creando clubes soviéticos-hispanos.
Mas el punto de partida de las Asociaciones de Amistad con la Unión Soviética en España,
fue con motivo de la celebración del Décimo aniversario de la URSS,
entre los días 9 y 13 de noviembre de 1932, dentro del Congreso Mundial de
Amigos de la Unión Soviética, con la finalidad de estudiar y propagar
realidades de la construcción socialista, y desmontar falsedades y
calumnias. (2)
En la España Republicana, el interés de la intelectualidad española por el país de los soviets creció extraordinariamente y no solamente entre los intelectuales de izquierdas como Luis Lacasa, Wenceslao Roces, Lorca, Alberti, Arderíus, Nelken, León, Tapia, Pla y Beltrán, Piñole, y otros, sino que también intelectuales de derechas como Concha Espina, Pío Baroja, Diego Hidalgo, Manuel Machado y Regino Sáinz de la Maza, llegaron a estar en la junta directiva de la Asociación de Amigos de la Unión Soviética (A.U.S.), vulgarmente llamada de Amigos de la URSS, también muchos trabajadores que apoyaban los cambios que se estaban realizando en la sociedad soviética. En palabras de Antonio Machado:
"Moscú es hoy el foco activo de la historia (...) La Rusia actual, la gran República de los Soviets, va ganando de día a día la simpatía y el amor de los pueblos, porque toda ella está consagrada a mejorar la condición humana". (3).
Así pues, fue fundada en Madrid en 1933, antecedente directo de las Asociaciones de Amistad Hispano Soviéticas, su primer presidente sería Ramón María del Valle Inclán, y así se designaban los objetivos de la asociación en su manifiesto fundacional:
“La Asociación de Amigos de la Unión Soviética, situándose por entero al margen de los partidos y por encima de las tendencias y formaciones políticas, aspira a reunir a cuantos creen que el mundo no puede colocarse hoy de espaldas a lo que pasa en Rusia. Nuestra Asociación no tendrá más programa ni más bandera que decir y ayudar a conocer la verdad sobre la URSS, combatiendo con las armas de la verdad, la mentira, la calumnia y la deformación”.
"Quince años tiene ya de existencia la República Obrera Rusa. Durante ellos, con esfuerzos inauditos, se ha venido levantando en aquel inmenso territorio el acontecimiento económico y social más formidable del mundo moderno. Este acontecimiento crea en todos los países un ambiente más o menos difuso, pero manifiesto, de curiosidad, de simpatía y de expectación. De él participan todos los hombres atentos a los problemas del presente y a las perspectivas del porvenir, los intelectuales y los técnicos, las grandes masas trabajadoras. Todo el mundo ansía saber la verdad de lo que pasa en aquel país en construcción. Sobre esta gran página de la historia humana se exacerban las pasiones políticas. Hasta hoy, en nuestro país no se había intentado todavía ningún esfuerzo serio para situarse ante estos hechos con plenas garantías de veracidad.
En casi todos los países del mundo (Francia, Inglaterra, Alemania, Estados Unidos, Japón, etc.) funcionan ya Asociaciones de Amigos de la Unión Soviética, cuyo cometido es poner claridad en el tumulto de las opiniones contradictorias, pasionales, y no pocas veces interesadas, sobre la URSS. España no podía seguir manteniéndose aislada de este gran movimiento internacional. Era necesario recoger todo ese ambiente difuso de curiosidad y de simpatía hacia la Unión Soviética, organizarlo y darle una base de documentación seria y actual; estudiar y exponer a la luz del día, sin ocultar ni desfigurar nada, los éxitos, las dificultades, los problemas de esta magnífica experiencia que supone para el mundo la construcción de una sociedad nueva". (1)
Desde entonces en su seno, la asociación contó con intelectuales, militantes de sindicatos y organizaciones políticas, que formaron parte, junto con una amplia base social obrera, de un proyecto cultural para una sociedad futura, sentando las bases de lo que aspira ser en el presente. Y así en aquel año, los miembros más destacados fueron aquellos que por su posición o cargo desempeñaron tareas vitales en la organización de los AUS.
A pesar de las dificultades, los AUS pudieron celebrar una I Conferencia Nacional en Madrid los días 8 y 9 de julio de 1934, a la que asistieron distintas secciones locales formadas para tratar las líneas de actuación a seguir, e intensificar las actividades emprendidas.
“La Asociación de Amigos de la Unión Soviética organizará en toda España conferencias, documentales sobre la URSS, proyecciones de películas de tipo informativo, exposiciones con gráficos, fotografías, etc.
