18 de julio de 2010

La Olimpiada de Moscú de 1980

Por Oleg K.

El oso Misha, primera mascota en la historia de los eventos deportivos internacionales


Mañana hará 30 años que se celebró la Olimpiada de Moscú. Es una fecha histórica por varias razones. La primera por el boicot del gobierno de EEUU a los Juegos Olímpicos, por la intervención internacionalista del Ejército Soviético en Afganistán. Hasta ese momento era la primera Olimpiada que se celebraba en un país socialista, y desde hacía varios años las corporaciones imperialistas "deportivas" clamaban contra la sede elegida, porque no podían controlar a su antojo esa competición. Además era un escaparate que contradecía las mentiras que hasta ese año circulaban sobre la URSS, de escasez y de situación de pobreza de su población, ya que un evento de tal calibre desmentía esas mentiras imperialistas. Será también recordada por la cantidad de récords que se consiguieron con muchos menos países, se sobrepasaron holgadamente los de los anteriores Juegos de Montreal; y otra porque fue una ocasión para demostrar al mundo la capacidad y calidad del sistema soviético (con una dirección revisionista que no quería alcanzar el socialismo), que por la pujanza de los logros alcanzados en décadas pasadas, mantenía el estilo de vida y muchos de los derechos sociales que había en la antigua URSS, y hoy siguen siendo añorados por una parte muy importante de la población mundial.

P
articiparon 5.217 atletas (4.043 hombres y 1.124 mujeres) de 81 países, compitiendo en 21 deportes y 204 especialidades. Por países, la URSS consiguió 195 medallas, la RDA 126, Bulgaria 41, Cuba 20, y los atletas españoles que fueron, 6. Según el informe presentado por el Comité Olímpico Internacional, la cifra total de gastos en la organización y preparación de los Juegos Olímpicos de 1980 alcanzó los 862,7 millones de rublos, mientras que los ingresos totalizaron 744,8 millones de rublos, dejando un déficit total de 117,9 millones de rublos. Según los expertos internacionales fueron modélicos en la organización, el control de marcas y el arbitraje, siendo los juegos más económicos de la historia.

http://www.youtube.com/watch?v=VFI0xP5_VaQ

Si el capitalismo internacional no podía perdonar que la URSS le disputara la hegemonía mundial a todos los niveles, tendría que pasar un mal trago aquel 23 de octubre de 1974. Ese mismo día, el Comité Olímpico Internacional tenía que decidir en Viena sobre la sede de los Juegos Olímpicos de 1980. Había 2 ciudades candidatas: Los Ángeles y Moscú. Dos ciudades, dos formas de organización social, el bastión capitalista contra la capital del primer Estado socialista del mundo. El resultado de la votación fue 39 votos a favor de Moscú y 20 a favor de los Ángeles.

Los EEUU no pudieron encajar esa derrota y lideraron un boicot internacional contra la celebración de las olimpiadas en territorio soviético. El presidente estadounidense, el "demócrata" Jimmy Carter, amenazó con secuestrar el pasaporte a cualquier atleta estadounidense que intentara ir. La vigilancia e histeria que hubo en EEUU contra cualquier información sobre la Olimpiada era digno de la más implacable censura informativa desde los años del Macartismo. Basta decir que las señales de televisión que llegaban a California desde México fueron intervenidas. Muchos atletas compitieron bajo la bandera olímpica y no con la bandera de sus países, que se sumaron al boicot, como son los casos de Reino Unido, Australia y España.Los Estados más serviles a EEUU prohibieron a sus deportistas competir en la cita olímpica. Ningún atleta de EEUU, Alemania Federal, Japón, China y Canadá acudió a Moscú.


