24 de marzo de 2013

Entrevista con Irina Malenko, autora del libro "Soviética"

Por Syu, Sri Lanka. Publicado en ingles en Marxism-Leninism Today. Redacción, traducción y correcciones ortográficas Máximo Falcón.  




Irina Malenko, es autora del libro "Soviética", y es entrevistada por Syu, en lenguaje cingalés, y reproducido en inglés para la revista de la Unión de la Juventud Socialista de Sri Lanka. La entrevista será publicada por Syu pronto.

Syu: Camarada Irina, le damos la bienvenida. En la revista de la Unión de la Juventud Socialista de Sri Lanka, hemos pensado tener un tipo especial de conversación con usted.

Usted no es ajena a nuestro país y su juventud. Ellos la conocen por su libro, Soviética. Las secciones que han sido traducidas extraídas de su libro fueron publicadas aquí. Pensamos que, en nuestra entrevista, usted podría comentar a nuestros jóvenes acerca de la vida de una colegiala soviética y un estudiante universitario soviético. En resumen, pensamos hablar de su infancia, de la vida escolar y la juventud en ese vasto país, la Unión Soviética. 

Primero, y antes de eso, nos gustaría saber de Vd., y sobre su vida actual y sus actividades.

I: Mi nombre es Irina Malenko. Tengo cuarenta y cinco años de edad. Nací en Tula, en la URSS y viví en la Unión Soviética hasta que tuve veintidós años. Me gradué en el Instituto de Historia y Archivos de Moscú, y luego emigré a los Países Bajos a causa de circunstancias personales. Viví allí durante ocho años, me gradué en la Universidad de Leiden con una licenciatura en lenguas y literatura eslavas, y luego me mudé a Irlanda en busca de trabajo. 

Sigo viviendo en Irlanda en la actualidad. Soy traductora/intérprete y una activista política. En 1999 empecé a escribir, no como una escritora de pago, sino como una respuesta a la llamada de mi corazón, siendo mis primeros informes para varios sitios web rusos, luego mis propios artículos y, por último, mi novela, Soviética, en 2009. Estoy orgullosa de decir que soy una comunista y una mujer soviética.

Syu: Usted nació en la Unión Soviética. Usted se crió allí. Si puede, por favor describa su infancia y su familia. 


I: Hablar de la sociedad soviética cuando era niña..., si tuviera que decir que mi infancia fue muy feliz, esto no sería algo inusual. La mayoría de la gente de mi generación que creció en la URSS puede contar una historia similar. Nací siendo la única hija de mis padres, me tuvieron muy jóvenes. Mi madre tenía veintiún años y era estudiante, mi padre tenía veinticinco años y era estudiante de postgrado. Más tarde, se convirtió en profesor y mi madre se convirtió en jefa de un departamento en una gran fábrica. Ella era ingeniera de profesión. 

Si miro más profundo en la historia de mi familia, somos de clase trabajadora, como en el fondo para muchas generaciones. Todos mis antepasados ​​trabajaban en los metales, y eran armeros que trabajaban para el Estado, y estaban orgullosos de ello. La generación de mi madre es la primera generación que tiene una educación universitaria. Antes de la Revolución el hermano de mi abuela tuvo que empezar a trabajar en una planta a la edad de nueve años, para ayudar a la familia. 

Comparar mi situación como cambió en una sola generación tan corta y a la vez con un mundo lejano. Así cambió tanto, que no teníamos que preocuparnos de nuestro presente o nuestro futuro. Todo lo que se requería de nosotros era que estudiáramos mucho. Los niños tenían diez años de educación obligatoria (primaria y secundaria) a partir de los siete años. Los niños fueron llamados a menudo "la única clase privilegiada en la Unión Soviética". 

Toda nuestra educación era totalmente gratuita y de muy buena calidad. También disfrutábamos de varios clubes después de la escuela, podíamos hacer deporte o aprender a tocar instrumentos musicales absolutamente de forma gratuita. Había eventos especialmente pensados para los niños, como los campamentos de verano, los palacios de pioneros, ferrocarriles infantiles, las estaciones de infancia para los amantes de la naturaleza (donde los pequeños podían practicar jardinería), etc., etc. ¡demasiadas actividades para mencionar en una breve entrevista! 

Mis padres se divorciaron cuando yo sólo tenía dos años, y mi madre se trasladó de nuevo con sus padres. Hasta los diecisiete años, yo vivía en la misma casa con mi madre, mis abuelos y mi tío (el hermano menor de mi madre). Mis abuelos estaban jubilados como trabajadores de la fábrica. Mi tío, que era (y sigue siendo!), mi mejor amigo, es un economista. 

Nuestra vida era muy placentera, segura, en un lugar tranquilo, sin estrés, en un medio ambiente natural, absolutamente libre de drogas, con prácticamente ningún crimen. Había bastante seguridad social: si alguien estaba haciendo algo mal, sus colegas o vecinos lo reprendían para que rectificase. Cada adulto tenía empleo, con excepción de las personas con discapacidad, voluntarios de ayuda social, si queríamos salir del país lo podíamos realizar, y una gran protección de los jubilados. La edad de jubilación era de cincuenta y cinco años para las mujeres y sesenta para los hombres. 

El pueblo soviético era también de los más alfabetizados del mundo. A todo el arte era muy fácil de acceder. Las bibliotecas eran gratuitas. Los libros, las obras de teatro, conciertos, museos y exposiciones eran extremadamente baratos. 

Tuvimos un derecho garantizado a la vivienda, el derecho a tener un trabajo bien remunerado, y el derecho a unas vacaciones pagadas. Los costos de vivienda eran extremadamente bajos. La gente pagaba solamente por el agua y la electricidad, un tres o cuatro por ciento de sus salarios en total. El Estado daba a la `población apartamentos de forma gratuita, de por vida, y sus hijos podían quedarse a vivir allí, pero no se les permitía venderlos. El transporte público era muy barato también, así como la comida. La ropa para los niños y los zapatos estaban subvencionados por el Estado. Los libros escolares se suministraban de forma gratuita. 

Puedo seguir y seguir hablando sobre nuestra vida ... traté de describir en tantos detalles como fuera posible en mi libro, Soviética, ya que la generación de jóvenes de hoy en día, ya no saben muchas de estas realizaciones. Les resulta difícil de creer. 

Lo principal de nuestra educación es que se nos enseñaba desde una edad temprana, de que antes de hacer cualquier actividad teníamos que pensar de cómo nuestras acciones afectaban a los demás de nuestro alrededor, para tomar en consideración a los demás. Esto es lo que estoy haciendo todavía hoy, a pesar del hecho de que ahora vivimos en una sociedad capitalista. Esta es mi impronta, de como soy, como persona soviética. 

Syu: En nuestro país, Sri Lanka, es muy común que, además de los padres y los hijos, los abuelos de los niños también viven juntos en la misma casa. A pesar de que las relaciones entre los vecinos están disminuyendo en gran medida en las zonas urbanas, esto no es el caso en las zonas rurales. Ellos siguen manteniendo una estrecha relación con los vecinos y la comunidad. ¿Cómo fue su familia a este respecto? ¿Cuál fue la naturaleza de las relaciones entre los pueblos en su área local cuando eras una niña? Creemos que debe haber habido una abuela o un abuelo que le enseñó muchas historias, ¡que le animó a su habilidad para escribir tanto!  




I: Sí, ¡era de la misma manera en la Unión Soviética! La mayoría de las personas vivían juntas como una gran familia, varias generaciones en la misma casa, ¡y fue genial, especialmente para los niños! Mis abuelos jugaron un papel fundamental en mi formación, recibí tanto de ellos. 

Mi abuela pasó la mayor parte del tiempo conmigo porque era una ama de casa, ya en ese momento (después de su trabajo en la fábrica). Ella era una mujer tranquila, con una fuerte personalidad a quien todos escuchaban, a pesar de que nunca alzó la voz con nosotros. Ella fue muy paciente, inteligente, con un sólido conjunto de valores morales, y todos tratamos de vivir de acuerdo con las normas que impulsaba nuestra sociedad. Ella me leía cuentos y cantaba canciones de mi edad temprana. 

