29 de junio de 2010

Para nosotros el poder popular no es otro, es el socialismo

Entrevista de Carlos A. Lozano Guillén para el semanario Voz del Partido Comunista de Colombia

Aleka Papariga, Secretaria General del Comité Central del Partido Comunista de Grecia (KKE)


En exclusiva para VOZ, la principal dirigente del KKE (por sus siglas en griego), influyente partido que ha estado a la cabeza de las movilizaciones populares en Grecia, con gentileza respondió las preguntas que le hicimos llegar vía mail.

Aleka Papariga es la Secretaria General del Partido Comunista de Grecia (KKE) desde la década de los años noventa, después de haberse destacado como dirigente estudiantil. Es una aguerrida parlamentaria, cuyo protagonismo es extraordinario en la actual coyuntura, pues su voz se levanta en el Parlamento para oponerse a las soluciones burguesas y sin ningún temor llama a las masas populares a rebelarse y a resistir contra la ofensiva capitalista. La entrevista es un documento de singular valor, esclarece el fondo de la situación de la crisis en el viejo continente y las causas de la misma.

A Aleka, menuda y de pequeña estatura, le sobra el coraje. Dice que para los comunistas griegos la única opción es la salida popular, que no puede ser otra que el socialismo. No hay salidas intermedias, tampoco reformistas, en un mundo, tras el derrumbe soviético, en que sectores de la seudoizquierda sienten pánico por la lucha por la transformación revolucionaria de la sociedad. El planteamiento de esta mujer, que enorgullece a las féminas y a los comunistas, hombres y mujeres de todas las latitudes, es medular, interpreta lo más alto de la marea de la lucha de clases y su acción está en la cresta de la ola, es un ejemplo para su país y para el mundo.

Crisis periódica capitalista

¿Cuáles son las causas de la situación actual en Grecia?

La causa de la profunda crisis en la cual se encuentra Grecia es la misma de todos los países capitalistas desarrollados. Se trata de una clásica crisis periódica de la economía capitalista. De hecho es una crisis generalizada y profunda. Independientemente de la forma en que se manifiesta de un país a otro, es el resultado de la sobreacumulación de ganancias y capitales que se dificultan en encontrar nuevas salidas, sin obstáculos, de rentabilidad continua y es imposible de superar si no existe una depreciación del capital.

Esto es lo que tratan de ocultarle a los pueblos, los gobiernos, los organismos internacionales imperialistas y los varios analistas utilizando todos los medios.

En Grecia se presenta como un problema de gran deuda pública y de gran déficit estatal. Vale la pena mencionar que en nuestro país, los últimos 15-20 años, se han dado altas tasas de crecimiento con un aumento escandaloso de las ganancias de todos los sectores de la plutocracia. Este “milagro” griego se ha llevado a cabo por gobiernos socialdemócratas y liberales, teniendo como guía una estrategia común que ha sido apoyada por la Unión Europea (UE): medidas contra los trabajadores, reformas reaccionarias en todos los sectores, reformas laborales, en la seguridad social, privatización, comercialización de la salud y de la educación, financiamiento estatal y provocadoras medidas de exención de impuestos para el capital. El objetivo ha sido el fortalecimiento de los monopolios, tanto griegos como europeos, en sus actividades dentro y fuera de la UE.

Al pueblo griego le han dicho que esta es la vía, que esta estrategia asegura el desarrollo continuo y que el resultado final beneficiará también al pueblo. Los hechos han justificado al Partido Comunista de Grecia (KKE, sus siglas en griego), que desde el principio advirtió que ese camino sólo iba a traer problemas al pueblo y crisis.

El pueblo a pagar la crisis

Ahora la clase burguesa y sus partidos políticos cooperan para que el pueblo pague la crisis y los impasses del capitalismo. Quieren descargar en la espalda de los trabajadores y de los sectores pobres del pueblo, los nuevos préstamos públicos a fin de financiar la concentración de capitales que se asfixian y corren peligro de desaparecer. Al mismo tiempo, utilizan la crisis para aplicar medidas reaccionarias que querían aprovechar desde hace varios años con el fin de abaratar la fuerza productiva y desplazar de la producción grandes sectores de empleados autónomos y pequeños empresarios.

La crisis capitalista no es la enfermedad sino un síntoma de la incurable enfermedad del capitalismo, donde el desarrollo continúa siendo anárquico y desigual en todos los sectores de la economía y en la fase donde prevalecen los monopolios. Las medidas antipopulares que toman todos los gobiernos en la fase de desarrollo como la propia crisis, confirman una demostración evidente, que el capitalismo ha quedado obsoleto. Todas sus contradicciones se han agudizado al máximo y sobre todo la contradicción fundamental entre el capital y el trabajo.

¿Cómo intenta resolver la crisis el gobierno socialdemócrata?

Antes de las elecciones, en octubre pasado, habíamos advertido al pueblo griego, de la manera más explícita, sobre las duras medidas que iban a venir después de las elecciones. Incluso habíamos indicado la razón por la cual la plutocracia y los mecanismos del sistema habían elegido y apoyaban el establecimiento de un gobierno socialdemócrata. Considerábamos que era más capaz que el gobierno conservador para imponer las duras medidas antilaborales ya que controlaba al liderazgo del movimiento sindical de los trabajadores, de los pequeños comerciantes y los autónomos. Cabe señalar que tanto en el periodo pre-electoral como ahora, presenta la crisis, el aumento del déficit y de la deuda pública, como resultado de una mala gestión, de falta de transparencia y de corrupción de los gobiernos anteriores.

El gobierno de PASOK (socialdemocracia) ha intentado y sigue intentando desorientar y someter al pueblo utilizando trucos y dilemas para intimidarle. Aunque su programa contiene las medidas antilaborales que implementa actualmente, que incluso habían sido votadas y apoyadas por la Unión Europea, al principio parecía no querer implementarlas y que se vio obligado a hacerlo por el curso de los hechos, por las presiones de la UE y del FMI. Ambos organismos apoyan y ayudan al Gobierno proponiendo las mismas bárbaras medidas contra los trabajadores.

Para lanzar una guerra implacable contra el pueblo ha utilizado el dilema: o grandes sacrificios o bancarrota. De esta manera, trata de presentar estas medidas que son necesarias para el capital, como necesarias también para el pueblo. Presenta las contradicciones agudizadas del capital y de los gobiernos, dentro y fuera de la UE, como una guerra de especuladores a costa del país. Igualmente intentó y sigue intentando presentar y utilizar el apoyo que tiene de todos los sectores de la plutocracia y de los medios de comunicación, como apoyo de parte del pueblo.

Abriendo paso a la protesta popular

¿Cuál es la reacción o la respuesta de los trabajadores?

Lamentablemente, la mayoría de la clase trabajadora y de los sectores populares pobres no tomaron en cuenta, con la seriedad requerida, las advertencias del KKE. Inmediatamente después de las elecciones, como KKE y como PAME (Frente Militante de Todos los Trabajadores) tomamos iniciativas para desvelar y organizar a tiempo la lucha contra la ofensiva antiobrera que estaba por venir. La primera huelga que convocó el PAME, el 17 de diciembre, estaba en contra tanto del gobierno, de los grandes industriales y de los partidos burgueses, así como de los líderes sindicales que expresan los intereses de la aristocracia obrera y todos tuvieron realmente una reacción rabiosa. No obstante, esa huelga y la lucha por su éxito constituyeron el inicio para que se desplegara el contraataque del movimiento de clase organizado, la intervención política del partido para que se diera un golpe decisivo al fatalismo, a la sumisión, y abrió el camino para la creación y expresión de la disposición militante de los trabajadores y de las clases populares.

Hoy, podemos decir con seguridad, que la propaganda, los dilemas del Gobierno y de sus aliados no han rendido frutos. La mayoría del pueblo condenó las medidas y una gran parte de los trabajadores y de los sectores populares, superando las varias formas de intimidación, participó en las huelgas y en las movilizaciones principalmente del PAME y en las manifestaciones del KKE.

La inconformidad popular

En este periodo, constatamos que una parte significativa de los trabajadores y del pueblo siente resentimiento y descontento y que se desarrollan procesos significativos en su conciencia. El Gobierno y en general los mecanismos del sistema utilizan todas las armas de que disponen para obstaculizar su radicalización. Lo que realmente les preocupa y quieren anular de cualquier manera es la emancipación de las conciencias populares de la vía de sentido único del capitalismo. Quieren impedir la participación activa en el movimiento de clase organizado, la adopción de las posiciones y de la propuesta política del KKE. Para lograrlo, utilizan el flagrante anticomunismo, la calumnia, las mentiras, las amenazas. Utilizan incluso provocaciones, organizadas con muertos, intentando identificar la movilización de los trabajadores con la “violencia ciega” de los servicios secretos. No dudan ni siquiera en acusarnos como instigadores morales a causa de nuestra posición de desobediencia popular ante las medidas antipopulares, exigiendo sumisión y renuncia de las formas de lucha que elige el movimiento. Cada vez más abiertamente nos plantean el dilema “¿respetan o no respetan la Constitución?” exigiendo que dejemos de luchar por el socialismo. Que sepan que nuestra respuesta es una; están tocando la puerta equivocada. El sistema no puede subyugar al KKE. Para nosotros, la ley es la razón del pueblo y no necesitamos ningún permiso para luchar junto con el pueblo contra la política antipopular, contra la plutocracia por el derrocamiento y el socialismo.

