Oscar
López Rivera, luchador independentista boricua, fue arrestado en
Estados Unidos en 1981 bajo acusación de conspiración sediciosa, delito
que existe únicamente en el Código Penal de Estados Unidos y que implica
que se ha conspirado para derrocar al gobierno.
Al ser Puerto Rico un Estado libre asociado a Estados Unidos -aunque
no incorporado y con status legal de autogobierno- y Oscar luchar por su
independencia, situación que lógicamente implica un cambio de gobierno y
elecciones libres, es considerado por Estados Unidos como conspiración
al atentar contra el orden de dominación prestablecido.
55 años es la pena por este delito, pero a Oscar se le agregaron 15
años más de sentencia cuando en 1986, el gobierno de Estados Unidos
conspiró con el objetivo de simular un intento de fuga que no existió.
Numerosas campañas alrededor del mundo ha impulsado la liberación de
Oscar, visibilizando ante la sociedad el caso de este preso político y
la violación a los Derechos Humanos que se ha perpetrado contra él. Por
la fuerte presión en la opinión pública mundial ejercida -así como al interior
de la sociedad estadounidense- en 1999 el entonces Presidente Clinton
se vio obligado a indultar a doce de los compañeros de Oscar, también
presos por defender su Patria del neocolonialismo imperial.
Con Oscar se intentó negociar una salida condicionada, que implicaba
cumplir diez años más de prisión efectiva a cambio de una liberación
amarrada a ciertas condicionalidades casi imposibles de cumplir. Haydeé
Beltrán y Carlos Alberto Torres continuarían presos. La dignidad y el
compañerismo de Oscar no le permitieron aceptar esa oferta. Poco más de
una década después ambos fueron excarcelados, así como el resto de sus
compañeros. Oscar continúo preso… hasta el día de hoy.
Al acercarse un nuevo 29 de mayo, fecha en la que Oscar cumplirá 35
años privado de su libertad, el Instituto Cubano de Amistad con los
Pueblos (ICAP) – realizó un acto político – cultural en su sede central
habanera para exigir una vez más su liberación en pos de un Puerto Rico
libre, independiente y soberano.
Con la participación de un centenar de personas -entre los que se
encontraban personalidades del deporte como Javier Sotomayor, miembros
de diversas organizaciones sociales y de masas, dirigentes sociales y
miembros del Partido Comunista de Cuba- transcurrió la tarde entre
poesías, grupos musicales y reclamos de libertad.
Oscar estuvo en el corazón de todos los presentes, que emocionados
escucharon sus palabras enviadas por medio de su hija en la voz de
Alexis Guerra, que denostaban un amor a la Patria y a la libertad
inconmensurable, una valentía admirable y una firme decisión de
continuar luchando hasta que Puerto Rico sea verdaderamente libre, “vivito y coleando, listo para lo que sea que venga”.
“La causa de la libertad de Oscar López Rivera se ha convertido en una causa de la unidad de los boricuas”,
expresó Fernando González Llort, Héroe de Cuba y Vicepresidente del
ICAP, -quien compartió cuatro largos años en prisión con Oscar- mientras
realizaba una emotiva alocución sobre la vida y lucha de un compañero,
amigo y hermano de causas; en la que ratificó el inquebrantable
compromiso histórico del Pueblo cubano en la lucha por su liberación;
también remarcado por la misiva enviada por Milagros Rivera, presidenta
del Comité puertorriqueño de Solidaridad con Cuba.
Con excelentes interpretaciones de profesionales de la Academia Nacional de Canto “Mariana Gonitch” y la participación de un grupo de pioneros pertenecientes a la Escuela Primaria “Arturo Montoya” concluyó el acto donde se hermanaron una vez más el Pueblo de Cuba y Puerto Rico, como dos alas de un mismo pájaro.
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