Mi abuelo dejó de trabajar cuando yo tenía tres años. Él se ocupaba de la casa, de hacer todas las reparaciones, del trabajo en el huerto que teníamos. También se inventaba historias para mí y solía llevarme a recoger setas en el bosque e ir a pescar. Él y mi tío eran un buen reemplazo de mi padre, así que no me perdí un modelo masculino en mi entorno. 

Los vecinos eran también muy importantes. Había una familia en nuestra calle con seis hijos (eran la familia de mi mejor amigo). Su madre trabajaba a tiempo completo, y no tenían abuelos, su padre estaba haciendo multitud de actividades laborales. Así los niños estaban a menudo en la calle los veía disfrutar de todos los vecinos. Así toda la calle eran su hogar. En Occidente, donde vivo ahora, los vecinos apenas llamarían a los trabajadores sociales y los trabajadores sociales que viniesen  obligarían a estos niños ser responsabilidad única de sus padres, destruyendo así sus vidas. Esto es lo que ocurre bajo el capitalismo, ¡y esto es lo que ellos llaman "cuidados"! Pero fue en la Unión Soviética donde las personas realmente lo que importaba. 

Daban a los niños comida, a veces ropa y mantenían un ojo sobre ellos. Y hoy todos esos seis niños están bien.Todos ellos tienen sus propias familias. Todos ellos trabajan. A menudo me pregunto qué hubiera sido de ellos si hubieran crecido bajo el capitalismo. ¡Creo que tuvimos la suerte de que esto no ocurrió! ¡Todos nosotros tuvimos suerte, mucha suerte! 

En cuanto a la escritura, decidí convertirme en un escritora a la edad de cinco años, cuando yo ya era capaz de leer y escribir mi primer "libro" (sobre las aventuras de una niña llamada Vika, una recopilación de las historias que me contó la hermana de mi abuela, que pasó todos sus fines de semana con nosotros y fue también una persona muy importante en mi vida). El primer libro que leí fue la cabaña del tío Tom, y desde entonces tengo la sensación ardorosa de la necesidad de luchar por la justicia. 

Syu: ¿Asistió a cursos preescolares? ¿Qué clase de lugar era para los niños? ¿Cuáles fueron las actitudes de los maestros con los niños?

I: Sí, lo hice, por un tiempo, cuando yo tenía tres o cuatro años, y mi madre comenzó su primer trabajo. La unidad preescolar estaba en su fábrica. Ella pagaba un porcentaje de su salario a tiempo completo por mi estancia allí (desde las 8 AM hasta las 6 PM, que incluía tres comidas calientes al día). Era un lugar muy cálido y acogedor, los profesores intentaban enseñarnos cómo ser parte del grupo y también elementos elementales de la calidad socio-política de nuestro país. También teníamos clases de música, un montón de juguetes y una gran cantidad de salidas al parque. Mi único problema fue que yo era una niña muy tímida y me costaba hacer amigos. Este hecho condujo a la oferta de mis abuelos para cuidar de mí todo el tiempo y no seguí en la etapa preescolar cuando tenía cinco años. 

Syu: En sus días de infancia, ¿las obras artísticas estaban a disposición de los niños en la Unión Soviética? Hable acerca de los libros de cuentos, de los dibujos animados, películas infantiles y eventos deportivos que estuvo disponible para usted. ¿Cómo se protegían los niños? Aquí, en Sri Lanka, experimentamos un nivel horrible de abuso de menores, y está creciendo a un ritmo alarmante. 

I: ¡Absolutamente todo estaba a nuestra disposición! Tuvimos casas enteras, editoriales que trabajan especialmente en libros para niños, había una enorme cantidad de dibujos animados y películas producidas especialmente para niños, había espacios de radio y programas de televisión infantiles, también programas semanales que todos estábamos esperando, como "si nos visitara un nuevo cuento de hadas", que era una película nueva cada semana. 

Todos los clubes deportivos eran completamente gratuitos. Había un especial celo para animarnos a asistir, y los mejores fueron seleccionados para ir a las escuelas deportivas, por eso la URSS era tan fuerte en los deportes en los Juegos Olímpicos, debido a la amplia base para el deporte que tenían todos. Me sorprendí al ver en una película, que el padre de una patinadora de los EEUU Tai Babilonia, ¡fue forzada a tener tres trabajos para poder pagar sus clases de patinaje! En el cine había  mañanas especiales para niños, con visionados de películas para pequeños, y boletos con descuentos, a menudo las clases enteras asistían a ellas. 

También tuvimos Palacios de Pioneros con varias actividades después de la escuela, de acuerdo con sus propios intereses. Todos los niños recibieron clases de natación como parte del programa escolar. El Estado fuertemente subsidiaba todas las actividades para los niños, incluyendo ropa, libros, juguetes, puericultura, lo que fuera necesario. Y es por eso que para la mayoría, tener hijos era una alegría y no una carga. Lo único que el tamaño de la familia estaba limitado por el tamaño de la vivienda. 

En cuanto a la protección de los niños, el maltrato infantil era prácticamente desconocido, y no porque "no se informase", sino porque la gran mayoría de los adultos eran personas mentalmente sanas e incluso era extraña la idea de hacer daño a un niño. Nos dijeron que nuestros padres no tomaban dulces de los extraños y no ir a ninguna parte con los extraños, pero nunca nadie se acercó a nosotros con nada de eso, y me gustaba jugar con mis amigos todo el día fuera, sin mucha supervisión. Sólo hubo un caso de asesinato de niños en mi ciudad (500.000 habitantes) en veinte años, y fue hecho por una madre hacia su hijo con trastornos mentales. No habían niños sin hogar. Todos los niños fueron a la escuela, y si un niño estaba vagando solo por las calles, el primer adulto que le preguntaba de dónde eran sus padres y lo que estaba haciendo allí, y luego lo traía a casa. 


Syu: ¿Cómo fue su vida escolar? ¿Qué clase de escuela era? En nuestro país existe una gran competencia para conseguir que un niño vaya a un colegio "público" o de una escuela privada, (que significa mejores escuelas y privilegios). En la era soviética, ¿hubo una gran competencia entre los niños? ¿Cómo fue el después de la escuela, iban a cursos privados, u otro sistema de clases superiores? 

I: En la URSS había un solo sistema escolar, la escuela era igual para todos, así que no había competencia para introducirse en diferentes tipos de escuelas. En un primer momento, la escolarización de ocho años era obligatoria, y luego se convirtieron en diez años obligatorios. Algunos niños podían salir de la escuela, después de ocho años, si así lo deseaban, pero luego irían a un colegio donde podían aprender un oficio y que todavía se complementaba con el mismo programa de la escuela de diez años, hasta la universidad. 

Era un sistema donde se aprendía realmente, y realmente todos los niños, independientemente de sus antecedentes y sus habilidades, recibían las mismas oportunidades. El único tipo diferente de escuelas, eran las escuelas especiales para niños con discapacidad, con necesidades especiales. También había escuelas donde se estudiaba un tema con más profundidad que el resto. Estas escuelas eran de matemáticas, o de idiomas extranjeros específicos, para los niños que querían ir allí. 

La única competencia que teníamos cuando eramos niños, era conseguir las mejores notas, dentro de la clase. Nos dividían normalmente en tres o cuatro "equipos", grupos de cuatro o cinco niños, teniendo cada uno con su propio responsable elegido. Por lo general, los mejores alumnos ayudaban a los más débiles después de las clases en sus tareas. 

Esto funcionó muy bien, en vez de cualquier tipo de clases particulares. Los mejores alumnos consideraban como su privilegio ayudar a los más débiles. Sólo en los últimos años de la escuela, algunos niños recibían clases particulares con el fin de aprobar los exámenes de ingreso a la universidad, si sentían que no eran lo suficientemente buenos en un tema. Tomé clases particulares de francés, en mi último año escolar durante un par de meses. Pero, a diferencia del Occidente capitalista, las clases particulares eran excepcionales.

El colegio estaba lleno de acontecimientos. Pasábamos mucho tiempo juntos, no sólo en el aula, sino también en varias excursiones y trabajos en el campo, ayudando a cosechar verduras en la granja colectiva durante un día o disponer de un día libre de tareas (subotnik), o la limpieza de los jardines de la escuela. 

