Tampoco nos olvidamos de aquellos seres, cuya luz nos guía. No solamente de los pensadores e investigadores. Sobre todo de aquellos trabajadores que lucharon por el socialismo, poco conocidos, pero quienes nos legaron ideas y experiencias imborrables. Durante mucho tiempo, los comunistas recordamos a Konstantín Zaslonov, y los más jóvenes a través de sus actos, entenderán como creó su vida, fue un fermento de comunismo, como es vivir con los compañeros, confiar en lo colectivo por encima de la egoísta individualidad, construir una nueva sociedad: el comunismo.
Por Tatyana Vasílyeva. Enviado de Comstol.info. Traducción Igor T.
... Uno de los muchos defensores de la vida nacieron como personas anónimas comunes, cuyos propósitos de su vida era desarrollarse, solucionando los problemas y dificultades de la existencia cotidiana, tratando de preservar su dignidad humana y posiblemente con ello lograsen alcanzar un cierto nivel de capacidades. Mas por sus hechos y acciones, han contribuído a la protección de tantas vidas, que su recuerdo hace más atractiva nuestra evolución personal, mejorando la experiencia humana. No todo el mundo ha tenido la facultad de realizarlo, sino muchos . Y de entre ellos hay algunos, que nos asombra que en su corta vida hicieran tan importantes proezas, que se convierten en leyendas.
En honor de cada uno de ellos, es imposible que establezcamos y organicemos una celebración navideña en general, sino dentro de ella, recordemos y extraigamos su recuerdo, con los ejemplos de la conducta verdaderamente humana. A menudo se tiende a consignar los comportamientos inhumanos, agobiando las mentes en el mundo. Pero lo más valioso, a la vez que legendario y por ello lo más importante, es la preservación de las vidas humanas.
Konstantin Zaslonov, es uno de los muchos salvavidas de nuestro país, que tuvieron que mostrar las mejores cualidades humanas de los soviéticos en la Gran Guerra Patria, y por lo tanto, protegieron y salvaron al país y al pueblo de los no-humanos, incluso a costa de su propia vida. El legendario comandante guerrillero, realizó hechos en la clandestinidad difícil de superar; por cuya cabeza los nazis prometieron primero 50.000 marcos, la cruz de hierro y la vida segura, en Alemania, y más tarde 80.000 marcos, o un puesto importante con propiedades en Alemania. Pero no encontraron a ningún traidor ... y en la persistencia en la lucha, Zaslonov consiguió aterrorizar al enemigo, consiguiendo su derrota inevitable.
Konstantin nació en la época de Navidad, el 7 de enero de 1910, en Ostashkov (región de Kalinin - N.T.). En una familia numerosa que no había pasado privaciones. De padre obrero, y su madre era criada de una casa pudiente. En la Primera Guerra su padre fue reclutado por el ejército. Desde temprana edad, Kostia trabajó de pastor para un campesino rico, y luego aprendió a reparar calzado. Gravemente herido su padre, regresó con la familia, que entonces vivía en la provincia de Pskov, después de la Revolución de Octubre.
Un niño de una familia trabajadores corrientes, tuvo la oportunidad de aprender a superarse. Las vidas de los jóvenes en los años 20, estaba inusualmente ocupadas, Konstantin se involucró felizmente en el trabajo social, se afilió a la Liga de Jóvenes Comunistas (Komsomol). Y en 1927, ingresó en la escuela de formación profesional de ferroviarios, definiendo así su futuro, y el destino del héroe.
Zaslonov se enamoró de la vías férreas, tal vez porque los ferrocarriles en la joven república soviética brillaban por la ausencia de modernas locomotoras, sino porque también estaba capacitado y adiestrado para solucionar esta carencia. Un hombre de verdad siempre se encuentra donde él quiere ...
Decidió continuar sus estudios en la escuela, pero los maestros no son suficientes, y se detiene sus estudios nocturnos donde Zaslonov proseguía. Pero ya era un mecánico con experiencia, que con sus compañeros logró recuperar más de un motor viejo sin esperanzas. El Instituto le envía a trabajar a la estación principal del depósito de trenes Vyazemsk del Ussuri. Zaslonov demostró estar en su mejor momento, con buenos conocimientos, responsabilidad, diligencia e integridad. Inició su desarrollo profesional, cuando otros no se atrevían a realizar trabajos más comprometidos.