Publicará libros y materiales estadísticos, dará a conocer las conquistas y los problemas del socialismo en la Unión Soviética.
Organizará delegaciones obreras a aquel país.
Facilitará la organización de viajes de estudios.
Editará una revista ilustrada de actualidad consagrada a la vida en la URSS. (Como fue "Rusia de Hoy").
Organizará sesiones de radio para recibir las emisiones soviéticas de conciertos y conferencias informativas en español.
Encauzará el intercambio de correspondencia y de relaciones entre obreros, técnicos e intelectuales de ambos países, etc.
Para el desarrollo eficaz de todas estas actividades nuestra Asociación necesita contar en toda España con la adhesión individual o colectiva de representantes de todas las clases y de todas las tendencias políticas. No se trata de crear un grupo más, sino de recoger un amplio movimiento de opinión, carente hasta hoy de órgano adecuado y de plasmar el anhelo de miles y miles de españoles que no pueden considerar ajena a sus preocupaciones humanas ni a los destinos del mundo la lucha por la sociedad nueva que ciento cincuenta millones de hombres están librando en el país de los Soviets"
Y así poco a poco cabe resaltar, que su órgano supremo fue el Congreso Nacional, compuesto por representantes de todas las secciones. El congreso nacional se reunía al menos una vez al año, en el lugar designado por el Comité nacional, y también podía convocarse con carácter extraordinario por éste. Los miembros del Comité Nacional eran elegidos en el congreso y su labor directiva y coordinadora era desempeñada en el plazo de un año, a cuyo término se procedía a la elección de un nuevo comité.
Como funcionó la AUS
La base de la organización eran las secciones locales. Al frente de cada una de ellas estaba el comité local, elegido por la Asamblea de socios de cada sección, que contaba con: un presidente, vicepresidente, secretario general, vicesecretario general, tesorero-contador, vicetesorero-contador, secretario de propaganda, vicesecretario de propaganda. Además dependiendo del numero de asociados, secretario de correspondencia, vicesecretario de correspondencia y ocho vocales adscritos a los últimos cargos por número de orden de elección.
La Asamblea de socios se reunía cada seis meses, pero también cuantas veces fuese convocada por el Comité Ejecutivo local, y siempre y cuando lo solicitase un sesenta por ciento de los socios. (Artículo 6).
Del mismo modo podían crearse secciones de asociaciones culturales en los centros sindicales, lugares de trabajo y demás sitios u organizaciones en que existiese un número suficiente de socios que así lo justificase. Todas las secciones locales se agrupaban formando una federación provincial o regional. Al frente de la misma había un comité elegido en una Asamblea de socios.
Los miembros de la Asociación eran aquellas personas o grupos adheridos, lo que implicaba la aceptación de sus fines, estatutos, y una serie de deberes. Los socios debían pagar una cuota de cincuenta céntimos al recibir el carnet anual y una cotización mensual mínima de cincuenta céntimos.
Las cuotas servían de base para la financiación de sus actividades de ahí que se destinase el importe de los carnés y la mitad de cotización de sellos al Comité Nacional, poseedor de los fondos y propiedades de los AUS, en caso de que la asociación no pudiese continuar con su labor pasaría al Comité Internacional de Amigos de la Unión Soviética. (5)
No obstante los miembros de pensamiento revolucionario y progresista que promovieron su creación, los AUS pretendían constituir una asociación de masas, y a ellas dedicaba sus mayores esfuerzos para la concienciación de la población republicana, dado que de ellas dependía su aceptación social y su éxito. (4)
El órgano de expresión de los AUS, fue la revista Rusia de Hoy, que se empezó a editar en junio de 1933. Para su primera portada contaba con el rostro de un obrero ruso y dedicaba su contenido a las condiciones de vida y trabajo en la URSS.
Su publicación tuvo un extraordinario influjo, pues con imágenes cercanas, daban a conocer a los trabajadores españoles los avances soviéticos sociales. La revista de gran formato recogía en su portada el tema principal de cada mes. Temas como, del 23 de febrero (Día de la creación del Ejército Rojo), la celebración del 8 de Marzo, del 1º de Mayo, la Revolución de Octubre, entre otros.
Los avatares políticos influyeron en la continuidad de la revista, y al comienzo del denominado bienio negro la publicación no salió a la luz, por la suspensión impuesta por el gobierno de tres meses, situación que persistiría sobre todo tras octubre de 1934.