Nuestra educación fue política, si. En el primer grado, todos nos convertimos en "Octubristas (seguidores de Octubre)", con un distintivo especial y un código de conducta. En el tercer grado, nos convertimos en "Pioneros", con una corbata roja y una placa. Tomamos el compromiso de un joven pionero en la Plaza Roja en Moscú donde nuestra escuela nos trajo especialmente para en esta ocasión, y nunca voy a olvidar este día, y de cómo visitamos el Mausoleo de Lenin. 

Cuando teníamos catorce años, quien quisiera se unía al Komsomol (Liga de la Juventud Comunista, para jóvenes de entre catorce y veintiocho años), y la mayoría de nosotros lo hizo. Para unirse a ella, tenía que ser aceptado por primera vez en el nivel de la escuela y después de pasar una especie de prueba en el nivel de distrito. Fue un día muy emocionante cuando obtuve el carnet de miembro. También queríamos aprender cómo era el mundo del trabajo. En el noveno grado, tuvimos cuatro semanas de trabajo en una fábrica real durante el verano, para lo cual se nos pagaba. Nosotros sólo trabajábamos cuatro o cinco horas por día. La idea era enseñarnos un oficio antes de abandonar la escuela. 

Y por último, pero no menos importante, nos enseñó a defender nuestro país: los dos últimos años en la escuela tuvimos un entrenamiento militar básico. 



Syu: Simplemente con exámenes, no es suficiente para educar a una persona. ¿Cómo fue le ayudaban en su escuela para crear una personalidad soviética? ¿Cómo conseguían esas actitudes justas sobre la vida, sobre la humanidad, sobre la naturaleza, y sobre otras personas, fueron arraigadas en usted por su escuela y la sociedad? 

I: En las escuelas soviéticas, desde una edad temprana, teníamos muchas lecciones de socialismo. Los veteranos de guerra y hasta una señora que conoció a Lenin en su juventud venían a nuestra escuela para hablar con nosotros y contarnos sus historias.También tuvimos grandes juegos sobre la Guerra Patria, y así cantábamos y marchábamos en las competiciones. Los niños desde los tiempos de las escuelas soviéticas se ocupaban de las personas mayores solas, y les ayudaban después de la escuela en su limpieza, en sus compras, aseo y otras tareas. Este movimiento se llama "Timuriano", los seguidores de Timur, lo calcaron de un libro famoso apreciado por la infancia soviética Timur y su pandilla, de Arkady Gaidar. 

Los niños más grandes dentro de la escuela se ocupaban de los más jóvenes, visitándoles todas las semanas y haciendo varias tareas con ellos (eran llamados guías). Una vez por semana, tuvimos una hora de clase, una hora excepcional después de las clases ordinarias, donde conversábamos sobre diversos temas de la vida humana y la actitud hacia ella. Trabajando juntos como clase, ayudando a las granjas colectivas durante el tiempo de la cosecha contribuía en nosotros a formar nuestra personalidad. La escuela nos educaba en el aprecio del trabajo realizado por otras personas. Por ejemplo, se nos enseñaba a que nunca tirásemos un pedazo de pan en el suelo, porque el pan era el fruto del duro trabajo de los demás. Además, todos los libros sobre literatura estaban llenos de ejemplos positivos de conducta para nosotros. 

En cuanto a la naturaleza, tuvimos grupos de jóvenes naturalistas que nos encontrábamos después de la jornada en los bosques locales y en los parques. Algunas escuelas tenían "su rincón vivo", donde vivían animales y a los niños se les enseñaba a cuidar de ellos. Si algún joven pionero o miembro del Komsomol hacía algo mal, la forma típica de tratarlo era discutir su comportamiento por toda la clase, y la clase entera decidía sobre las medidas a tomar para enmendar sus conducta, votándose a favor de aquellos medidas tomadas democraticamente.


Syu: El sistema capitalista no sólo destruye a los niños físicamente por las enfermedades y las guerras, pero también hace que los niños se vuelvan miserables al invadir sus mentes. Se les capacita para que juzguen todo de acuerdo a la teoría del mercado y su práctica. ¿Puede darnos algunos ejemplos utilizados por el sistema soviético de crear actitudes justas en los jóvenes? 

I: Actitudes como "ganar dinero", "obtener ganancias", "todo tiene su precio", etc., se consideraba profundamente repugnante. No sólo en las películas soviéticas y los libros indicaban como ridículas este tipo de actitudes para la vida, en nuestra existencia real, nos enseñaban a ayudar a los demás de nuestro alrededor sin esperar nada a cambio.
Ofrecer dinero a alguien, después de que él o ella le hubiéramos ayudado, era considerado como un insulto. Todavía no puedo hacerlo ahora mismo, incluso cuando se necesita dinero en esta vida capitalista: no puedo tomarlo de alguien que lo necesita él mismo, y realmente me gusta ayudar a la gente "por libre". Me hace sentir feliz, sabiendo que hice su vida un poco más fácil, ayudándole, más que cualquier recompensa financiera. Este conjunto de valores que he recibido tanto de mi familia y mi escuela. 

Syu: Hoy la seguridad de las mujeres jóvenes es un gran problema en la mayoría de los países. ¿Cómo era en la Rusia soviética? 




I: Oh, era muy segura. La actitud hacia las mujeres era muy diferente. En nuestra sociedad (y las propias mujeres, de hecho) no se toleraba el sexismo. Los niños se criaron con la idea de que una mujer no es solamente una persona igual, pero que también teníamos una actitud de ayuda, ser amable, y respetuosos hacia nosotras, ya que los muchachos y los hombres son físicamente más fuertes. 

Delitos como el asalto sexual y la violación eran extremadamente raros y si ocurrieron, a menudo eran castigados con la muerte después de un juicio (tuvimos la pena de muerte para los mayores crímenes en la URSS). 

Además, no había pornografía. Era ilegal traerla del extranjero, y nada de naturaleza pornográfica se mostró siempre en la televisión y en las películas. Cuando me encontré con ella por primera vez en los Países Bajos donde me trasladé a vivir después de mi graduación, estuve llorando por muchos años. Me sentí personalmente humillada al ver que esas cosas estaban disponibles para la venta y no pude (y yo todavía no puedo, incluso después de veintitrés años) entender cómo las mujeres occidentales que se suponen son "libres y liberadas", toleran este calamidad, en general, sin detener esta humillación de todas nosotras, en la sociedad capitalista y ni siquiera protestan contra ella. 

La humillación de las mujeres, junto con los ataques contra ellas, se inició en los últimos años de la URSS, bajo Gorbachov, en torno a 1988--1989. Fue dirigida desde arriba, con "eróticas" escenas de las películas y las revistas "eróticas". Nuestras chicas fueron bombardeados por mensajes acerca de lo "cool", lo que era la vida de una prostituta, también procedía este mensaje del grupo liderado por Gorbachov, esos líderes traidores del partido. Y fue muy impactante para nosotras. 

He aquí un pequeño extracto de mi libro sobre el tema de la seguridad de las calles soviéticas en comparación con la Rusia de hoy: 

".. Cuando tenía seis años, mi madre me llevó a Moscú, se las arregló para conseguir las entradas para el espectáculo sobre hielo americano "Holiday on Ice". Volvimos a casa después del show, con la parada de tren por la noche. Los vagones estaban vacíos, yo dormía en el regazo de mi madre casi todo el camino. ¡Luego se fue a casa a través de toda la ciudad a las 4 am! La noche de verano era maravillosa, cálida y tranquila. Era tan fantástico, y nadie tenía miedo a nada ni a nadie. 

A veces nos encontramos con ocasionales transeúntes, parejas de enamorados o de los trabajadores que regresaban del turno de noche, y nadie tenía la idea de atacar a alguien con un propósito infame. Es sólo ahora, bajo el capitalismo, que los «liberados» son como "democráticos simios" realmente no los entiendo : ¿cómo podrían perder tal oportunidad y no violar o robar a una mujer con un niño, si llegan a estar en tu camino sola en la noche? Como un crítico de cine dijo recientemente, completamente en serio, «era una transición que tuvo lugar en nuestra sociedad, desde la mentalidad soviética a la norma usual» ", es decir, ¡a la norma capitalista! 