La propuesta de los comunistas


¿Qué salida propone el KKE?

Frente a los dilemas que plantearon nuestros adversarios al pueblo en relación con la crisis, nuestra respuesta es que va a caer en bancarrota o el pueblo o la plutocracia. No existe solución intermedia. No existe salida de la crisis a favor del pueblo, sin que se toquen drásticamente las ganancias, la fuerza y en consecuencia el poder de los monopolios. Por ello, la única vía que todavía tiene el pueblo para poner obstáculos ante las medidas duras a su costo es un contraataque de clase político, decisivo.

Nuestra propuesta de salida a la crisis se resume en la consigna: “alianza popular, de trabajadores, antimonopolista, para el poder popular”, que es necesaria para lograr cambios radicales en general en el ámbito del poder, y primero a nivel de la economía.

El camino para satisfacer los derechos populares contemporáneos, para que nuestro país confronte las intervenciones y los antagonismos de los organismos imperialistas internacionales es que el pueblo esté en el poder, teniendo en sus manos el control de la economía y de la producción. Por esto, la propuesta de alianzas y poder para el pueblo tienen los siguientes ejes básicos: Que todas las grandes fábricas y empresas de energía, de materia prima, los transportes, las telecomunicaciones, las industrias, el comercio y los bancos, sean propiedad social. Que se socialicen los monopolios, de manera que con la planificación centralizada del poder popular se utilicen todas las capacidades productivas del país, teniendo como único criterio las necesidades del pueblo. A su lado funcionarán, incluidas en la planificación nacional, las cooperativas de producción de los pobres y medianos campesinos, de los pequeños comerciantes. Que la tierra deje de ser una mercancía. Que no exista actividad empresarial en los sectores de la educación, de la sanidad y el bienestar social.

La base del poder popular serán las unidades de producción del sector socializado y de las cooperativas cuyos representantes serán revocados y al mismo tiempo existirá el control obrero popular de abajo hacia arriba.

Esa Grecia del poder popular y de la economía popular no cabe en ningún tipo de organismo imperialista como son la UE, la OTAN, etcétera. Revisará la deuda pública y tratará de lograr acuerdos internacionales, cooperaciones en una base completamente diferente y utilizará las contradicciones imperialistas en la medida que puede. Para nosotros el poder popular no puede ser otro que el socialismo.

El fracaso de Maastricht

¿Esta situación, en relación con las especificidades en Portugal y España, demuestra el fracaso de la UE y del Tratado de Maastricht?

El Tratado de Maastricht y la política de los monopolios europeos basada en ello y con el fin de que sean más competitivos y rentables que sus antagonistas, ha traído resultados para el capital europeo. Está claro que esto sólo se podría hacer a costa de los trabajadores y de los pueblos de los países de la UE, así como de los países donde opera el capital europeo.

El fracaso de la UE subyace en el hecho que la crisis ha demostrado la bancarrota completa de los argumentos de todos sus defensores tanto liberales como socialdemócratas y de “izquierdas”. La UE no es ni puede ser a favor de los pueblos. Es una construcción de los monopolios europeos y como tal es reaccionario y peligroso para los pueblos. En el interior de la UE no fue enfrentada la desigualdad entre los países; al contrario se ha agudizado. No se ha convertido ni se convertirá en el contrapeso de los EEUU o de otros centros imperialistas. Son aliados y atacan a los pueblos unidos. Al mismo tiempo luchan ferozmente entre ellos para ganar en el antagonismo, tener mayor parte de los mercados y ampliar su influencia en el mundo. El camino a favor del pueblo sólo es el socialismo y se juzgará primero a nivel nacional. En Europa, cada pueblo que escoja esta vía de desarrollo y de organización de la sociedad contra la explotación del capital y de los monopolios estará obligatoriamente contra la UE.


http://carloslozanoguillen1.blogspot.com/2010/06/en-exclusiva-para-voz-entrevista-la.html

27 de junio de 2010

Colombia: Terrorismo de Estado.

Extraído del blog El socialismo es la solución

El exterminio de la Unión Patriótica, que se cifra en al menos seis mil víctimas, permanece en medio de la más escandalosa impunidad


Hace veinticinco años la paz en Colombia fue posible. Con la fundación de la Unión Patriótica, el 28 de mayo de 1985, floreció a la vida nacional un movimiento político nuevo, plural, democrático, surgido de los históricos acuerdos de La Uribe, suscritos por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP) y el Gobierno Nacional y resultado más tangible e importante del proceso de paz.


Fue la Unión Patriótica una corriente política que expresó la oposición democrática y popular, en la cual convergieron distintas fuerzas sociales comprometidas en un gran proyecto nacional empeñado en jalonar las profundas transformaciones que requiere nuestro país, con un carácter verdaderamente democrático, por la paz con justicia social y el derecho a vivir con dignidad. En los comicios de 1986, la Unión Patriótica obtuvo un significativo resultado electoral: La voz del pueblo en las urnas dio un contundente mentís al militarismo, la intolerancia y la estigmatización, un sí rotundo a la paz, la apertura democrática y la esperanza.


Con el nombre de Baile Rojo, se designó al siniestro plan criminal que ejecutaron los sectores más reaccionarios del Establecimiento para impedir el avance de las fuerzas democráticas, cerrarle el paso a la reconciliación y la apertura; generar pánico y provocar la desbandada del movimiento popular. El genocidio es ejecutado por asesinos a sueldo, muchos de ellos ex-militares,entrenados por mercenarios israelíes, europeos y norteamericanos; pagados por narcotraficantes, terratenientes, empresarios y políticos; apoyado desde los cuarteles; instigado desde los clubes, las curules, las salas de redacción, y algunas delegaciones diplomáticas...


Ante la mirada estupefacta del mundo, tiene lugar el aniquilamiento físico, la persecución y el despojo de todo un grupo humano que se había empeñado en ejercer el legítimo derecho a la oposición política. Dos presidentes de la Unión Patriótica, parlamentarios, alcaldes, diputados, concejales; comunidades enteras; hombres y mujeres de todas las edades son víctimas del genocidio, reconocido por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos como una sistemática persecución por motivos políticos.


En medio de esa campaña de exterminio, los hombres y mujeres de la UP dan una corajuda y generosa demostración de fortaleza moral y erguidamente sostienen con dignidad la bandera de la oposición política y la lucha inalienable por el derecho a la vida y a la paz. La dolorosa historia de Colombia confirma que el Establecimiento utiliza el crimen como herramienta de la lucha política: todos aquellos que han pretendido llevar adelante un proyecto democrático de oposición política han devenido víctimas de la ferocidad y la barbarie. Así, invisibilizaron a José María Carbonell; eliminaron al movimiento de los artesanos de Melo; mataron a hachazos a Rafael Uribe Uribe; asesinaron a Jorge Eliécer Gaitán y persiguieron implacablemente a sus simpatizantes; hostigaron y coptaron al MRL; acosan inmisericordemente cualquier expresión de disenso en los partidos tradicionales.


Organizaciones que confluyeron con la Unión Patriótica como el Partido Comunista Colombiano, A Luchar, Firmes, sectores de la ANAPO, corrientes progresistas de los partidos liberal y conservador, movimientos indígenas, feministas y religiosos, fueron perseguidos, señalados y pagaron una alta cuota de sacrificio por su decisión de ampliar y fortalecer el espacio de la oposición política en Colombia.

El exterminio de la Unión Patriótica, que se cifra en al menos seis mil víctimas, permanece en medio de la más escandalosa impunidad. Concientes de que este crimen internacional no puede quedar sin castigo y no puede repetirse, la UP presidida en ese entonces por Aida Abella Esquivel, hoy en el exilio, demandó al Estado colombiano por genocidio político ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, a través de la Corporación Reiniciar y la Comisión Colombiana de Juristas, requerimiento que fue aceptado por esa instancia internacional.

El genocidio contra la Unión Patriótica expuesto ante la comunidad internacional se constituye en un proceso de la mayor importancia por tratarse de la reivindicación del ejercicio de los derechos políticos de los pueblos. Su reconocimiento no sólo involucra a la UP sino a todos los hombres y mujeres perseguidos y sacrificados por intentar construir desde la civilidad una alternativa que modifique las caducas estructuras políticas y sociales en nuestro país. En el espíritu de este caso, están representados todos aquellos colombianos y colombianas que han luchado y luchan por construir una nación sin exclusiones.

