26 de febrero de 2017

EE.UU. Malcolm X: Tragedia y Dignidad




Por Pablo A. Pozzi, en La Izquierda Diario.

Hace 52 años, el 21 de febrero de 1965, fue asesinado Malcolm X. Desde ese entonces su memoria ha sido un lugar de disputa y, también, una convocatoria a la autoorganización y lucha antirracista.

Que su recuerdo es factor de conflicto se ve claramente cuando consideramos que varios docentes secundarios norteamericanos, durante el mes de “Historia de los Negros”, prohibieron que sus alumnos escribieran sobre su historia. Al mismo tiempo, la historia oficial, ya sea la del “establishment” blanco o la de los organismos afroamericanos, siempre se vieron en problemas para “olvidarlo” y por ende lo tratan como un “elocuente, rabioso, y confundido” producto de la marginalidad criminal. Para ellos Malcolm fue producto del racismo, pero su furia ante la discriminación lo llevó siempre por caminos equivocados.

¿Estaba tan equivocado Malcolm X? ¿Era simplemente un producto del lumpenproletariado?

Malcolm Little nació en 1925, hijo de dos obreros nacionalistas negros, discípulos del jamaiquino Marcus Garvey. Este no sólo reivindicaba la dignidad y el derecho a la autodeterminación de los afronorteamericanos, sino también que retornaran al África. Al mismo tiempo los garveyitas fueron importantes (junto con los socialistas de la IWW) en la organización de los trabajadores negros y en la lucha frontal contra el Klu Klux Klan. Malcolm se educó en ese ambiente y se forjó en las luchas de los trabajadores negros por la autodeterminación de la década de 1940. Tanto la huelga de portuarios negros de Seattle, en la que el trotskismo fue influyente, como las luchas de la Liga de Aparceros del Sur, dirigida por los comunistas, impactaron en su generación. Malcolm se desarrolló como obrero carpintero, y luego como camarero de tren y activista de uno de los sindicatos negros y socialistas más importantes de la época: la Hermandad de los Camareros de Trenes Dormitorios. Sin embargo, la discriminación, el racismo, y la pobreza lo fueron llevando hasta al submundo criminal de Harlem y de Boston donde se dedicó a raterías y a la prostitución para terminar condenado a varios años de prisión.

Fue en la cárcel que descubrió las enseñanzas de Elijah Muhammad, el “profeta” de la Nación de Islám (NOI), uno de los principales nacionalistas negros norteamericanos. La NOI se basaba en una peculiar interpretación del Islám para reivindicar la negritud a partir de plantear que “todos los blancos eran opresores de los negros” aunque éstos fueran “los seres humanos originales”, y por ende los negros deberían tener su autonomía y sus propios comercios e industrias. La idea básica era que era mejor que un negro sea explotado por otro negro que por un blanco. En realidad la NOI era, y es, la expresión de una pequeñoburguesía negra, que utiliza una forma de racismo invertido en función de su propia acumulación de capital.

La NOI y el nacionalismo negro fueron la gran tragedia de Malcolm. Este se convirtió en un dirigente carismático y el gran vocero de la NOI. Sus planteos reflejaban con claridad los intereses y la cultura de los obreros afroamericanos, y por ende tendían a chocar con los de la pequeñoburguesía hegemónica en su movimiento. Por ejemplo, Malcolm reivindicaba la autodefensa de su comunidad frente a un aparato estatal que ejercía una violencia despiadada sobre los trabajadores negros. Así organizó el Fruit of Islam, un grupo de jóvenes negros que disciplinadamente protegieran las movilizaciones de la NOI y fueran capaces de enfrentarse exitosamente al KKK y la policía. El resultado fue concreto: los medios de comunicación, el gobierno, los organismos de derechos civiles y el empresariado negro lo acusaron de “violento” y “extremista”. Malcolm planteó, claramente, que “seremos pacíficos, educados, obedecemos la ley, respetamos a todo el mundo; pero si alguien nos pone la mano encima lo vamos a enviar al cementerio”. Para la dirigencia del NOI, más interesados en sus negocios que en los derechos de los trabajadores negros, Malcolm representaba una postura digna y ética dispuesta a pagar todos los costos necesarios para obtener la libertad y la igualdad. Hostigado por la dirigencia del NOI y perseguido por la policía (en particular por el programa COINTELPRO del FBI) y por los grupos racistas, Malcolm fue evolucionando hacia posiciones cada vez menos nacionalistas y cada vez más crítico de todos aquellos que suponían que el racismo se podía superar dentro del capitalismo.