Hace poco me encontré con esta pequeña historia en Internet: "En 1983, en una fiesta de estudiantes en Moscú. Uno de los estudiantes extranjeros que nació en una familia rica, se bebió y se puso a insultar a nuestro país y sus tradiciones. Las quejas de esta persona eran de tal naturaleza: "Aquí estoy, ya borracho y disfrutando por mí mismo y ahora quiero una mujer. Tengo un montón de dinero (se le salía por su bolsillo y lo mostraba a los demás). En cualquier país normal, sería suficiente chasquear los dedos, y volvería a conseguir lo que quisiera, pero en la Unión Soviética, si ofrezco mi dinero a una mujer en la calle o aquí en la casa de estudiantes, puedo conseguir sólo una bofetada en la cara, ¡de hecho, todos ustedes están locos!

Nadie quiso discutir con él, todo el mundo se rió de este payaso. Fue entonces cuando sentí un gran orgullo de mi país y de nuestras mujeres. Y yo estaba orgullosa de que, de todos los países de Europa y América, nuestro país era el más normal." 

Creo que esta pieza realmente lo dice todo, no era solamente la actitud soviética a las mujeres, sino también las normas morales de nuestras propias mujeres.



Syu: El amor es una de las cosas más importantes que afectan a la vida de los jóvenes. ¿Cuáles fueron las actitudes de su sociedad con el amor? ¿Cómo era la consideración con la riqueza, el trabajo, la religión, el color de piel, la nacionalidad, etc., hacia el afecto, y el amor en la sociedad soviética ?

I: Sí, en nuestra sociedad el amor era muy importante también. Nos educaron con la idea de que el amor es un sentimiento puro e incondicional, y que uno debe casarse sólo por amor. El amor era visto como un sentimiento serio, y "para tratar diferentes amores, de los pequeños van en busca de uno grande", como la gente en Holanda decía; por ejemplo, no fue sólo el sistema de valores en la URSS. 

El ideal principal fue expresado por Nikolai Chernishevski, un famoso revolucionario y escritor ruso, "¡Muere, pero no des un beso sin amor!" El punto de vista soviético sobre el amor, no hay riqueza, por ninguna clase de trabajo que la persona realizase, ni por nacionalidad ni color de piel o de religión importase. Cada cuatro matrimonios en la URSS, eran entre personas de diferente origen étnico. Hubo incluso las combinaciones más inusuales, como una niña y un niño judío kirguises, una chica de Estonia y un niño vietnamita, etc. 

Recuerdo que estaba en un tren con un hijo de un matrimonio mixto. Le pregunté: "¿Quién es tu padre?" "Un uzbeko" "¿Y tu madre?" "Ucraniana". "¿Y tú?" "¡Yo soy ruso!" Me crié en este ambiente, en que era perfectamente natural y normal para alguien que la población tenía un origen étnico diferente e incluso racial. Lo único difícil de aceptar para los ciudadanos era alguien que saliese con un extranjero, porque era visto por algunos como una traición al país, ya que implicaba que quería emigrar al mundo capitalista. 

Mi primer novio era un compañero de estudios de Etiopía, así que a veces tuvimos un tiempo difícil por eso. Pero nunca ni por un momento pensó en su religión (que era musulmán), este hecho era completamente irrelevante para mí. Mi ideal era conocer a un revolucionario de otro país, y junto con él construir un mundo mejor. Lo tomé muy en serio. Aprendí mucho sobre su cultura, incluso tomé clases particulares para aprender su idioma, a pesar de que él hablaba ruso también. Por desgracia, mi novio no era un revolucionario, pero me di cuenta de eso más tarde. Y esa fue la razón principal de nuestra ruptura, que él no era un revolucionario. Eso era lo más importante para mí cuando era una Joven Soviética. 

Cuando me iba a casar, con un joven del Caribe, mi familia lo quiso de corazón y nadie cuestionó mi elección. Él recibió la bienvenida más cordial posible. Más tarde, cuando me llevé a mi hija de vuelta a mi país como un bebé,   era una niña de raza mixta, su padre era de origen latino, de tipo Negro Indio Americano, todo el mundo la admiraba. Las personas la conocen por el nombre mi Alisa "Amistad de los Pueblos". Nunca he oído una mala palabra a nadie allí sobre ella porque no era pura rusa. 

Syu: ¿Cuáles eran sus esperanzas y sueños cuando estaba en la escuela? ¿Usted y sus amigos tienen personajes en los sueños? Por ejemplo, hoy en día, Harry Potter, Britney Spears, Ronaldo, y así sucesivamente. 


Zoya Kosmodemianskaya

I: Sí, por supuesto, lo teníamos. Estábamos con el objetivo de llegar a ser como revolucionarios famosos o héroes de guerra. Yo quería ser como Zoya Kosmodemianskaya, nuestro heroína partisana de la Segunda Guerra Mundial que fue ahorcada por los nazis a la edad de dieciocho años. 

Sí, los teníamos como estrellas del pop y actores también, pero para la mayoría de nosotros no eran nuestros héroes ideales. Cuando era niña me encantaba ver películas de diferentes países donde un héroe luchaba contra la injusticia, como "El Zorro", pero el héroe de película que yo admiraba, no era un actor. Eran revolucionarios, ellos eran mis verdaderos héroes, personajes como Che Guevara, como Patrice Lumumba. Soñaba no sólo para casarme con alguien como ellos, ¡sino llegar a ser como ellos yo también! 

Syu: Los jóvenes tienen un especial interés en los deportes, la moda y la música. En su vida escolar y después en su vida universitaria, ¿cómo usted y sus amigos participaban en los deportes, con la moda y la música? 

I: Como ya he dicho, en todos los lugares donde se podía practicar un deporte, era completamente gratis para todos. Además, la formación hasta el nivel más alto, como el Olímpico era gratis. En la escuela de todos los niños se espera que logren ciertos objetivos deportivos, como correr, nadar, esquiar, etc., las denominadas "Normas de Preparación para el Trabajo y la Defensa." 

La moda no era tan importante para mí. Yo prefería los libros y discos de música, pero para otras niñas la moda era importante. Lo único que no se les permitía hacer era usar maquillaje cuando usted estaba todavía en la escuela secundaria, porque usted era todavía una niña, y la escuela no es el lugar para mostrar sus trabajos faciales, a excepción de cuando estuvimos en una discoteca de la escuela. Para ir a una discoteca, usted podía usar maquillaje y un vestido de moda. La mayoría de nuestras chicas sabían coser sus propios vestidos, y nos daban lecciones adecuadas de costura en la escuela también. 

Y ya he mencionado la discoteca de la escuela. No era sólo la música soviética, lo que escuchábamos, también estábamos escuchando lo mejor de la música pop de los diferentes países en diferentes idiomas. Estaba disponibles a través de la radio y la televisión. 



Syu: Explique el sistema educativo soviético y su vida universitaria, ¿De qué base partieron sus experiencias? ¿Qué servicios le dieron? ¿Cómo fueron sus maestros universitarios? 

I: El sistema educativo soviético era muy sencillo. Diez años de la escuela pública igual para todos. Tres años de enseñanza primaria y siete de secundaria, sin exámenes entre ellos, ya que todos los niños permanecían de año en año, cada curso, por lo menos hasta el octavo grado. Después del octavo grado teníamos cuatro exámenes, pero no esperaban determinar quién iría más lejos, y quien dejaría la escuela. Era el niño y sus padres quienes decidían esto. 

Algunos niños no estaban académicamente inclinados a continuar, y estaban dispuestos a aprender un oficio después del octavo grado. Pero incluso ellos tenían que completar el programa de diez años dentro de la escuela  elegida profesional. 

Algunos alumnos más débiles sólo se quedaron en la escuela hasta el final del décimo grado, a pesar de los resultados de sus exámenes. No había problema. Después del décimo grado todos teníamos los exámenes finales. Del promedio obtenido en las calificaciones, se pasaba a su examen de ingreso a la universidad, si así decidía. Siete era la nota a lograr, por todo y para todos. 

Normalmente era "la última campana de la Escuela", la fiesta antes de los exámenes y la fiesta de despedida final después de los exámenes. En mi caso fuimos al parque de atracciones local, que estaba abierto toda la noche para la ocasión, y todos nosotros, que abandonábamos nuestra vida escolar, y en todos los colegios de la ciudad, podíamos utilizar todas las atracciones de feria de forma gratuita esa noche. Nadie estaba borracho, no había desorden, y fue la noche más memorable y agradable. Después tuvimos descanso por un mes. A continuación, algunos de nosotros fuimos directamente a trabajar y algunos continuaron estudiando. 