Tras dos décadas del audaz intento de la UP, el panorama de los derechos y las libertades en Colombia es desalentador e inquietante: la intolerancia y el autoritarismo son política de Estado. La protesta social, cualquier forma de disenso y de oposición son calificadas como terrorismo; se niegan las condiciones objetivas del conflicto social y armado en que se debate nuestra nación, dejando de lado no sólo los preceptos constitucionales y los Pactos internacionales suscritos por Colombia, sino la propia realidad.

El poder deshonra la palabra empeñada y pisotea los acuerdos de paz, colocando una lápida a quienes un día sin traicionar sus sueños dejaron las armas y creyeron poder actuar en el escenario de la virtual democracia colombiana. Hoy vuelven a ser víctimas del odio que se proyecta desde los más altos cargos del actual gobierno que continúa ejecutando la guerra sucia. Las masacres y ejecuciones extrajudiciales disfrazadas de errores militares; las detenciones arbitrarias y juicios amañados presentados como acciones contrainsurgentes; el desplazamiento forzado y el despojo publicitado como guerra al narcotráfico, son elementos cotidianos de la política de “seguridad democrática”.

Todo aquel que hoy en Colombia levante su voz frente al unanimismo y la paramilitarización, es estigmatizado como terrorista. El discurso oficial profundiza la polarización y el odio frente a un pueblo que reclama la tolerancia y la paz. Durante el actual gobierno, se han cometido múltiples violaciones de DDHH contra los sobrevivientes de la UP y los militantes del PCC, quienes siguen siendo víctimas del odio y la intransigencia.

Se perfila, quizás como nunca antes, la puesta en marcha de un proyecto fascista, armado con la motosierra de los paramilitares y el partido de la extrema derecha, cuyo botín de guerra se refleja en un tercio de los miembros del parlamento, cuatrocientas alcaldías, varias gobernaciones, el asalto de los puestos públicos y de los órganos de investigación y control a nivel nacional: es el resultado palpable de la guerra de exterminio que, a sangre y fuego, le arrebató a la oposición política la tierra, los bienes, las curules y la propia vida.

La grave crisis que vivimos no puede ser ajena a ningún demócrata. Aún estamos a tiempo de evitar que nuestro país se precipite por el despeñadero de la guerra civil generalizada y de la intervención norteamericana. La solución política negociada de este conflicto continúa siendo hoy una desesperada urgencia y reclamo de los hombres y mujeres de Colombia que hacen más vigentes que siempre las banderas de la Unión Patriótica de lucha por una paz digna, pronta, democrática y con justicia social.

Es por ello que convocamos a conmemorar el aniversario de la fundación de la Unión Patriótica, en una jornada que permita poner sobre la mesa la importancia de rescatar la memoria de las víctimas por ejercer la oposición política en Colombia. El sacrificio de quienes entregaron su vida, de los que fueron y son perseguidos, obligados al desplazamiento y el exilio; de quienes sufren las consecuencias de los atentados, los despojados, los estigmatizados y también sus familias: sus hijos, sus novias, sus padres, amigos y compañeros.

Convocamos a hacer visible la militancia y el compromiso de los hombres y mujeres que desde el taller y la fábrica; desde el aula y el escenario; en el campo y la ciudad; con la palabra y la bandera empeñaron y empeñan su esfuerzo en la construcción de una Colombia donde todos tengamos cabida.

Convocamos a todos y todas a la reflexión y al debate sobre la importancia que para el Estado democrático de derecho tienen la existencia de la oposición política; las garantías para el ejercicio del disenso y la crítica; la pluralidad de las ideas, de la visión del mundo, del proyecto de país.

http://socialismo-solucion.blogspot.com/2010/06/el-exterminio-de-la-union-patriotica.html#ixzz0s2KViQwz

26 de junio de 2010

La doble caída del Muro de Berlín

Colaboración del camarada Timur Martirossián


El pasado mes de Noviembre, el mundo capitalista celebró por todo lo alto el 20 aniversario de la caída del Muro de Berlín, un hecho que marcó sin duda un antes y un después en la historia europea y en la mundial. No faltaron fuegos artificiales, canciones cursis y frases sin sentido pronunciadas por los líderes mundiales, títeres de los poderes económicos que actualmente dominan nuestra mentalidad y nuestras sociedades.

Resulta un tanto irónico observar la inmensa hipocresía de la que hacen uso estos elementos para tergiversar, manipular y engañar al mundo entero presentando las cosas sólo por su lado positivo. La decadencia del comunismo era algo que los poderes capitalistas ansiaban desde el mismo instante en el que la bandera soviética se alzó sobre el Reichstag fascista en 1945, dejando bien claro que el comunismo no sólo era viable, sino que se había convertido en una verdadera potencia que hacía de contrapeso al dominio de las ya no tan potencias europeas y de Estados Unidos.

Por ese motivo, la enorme presión a la que la URSS tuvo que hacer frente por parte de esos poderes para debilitarla empezó ya tras la posguerra, en la que Alemania fue forzosamente dividida y las potencias occidentales crearon la Alianza Atlántica, germen de la futura imperialista OTAN, sin hacer ni caso a las ofertas de la URSS para crear en conjunto una defensa y seguridad común en el continente, por lo que a los soviéticos no les quedó otra que crear el Pacto de Varsovia más tarde al ver que, incluso después de una terrible guerra, los capitalistas seguían deseando que silbasen las bombas. El resto lo conocemos bien: guerras de descolonización, construcción del famoso muro de Berlín y una división de los alemanes que perduró casi medio siglo.

Es realmente triste pensar que tanta división se debiese a la desconfianza, y actualmente, los poderes económicos braman que la caída del muro de Berlín fue "un hecho maravilloso, que acabó con la dictadura en Alemania y devolvió la libertad a sus gentes". Pero los señores derechitos y los empresarios se olvidan o no mencionan las malas consecuencias que ese hecho ha tenido en las sociedades. El muro de Berlín, efectivamente, tuvo una doble caída, por un lado positiva porque volvió a unir Alemania, pero no sólo cayó hacia el Oeste, sino también hacia el Este, facilitándole al capitalismo más salvaje una rápida expansión que le ha permitido asentarse e ir degradando todos los derechos civiles, sociales y laborales que el socialismo había logrado.

Hasta la dichosa caída, hubo un notable contrapeso a los excesos del capitalismo, que se vio obligado a favorecer mínimamente a los trabajadores mediante el Estado de Bienestar para que las cosas no se le fuesen de las manos. Un mero espejismo: el capitalismo nunca pretendió favorecer de verdad a los trabajadores. Pero tras la caída del muro de Berlín, las empresas transnacionales y su sistema han derivado en toda una orgía descontrolada de un capitalismo sin límites, sin regulaciones y que, cómo no podía ser de otra manera, favorece siempre al más fuerte. Los países ex-soviéticos, recién salidos del socialismo, se vieron desbordados por una economía de mercado metida a toda prisa, sin precauciones y con el más asqueroso desamparo hacia los más necesitados. La desigualdad ha aumentado desde entonces y sigue creciendo hoy en día.

Lo más sorprendente de todo es que los lobbys han conseguido hacer calar en las sociedades el mensaje de que el comunismo no era más que un sistema totalitario, desigual y represor, hasta exaltando a los nazis y a todo lo que va contra los grandes beneficios que en realidad trajo el socialismo a su población. Lo que en realidad era más democrático y responsable con la dignidad humana se presenta como lo más vil y nefasto para las sociedades.

Basta con echar una ojeada a lo que ocurre actualmente en todos los países del mundo, a nuestro alrededor. El poder de las empresas se hace más fuerte, se atacan de forma cada vez más dura los derechos de los obreros conseguidos en décadas, se favorece la desregulación y los estados siguen lavándose las manos, olvidándose de la población y siendo favorecidos por su empobrecimiento; ya no hay, de momento, una unión proletaria notable que les pare los pies a los capitalistas. Eso es, básicamente, señores políticos, empresarios y entusiastas rancios neoliberales, lo que trajo la caída del muro de Berlín, que aunque muro que separaba, también era muralla que defendía.

18 de junio de 2010

Comunistas rusos celebran el 140 aniversario del natalicio de Lenin


Por Antonio Rondán García (Prensa Latina - Moscú)



El Partido Comunista de la Federación Rusa (PCFR) celebró el 140 aniversario del natalicio de Vladimir Ilich Ulianov (Lenin) y aprovechó la ocasión para entregar medallas alegóricas e ingresar a sus filas a nuevos miembros.