Para librarse de las cortapisas legales la revista apareció bajo otra cabecera, Hechos. En su segundo ejemplar, publicó un manifiesto del Comité Internacional con motivo del decimoctavo aniversario de la URSS, que además de recoger los avances hasta entonces procurados por los soviéticos, y mostrarlos como ejemplo, impulsaba el fortalecimiento del asociacionismo internacional:
“Año tras año, ha añadido nuevas páginas a su historia, admirables; se ha transformado, del país atrasado que era, a un estado moderno altamente desarrollado. Unos progresos que en otras partes exigieron siglos de labor, de esfuerzos y penosas experiencias, han sido realizados en la URSS en unos cuantos años ricos en acontecimientos. Gracias al trabajo colectivo de millones de hombres.
Ya no constituye una novedad el decir que la Unión Soviética ha creado pieza a pieza una poderosa industria moderna, que ha colectivizado la mayor parte de su agricultura, que ha formado sus propios cuadros de ingenieros, de técnicos y de obreros cualificados de extraordinaria instrucción, que ha suprimido el analfabetismo, y que ha dado predominio a los métodos socialistas en todas las ramas de la economía nacional(...).
Todas estas realizaciones, y muchas otras más, del nuevo mundo soviético son confirmadas a diario por miles de observadores cualificados de todos los países, y de todas las clases. En un mundo como el nuestro, agobiado por unos problemas políticos y sociales que parece, en la hora actual, incapaz de resolver, los progresos de la Unión Soviética resaltan por consecuencia con más vigor (...).
El hombre nuevo nacido de las conquistas de este año último es la consecución lógica de las fuerzas creadoras del país. El hombre no es un material ni un objeto de explotación. Su misión auténtica es la de ser un creador. El dueño de sus destinos. Y ahí está el socialismo para servir esos fines. El desarrollo de la Unión Soviética lo demuestra así. El objetivo supremo del nuevo orden social es el de dar a la vida humana su plenitud íntegra. Y los hombres nuevos de la Unión Soviética cuya obra suscita nuestra admiración, son dignos de la suerte que ellos mismos se han forjado. Son la antorcha de esperanza de una humanidad angustiada y llena de ansiedad que se encuentra en vísperas de naufragar.
Nosotros, los hombres del resto del mundo, no podemos permanecer impasibles y neutros ante unos hechos semejantes. Los grandes acontecimientos que se registran en la Unión Soviética nos interesan, porque revisten de importancia cabal para el progreso ulterior de la
humanidad.
De ahí que tengamos el deber urgente de aunar nuestras fuerzas en defensa de la paz contra las fuerzas destructoras de la guerra. El deber urgente de todos los amigos de la paz y del progreso consiste en colaborar con la Unión Soviética en la lucha que –sumándose a todas las demás fuerzas de la paz- ha entablado contra la guerra.
(...) ¡Fortalezcamos el movimiento de los Amigos de la Unión Soviética, que tiene por finalidad difundir la verdad sobre el desarrollo económico y social de la URSS en todos los
órdenes de la vida cultura, industrial, etc. y defender sus realizaciones!”.
Hay que destacar, que en aquel año múltiples pequeños círculos de trabajadores e intelectuales se movieron en la necesaria creación de la AUS. Así, tenemos como ejemplo las misivas remitidas por los profesionales de la medicina que estaban interesados en los avances científicos logrados en la Unión Soviética. En efecto, este interés llevó a la creación de la Asociación de Amistad Hispano Soviética en julio 1933 en Canarias, cuyo principal objetivo era el intercambio de información relacionada con medicina, cirugía, hospitales y enfermedades.
Del 8 al 19 de mayo de 1933 la AUS organizó una exposición de gráfica soviética, en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, que registró una gran cantidad de asistentes, y que generó una gran polémica en la prensa madrileña de la época.
El reconocimiento de la URSS por el Gobierno de la República Española en noviembre de 1933 causó un gran impacto, y despertó un gran interés en la opinión pública nacional. Lamentablemente, Lunacharski, que había sido nombrado embajador, falleció cuando se dirigía a España.
La llegada al poder de la derecha en las elecciones de noviembre de 1933 se tradujo en una campaña de acoso y derribo a la A.U.S. que se tradujo en la detención de Julio Álvarez del Vayo y Wenceslao Roces tras los sucesos de Octubre de 1934 en Asturias. Inclusive atacaron los llamados "pistoleros" (que eran de la Falange y otras asociaciones fascistas), de forma violenta, la sede de los AUS en Madrid. En esas fechas tendría lugar la primera emigración política española a la Unión Soviética.