Las universidades tenían pruebas de acceso del sistema (cuatro en total), con la base del programa escolar. Los Estudios Universitarios eran de cinco años para todo el mundo (no había tal cosa como "Bachilleres" y "Másteres"), seis años para los futuros médicos. Todos los estudios universitarios eran completamente gratis y que incluso podría obtener una beca (gratuita) del estado: alrededor de cuarenta rublos, más en algunas universidades, y más para los estudiantes excelentes que pasaron sus exámenes con una marca superior, para todo el ciclo siguiente. Para que se haga una idea de lo que era estudiar. 

El lugar era una habitación de estudiantes (por lo general dos o tres personas en una habitación), el costo era de veinticuatro rublos para todo el año, incluyendo toda la electricidad, y el agua, y otros proyectos de ley de los servicios públicos e incluso el uso de la tetera, de los muebles y la ropa de cama, ¡que era lavado y cambiado de forma gratuita para nosotros cada dos semanas! Los libros de estudio los pedía prestados en la biblioteca de la universidad, de forma totalmente gratuita para todo el período. ¿Qué más se necesita para estudiar adecuadamente sin preocupaciones, en tales condiciones? Los profesores nos trataban casi como colegas cuando éramos estudiantes, y nos inculcaban una preparación para un trabajo de investigación durante los estudios, si decidimos hacerlo. La vida estudiantil fue verdaderamente lo más hermoso, los años más fantásticos de mi vida. Yo vivía en Moscú, viajaba a tres horas de distancia de mi casa, en el piso de estudiantes, e hice grandes amigos durante esos años. 

Syu: ¿Qué tipo de actitud se tiene sobre el empleo después de la educación? ¿Había puestos de trabajo disponibles? ¿Quedó satisfecha sobre los empleos disponibles? 

I: En primer lugar, sabíamos que nuestro trabajo futuro estaba asegurado. No había necesidad de preocuparse por eso. Todo el mundo tenía una oferta al final de sus estudios, o en otra ciudad, el empleador la suministraba con la vivienda también. Usted no tenía que aceptar el primer lugar que se les ofrecía, se podía argumentar a favor de otro, o también ponerse de acuerdo con el mismo empleador que le tomaría después de la graduación. La única condición era trabajar durante tres años en el mismo lugar después de su asignación. ¡Fue un precio muy pequeño a pagar por cinco años de una educación universitaria completamente gratis! 

Lo principal es que nadie estaba en paro, y que era tan natural para nosotros que no acabábamos de apreciar en ese momento. Los sueldos de todos los principiantes eran más o menos los mismos, independientemente del lugar a que fueran enviados. Tengo un lugar en mi ciudad natal, que era muy conveniente para mí. Pero yo quería hacer estudios de postgrado. 

Trabajé durante tres meses y luego le pregunté a mi empleador si podía conseguirme una licencia para las pruebas de acceso al curso de post-grado, lo cual hizo. Pasé los exámenes y tenía una opción para dos lugares diferentes de postgrado. ¡Uno de ellos era el sueño de mi vida! Pero, para entonces, el país empezó a desintegrarse, y me fui ... 

Syu: ¿Cómo se comparan las cualidades y el comportamiento de la juventud soviética y luego los jóvenes rusos de hoy, por el tipo de sociedad en que viven? 

I: Para decirlo claramente, la diferencia es impactante. Creo que te conoces a ti mismo, cuando ves como es la juventud bajo el hechizo maligno del capitalismo, de modo que no tengo que describirle la naturaleza dañada de demasiados de ellos. He tratado de describir en esta entrevista lo que la juventud soviética era. Los jóvenes rusos de hoy y los jóvenes soviéticos, como sienten dos naciones completamente diferentes. 

Lo triste es que la mayoría de los jóvenes rusos de hoy, les ha sido lavado el cerebro por la mala calidad de la educación de hoy, y los medios de comunicación capitalistas, y prácticamente no sabe nada de la vida en el URSS o de los valores soviéticos. 

Lo bueno, sin embargo, es que cada vez más jóvenes están empezando a pensar en nuestra realidad trágica de hoy. Tarde o temprano, la mayoría de ellos encuentran su camino a nuestras raíces soviéticas y empezarán a buscar respuestas. El interés en el socialismo y la URSS es hoy incomparablemente mayor que hace diez o incluso cinco años atrás, y está creciendo rápidamente. Honestamente puedo decir que he conocido a algunos jóvenes comunistas en Rusia y de otras ex repúblicas soviéticas en los últimos años que ¡creo en un futuro brillante para nuestro país de nuevo! 

Syu: ¿En su juventud tuvo amplio disfrute de su vida? ¿Usted y su generación tuvieron oportunidades para estudiar, aprender música, viajar, celebrar fiestas, jugar, etc., sin ningún tipo de discriminación? 

I: ¡Lo hice de todo, con toda seguridad, y cómo! En realidad, todos los caminos de la vida estaban abiertos para nosotros. Ya he hablado de la educación, el deporte y el ocio. Lo mismo se aplicaba para viajar. El nuestro, era el país más grande del mundo, se necesitaría toda una vida para visitar todos los lugares, con toda su variedad cultural. Los billetes de tren y avión eran muy asequibles, y los estudiantes y los escolares pagan mitad de precio también. El sistema de transporte público total, era amplio y bien desarrollado. 

Generalmente cuando se habla de la URSS y los viajes, la primera respuesta que se obtiene: "¡Pero usted no podía viajar al extranjero!" Esto no es del todo cierto. Usted podía viajar al extranjero, pero el proceso era largo, usted tenía que realizar algunas entrevistas, para asegurarse de que usted representaba a nuestro país en el exterior de una manera apropiada y se comportaría con dignidad. 

Y, después de todo, si me hubiesen dado la opción: de viajar al extranjero (¡sólo para unas pocas personas, porque en la actualidad menos del diez por ciento de los rusos en la Rusia capitalista se lo puede permitir!) podría disfrutar de una educación gratuita, sanidad, de la ausencia de desempleo, de la seguridad de las mujeres y muchas otras ventajas más del socialismo, ¡está claro qué opción me gustaría hacer! 

Y lo más importante, comparo mi juventud con la realidad de hoy en día, tanto en Rusia como en Occidente, más me doy cuenta de lo afortunados que éramos enormemente nosotros que tuvimos la oportunidad de experimentar ¡La Vida Socialista Soviética! Como digo en mi libro, "Si me piden que describa el capitalismo en una palabra, probablemente elegiría la palabra" bestialidad". Esto también se aplica plenamente a la Rusia post-soviética y su mentor espiritual, los llamados países "desarrollados" . Si me piden que describa el socialismo en una palabra, elegiría la palabra "inspiración". Eso es lo que hemos experimentado durante la era soviética: si no todos los días, por lo menos muy a menudo. 

Syu: ¿Cómo entender a la sociedad soviética y los moldes de sus mujeres? ¿Qué clase de ética moral y social, y de comportamiento se usaron? 

I: Las mujeres soviéticas fueron educadas con dignidad y creando su orgullo como trabajadoras. Estas fueron las dos cualidades más valoradas en nosotros por la sociedad. La gran mayoría de las chicas no fumaban ni bebían alcohol, no porque alguien las obligara a no hacerlo, sino porque se consideraba repugnante en sí mismo.


Las drogas eran desconocidas, tanto para las chicas y los chicos. Los embarazos de adolescentes eran sumamente raros. En mi generación había chicas que eran tan inocentes que incluso a la edad de diecisiete años todavía pensaban que podía quedar embarazada con los besos. Nos educaron en la idea de desarrollarte tu mismo, que eras una persona muy especial, a pesar de que ninguno de nosotros era de ninguna manera religiosa.



Para nosotros, esto fue simplemente una cuestión de dignidad, lo que era más importante que cualquier otra cosa. No estoy diciendo que todo el mundo estuvo a la altura, pero ese era nuestro ideal. La sociedad nos trataba con respeto. Tuvo cuidado de nuestra salud, teníamos un control anual, lleno chequeos en la escuela y en el trabajo, (tanto para hombres y mujeres). Se nos veía no sólo como madres futuras, sino también como productores iguales en el lugar de trabajo, y en los estudios. La sociedad occidental me pareció extremadamente sexista cuando me encontré por primera vez con ella. 