Bajo la consigna "Lenin esta más vivo que nunca, es nuestro conocimiento, nuestra fuerza y nuestra arma", el secretario general del PCFR, Guennadi Ziuganov, indicó que su partido es un verdadero heredero de las ideas del líder del proletariado mundial.

Al comentar el informe presentado la víspera por el primer ministro Vladimir Putin ante la Duma (cámara baja), Ziuganov estimó que es necesario aplicar medidas para cumplir con las recomendaciones del mandatario Dmitri Medvedev para modernizar el país.

El dirigente comunista se pronunció por aplicar una modernización socialista que garantice al país salir del círculo vicioso de un mero productor de materia prima.

Destacó que el PCFR trabaja con miras al futuro y en ese sentido destacó la entrada de 13.000 nuevos miembros el pasado año, mientras en éste ya lo hicieron otros 5.000. Próximamente, se espera el ingreso de un nuevo grupo, adelantó.

Los comunistas rusos realizaron la actividad en el capitalino Centro de Conciertos Izmailovski, donde mostraron un documental sobre la vida del líder de la Gran Revolución Socialista de Octubre, sus aportes a la humanidad y la formulación del concepto del imperialismo.

Además, se hizo la entrega simbólica del carné del mencionado partido a medio centenar de nuevos miembros, entre los cuales se encontraban científicos, pedagogos, empresarios, estudiantes y periodistas.

Durante la velada también se entregó la medalla de los 140 años del natalicio de Lenin y otra por el 65 aniversario de la Victoria sobre el fascismo a veteranos de la Gran Guerra Patria.

Rusia rompió con el silencio para comprender su historia (2a parte). Hace 70 años estallaba la Segunda Guerra Mundial


Nota de la Asociación de Amistad Hispano-Soviética:
en esta segunda entrega de la serie "Rusia rompió con el silencio para comprender su historia", seguimos sin compatir muchas de las afirmaciones del autor, aunque consideramos que su punto de vista merece ser expuesto, porque pese a su concepción pequeño-burguesa de la historia, deja claro que el papel del camarada Stalin en la Gran Guerra Patriótica fue fundamental para derrotar al nazi-fascismo, al a vez que desde el patriotismo rechaza las acusaciones que se vierten sobre Stalin responsabilizándole del desencadenamiento de la II Guerra Mundial.


«¡Basta ya de acusar a Stalin!»

Leonid Radzikhovski

Uno de los hechos históricos que más fastidia a las antiguas potencias coloniales europeas, a EEUU y otras fuerzas capitalistas, fue la victoria soviética y socialista sobre la Alemania nazi. Es reconocer al mismo tiempo la fuerza de otros modelos, la potencia rusa, su antiguo enemigo ideológico. Por ello la Unión Europea no pierde una oportunidad para culpabilizar a Rusia de estos hechos, denigrando, falsificando o manipulando la historia de esa época a la opinión pública. Conmemorando los 70 años del inicio de la Segunda Guerra Mundial presentamos el pertinente punto de vista de un especialista ruso.

Hace tiempo que nosotros buscamos poner los puntos sobre la íes de la Historia, de esta Historia y sobre todo con respecto a nuestros vecinos occidentales [europeos y estadounidenses]. Después de una breve luna de miel a comienzos de los años 1990 (caída del comunismo, pero esto no influenció sin embargo nuestras relaciones con los países bálticos), nos encontramos aquí con esta «guerra de historia» que dura ya quince años y que no ha parado hasta hoy día.
Peor, incluso estos últimos años, esta disputa se ha puesto muy agria.

Hace poco, una conmemoración fue celebrada: el 1 de septiembre 2009, se cumplieron 70 años del inicio de la Segunda Guerra Mundial. Fue en efecto, el 1 de septiembre de 1939 que Hitler atacaba Polonia.

Para la mayoría de nuestros conciudadanos [soviéticos de la época], los años 1939 a 1941 son aquellos de una «guerra desconocida» y, de este hecho, sin interés directo. Nosotros conocemos en cambio otra guerra, nuestra guerra, la guerra nuestra, la Gran Guerra Patriótica, entamada el 22 de junio de 1941, y poco nos importaba saber lo que les ocurría a los polacos, franceses o bálticos. Claro está, los europeos del Oeste ven las cosas de otra manera.

Aún peor, los miembros de la Unión Europea (Polonia, países Bálticos) y Ucrania, que no para de soñar con juntarse a ellos, tienen un interés, desde un punto de vista histórico, en situarse en adversarios de Rusia en vez de serlo en contra de Alemania, país que guarda en cambio una postura discreta y humilde en este asunto y con razón… Y si estos países [Letonia, Lituania, Estonia, Polonia, Ucrania] quieren además que la ricachona Alemania abra su billetera y meta la mano al bolsillo –gesto bienvenido en estos tiempos de crisis-, más vale no estar dando cachetas ni importunando al sujeto [Alemania], en todo caso no más de lo necesario con temas históricos del pasado.

Con Rusia, las cosas son diferentes. Ni un centavo a esperar que les llegue de este lado. Además, contrariamente a Alemania, estamos frente a un país [Rusia] que nunca ha pensado en arrepentirse. Y, finalmente, acusando a Rusia, es decir, poniendo sobre sus espaldas una parte de la responsabilidad de la Segunda Guerra Mundial, aligeramos, se quiera o no, el peso de la culpabilidad de los alemanes.

Un negocio histórico rentable a todo punto de vista. Yo no pretendo que todos los historiadores sean así de cínicos. En realidad, esto es ante todo un asunto de políticos, y los recientes acontecimientos constituyen claramente una lección de política aplicada.

El 23 de agosto [1941], día de la firma del pacto Germano-Soviético (tratado de no agresión entre la Alemania nazi y la URSS), que precedió el inicio de la guerra [Segunda Guerra Mundial], esta fecha se ha convertido, a iniciativa del Parlamento Europeo, en el día conmemorativo europeo de las víctimas del estalinismo y del nazismo (¡ojo! ¡Fíjese en el orden de las palabras!). Tal es pues el desafío que la Unión Europea lanza a Rusia [que ha adoptado a su vez, en mayo de este año, el decreto 549, cuyo objetivo es oponerse a las tentativas de falsificación de la Historia susceptibles de perjudicar los intereses de Rusia].

En teoría, varias reacciones o comportamientos son posibles: nosotros rusos podemos intentar adoptar la actitud alemana, versión «light» claro está, tipo: «Nosotros no somos los herederos de Stalin, nosotros somos sus víctimas, víctimas del régimen soviético, ¡aún mucho peor de lo que fueron [las víctimas] de Polonia o de los países Bálticos!»

Y si nos fijamos o tenemos en cuenta el número de personas afectadas [por la represión estalinista] esto es la pura verdad histórica. Nosotros rusos hemos tenido más víctimas de Stalin que los alemanes han tenido de Hitler.

Sin embargo, este enfoque va en contra de nuestro orgullo nacional de gran potencia y no cuadra con el mito, mito recientemente actualizado a la sazón popular del día, de «verdugo manager eficaz» [Stalin ha sido efectivamente calificado en Rusia de «manager eficaz».] Pero las cosas son sumamente más graves y complejas.

Los alemanes se sacan de encima a Hitler y de «su» guerra a grandes gritos (a pesar que siguen pagando como si fuera oro en polvo las pensiones de sus antiguos combatientes nazis): les podemos comprender.

Pero si nosotros [rusos], si quisiéramos imitarles tendríamos que hacer un verdadero show de equilibrista: ¡repudiar al «malvado Stalin» conservando al mismo tiempo el orgullo de la guerra!
Se podría pretender haber ganado «a pesar de él», pero esto no funcionaría. El instinto elemental del pueblo, de la mayoría de la gente, le suena en la oreja que es muy difícil disociar Stalin de la guerra. Y si lo hiciéramos, la imagen de la guerra perdería de su brillo imperial.

La capitalización política de la victoria se hundiría, porque, ¿no fueron a sus pies que se arrojaron los estandartes [nazis] tomados al enemigo? [durante el gran Desfile de la Victoria del 24 de junio de 1945 en la Plaza Roja de Moscú, las tropas soviéticas tiraron y amontonaron una pila de emblemas nazis delante de Stalin].

La sociedad y el estado ruso se niegan a repudiar a Stalin, en todo caso no lo harán delante de la «angélica Europa». Peor, nosotros [los rusos] no podemos hacerlo sin consultar los principios de base. Inclinar nuestra augusta cabeza de gran potencia delante de otros países… La gente, el pueblo vería la espoliación de su victoria, y ¿qué nos quedaría después de todo esto?

Esto es cierto. Pero por otro lado, ¿es necesario «beber [brindar] por la Patria, por Stalin y servirnos otro vaso más» como nos lo sugiere incansablemente el camarada Ziuganov [líder del Partido Comunista de Rusia hoy en día]?