Capitalistas negros y blancos coincidieron que este luchador contra el racismo era un problema, sobre todo porque era clasista.

Los últimos dos años de su vida lo vieron acercarse cada vez más a posturas revolucionarias. Por un lado su contacto con el argelino Ahmed Ben Bella y el ghanaiano Kwame Nkrumah lo acercaron a la radicalización tercermundista. Por otro, su labor y serie de conferencias en el Militant Labor Forum (auspiciado por el Socialist Workers Party de Estados Unidos) le incorporaron una fuerte crítica al capitalismo. Esto lo llevó a plantear que la revuelta de los negros no era un problema racial sino más bien una lucha de oprimidos contra opresores, ya que todo capitalista “es un chupasangre” que utiliza el racismo para explotar a los pobres y por ende “somos hermanos de sangre con Cuba”. Una vez un periodista le preguntó qué pensaba del socialismo. Malcolm lo miró y le dijo si eso era bueno para gente de color y los pobres. El periodista le respondió que si, entonces Malcolm declaró que él estaba a favor del socialismo.

Sus posturas lo llevaron a separarse del NOI y formar su propia organización, hasta que en el año 1965 fue asesinado mientras hacía un discurso en medio de un acto público. 

Aun hoy no se sabe exactamente quién ordenó su muerte, pero la noción más aceptada es que hubo una confabulación entre la policía y el FBI, que facilitaron el acceso del los asesinos, y el NOI que envió a varios de sus activistas a cometerlo. No fue el único: cada vez que un dirigente negro, como Martin Luther King o Medgar Evers, planteaban formas de luchas más radicalizadas y se acercaban a la izquierda, eran asesinados. Sin embargo, Malcolm continúa hasta el día de hoy (junto con Luther King) como una de las figuras más importantes de la comunidad afronorteamericana. El famoso director Spike Lee en su película Do the Right Thing muestra esta importancia: uno de sus personajes se pasa la película vendiendo fotos de “Malcolm y Martin” en Harlem, de alguna manera equiparándolos. 

Ningún blanco o universitario negro haría la misma equiparación, prefiriendo siempre a Martin Luther King olvidando que este reivindicaba las luchas de descolonización y a los vietnamitas. En su campaña de desprestigio, hoy los estudiosos de la academia discuten si Malcolm tuvo o no una relación gay, en la suposición de que “eso es malo”. Sin embargo, para los oprimidos afroamericanos lo importante de Malcolm X no era esto (y aquí la homofobia no parece funcionarle al sistema de opresión) sino que siempre representó el luchador, el rebelde, y sobre todo la encarnación de la dignidad. Y esa es la misma razón por lo que el establishment norteamericano trata aun hoy de desprestigiarlo y de bastardear su legado.

Nota.-

Barghouti: “Quien llame a Israel democracia está engañando a la gente o no entiende nada de leyes internacionales”


  
Por Gladys Martínez López.

Omar Barghouti (1964) es uno de los fundadores y teóricos del Movimiento de boicot, desinversión y sanciones (BDS) a Israel, formado e impulsado por decenas de organizaciones, sindicatos y comités palestinos desde 2005, y miembro fundador de la Campaña Palestina para el Boicot Académico y Cultural a Israel (PACBI, por sus siglas en inglés). El 31 de enero visitó Madrid junto con los activistas Manal Tamimi y Munther Amira para dar la conferencia ‘Resistencia no violenta y boicot a Israel por los derechos humanos’, pero el acto tuvo que ser trasladado a una dependencia municipal después de su cancelación por Casa Árabe.
Vinisteis a Madrid a dar una conferencia que fue cancelada por Casa Árabe. ¿Os han dado alguna explicación? ¿Crees que detrás de la cancelación había razones políticas y de presiones?
Sí, creo que Casa Árabe ha sucumbido a las presiones del lobby israelí, algo vergonzoso porque este lobby está interfiriendo en las instituciones democráticas de España y minando la democracia, minando la libertad de expresión, y Casa Árabe está censurando las voces de defensores palestinos de los derechos humanos para calmar al lobby israelí.
Orange y otras empresas abandonaron Israel en 2016 tras intensas campañas de BDS. ¿Cuáles son los logros del BDS casi 12 años después de su lanzamiento? ¿Son suficientes?
Nos llevaría muchas horas repasar todos los logros del movimiento, pero en general se puede decir que ha unido a la sociedad civil palestina en la reclama de tres derechos básicos: fin de la ocupación, fin del apartheid israelí y el derecho de los refugiados palestinos al retorno. Y colocamos esos derechos en la agenda globalmente, así es que hoy es normal hablar del apartheid israelí, de los derechos de los refugiados palestinos y la ley internacional.