En la URSS nunca sentí la tensión entre los chicos y las chicas. Los muchachos y muchachas soviéticas perfectamente podían ser sólo amigos. El Día Internacional de la Mujer Trabajadora, se sigue celebrando en la Rusia de hoy, sólo que ahora con un ángulo diferente, como el Día de la Madre en el Oeste. No era sólo acerca de la maternidad. Era una celebración por la contribución de las mujeres a nuestra sociedad, una celebración de nuestra igualdad. Esto no era un tipo de celebración feminista occidental sobre el acceso a la igualdad, rayana en el odio a los hombres. Éramos iguales, pero de una forma especial, así era la manera que tenían de nosotras la mayoría de nuestros hombres. ¡Era una sensación agradable ser mujer en la URSS! 




Syu: ¿Cuál es tu sueño hoy?

I: ¡Vivir lo suficiente para ver la revolución socialista que viene! No sólo para verlo, sino para participar activamente en ella. No sólo esperar a que comience con el fin de participar en ella, ¡sino prepararla activamente hoy!



Fuente:
http://mltoday.com/subject-areas/books-arts-and-literature/an-interview-with-irina-malenko-author-of-sovietica-1591.html

Notas sobre su libro Soviética:

Los personajes principales de la trilogía "Sovietica" nacieron y se criaron en varios rincones de nuestro planeta. Sin embargo, todos ellos tienen algo en común: una postura firme en contra de la injusticia, el odio al imperialismo, el amor a la humanidad.

Zhenya Kalashnikova, una mujer nacida y criada en la Unión Soviética, emigró a Occidente durante la Perestroika. Ella viaja a Irlanda después de su divorcio en busca de trabajo: con el fin de mantener a su pequeña hija que queda enferma, al quedar desempleada, busca un tratamiento médico adecuado para ella. Aterriza entre los irlandeses que luchan por la reunificación de su país. El destino trae a Zhenya y su hija a Cuba, donde la pequeña Lisa recibe tratamiento médico gratuito. Después de regresar (debido a la falta de alternativas) a un mundo que se considera "civilizado", Zhenya se siente cada vez más que es imposible permanecer pasiva ante la cara de la mentira, la ignorancia y la maldad oculta bajo un manto de palabras bonitas. A través de diversas pruebas y tribulaciones ella termina en Corea del Norte y desde allí viaja a la isla de Curazao, la tierra natal de su ex-marido, donde se encuentra una base militar estadounidense. Esta es también una base para la subversión dirigida a la Venezuela revolucionaria de Hugo Chávez ...


¿Nuestra heroína, junto con su compañero irlandés, será capaz de prevenir la amenaza se cierne sobre Venezuela?


23 de marzo de 2013

El sexto héroe

Extraído de Cuba debate.



Poco antes de morir, el 23 de marzo de 2011, Leonard Weinglass aún luchaba por la libertad de los Cinco cubanos injustamente encarcelados en Estados Unidos. La última foto que le tomaron en la sala de cuidados intensivos del Hospital Montefiore lo muestra revisando documentos de las apelaciones extraordinarias – Habeas Corpus – último recurso legal de nuestros compatriotas. Unos minutos después Gerardo, Ramón, Antonio, Fernando y René perdieron a su más lúcido, tenaz y abnegado defensor.
Han pasado ya dos años y el tribunal de Miami aún no se ha pronunciado. La Fiscalía, por su parte, además de maniobrar para hacer interminable este proceso – algo que ha caracterizado su conducta desde que ellos fueron arrestados en la madrugada del 12 de septiembre de 1998 – trata ahora, en una insólita moción, que sea eliminada una parte sustancial de la apelación de Gerardo Hernández Nordelo.
Se sabe, desde la Antigüedad, que “justicia demorada es justicia negada” y no son pocos los profesionales del Derecho en Estados Unidos – jueces, fiscales, abogados – que han hecho lucrativas carreras manipulando papeles, retorciendo interminablemente leyes y procedimientos, dejando el tiempo correr para engrosar así sus bolsillos mientras aumenta el sufrimiento de las víctimas de un sistema que no sólo es profundamente injusto sino también deshonesto y cínico.
Len era completamente diferente. Fue uno de los más brillantes abogados defensores de la historia norteamericana. A su sólida formación jurídica y amplia cultura sumaba un espíritu investigativo acucioso y sagaz y dedicaba todo el tiempo a estudiar los casos que atendió en una larga trayectoria que inició muy joven representando a luchadores afroamericanos víctimas del racismo en su New Jersey natal. Pronto alcanzó notoriedad integrando el equipo de defensa de los Siete de Chicago en 1970 y desde entonces estuvo en el centro de las batallas legales más importantes – desde los papeles del Pentágono hasta Mumia – y defendió también a activistas puertorriqueños y palestinos y a otros perseguidos en la sociedad norteamericana. Su fama trascendió las fronteras de Norteamérica. Ante el riesgo de su deportación a Estados Unidos Julian Assange, el creador de Wikileaks, le pidió que lo representara en un eventual litigio ante los tribunales y él, por supuesto, accedió.
Cualquier abogado norteamericano se habría enriquecido con apenas una parte de lo que Weinglass hizo. Pero Lenny vivió modestamente y se fue a morir a un hospital de negros, puertorriqueños e inmigrantes. Era exactamente lo contrario al estereotipo antisemita del judío avaricioso.
Cuando a comienzos del 2002 le pedí que asumiera la defensa de los Cinco su respuesta fue simplemente: “Gracias, es un honor para mí.” NO hablamos de compensación monetaria. Me dijo que se concentraría en este caso y no se ocuparía de ningún otro salvo el de Kathy Boudin – la hija de su admirado maestro – cuya libertad él finalmente consiguió.
Desde luego que debimos asumir los gastos en que él incurrió defendiendo a los Cinco ante los tribunales y en actos públicos dentro y fuera de Estados Unidos. De esos gastos daba cuenta minuciosamente. Cuidó cada centavo con celosa terquedad. Nuestras únicas discusiones al respecto surgieron de su irremediable obsesión por buscar siempre la ruta más barata y el alojamiento más sencillo.
Lo vimos en La Habana  por última vez en febrero de 2011 cuando realizamos acá una reunión del equipo de defensa. Ya estaba enfermo pero fue el primero en llegar y fue el eje principal de una intensa reunión que duró toda la jornada. Al atardecer se sintió mal y tuvimos que llevarlo al hospital donde apreciaron la gravedad de su estado y quisieron retenerlo para realizarle algunas pruebas necesarias. Lenny se negó porque debía encontrarse al día siguiente con Adriana, la esposa de Gerardo. Accedió a regresar para continuar después el examen médico.
Len se hizo las pruebas pero con una condición inapelable: debía regresar a New York al siguiente día pues tenía concertada una comunicación telefónica con Gerardo.
Desgraciadamente el diagnóstico confirmaría lo peor. Despedimos a Weinglass haciéndole prometer que inmediatamente después de hablar con Gerardo se iría al hospital.
Demoró en hacerlo aún varios días hasta que finalizó los documentos de su Habeas Corpus. Algunos amigos habrían preferido que ingresara a una instalación hospitalaria de mayores recursos. Él dijo sentirse feliz donde estaba pues había encontrado entre el personal de servicio a antiguos clientes suyos.
Cuando el proceso de Chicago era frecuente que en los medios se refirieran al joven Lenny como “el otro abogado”.
En incontables ocasiones, en actos y declaraciones públicas, en Cuba y fuera de la isla, los cubanos y muchos que se solidarizan con esta causa, hemos acuñado una expresión repetida sin cesar: los “Cinco Héroes”. En verdad eran seis. Lenny es el Sexto Héroe.

Carta de un obrero autocrítico: los errores de un comunista

Por Carlos Soler

El principal error de un comunista es la falta de formación. Hemos pecado no sólo de no haber leído a Marx, Engels y Lenin, sino de haberlo leído sin haberlo asumido.

El no haber leído personalmente a Marx y a Lenin, me ha llevado a ser un "comunista" solamente de corazón y las consecuencias son muy graves a nivel político y personal, y si esto afecta a la mayoría es la perdición del Partido Comunista.