Fue nombrado Responsable Adjunto del depósito de locomotoras en Novosibirsk, donde fue capaz de organizar el trabajo de muchos miles de ferroviarios, y posteriormente Responsable del depósito ferroviario de Roslavl, y más tarde Responsable del depósito de Orsha, el mayor Centro Ferroviario en Bielorrusia. En un corto período, de tiempo aquí Zaslonov estableció un sistema de reparaciones en serie de las locomotoras. Orsha alcanzó a ser el mejor depósito del Ferrocarril del Oeste, y su responsable fue galardonado con la medalla "Por Trabajo sobresaliente".
Comenzó la Gran Guerra Patria. Los invasores llegaron a Orsha el 13 de julio 1941. El enemigo no consiguió apropiarse de un solo motor, de una sola máquina. Los trabajadores, ingenieros y empleados del depósito de locomotoras de Orsha, trabajando día y noche, enviaron a retaguardia los equipos. Zaslonov se retiró de Orsha con el último envío.
En Moscú, Konstantin Sergéievich fue enviado al depósito de Mariupol. Pero a salvo, ahora comprendió dónde tenía que actuar ... Después de consultar con los habitantes de Orsha replegados, decide regresar a Orsha y organizar una red clandestina de demolición. Era un plan audaz y peligroso, y su motivación la relata a la Comisaría de Ferrocarriles, donde tenían que dar parte todos los voluntarios: "Nuestro país está en llamas. La vida requiere que todos los ciudadanos, en los que el corazón late aun más patriota cuando respira, quiere respirar aire sano soviético, hay que proteger a nuestro país... "
Pide permiso para crear una Unidad de Acción, que con gran dificultad y pérdidas llega a Orsha. Zaslonov es el organizador de la clandestinidad. Demuestra una capacidad notable para coordinar, convence a los alemanes de su lealtad y logra ser jefe de cabina de una locomotora, con derecho para hacer trabajar a la mayor cantidad de gente. La organización clandestina opera bajo las narices de los invasores, con audacia y valentía. El trabajo clandestino cubre las cajas con arena, se congelan los motores de vapor, y las bombas de agua, se crean cuellos de botella en los tubos de los conductos de aceite, se estropean o tiran las piezas, quedando desnudas las locomotoras en reparación. Pero el arma más importante fue la llamada "mina de carbón", una carga de TNT disfrazada como un trozo de carbón. Se colocaba una mina de carbón en una pila, y el conductor hitleriano la lanza al horno cuando el tren se mueve en la recta final de su viaje. A los pocos meses las unidades de lucha ubicadas 6 equipos de combate ferroviarios eliminaron más de 200 locomotoras, coches para muchos equipos militares y tanques de combustible, aniquilando a miles de nazis.
Los alemanes, por supuesto, sospecharon del jefe de las locomotoras rusas. Zaslonov fue detenido y torturado. Pero, habiendo demostrado un valor excepcional y con ingenio, fue capaz de convencer al investigador alemán de su inocencia en el sabotaje, siendo puesto en libertad (porque en el nudo ferroviario carecían de profesionales cualificados), pero el control fue mucho más estricto.
Alojarse en Orsha era peligroso. Así en febrero de 1942, Zaslonov se retiró al bosque, donde se había organizado una base de la guerrilla. Pronto, en la zona de las aldeas próximas comenzaron a actuar los grupos guerrilleros, siendo llamado a esta vanguardia del "Tío Kostia". Al ferroviario Zaslonov, el trabajo no cambió, el principal tipo de las actividades de combate eran el sabotaje guerrillero del ferrocarril. Durante cuatro meses por la fuerza de acción de las tropas de Zaslonov, fueron destruídas 113 locomotoras, 60 automóviles, 15 motocicletas, 30 aldeas ocupadas, derrotadas varias guarniciones y destruidos cerca de 1.800 fascistas.
En julio de 1942, varios grupos guerrilleros locales, entre ellos el grupo del "Tío Kostia", se unieron con bajo su mando en una brigada de combate.
La lucha continuó. El éxito de la unidad elevaba considerablemente la confianza moral de la población en la guerrilla. En el bosque comenzaron a guarecerse sus familias.
Las fuerzas de ocupación, en repetidas ocasiones lanzaron a tropas de castigo contra la brigada de los guerrilleros. Durante una de estas operaciones de castigo, el 14 de noviembre 1942 el legendario guerrillero fue asesinado ... el "Tío Kostia" tenía 32 años ...
Notas traductor:
Konstantin Sergiévich Zaslonov, (su pseudónimo era Tío Kostia), fue honrado como Héroe de la Unión Soviética a título póstumo en 1943. En vida obtuvo dos Órdenes de Lenin. Era miembro del Partido Comunista de la Unión Soviética. En los años 50 se hizo una película sobre su vida. En Orsha hay erigido un monumento a sus hazañas.
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