No poder disociar la guerra de su comandante en jefe es una cosa y no quererlo hacer es otra cosa; otra cosa es designar un verdugo [tirano] indiscutible, reconocido con tal por todo el mundo, en tanto que personalidad histórica de Rusia [recientemente durante un show TV de animación, los rusos le dieron a Stalin el tercer lugar de una larga lista de los más grandes héroes nacionales], ¡y otra cosa es arrodillarse, cabeza inclinada para defenderlo, defender toda su política, incluso aquella de los años 1939 a 1941!

¡No gracias! ¡Sin mí! Pero sobre todo, cuando se pretende o se afirma que el actual Estado [repúblicas] que es la Federación de Rusia sale confeccionado del abrigo de Stalin [alusión a la expresión «toda la literatura rusa ha salido del abrigo de Gogol »] esto constituye una mutilación política absoluta. Henos aquí frente a una bella «falsificación susceptible de perjudicar».

Para la Rusia actual, Stalin es como una maleta histórica sin agarradera (y con un tal contenido a su interior que más vale no abrir esto)… Pero tampoco se le puede abandonar y olvidar, arrastrar esta maleta tampoco es un trabajo fácil...

¿Entonces, que tipo de defensa se debe adoptar?

Esto es sin ninguna duda lo que deberán decidir los veinte y ocho «historiadores héroes» [que componen la comisión –y en donde los historiadores son minoritarios– a los que el decreto n° 549 ha encomendado perseguir y combatir las «falsificaciones» históricas].

Declarar que Hitler y Stalin, la Alemania [nazi] y la URSS, tienen una responsabilidad igual –o casi la misma– en el desencadenamiento de la Segunda Guerra Mundial, esto es lo que debe ser considerado como una falsificación.

Este tipo de declaración no es rara, es verdad (ver por ejemplo el «Día Europeo del Recuerdo»). Cosas que se escucharon sin duda alguna el 23 de agosto pasado [aniversario de los 70 años de la firma del pacto Molotov-Ribbentropp].

Las acusaciones contra Alemania no van a ser pasionalmente duras (a causa de los cálculos políticos citado anteriormente pero también porque, esta responsabilidad nunca ha sido negada por Alemania, nadie tiene que molestarse para demostrar esto); en cambio, las críticas contra la URSS serán más duras.

Alemania será acusada de pecados más grandes, pero con menos vigor que lo será la URSS [o su heredera actual, Rusia], que será a su vez acusada de menores pecados, pero con mucho más fuerza.

Esto es efectivamente una falsificación.

Claro está, cada uno es libre de interpretar los hechos siguiendo su mala fe. También es cierto que la verdad absoluta en historia no existe, si es que haya una en alguna parte. Pero, si se acepta el no escribir ficciones y que se consideren los simples hechos, está claro que acusar la URSS de haber causado la guerra es por lo menos faltar de objetividad.

Churchill, Roosevelt y Stalin en Yalta en 1945

Si el Pacto Germano-Soviético no hubiera sido firmado, la guerra habría tenido lugar de todos modos. La Alemania nazi no podía pararse. El dedo de Hitler ya estaba apretando el gatillo. Este pacto, es cierto, fue para él la última señal que esperaba para tirar, y todo esto estaba precedido de largos años de una «política de pacificación» que sólo sirvió para darle más coraje y valor al agresor [nazi].

La culpa no recae únicamente a los dirigentes de Gran Bretaña y Francia, sino también, por ejemplo, a los dirigentes polacos, que habían buscado la amistad de Hitler y se habían desenvuelto para ello, desde 1938 (¡sí, sí!) para recuperar un pedazo de territorio de Checoslovaquia desmembrada y sacrificada [por los nazis].

Naturalmente, esto no exonera Stalin, quien fue el único en concluir un pacto secreto con Hitler y esto no solamente «no calmóo al agresor» en perjuicio de otros países, como lo hicieron el inglés Chamberlain o el francés Daladier [con Checoslovaquia], sino que se apoderó [anexionó] descaradamente territorios: los Países Bálticos, las partes orientales de Polonia, La Carelia finlandesa y la Besarabia rumana).

En fin, a pesar de todo su cinismo malévolo, la política estalinista no ha constituido una excepción. Ella se inserta en la lógica de la política global de Europa, solamente más brutal, más «gánsteril».

El verdugo-tirano de Europa y del mundo, Hitler, fue fabricado con el consentimiento de todos los políticos de Europa, como si hubieran perdido la razón. El proceso fue lanzado por los políticos occidentales, mucho antes que Stalin elabore a su vez los mismos «cálculos maquiavélicos suicidarios».

¿Había otra alternativa a los acuerdos de Munich de 1938 ? ¿Había otra alternativa al pacto de Moscú de 1939? ¿Había otra alternativa a la Guerra Mundial? Podríamos discutir de estas cuestiones y asuntos hasta el infinito.

Y esto sería sin duda un debate especial. Si en el transcurso de este debate, se llegaría al menos a no ignorar los hechos evidentes, la falacia quedaría confinada a límites decentes. Pero cuando uno se deshace de los hechos como si éstos fuesen superfluos, esto se convierte en una desinformación absurda, de la novlengua, como en la novela de George Orwell 1984.

Sea como sea, el punto de vista histórico oficial ruso se apoya por supuesto sobre un conjunto de hechos innegables y que presentados de manera bastante convincente demuestra que la URSS no se puede encontrar a la cabeza en la lista de países causantes o promotores de guerra.
Pero tener una reacción más airada frente a los historiadores occidentales, bajo el lema de: «¡Al ataque! ¡Por la Patria, por Stalin!» sería a mi punto de vista no solamente un acto poco heroico, sino extremadamente estúpido.

Nadie puede estar orgulloso de la política de los años 1938-1939. Si la reflexión europea y rusa respecto de estos acontecimientos logra reconocerlo, entonces esto no será seguramente «perjudicar los intereses de Rusia» ni tampoco su «seguridad histórica». Tampoco pienso que esto opondrá Rusia a Occidente.


El Partido del Trabajo de Bélgica (PTB), lo único bueno que salió del Mayo del 68


Por Julio Tuñon Osorio


Congreso fundacional en 1976 con el camarada Ludo Martens al frente

Raoul Hebedouw, portavoz del PTB, contra el circo político burgués



Hace meses un lector nos solicitó información sobre el Partido del Trabajo de Bélgica (PTB). Tras las recientes elecciones en ese país viene el momento de dar información sobre uno de los más firmes, mejor organizados, más capaces y más interesantes Partidos Comunistas de Europa Occidental.

Nacido de las luchas estudiantiles de Mayo del 68, afirmamos que si la mayoría de sus protagonistas se integraron completamente en el sistema imperialista, estos camaradas fueron capaces de construir una organización ejemplar. En 1968 se llamaba "Todo el Poder para los Obreros"(TPO en francés, AMADA en flamenco que es donde están sus principales bases). Tuvo su Primer Congreso en 1976 adoptando el nombre PTB. A partir de 1989 abandona el maoísmo dogmático y sectario típico de la mal llamada "revolución cultural" y se hace una firme autocrítica abandonando posiciones erróneas del Mao de finales de los 60 y los 70 reafirmando un Marxismo-Leninismo consecuente.

Cuando se produce la mayor oleada contrarrevolucionaria del siglo XX con la caída del campo socialista varios grandes Partidos Comunistas se autodisuelven y miles de comunistas se desmoralizan y abandonan la lucha. Emerge en esa crisis el PTB como una firme roca revolucionaria reafirmando a Lenin y convirtiéndose en referencia de coraje y de firmeza. Las investigaciones de su presidente Ludo Martens sobre Stalin, el revisionismo y la construcción socialista son de fundamental importancia. El Partido consigue poner en pie un semanario de excelente calidad, Solidaire, cuyo redactor jefe es en esa época el destacado investigador Michel Collon; una editorial, EPO; y una revista magnífica que publica investigaciones de alto nivel, Études Marxistes.

En el 2004 empieza a modernizarse, ampliando su trabajo de masas, abandonando elementos dogmáticos y sectarios sin perder su firme naturaleza comunista. Eso le permite en 2006 triplicar el número de sus concejales: segunda fuerza en Zelzate con 6 concejales, 2 en Herstal, 1 en Seraing, 1 en La Louvière, 2 en Hoboken, 1 en el distrito amberés de Duerne, 1 en Genk, 1 en Lommel. En ese momento está presente en 22 municipios y en 114 empresas y tiene 2700 militantes. Ha construido 15 Casas de "Medicina para el Pueblo" por todo el país. Su organización de mujeres es "Marianne" y la de jóvenes COMAC.