He ido poco a poco recuperando el Marxismo-Leninismo, a la vez que lo he acoplado a mi experiencia (por eso ahora entiendo muchas cosas) pues todavía carecía de otra virtud que todo comunista debe tener, y esto es la paciencia.

Esta paciencia se adquiere asumiendo el Marxismo-Leninismo. La impaciencia entonces se volvía en nuestra contra. Ya no sólo la burguesía nos atacaba, el revisionismo también lo hacía. Nosotros mismos, de una pequeña o no tan pequeña medida, nos volvíamos en nuestra contra de una manera inconsciente. Pues viendo el anticomunismo de los medios de comunicación, por lo menos en mi caso y creo que en muchos más, nos entraba una rabia interna que se volvía en nuestra contra; y me explico:

Si los comunistas no conocíamos el Marxismo-Leninismo, por culpa del revisionismo, menos aún la clase obrera. Y de esta forma, no se podía defender el Marxismo-Leninismo en ningún caso. La clase obrera en su "ignorancia ideológica" se queda con toques de la TV, de que si Lenin, de que si Stalin, etc., y nosotros con nuestra furia lo defendíamos a capa y espada, y en la mayoría de los casos sin argumentos. Entonces, la clase obrera que no tiene ideología, al oír los argumentos de la burguesía y al ver cómo nosotros reaccionábamos, se quedaban con la idea burguesa. Un comunista, igual a un izquierdista acérrimo, cabeza cuadrada, etc.

Hace unos días, un compañero de trabajo me dijo que antes defendía mis puntos de vista de una manera muy cerrada, cosa que ahora no (no fueron sus palabras exactas pero vinieron a decir eso). mi forma de actuar es otra, debido al estudio y a la formación (tanto individual como compartiendo estos conocimientos con otros camaradas que hemos leído los mismo textos) con un carácter práctico adecuándola a la realidad.

En primer lugar, aunque me falta mucho, tengo cierta base del M-L (eso me creo), me veo capacitado para dar muchas respuestas de las que antes no tenía ni la menor idea. En segundo lugar, me he armado de la paciencia que todo comunista debe tener. Y esa paciencia se adquiere con el Marxismo-Leninismo, pues debido a éste sabemos que el triunfo es nuestro, es cuestión de tiempo (tiempo que nunca nosotros debemos poner, pues "a cada cerdo le llega su San Martín", y al capitalismo monopolista ya le esta llegando). Y así defendemos el Comunismo de otra forma. Nuestro deber, aparte de seguir recuperando el Marxismo-Leninismo y cumplir con nuestra educación, es dejar nuestro mensaje a los obreros, pero de una forma tranquila, con argumentos, y que ellos vayan viendo con su propia experiencia que tenemos razón. Como hizo Lenin con los campesinos: se armó de paciencia y los trató de convencer poco a poco, y el campesino fue viéndolo con sus propios ojos.

No podemos esperar que con nuestro trabajo actual, la gente se venga ya con nosotros; no podemos esperarlo por la sencilla razón del trabajo negativo hecho por el revisionismo. Pero al igual que debatimos el Marxismo-Leninismo con otras organizaciones, deslindando campos, esto también sucede con la clase obrera. Dejando nuestro mensaje, con argumentos y paciencia, aunque no lo parezca, la clase obrera lo va recogiendo poco a poco; aunque no lo exprese, llegará el día que si lo haga. creo estar seguro de que, con nuestro lenguaje y nuestra forma de hablar y de trabajar, nos van separando del resto de la clase política burguesa. Es difícil y, viendo las noticias burguesas más, entran ganas de llorar pero esa furia no se puede mostrar pues se nos volverá en nuestra contra como ha sucedido hasta ahora. tenemos que ser más listos que ellos y que esta furia no nos perjudique. Por eso, el trabajo diario es imprescindible, el estudio diario necesario, para sentirnos mejor y controlar esa furia. De lo contrario, es rabia además sin ideología. Aunque uno se crea comunista, puede acabar siendo un anarquista, trostkista, revisionista, etc., es decir, un aliado de la burguesía. Y esto es hundirse política y personalmente, y haciendo todos lo mismo, el movimiento revolucionario acabará por desaparecer. Y lo más importante es que esto no suceda. La Revolución es una máquina con su locomotora y sus vagones. Aunque ahora está sin rumbo, nosotros tenemos que ser capaces de coger la locomotora, es decir recuperar el Marxismo-Leninismo: los vagones ya se llenarán.   

Loa del estudio

Por Bertolt Brecht

Loa del estudio

¡Estudia lo elemental! Para aquellos
cuya hora ha llegado
no es nunca demasiado tarde.
¡Estudia el "abc"! No basta, pero
estúdialo. ¡No te canses!
¡Empieza! ¡Tú tienes que saberlo todo!
Estás llamado a ser un dirigente.

¡Estudia, hombre en el asilo!
¡Estudia, hombre en la cárcel!
¡Estudia, mujer en la cocina!
¡Estudia, sexagenario!
Estás llamado a ser un dirigente.

¡Asiste a la escuela, desamparado!
¡Persigue el saber, muerto de frío!
¡Empuña el libro, hambriento! ¡Es un arma!
Estás llamado a ser un dirigente.

¡No temas preguntar, compañero!
¡No te dejes convencer!
¡Compruébalo tú mismo!
Lo que no sabes por tí,
no lo sabes.
Repasa la cuenta
tú tienes que pagarla.
Apunta con tu dedo a cada cosa
y pregunta: "Y esto, ¿de qué?"
Estás llamado a ser un dirigente.

                                   (1933)

22 de marzo de 2013

Efecto mordaza de las querellas contra el periodismo independiente


Mensualmente recibimos multitud de artículos denunciando a los medios de comunicación en manos del capitalismo monopolista. Si las voces que denuncian en los medios burgueses son censuradas, maniatadas e inclusive encarceladas, impiden los mínimos derechos democráticos para una gran parte de la población que no quiere el actual sistema, que realizarían si el socialismo va ganando espacio en esos mismos medios. Pero decir nombres y apellidos es comprometido hasta para los propios periodistas. Esta actual sociedad imperialista, monopolizando hasta el pensamiento, penaliza cualquier intento que ataque su dominación de clase. Cuando una tempestad de blogs., colectivos sociales, sindicales y reivindicativos, partidos políticos y trabajadores comprendan que el capitalismo monopolista no tiene futuro, exigirán otra sociedad más libre e igualitaria: El Socialismo y El Comunismo.
Esta denuncia es una muestra esclarecedora de la actual situación de impotencia ante la Dictadura de clase del Capital.

Por Patricia Manrique. Enviado desde Rebelión

Desarrollar periodismo de investigación en medios locales independientes es una difícil tarea por la presión de los ‘caciques’ locales, a menudo mediante la vía judicial.