En 1935 Wenceslao Roces fundaba la editorial Europa-América, donde contó con la valiosa colaboración de Paulina Abramsón, argentina residente en la URSS y traductora de ruso, que fue la primera consejera soviética en llegar a España. Roces y Abramsón tradujeron del ruso al español las principales obras de la literatura rusa contemporánea, y a los autores más importantes de la politología, la historia y la filosofía soviéticas de los años 20 y 30.
Miles de cartas individuales, de asociaciones sindicales, culturales, deportivas y políticas escribían anualmente a la AUS. Como ejemplo, desde el sindicato de la Industria para Elaborar Maderas de Córdoba, su presidente mostraba el gran interés existente entre los trabajadores en recibir publicaciones soviéticas:
“Ansiamos saber como marcha la gran obra de los trabajadores rusos en su paso ascendente hacia la emancipación del proletariado mundial. En España, con motivo de la persecución de que es objeto la prensa comunista, sólo tenemos las noticias, siempre falsas de la prensa burguesa. ¡Haced todo lo posible para enviarnos algo de la URSS!
Aunque la campaña de calumnias contra la URSS ha aflojado algo por la nueva postura de la socialdemocracia ante los avances descarados del fascismo y el empuje revolucionario de las masas trabajadoras, la prensa burguesa nos lo dá todo aderezado de modo que los trabajadores poco orientados de la verdadera marcha de la URSS se formen una idea falsa de ella”.
Mas las relaciones culturales entre la URSS y la II República, se hubo incrementado en los últimos meses de 1936. Así lo confirma la actividad desplegada por los AUS en dicho año, pues habían establecido comités en no menos de 45 ciudades españolas y contaban con el propio Azaña en su comité nacional.
Y todo ello a pesar de la sublevación militar fascista. Es por ello, que las Asociaciones con la Unión Soviética (AUS) realizaron múltiples actividades entre la población que estaba en el territorio republicano. Así en el Manifiesto del Comité Provincial de los AUS de Valencia de 1937, que lleva por título: “Qué son los AUS”, también se añadió la misión de transformación de la sociedad que se desarrollaba en la URSS y sus futuros frutos:
“Estudiar y propagar las realidades de la construcción socialista, los progresos, los rápidos avances en todos los órdenes de la vida de la URSS, y deshacer las falsedades y calumnias que los enemigos de la Unión Soviética difundían por el mundo, relatando las mayores crueldades y las más estúpidas medidas de persecución del gobierno y el pueblo, que entonces como ahora, concentran toda su voluntad y su energía en la creación de una nueva nación y un nuevo Estado, en el que desaparezca la injusticia, y tenga el trabajador su libertad y su derecho a una vida próspera”.
Fue una de las primeras entidades, en la crítica hacia la actitud pasiva de las potencias democráticas occidentales con la República y la insurrección fascista. A la vez secundaron el eco de la voz internacional de Iván Maiski, quien desarrolló una labor de apoyo a la causa republicana en el Comité de No Intervención, que se creó con la intención de evitar que el conflicto se extendiera y garantizar la neutralidad de las naciones que se integraron en dicho Comité, con sede en Londres, al que se sumaron un total de 27 países.
Las causas del interés soviético en España son planteadas por los AUS en los siguientes términos:
“¿Cómo un pueblo tan apartado de España por la distancia y por la historia, muestra hacia nosotros un interés mayor que el que se nos concede en otros países más próximos y más unidos a nuestra nación por relaciones económicas y culturales? La causa del interés que la guerra de España despierta en la URSS reside principalmente en la sólida formación política que los ciudadanos soviéticos reciben.
Un principio esencial de la revolución soviética, constantemente preconizado por sus dirigentes y llevado a la práctica con perseverante voluntad, ha consistido en crear la conciencia política del pueblo, enseñándole a considerar los asuntos públicos, nacionales o extranjeros, como materia inseparable de su propio progreso, tranquilidad y bienestar”.
La conmemoración del XX Aniversario de la URSS en 1937, estuvo organizada por la Asociación de Amigos de la URSS junto con otras asociaciones de carácter antifascista como el Socorro Rojo Internacional, Mujeres Antifascistas, y organizaciones políticas y sindicales.