Su prestigio internacional y claridad política le permite convocar un Seminario Comunista Internacional que se realiza anualmente en Bruselas y que es una ocasión extraordinaria de intercambio entre comunistas de distintas antiguas corrientes: la prosoviética, la proalbanesa, la procubana, la prochina. Ludo Martens planteó una osada propuesta de Unidad del Movimiento Comunista Internacional que recomponiese estos pedazos fragmentados a partir del nefasto XX Congreso del PCUS. Su 8 Congreso en marzo de 2008 es de una mayor renovación planteándose un objetivo electoral del 5 %. En el 2009 ya tiene de 3 a 5 mil militantes. En la dirección conviven cuadros de la primera generación como Baudouin Deckers, Jo Cottenier, Lydie Neufcourt y Jef Bruynseels con nuevos como el presidente Peter Mertens y el portavoz Raoul Hededown. Peter Mertens se autocritica como partido por no haber primado en el pasado la colaboración con otras fuerzas obreras y progresistas sino la confrontación. El 1 de mayo de 2010 en Lieja el PTB junto con el Partido Comunista realizan una marcha conjunta y en Flandres participan en una Jornada de los Socialistas. En las elecciones al Congreso y Senado del 13 de Junio el PTB avanza a pesar de la derechización nacionalista. Recibe 100.000 votos, triplica sus votos en Valonia y Bruselas en relación a 2007 y sube un 50 % en Flandres. En el cantón de Amberes llegan al 4,1 %. En Lieja llegan al 4,2 %. A nivel nacional son el 1,56 %. Sus bastiones son Deurne, Hoboken, Borgerhout y Amberes. Con un sistema electoral como el holandés, el PTB tendría 2 diputados. El PTB supera con mucho la coalición del Partido Comunista con 2 grupos troskistas y 3 grupitos más, llamada "Frente de izquierda", que se presenta sólo en Valonia y obtiene 28.346 votos al Senado.

Adelante camaradas, sois una referencia de inteligencia, firmeza y coherencia en la Europa en crisis cada día más reaccionaria, fascistizante y decadente.

El odio inter-étnico lo ha traído el capitalismo a Kirguistán



Artículos de Julio Tuñón Osoro

Viva la amistad entre los pueblos soviéticos!!



El imperialismo intenta oculta su responsabilidad en la matanza de Kirguistán en la que más de mil personas han perdido la vida en un conflicto interétnico provocado, según El País, por Stalin nada más y nada menos.

Georgina Higueras dice que sus "divisiones territoriales arbitrarias" son las causantes. Es increíble la manera de mentir del imperialismo. La verdad es que es la guerra de Afganistán y su corolario de narcotráfico, la miseria causada por el hundimiento de la economía, el poder de las mafias burguesas y probablemente los servicios secretos de la OTAN los involucrados. Les interesa la inestabilidad en la vecina Xinjiang y en Kirguistán para consolidar sus bases militares, frenar a China y hacer imposible la inevitable alianza de las repúblicas hermanas.

Kirguistán: De la civilización socialista a la barbarie feudal

Obra del pintor Semyon Afanasievich Chuikov: "Una hija de la Kirguizia soviética".

En la ciudad de Osh donde han comenzado las matanzas interétnicas, festejos por la "independencia" en 2008 a la sombra del gran Lenin ¡qué paradoja!

Monumento soviético en Bishkek a la amistad de los pueblos soviéticos.

No hay nada más revolucionario en un momento de horribles matanzas interétnicas que la amistad de los hermanos pueblos soviéticos.

La URSS construyó la amistad y la unidad. El capitalismo construye el odio, la división y la matanza.

Los acontecimientos actuales en Kirguistán arrojan luz sobre la naturaleza de los acontecimientos del pasado mes de abril: en lugar de ser una verdadera y necesaria revolución que restableciese el poder popular, los valores soviéticos y la reconstrucción de la sociedad, ha sido la toma del poder por una mafia rival de la mafia que ha sido depuesta. Las mafias en el poder azuzan de manera criminal la frustración de la población debida a la pobreza y a la desigualdad, y el odio entre comunidades que en la época soviética fueron hermanas en la construcción socialista. Y mientras tanto venden los servicios de la base aérea de Manas a los gringos en su guerra colonial en la vecina Afganistán.

Las matanzas de uzbekos (y parece que también de rusos y otras nacionalidades) cometidas por gamberros kirguises en el sur del país son otra manifestación del profundo retroceso social, civilizacional, moral y espiritual que ha supuesto la brusca destrucción del socialismo y de la URSS. El pueblo kirguíz tenía mucha razón cuando rechazó de manera abrumadora salir de su patria soviética y crear un artificial y totalmente inviable estado "independiente" que les ha hecho caer en poder de potencias extranjeras y de mafias criminales. Y esto no es retórica. Por la ciudad de Osh donde han estallado los pogroms racistas circulan todas las líneas de transporte del opio afgano a los corrompidos mercados europeos y norteamericanos. En junio de 1990 en Osh se inició la contrarrevolución. La organización fascista kirguiz "Osh Aymaghi" arrebató la tierra a un koljoz de población uzbeca desencandenando una auténtica guerra civil que costó la vida a 171 personas y que pudo ser reprimida y resuelta por el Ejército soviético y el Partido que aunque enfermos en aquella época eran garantes de la Paz y del socialismo. Hoy las narcomafias han descompuesto la sociedad y estimulan las peores pasiones. En marzo de 1991 el 92,4 % de los electores de la República socialista acudieron a las urnas en el referendum que tuvo lugar en toda la Unión y el 96,4 % dijeron un rotundo "SI" a la continuidad de la URSS con la República dentro. La URSS le dió todo a Kirguistán:

- La propia existencia de la República creada en 1936.

- El desarrollo industrial que creció 700 veces en los primeros 60 años soviéticos.

- La amistad entre los pueblos que en el pasado eran enemigos. El presidente del Koljoz "Proletario" en Uzbekistán le dijo en los años 50 al filósofo Roger Garaudy que en el pasado los uzbekos, tajikos y kirguizios se mataban por el agua y que gracias a la construcción del canal de Fergana se había hecho a esos pueblos amigos (1). Lo dijo el camarada Tijonov, jefe del gobierno soviético:"
El fundamento material de la amistad fraternal entre los pueblos de la URSS e un complejo macroeconómico único"(2). La voluntad soberana masiva del pueblo de todas las nacionalidades del Kirguistán soviético fue violada con la destrucción de la URSS a la que contribuyeron traidores kirguizos como el falso "comunista" Askar Akaev (en realidad un burócrata académico sin principios) quién destruyó la economía socialista y la actual presidenta Rosa Otunbayeva que alguna vez enseñó marxismo-leninismo y que se vendió al imperialismo. Roto ese complejo renacen los clanes, las opresivas costumbres feudales, las mafias criminales y el odio entre pueblo hermanos.

A los trabajadores de la República de todas las nacionalidades y a su vanguardia comunista, a los pueblos hermanos de otras repúblicas soviéticas y a la vecina China Popular les incumbe una enorme responsabilidad en la reconstrucción revolucionaria de esa sociedad. No tienen otro camino para la paz, el progreso, la democracia y la soberanía que el socialismo.

La vecina Tayikistán es inteligente y se alía al Irán antiimperialista para no quedar a merced de la OTAN y los gringos en su devastadora guerra de Afganistán que todo lo corrompe en Asia Central.

Notas

(1) Roger Garaudy,
La Liberté, Editions sociales, París, 1956, p. 434.
(2) Nikolai Tijonov,
La Economía soviética: logros, problemas, perspectivas, Novosti, Moscú, 1983, p. 43.


La mayoría de la población de Kirguistán valora positivamente a Stalin y Lenin



Mientras las mafias del narcotráfico ligadas al ex-presidente contrarrevolucionario progringo Bakiyev son responsables del asesinato vil de más mil personas civiles inocentes en el sur de Kirguistán y mientras Georgina Higueras del diario ultrarreaccionario
El País acusa al camarada Stalin de los crímenes que cometen ellos mismos, es decir, el imperialismo, la población multinacional de Kirguistán muestra lógicamente su valoración altamente positiva de Stalin y Lenin en una encuesta de opinión publicada en diciembre de 2009. El 73% de la población de Kirguistán apoya a Lenin y el 61 % a Stalin mientras que sólo un 11% tiene una opinión negativa de Stalin. El 74% de la de Tayikistán, el 70% de Uzbekistán y el 60% de Kazajastán valoran bien a Lenin.

Los pueblos soviéticos hermanos deben unirse para derrotar a las narcomafias y expulsar las bases imperialistas de su territorio, causa inmediata de las horribles matanzas de población civil.