“En el vídeo que ahora tenemos que retirar, apuntábamos hace un año a o que ahora están investigando la Guardia Civil, la Fiscalía, los jueces… pero, aun así, no sólo vamos a tener que retirar el vídeo, sino que tal vez tengamos que pagar una multa de diez mil euros”, explica con indignación Albano Dante, periodista y editor de la revista Cafè Amb Llet, un día antes de retirar el vídeo “El robo más grande de la historia de Cataluña”, resultado de una investigación de dos años del semanario, en el que denuncian “la enorme opacidad en el sistema sanitario catalán y cómo esta opacidad permite enriquecerse a unas cuantas personas”.
Dante está especialmente indignado porque otras dos de las personas nombradas en la investigación han pasado a disposición judicial esa misma semana: Carles Manté, exdirector del Servicio Catalán de la Salud, y Josep Prat, presidente del Instituto Catalán de la Salud hasta junio de 2012, detenidos por presunta estafa, apropiación indebida y malversación de fondos públicos en el marco de la “Operación Cirugía”, por denuncias que parten del nodo local de la CUP en Reus y del partido local Ara Reus. Antes que ellos, Ramón Bagó, otro objeto de sus investigaciones, fue investigado por la Fiscalía Anticorrupción por contratar a sus propias empresas del grupo Sehrs mediante su cargo en el Consorcio de Salud y Social de Cataluña. Y otro de los mencionados en el reportaje, el diputado de CiU en el Parlament y exalcalde de Lloret de Mar, Xabier Crespo, ha sido imputado por su vínculo con la mafia rusa. “Mientras tanto, nosotros somos los únicos condenados”, subraya Marta Sibina, coeditora del semanario.
El promotor de la querella, Josep María Vía, destacado cargo de la sanidad pública y privada catalana y asesor de Artur Mas, tan sólo aparecía nombrado en el vídeo a colación de un artículo en El País en el que reflexionaba sobre el exceso de control en la sanidad catalana; sin embargo, a la juez María Millán Gisbert –condecorada el 17 de noviembre de 2011 por el mismo Artur Mas, como ha destacado el semanario catalán La Directa–, el hecho de aparecer en un documento visual en cuyo título figura la palabra “robo”, y la frase “gente como usted, como Bagó, como Manté y tantos otros, que se han enriquecido a costa de hundir nuestra sanidad” le han parecido motivos suficientes para condenarles por lesión al honor de Vía a pagar 10.000 euros y retirar la información. Reporteros Sin Fronteras ha criticado duramente la sentencia, y el exfiscal anticorrupción, Carlos Jiménez Villarejo, ha señalado que “una vez más, la balanza se ha inclinado a favor de quienes ocupan posiciones de poder frente a quienes, con rigor y valentía, se atreven a denunciarlas”.
NO ME TOQUES LO CONCRETO
El sistema tolera toda la presión del mundo en opinión, incluso en las redes, pero el zapatazo te lo dan cuando denuncias algo concreto”, señala Patxi Ibarrondo, director del desaparecido semanario cántabroLa Realidad. Este periodista, que trabajó para diversos medios, como El PaísCambio 16 o La Hoja del Lunes, se lanzó allá por el año 2000 a impulsar la creación de un semanario independiente con un fuerte componente de denuncia. “Se volcaron a fondo para cargarse el periódico”, explica. Lo molesto que era para los poderes locales devino en el cierre del semanario: una denuncia tras otra, casi todas archivadas, amenazaban cada semana su existencia. En 2001, llegó la querella definitiva: la presentada por el entonces secretario general del PP de Cantabria, diputado autonómico y presidente de Caja Cantabria, Carlos Sáiz, por una nota en la sección sarcástica denominada “Tinta Confidencial” firmada por Ulises Quintacolumna, en la que se reseñaba que, allá por 1996, “a raíz de una elecciones municipales”, Sáiz y una secretaria del partido “fueron por carretera hasta Zúrich (Suiza) de los bancos a manejar fondos” y que “a la entidad bancaria entró solamente la secretaria porque Carlos Sáiz no quería que le filmasen las cámaras de seguridad”. Esta y otra nota similar, también de corte humorístico, bastaron para que la juez Laura Cuevas Ramos estimase que se lesionaba “objetivamente” el honor de Sáiz. La condena inicial fue de 120.000 euros, y se ejecutó provisionalmente, con lo que la falta de recursos económicos para atender a la misma provocó la quiebra de la cooperativa de trabajadores que editaba el periódico. Finalmente quedó en 12.000, 27.000 con los costes procesales e intereses. Ibarrondo, que enfermó de párkinson, aún sigue pagando a Sáiz con el embargo de una parte de su pensión de invalidez.
‘La Realidad’ sufrió el acoso constante, semana tras semana, de demandas que no prosperaron
Ya por aquel entonces, el desaparecido periodista Javier Ortiz, que denunció el caso desde las páginas delEl Mundo, apuntaba las dificultades de ejercer el periodismo independiente, mayores en el ámbito local. “Los obstáculos son constantes y las presiones más fuertes en el periodismo de investigación periférico”, apunta Ibarrondo: “Cantabria –y, como aquí, ocurre en otros territorios– es un coto cerrado de caciques que se reparten el pastel en plan mafia, y rige la omertá siciliana, el silencio cómplice”. A su juicio, “se han cargado el periodismo de investigación porque atenta contra los cimientos de la impunidad”, y éste ha dado paso al “periodismo de filtración”, espoleado, demasiado a menudo, por intereses espurios.
El periodista Carlos Otto sufrió también presiones en el ámbito local. Trabajaba en El Día de Ciudad Real, periódico propiedad del constructor Domingo Díaz de Mera, uno de los principales promotores del aeropuerto de Ciudad Real, ligado durante muchos años a diversos medios de comunicación y al extinto club Balonmano Ciudad Real. En octubre de 2008, cuando estaba a punto de abrirse el aeropuerto, se denegó la licencia de apertura por diversas irregularidades y Otto, en su blog personal Modus Tollens, escribió un post muy duro contra varias de las personalidades ligadas al aeropuerto, a quienes llamó “capos”, denunciando la compra de favores y el amiguismo existente en la Comisión de Seguimiento de la Declaración de Impacto Ambiental. Entre los mencionados, se hallaba el director de su periódico, “cosa que yo sabía perfectamente, pero lo hice porque lo tenía que hacer”, explica el propio Otto. El post fue portada en Menéame. Al día siguiente, el periodista fue despedido. Poco después, recibía la comunicación para tres actos de conciliación, que auguraban las correspondientes querellas, firmadas las tres por el mismo abogado en representación del propio Díaz de Mera, de Juan Antonio León Treviño, presidente del aeropuerto, y de la gerente del El Día, Carmen García de la Torre. No se avino a las condiciones de la conciliación –disculpas, eliminación del artículo y 6.000 euros por caso–, y se dispuso a esperar las querellas… que nunca llegaron. El despido, eso sí, fue declarado procedente.
HACER PERIODISMO SIN MIEDO
Mi sensación era que, aparte de amedrentar, intentaban lanzar al resto el mensaje de que esto es lo que pasa si se critica a quien no se debe”, explica. A su juicio, “ha habido una ‘burbuja’ de medios de comunicación, fruto de la burbuja inmobiliaria, montados por personas que no sólo no tienen nada que ver con la comunicación, sino para quienes la libertad de expresión seguramente sea su mayor enemigo”. Por aquel entonces, la mayor parte de Ciudad Real desconocía, por ejemplo, que Díaz de Mera había sido investigado por la Fiscalía Anticorrupción. Sus medios no informaban sobre esas cuestiones.
Con todo, Ibarrondo, Otto, Dante o Sibina no se arrepienten de nada. Para Dante, “si la gente sale a las calles y se arriesga a que le arranquen un ojo, los periodistas también tendrán que empezar a arriesgarse”Cafè amb llet consiguió mediante un crowdfunding 23.000 euros para pagar la multa, Otto recibió un gran apoyo en internet. Ibarrondo no tuvo tanta suerte, pues su caso se produjo en una era preinternet. “El grupo PRISA tiene dinero –reflexiona Dante–, nosotros tenemos una comunidad inmensa. Cuanto más apoyo tengan de la ciudadanía los medios pequeños, más podrán hacer el trabajo de plantar cara al poder”, subraya. Y en ello siguen.
EL EFECTO ‘CHILLING’, AMENAZAS QUE CALLAN
Hay un concepto en el periodismo norteamericano, el de chilling effect, sobre cómo ante la dificultad total de que las cosas sean claras, por miedo, nadie acaba diciendo nada”, explica Albano Dante, de la revistaCafè amb Llet. La expresión, que podría traducirse al castellano como “efecto intimidatorio”, se refiere a un fenómeno bautizado por un juez del Tribunal Supremo de los Estados Unidos en 1950, y se utiliza para señalar el efecto de determinadas actuaciones judiciales que amedrentan y provocan autocensura en la labor que desempeñan periodistas, pero también intelectuales y activistas.
Casos como los reseñados, y algunos de otra naturaleza como los de EginEgunkaria o Ardi Beltza, publicaciones clausuradas por actuaciones judiciales que después no tendrían refrendo en tribunales, pero acabaron con su labor periodística, son ejemplos que pueden provocar este fenómeno. En el caso de Cafè amb Llet, el exfiscal anticorrupción Jiménez Villarejo, entre otras voces críticas, ha valorado que “la juez ha preferido optar por la vía más directa y represiva”.
En sentido contrario al “efecto chilling”, el “efecto Streisand” es un fenómeno de internet en el que un intento de censura u ocultamiento de cierta información fracasa o incluso es contraproducente para el censor, ya que la información acaba siendo más divulgada al recibir mayor publicidad que si no se la hubiese pretendido acallar. Esto último ocurría la semana pasada con el vídeo de Cafè amb Llet, que se replicó en multitud de servidores.