Esta actividad prosoviética, la celebración de la Revolución de Octubre, cobró un gran simbolismo, pues era el origen que había propiciado los ingentes cambios en un país atrasado. La asociación hacía notables esfuerzos para conmemorar tal efeméride, eran las campañas más activas y las que atraían mayor interés social.
Las actividades con motivo del XX aniversario fueron muy variadas y consiguieron reactivar las organizaciones territoriales, a las que se instó para organizar una gran exposición sobre la Unión Soviética, conforme a lo programado, pero “evitando así toda tendencia partidista”.
Además de la creación en los barrios de “Clubs populares de cultura AUS” que debían ser:
“Agradables, amueblados con gusto, provistos de juegos, de bibliotecas... de tal forma que los afiliados y los vecinos de la barriada se sientan atraídos”.
las iniciativas sociales de dichas sedes de la AUS, acercaban a la población al conocimiento de la lucha por el socialismo dentro de la República, y les hacía partícipe de un movimiento internacional en apoyo de la Unión Soviética, de su cultura y su proyecto.
En efecto, el informe destinado del Comité Mundial de los AUS al Comité Provincial de Madrid aludía a las aspiraciones que debía conseguir:
“A) Incorporar grandes masas a la amistad con la URSS.
B) popularizar las conquistas interiores del pueblo soviético en todos los terrenos.
C) Organizar el bloque de simpatía hacia la Unión Soviética. (...) y vosotros españoles, mediante el trabajo apuntado, habréis contribuido a la victoria contra los invasores, reforzando este eje de democracia que pasa por Madrid y Moscú, sobre el cual se estrellará el fascismo. (...). En este sentido cultural, vuestro papel consiste únicamente en demostrar, por medio de los hechos, de cifras, de documentos, todas las posibilidades de un pueblo liberado de la opresión fascista, y despertar el amor hacia el país que, por sus conquistas sociales, culturales, científicas, ofrece a sus ciudadanos un bienestar cada día mejor. (...) Un ejemplo de vuestro buen trabajo en este sentido es la constitución de la comisión popular organizadora del homenaje a la URSS en la conmemoración de su XX aniversario”.
Así mismo, los Amigos de la Unión Soviética norteamericanos y británicos, y organizaciones comunistas alertaban, del peligro de una nueva guerra, que estaba latente, ante el avance nazi en Europa central y oriental. El desenlace de la contienda española frustró sus expectativas de contención del fascismo, pero cobraron energías renovadas para defender la causa antifascista a escala internacional, e hicieron frente a las dificultades, como los AUS españoles, para seguir llevando su discurso a sus respectivas sociedades durante la guerra mundial, apoyando a la URSS, convertida en aliada, y combatir por unos ideales con las palabras o en el campo de batalla.
La asociación de amistad española quedó destrozada por el final de la Guerra Nacional Revolucionaria Española. Mientras otras asociaciones continuaron su curso, y se vieron afectadas ante una nueva vorágine bélica, la II Guerra Mundial, que afrontaron incrementando los esfuerzos propagandísticos en contra del fascismo, teniendo en esta ocasión el resultado de un signo favorable.
Después de la caída de la República, en la URSS, es donde se siguen con más interés la actividad de las asociaciones soviético-españolas. Durante gran parte de la existencia de la Unión Soviética, estas asociaciones promovidas por trabajadores y estudiantes en toda la Unión, siguieron editando en ruso y español los acontecimientos mundiales antifascistas, y las luchas contra la Dictadura Franquista.
En su prólogo al libro sobre la "Emigración española en la URSS", Ángel Luís Encinas, traductor de la edición en español, rinde homenaje:
A
la memoria de África de las Heras Gavilán (26.4.19091, Ceuta –
2.3.1988, Moscú) antifascista, guerrillera, radista y coronel de los
Servicios de Inteligencia Exterior soviéticos, conocida en la URSS como
“Ródina”, “Patria”, “Znoy”, “Ivonne” y “María Luisa”, en el veinte
aniversario de su muerte.
A todos los republicanos españoles emigrados a la URSS que perecieron en combate contra el nazifascismo alemán durante la Segunda Guerra Mundial en tierras europeas y a quienes de ellos fallecieron luchando contra el franquismo por la libertad y la democracia en España.
A
todos los combatientes republicanos españoles que sobrevivieron a esa
terrible pesadilla y a la de los campos de concentración nazis.
A
todos los emigrados republicanos españoles a la URSS que supieron
mantener la dignidad y representar honrosamente a España desde 1937 a
1977 en calidad de dignos “embajadores” de nuestro país cuando no había
relaciones diplomáticas entre España y la URSS".