El BDS ha jugado un papel muy importante en el aislamiento del régimen de ocupación de Israel, el colonialismo de los asentamientos y el apartheid a nivel académico y cultural, y empieza a tener un impacto económico hasta el punto de que Israel hoy reconoce el BDS como una amenaza estratégica. Ése es el término que utilizan. Y están combatiéndolo como si fuera una amenaza estratégica mayor para el Estado de Israel a pesar de su poder. Por ello creemos que aislar a Israel como se aisló a Sudáfrica durante el apartheid es una parte esencial del movimiento que defiende los derechos de los palestinos bajo la ley internacional.
Precisamente la campaña de BDS se hace eco de la campaña de boicot contra el Estado de apartheid sudafricano que fue imprescindible para su caída en 1994. ¿Cuáles son los parecidos entre las dos situaciones?
Israel, igual que la Sudáfrica del apartheid, además ocupar Gaza y Cisjordania, incluyendo Jerusalén Este, también tiene, dentro del actual Estado de Israel, previo a los bordes de 1967, más de 50 leyes que discriminan contra los “ciudadanos no judíos”, que son los palestinos nativos. Israel discrimina racialmente por ley, y no sólo políticamente, a los palestinos por su identidad. Porque hay quien puede decir que las democracias occidentales también tienen racismo contra los árabes, los musulmanes, los negros, etc., y es verdad, pero no han institucionalizado y legalizado la discriminación contra una parte de sus ciudadanos basándose en la identidad.

Es como si el Parlamento español aprueba leyes que dicen “sólo si eres católico y blanco tienes todos los derechos, y si eres judío, musulmán, hindú, no los tienes”. Eso es exactamente lo que Israel está haciendo hoy. Así es que cualquiera que diga que Israel es una democracia que tiene un problema de ocupación o bien está engañando a la gente o bien no entiende nada sobre leyes internacionales.

Israel discrimina racialmente por ley, y no sólo políticamente, a los palestinos por su identidad

El lobby israelí en el mundo es muy poderoso. Con los grandes medios y políticos fuertemente influenciados por él, Israel sigue siendo considerado un Estado democrático. ¿Cómo hacer frente a la propaganda?
El lobby es muy efectivo a nivel gubernamental y parlamentario porque, como mostró el documental de Al Jazeera The lobby, Israel compra la lealtad de los cargos electos en Occidente, y a aquellos políticos que no son fáciles de comprar los intimida. El documental mostraba a un oficial israelí diciendo “vamos a tumbar al ministro británico porque no apoya plenamente a Israel, porque critica las colonias”.

Así es que el lobby israelí tiene un impacto extremadamente subversivo sobre la democracia en todas partes. E Israel no es sólo eso, sino que está exportando el régimen de seguridad y militarización a Occidente, está entrenando a parte de la Policía en el Estado español y después los civiles en España que protestan sin violencia serán enfrentados con pelotas de goma. Ése es el impacto de Israel.