Plano de metro de Moscú en 1980

A pesar de todo esto, el imperialismo no consiguió sus objetivos. Los juegos se desarrollaron con toda normalidad, siendo protagonista el deporte y la amistad entre los pueblos. La celebración de las olimpiadas permitió romper con todos los falsos mitos creados por occidente respecto a la URSS. La propaganda antisoviética de quedaba desmentida por el buen nivel de vida y la felicidad de los ciudadanos soviéticos. Aún hoy, esa época es considerada por los rusos como la más feliz y añorada según esta encuesta de 2011.

Como en cualquier ocasión olímpica, la ciudad anfitriona tuvo que adecuarse. Se contruyeron grandes complejos deportivos e infraestructuras. Destaca el Estadio Olímpico "Lenin", La terminal 2 del aeropuerto, el gran hotel "Cosmos" (con capacidad para 3000 huespedes), viviendas, hospitales... Por primera vez en la historia, un país socialista organizaba los JJOO de verano.




La ceremonia inaugural tenía lugar el 19 de julio de 1980 en el Estadio Lenin de Moscú. La antorcha olímpica llegaba en manos del atleta Viktor Saneyev (oro olímpico en triple salto en México 68, Munich 72 y Monreal 76) quien la entregaría a Serguei Belov (jugador de baloncesto que en 1972 anotó en los últimos segundos de la final de Munich 72, dando el oro a la URSS frente a EEUU). Serguei Belov fue el encargado de encender la gran antorcha olímpica. El gimnasta Nikolai Andrianov, hacía el juramento olímpico (Nikolai Andrianov, oro en Munich 72, en Monreal 76 consiguió 4 oros, 2 platas y 1 bronce). Se establecía conexión con el espacio y los cosmonautas Leonid Popov y Valeri Riumin transmitían su ánimo a los deportistas. Por último, Brezhnev declaraba inaugurados los XXII juegos olímpicos, antes del desfile de los deportistas de los distintos países.

En la retina colectiva nos ha quedado las memorables ceremonias de apertura y clausura de los Juegos de 1980: un alarde de imaginación, que hasta ese momento fueron un ejemplo de coordinación, belleza, ballet, música, folclore, alegría y color; sobre todo color, esos colores rojos por todo el estadio, las combinaciones de estampas en las gradas (por primera vez vistas), las referencias al pasado, a Grecia, a Roma, a los deportes antiguos de otras culturas, pero sobre todo haciendo hincapié en el auténtico fin del deporte, luchando contra el mercantilismo que se había adueñado de los eventos deportivos bajo el capitalismo.

Alejándonos de las verdaderas causas del boicot imperialista, la entrada en Afganistán de la ayuda internacionalista de las tropas soviéticas al gobierno legítimo afgano, no hay duda que fue la última oportunidad de luchar contra la intolerancia y el fanatismo capitalista. Se prefería una nación destrozada a que el socialismo fuera construido pacíficamente en un territorio depauperado. La historia, cruel juez, ha demostrado con los hechos que los siniestros planes de la CIA ocasionaron miles de víctimas inocentes afganas, al construir, armar y desarrollar una guerra que dura hasta hoy, combatiéndose los mismos aliados del capitalismo, luchando por unos despojos, por las materias primas, después de arrancar de las manos de pueblo afgano sus infraestructuras, economía y libertad.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Loor a la EX-URSS, cuanta mentira por parte de los capitalistas del mundo contra los soviet, nunca quisieron llevar a cabo un mundial de futbool, la fifa. URSS tenia, tubo seleccionó para ser campeona del mundo, pero siempre los bocoitian.

Anónimo dijo...

que bueno saber esto, en venezuela estamos construyendo el socialismo como lo quizo y quiere bolivar nuestro padre eterno y maximo lider...
alejandro

Anónimo dijo...

OJALÁ ESOS VALORES DE LA URSS FUESEN LOS RECTORES DE LA ECONOMÍA Y NO EL ACTUAL Y BRUTAL CAPITALISMO.
GRACIAS AL CAPITALISMO TENEMOS LA CRISIS Y DESIGUALDAD EN QUE VIVIMOS ACTUALMENTE.