Ver nota en ruso en
http://www.ferghana.ru/article.php?id=6414


13 de junio de 2010

Richard Sorge: Héroe de la Unión Soviética


Sello de correos soviético con la imagen de Richard Sorge

Richard Sorge, El Agente “Ramsey”, el hombre que salvó Moscú

Por Wladimir Abreu

Extraído de Tribuna Popular

Nacido el 4 de octubre en Bakú, de padre alemán y madre rusa, su padre fue militante de la primera internacional, llegando a ser secretario de Karl Marx.

Sorge vive desde los 3 años en Berlín, en un ambiente muy conservador; siendo joven se alista en el ejército alemán durante la I guerra mundial y vive los horrores de las trincheras, producto de la disputa de las burguesías europeas por el reparto del mundo.

La guerra influye en el futuro político de Sorge, quien primero se inscribe en el Partido Socialdemócrata Alemán Independiente en 1917 y luego en 1919 pasa a ser miembro fundador del Partido Comunista Alemán, el mismo de Rosa Luxemburgo, Liebknecht y Thälmann.

Terminada la I guerra mundial Sorge se doctora en ciencias en la Universidad de Hamburgo; se emplea como profesor, pero al tiempo se hace obrero en una mina para cumplir mejor su labor de militante comunista.


En 1925 viaja a la URSS y se hace militante del PCUS y por su condición de ruso y alemán y el buen manejo de varios idiomas, Sorge es un cuadro ideal para el trabajo de combatiente especial del OGPU (Directorio Político del Estado) para enfrentar las maquinaciones de las potencias fascistas y militaristas que ya empezaban a cerrar sus garras sobra la primera patria de los trabajadores.

En 1930 arriba en una misión a Shangai, la de reconstruir las redes de información en el extremo oriente; allí bajo los nombres códigos de: “Fix”, “Sontel”, “Inson”, “Schmidt”, “Jonhson” y el célebre “Ramsay”. En Shanghai actuaba bajo la figura de corresponsal de la revista alemana “Soziologishe Magazine”.

En China, Sorge sigue de cerca las acciones de agresión que el militarismo japonés siempre efectúa en sectores de la frontera chino- soviética, bajo ocupación japonesa.

Será en Shangai donde Sorge conocerá a dos personajes fundamentales en la futura y heroica labor en las entrañas del imperialismo japonés: el alemán antifascista Max-Gottfried Klausen, un excelente “pianista” (en argot del servicio secreto, un radio-operador); el otro hombre será el comunista japonés Ozaki Hozumi, intelectual de familia aristocrática, pero un valiente y heroico antifascista...

En 1932, el audaz agente soviético regresa a Moscú, en donde recibe nuevas instrucciones, se le encomienda la misión de establecer una red de información en Tokio y vigilar todas las posibles acciones de la camarilla imperialista japonesa; para tal fin Sorge se valdrá de su origen alemán para infiltrarse dentro de la jerarquía nazi y ser enviado al Japón. Se hace corresponsal en Tokio de los diarios alemanes “Frankfürter Zeitung” y “Teschnische Rundscheau”.

Sorge parte de Alemania hasta Canadá, de allí pasa a los EEUU, y luego el 6 de septiembre de 1933 llega a Tokio bajo la figura de un refinado e intelectual periodista alemán. Richard Sorge accede rápidamente a los más exclusivos niveles de la aristocracia japonesa y de la embajada alemana en Japón. Eugene Ott, alto funcionario nazi en Tokio, se hace su amigo de parrandas y le cuenta cuanta cosa importante hay en la relaciones entre la Alemania nazi y el Japón imperialista, llegando incluso a rogarle a Sorge que asuma la jefatura de prensa de la embajada alemana en Tokio, que acepta luego de hacerse el despreocupado. Sorge será quien redacte los informes secretos que los agregados navales y militares alemanes envían a Berlín.

En 1935 Sorge viaja secretamente a Moscú y vuelve acompañado de Max-Gottfried Klausen, su radioperador estrella, y la esposa de éste, Anna Vallennius (quien cumplirá una valiosa labor en la red). Klausen transmitirá a Moscú, la valiosa información obtenida por Sorge, la cual siempre es escuchada por el servicio secreto japonés pero el cual jamás pudo descifrar.

Richard Sorge llega incluso a infiltrarse en la Gestapo que opera en Japón obteniendo y enviando a Moscú toda la información que esta tenebrosa policía alemana maneja.


Las transmisiones de Klausen son magnificas y de asombrosa rapidez, llegando incluso a simplificarlas pero aumentando el valor de la información; en 1939 envía 23.139 palabras en 60 transmisiones; en 1940 serán 19.179 palabras y en 1941 son 13.103 palabras en 20 transmisiones, siempre evitando que el servicio secreto japonés logre descifrar los códigos.

El 20 de mayo de 1941 Richard Sorge y su operador Max-Gottfried Klausen envían a Moscú el siguiente mensaje: “Hitler esta concentrando de 170 a 190 divisiones. El ataque será el 20 de junio y su objetivo inmediato será Moscú”. El Alto Mando Soviético desestimará esta información considerando que era una maniobra de contra-información alemana, para adelantar la guerra cuando la URSS aun no estaba completamente preparada.

El 22 de junio la Alemania fascista desencadena la invasión de la URSS, la “Operación Barbarroja”. Stalin comprende el error cometido y en la próxima ocasión prestará atención a los informes de “Ramsey” el nombre código de Sorge en Japón.


El 15 de octubre de 1941 Sorge y Klausen transmiten a Moscú otra valiosísima información, este será el mensaje: “El ejercito del Kouantoung no atacara Siberia. Japón ha decidido no atacar más que a los Estados Unidos y a Inglaterra. Repito: neutralidad del Japón asegurada. No atacará a Rusia”. Un mes más tarde el ejército soviético del mariscal Eremenko que custodiaba el extremo oriente de la URSS es enviado a reforzar Moscú, esta acción estratégica salvará la capital soviética y será fundamental en el curso de la Gran Guerra Patria Soviética.


Sorge es arrestado 3 días después de esta transmisión producto de la traición; en una operación de rutina del Kempetai (policía secreta japonesa) contra el partido comunista japonés es detenido Tomo Kitabayashi. Éste delata a Miyagi Yotoku, que a su vez delata a Ozaki Hozumi, quien se mantiene firme pese a las torturas y no dice ninguna palabra a la policía japonesa, pero el Kempetai arma una ratonera en la casa de Hozumi y poco a poco caen los miembros de la red. 35 en total serán los combatientes antifascista detenidos.

Ozaki Hozumi será juzgado y ejecutado, Max-Gottfried Klausen será condenado a cadena perpetua e igual condena tendrá Anna Vallennius. El periodista croata Branko Vukelić, será condenado a cadena perpetua y morirá en la cárcel.

Richard Sorge será ejecutado en la horca el 7 de noviembre de 1944, en el aniversario de la Revolución Bolchevique. Al subir al cadalso exclamó: ¡Por el Partido Comunista! ¡Por la Unión Soviética! ¡Por el Ejército Rojo!

El 4 de septiembre de 1964 un articulo en Pravda decía: “Ha llegado la Hora de hablar de un hombre cuyo nombre será para las generaciones venideras un símbolo de dedicación a la causa por la paz, un símbolo de valor y heroísmo…Richard Sorge”. Se proyecta en Moscú una película sobre su vida: ¿Quién es usted Mr. Sorge? De Yves Ciampi; se le otorga a título póstumo la Orden Héroe de la Unión Soviética a Sorge. A sus colaboradores supervivientes, el radioperador Max-Gottfried Klausen y Anna Vallenius se les condecoran con la Orden a la Bandera Roja además de recibir la Medalla de Oro del Mérito del Ejército Nacional Popular de la RDA.

Pero el mayor homenaje para Richard Sorge y a los valientes miembros de su equipo, es el reconocer que su heroica acción en las entrañas del monstruo imperialista japonés fue una contribución importantísima en la derrota del fascismo en la II Guerra Mundial.


Tumba de Richard Sorge en Tama, Tokio, con su nombre escrito en ruso. Encima se puede leer: "Héroe de la Unión Soviética"

La nostalgia que existe hoy en Rusia sobre la URSS

http://gazeta-pravda. ru/content/view/4917/34/

Traducido del ruso para Rebelión por Josafat S. Comín


Amargas reflexiones en el 20 aniversario de la
aprobación de una vergonzosa declaración


Llevamos ya dos décadas
oyendo como diferentes voces liberales nos conminan a arrepentirnos, por los errores históricos cometidos, por la muerte de inocentes, por la lágrima de un niño…Bueno hagámoslo pues. Y más ahora en un día tan señalado. Por designio gubernamental, hace 19 años que este día fue remarcado de forma especial, pero sobre el por qué de su relevancia continúa habiendo debates. Lo que por supuesto es irrefutable es que hace 20 años, el Congreso de diputados populares de la RSFSR aprobó la declaración de soberanía de Rusia. A favor votaron 907 diputados. En contra tan solo 13, mientras que 9 se abstuvieron. ¿No es acaso motivo para el arrepentimiento?