“En
mi interés general hacia la historia de Rusia y de España no está
solamente la semejanza, sino también su encarnación. Mis hijos y nietos
trasladarán al futuro la memoria genética de una memoria común que se ha
encarnado en la lucha común contra el fascismo y en aquello vivo en que
laten los corazones de las personas“.
Y este libro que rememora a aquellos españoles es "La emigración española en la URSS, historiografía y fuentes. Intento de interpretación", escrito por Andrei V. Elpátievski. Brevemente consignamos quien fue.
Andréi Valeriánovich Elpátievski, nació, al igual que la II República Española, en el año 1931. En 1948 comenzó sus estudios en el Instituto de Historia y Archivística de Moscú, del cual se licenció en 1953. Terminó sus estudios de doctorado en 1956. Desde 1957 trabajó en la Dirección General de Archivos del Ministerio del Interior de la URSS ante el Consejo de Ministros de la URSS. Desde 1960 hasta 1966 fue director del Departamento de Archivística en el Instituto Soviético de Investigación Científica de Documentación y Archivística.
En 1967 leyó su tesis de candidato en ciencias históricas, título equivalente al doctorado español. En 1975 volvió a trabajar de nuevo en la Dirección General de Archivos ante el Consejo de Ministros de la URSS, en la cual desempeñó el puesto de Subdirector General desde 1986 a 1991, año en que se jubiló, pero, no por ello, dejó de trabajar hasta la actualidad.
La necesaria validez e incremento de las actividades de la AAHS
De esos niños y adolescentes, trabajadores y jubilados, que volvieron al territorio español, tras la Dictadura Militar, se crearon las nuevas Asociaciones de Amistad Hispano Soviéticas (ADAMIHS), (1977-1991), (2004-hasta la actualidad), que han depositado en la cultura española, un perenne altavoz de los logros mundiales humanos sociales conseguidos por la Unión Soviética.
Por la experiencia de tantos años, sabemos que nadie ha sido más consecuente en depositar este legado de comprensión social de la dimensión del socialismo. Nuestra asociación ha servido de vehículo para el conocimiento y la conciencia de los trabajadores españoles. La cultura nueva que se avecina, partirá ineludiblemente con el aporte y experiencia, que constituyó la realidad de lucha hacia el comunismo de la cultura soviética.
Su conocimiento no ha de quedar vedado por la incomunicación constante de la clase obrera en los actuales tiempos. A pesar de toda la censura sobre la Unión Soviética y sus formidables avances sociales....
Seguimos en la trinchera.
Como epílogo, creemos que las palabras de la filósofa y escritora estadounidense (nacida rusa) Alissa Zinovievna, más conocida en el mundo de las letras como Ayn Rand, fallecida en marzo de 1982, que son ahora más temidas que nunca:
Notas:
1.- Manifiesto de la Asociación de Amigos de la Unión Soviética, en http://www.nodulo.org/bib drio/19330211.htm.
2.- San Román Sevillano, Antonio. Los amigos de la Unión Soviética. Propaganda política en España (1933-1938). Salamanca: Ediciones Universidad de Salamanca. 1994.
3.- Antonio San Román Sevillano, Antonio Machado y los Amigos de la Unión Soviética, Historia 16, número 195 (1992), pp. 32 y 33,
4.-https://digitum.um.es/digitum/bitstream/10201/186/9 MGarridoCaballero09de19Capitulo5.pdf
5.-AGC, Fondo Político Social - Bilbao, Leg. 253/11. Estatutos de la asociación aprobados en su primer congreso de 1934.
Bibliografía:
* LA EMIGRACIÓN ESPAÑOLA EN LA URSS. HISTORIOGRAFÍA Y FUENTES, INTENTO DE INTERPRETACIÓN. 2ª REDACCIÓN COMPLEMENTARIA. A.V. ELPÁTIEVSKY Edicion: Exterior XXI. Madrid Marzo de 2008. Traducción Ángel Luís Encinas Moral.
Enlaces de apoyo:
http://www.exterior21.org/publicaciones/08%20Yelpatievski%20FINAL.pdf
http://amistadhispanosovietica.blogspot.com/2023/02/fundacion-de-la-asociacion-de-amigos-de.html
http://amistadhispanosovietica.blogspot.com/2023/06/aahs-nuestra-labor-nadie-lo-va-hacer-en.html
http://amistadhispanosovietica.blogspot.com/2022/02/carta-los-comunistas-del-pce-jesus.html
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