Más que un motivo lo que hay es un ovillo entero, caprichosamente enmarañado, de motivos.

Arrepentimiento por la miopía política

Y no quiero hoy hablar de los provocadores que empujaron intencionadamente para que se diera ese paso. Voy a hablar solamente de aquellos que no tenían mala intención.

La Declaración de soberanía nacional de Rusia, fue en esencia una provocación, ya que perseguía la destrucción del sistema económico unificado de la URSS. Pero en ese complejo sistema había otra arista: servía como espacio para ese mercado que se estaba formando. Se conoce, que entre los partidarios de la declaración no había ningún defensor del “mercado”, como tampoco los había entre los que votaron”por acompañar”.

Solo había provocadores y personas políticamente miopes

Mientras tanto, ese complejo económico unificado (y a su vez, espacio de mercado unificado), era uno de los más eficientes factores del desarrollo económico de Rusia. Precisamente de Rusia, y no sólo de la URSS. A pesar de toda esa palabrería hueca sobre el estancamiento, los mejores indicadores económicos tanto de la URSS como de la RSFSR, se dieron en los años 80: la existencia de ese complejo económico unificado compensaba muchos de los errores e imperfecciones. En cuanto comenzaron a destruirlo, los indicadores se vinieron abajo. En 1990, en comparación con 1985, se extrajo menos petróleo, cayó la producción de todo tipo en el sector químico, textil, en la industria maderera. En el sector de la construcción de maquinaria, 54 de 106 indicadores de los distintos tipos de producción se redujeron como consecuencia del debilitamiento de las relaciones entre empresas.

Las consecuencias negativas de la destrucción de ese sistema económico, activadas por esa declaración de soberanía de Rusia, son tan enormes, que hasta la fecha la Federación de Rusia no ha conseguido alcanzar el nivel de 1990 en ninguno de los indicadores económicos. Ni siquiera en esos sectores en los que la mayor parte de la producción se exporta al extranjero.

¿Cómo no arrepentirse por la desconsolada miopía de los que aprobaron la declaración del 12 de junio de 1990? ¿Acaso fueron menos miopes que los que la aplaudieron? ¿Y qué decir de los que hacían bromas insulsas con el tema, sin alzar su voz de protesta?

Arrepentimiento por la traición de esos niños crecidos, a sus padres, abuelos y a muchas, muchas generaciones de antepasados

Al aceptar esa declaración destruimos la familia de los pueblos soviéticos, dejando huérfana incluso la Gran Victoria sobre la Alemania hitleriana. Y ahora nos indignamos cuando poco a poco nos la van robando. Con aquella declaración, dimos la espalda a muchos miles de tumbas de nuestros padres y abuelos, que dieron sus vidas por la independencia real y la libertad de su país natal. Prácticamente hemos sacado a empujones de las fronteras de Rusia, esas sagradas tumbas. Pero no termina ahí la vergüenza de ese documento traicionero. Desligándonos de la Patria Soviética unida, la declaración abrió las puertas a todas las calumnias que se vertieron sobre ella. Fue tras su aprobación que se multiplicaron los detritus humanos que comenzaron a insultar la memoria de la Victoria, los que soñaban con beber cerveza bávara bajo la bota de la fracasada ocupación fascista. Pero no, la tierra rusa no arde bajo las pisadas de esos desgraciados desalmados.

¿No debemos acaso arrepentirnos por todo esto el 12 de junio?

Arrepentimiento por la traición a nuestro pueblo trabajador

Esta Declaración de soberanía alumbró el camino del golpe de estado de agosto, ejecutado por la camarilla de Gorbachov y Yeltsin. Dio el pistoletazo de salida para la “terapia de choque”, la “voucherización”, las privatizaciones y demás crímenes que permitieron a los pícaros nuevos ricos encaramarse al cuello del pueblo trabajador. Como resultado por cada rublo de salario de un trabajador por cuenta ajena, el actual capitalista ruso se embolsa 9’5 rublos de ganancia.

Esta salvaje norma de explotación del trabajo no se conocía ni en el mundo colonial. Como resultado y según los baremos de la OIT, el 30% de los rusos de hoy día viven por debajo del umbral de la pobreza, de los que el 10% más pobre tienen unos ingresos 50 veces inferiores al 10% de las personas que aplaudieron esa infame declaración.

¿Acaso no es motivo suficiente para arrepentirse este 12 de junio?

Arrepentimiento por suplantar el patriotismo por tradiciones y valores ajenos

La declaración de soberanía de Rusia abrió el camino a un régimen socio-político, que no supo adaptar a sus mercenarios ideales la gran literatura rusa, la pintura, la música, la escultura, la artesanía popular. No siente admiración ni por Púshkin, ni por Gógol, ni por Turgueniev, ni por Tolstoi o Dostoyevski. Les teme porque cada uno de ellos fue reflejo del carácter popular ruso, espejo de la revolución popular rusa. Tampoco trata mejor a los pensadores tártaros Sharif Kamal y Gabdul Tukay, ni al oseta Kosta Jetagurovu, ni al bashkir Mustay Karim, o al avar Rasul Gamzátov. Están extirpando de la cultura nacional a los Nekrásov, Maxim Gorki, Mijail Shólojov, Nikolai Ostrovsky, Vladimir Mayakovski y Alexander Tvardovski…En el país han levantado un nuevo “telón de acero” que separa ahora a los ciudadanos de Rusia de la cultura rusa. Mientras, solo suspiramos, furtivamente, para que no lo adviertan ni se ofendan los que tienen el poder.

Sin embargo a la Rusia “soberana”, se le impone la “democracia soberana”.

¿Acaso no debemos arrepentirnos por todo esto, en el día de la Declaración de soberanía, este 12 de junio?

Arrepentimiento por renunciar a los sagrados valores humanos de la justicia social, el honor y la dignidad nacional

No hace mucho conversando con un conocido profesor sobre los problemas que nos son cercanos a ambos, como la educación superior y las posibles soluciones, me impactó la naturalidad con la que sentenció: "No me vengas con eso de la igualdad social y la justicia”. Y yo que lo consideraba un intelectual ruso…Me equivoqué: el concepto “intelectual ruso” de partida no significaba tanto un título universitario, como un posicionamiento social. Si no de intercesor popular, cuanto menos con la obligación de conmoverse. El concepto del honor ya es tal. El académico Trofimuk, podía renunciar a la condecoración concedida por ese inquilino del Kremlin que ordenó cañonear el parlamento.

Sus colegas de ahora son mucho más sumisos. De los políticos prefiero no hablar. Ya incluso niegan que haya existido alguna vez una comunidad tan sorprendente como el pueblo soviético.

No voy a tocar aquí el arrepentimiento por la apostasía del socialismo y del poder popular. No se puede confiar ni exigir que vayan a arrepentirse los “comutantes” y “saltatalanqueras”.

El 12 de junio no es ningún “Día de Rusia”. Puestos a celebrarlo, sería como “Día del arrepentimiento ante Rusia”, pues ella es en primer lugar la que paga por la defección cometida hace 20 años.

En estas dos últimas décadas, Rusia se ha comprimido no solo territorialmente, también en lo humano. Ante ella es donde hay que arrepentirse por haberla llevado hasta la extinción. En el siglo XX, el potencial humano de Rusia hasta la aprobación de la declaración del 12 de junio de 1990, crecía incluso en los años de graves sequías. Mientras que en los últimos 20 años, en el país han muerto 16 millones más de los que han nacido.

Hemos fracturado a nuestra Madre Patria. Y debemos arrepentirnos ante ella. Pero no con carantoñas, sino trabajando en su nombre.

Ya sé que hay muchos que no están dispuestos a ofrecer su arrepentimiento ante nuestra querida Rusia en este amargo aniversario. Y no me sorprende. Hace 20 años abrieron las esclusas del estado para la rusofobia y la animadversión hacia el pueblo. Así es como se reproducen los enemigos del pueblo. Es un concepto éste que nuestros abuelos y tatarabuelos tomaron prestado a los franceses. Hace medio siglo incluso pareció que era un préstamo perjudicial, inútil. Pero los últimos 20 años nos obligan a que nos replanteemos la historia y nuestro modo de verlo. Resulta que nuestros abuelos y tatarabuelos eran mucho más sabios que nosotros.

Arrepintámonos pues. Precisamente en este 12 de junio, día de la infinita apostasía de Rusia. Pero nos arrepentimos no para seguir avergonzando a nuestro país. Lo hacemos para sacarlo del callejón sin salida en el que está y devolverlo a la vía magna de la historia. Algo imposible de hacer sin socialismo y poder popular.

El verdadero arrepentimiento ante Rusia no es posible sin reconocer esa verdad.