Lo que decimos a nuestros socios en España es que Israel está empujando hacia el macartismo, hacia la represión antidemocrática, hacia la supresión de la libertad de expresión. Y esto no afectará sólo a los palestinos. El ala derecha en este país tampoco está interesada en la libertad de expresión. Si ganan la batalla contra el BDS, también vencerán contra cualquiera, contra el movimiento LGBTQ, los movimientos de mujeres, el movimiento antiguerra, el movimiento por la justicia social, el movimiento por el derecho a la vivienda, los ecologistas. Así es que todos los movimientos por la justicia deberíamos mantenernos unidos contra la represión y por la libertad de expresión.
Trump, Clinton… En lo que se refiere a Israel y Palestina, ¿hay grandes diferencias entre ellos, y entre demócratas y republicanos?
Hay una distancia cada vez mayor entre las bases del Partido Demócrata y sus líderes. Sus líderes son corruptos y están comprados por el lobby israelí, eso está muy claro. El principal financiador de Clinton era un hombre de negocios israelo-estadounidense, y Clinton no se avergüenza de impulsar la agenda israelí. Pero las bases del Partido Demócrata, que son cada vez más gente de color, mujeres, negros, están cambiando drásticamente.

Te doy un ejemplo. La Brooklyn Institution, que es un importante think tank en Estados Unidos, hizo una encuesta recientemente y mostró que el 60% de los simpatizantes del Partido Demócrata apoya sanciones contra Israel o incluso medidas más duras. Entre la población en general, más del 45%, casi la mitad de la población estadounidense, apoya las sanciones contra Israel. Así es que claramente el BDS está ganando en las bases, estamos convenciendo a la gente a un nivel de base, a los sindicatos, académicos, artistas, estudiantes, activistas queer, etc., estamos ganando la batalla en la defensa de los derechos humanos.

A largo plazo Israel se está aislando y ayudando a que crezca el movimiento BDS

La cuestión con Trump es muy interesante. La Administración de Trump es la más xenófoba, misógina, racista, islamófoba y antisemita de la historia reciente de los Estados Unidos, así es que, obviamente, tiene muchos enemigos en todo el mundo, y vimos la marcha de medio millón de mujeres en Washington… El único gobierno en el mundo que celebró a bombo y platillo la Administración de Trump fue el Gobierno de extrema derecha de Israel.

Muy en resumen, creen que gracias a Trump pueden hacer todo lo que quieran: construir más colonias ilegales, hacer una limpieza étnica de las comunidades palestinas en el desierto del Neguev, en Jerusalén, en el valle del Jordán, y están haciéndolo mucho más rápido ahora. La colonización está yendo más deprisa, las políticas de apartheid son ahora mucho más intensas.

Israel se está aliando con un gobierno xenófobo de extrema derecha en Estados Unidos. Esto hará que pierda a la opinión pública. Estamos ganando la batalla incluso con los judíos liberales estadounidenses, que están asqueados y cansados con el giro de Israel hacia la extrema derecha. A largo plazo Israel se está aislando y ayudando a que crezca el movimiento BDS.
En diciembre se aprobó la Resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que condena los asentamientos ilegales de Israel. ¿Va a cambiar algo?
Es un gesto simbólico, que es importante, pero nada cambiará sin resistencia interna y presión internacional, como en el caso sudafricano. Sin boicot, desinversiones y sanciones contra Israel, sin aislar al régimen de opresión, no hay manera de acabar con sus violaciones de los derechos humanos y de la ley internacional. Por eso en España hemos tenido una reunión en el Parlamento y hemos presentado cuatro demandas concretas: embargo militar contra Israel, prohibición de los productos de empresas que producen en las colonias israelíes y los territorios ocupados, suspensión del acuerdo de asociación entre la Unión Europea e Israel, y apoyo al derecho al BDS; no pedimos apoyo al BDS, ya que no esperamos que el Parlamento lo apoye, no aún, pero ahora esperamos que apoyen el derecho de los ciudadanos de España a apoyar el BDS como un movimiento no violento que defiende igualdad de derechos para todos, por la libertad, la justicia y la igualdad. Pensamos que ésas son demandas razonables que cualquier parlamentario decente debería apoyar.
El movimiento BDS se ha centrado en denunciar el régimen de apartheid de Israel. Volvemos al eterno debate: ¿es la solución de los dos Estados posible? Es más, ¿es deseable?
El movimiento BDS nunca ha tomado posición por uno o por dos Estados. Como un movimiento de derechos humanos, se circunscribe a la defensa de tres derechos básicos: el fin de la ocupación, el fin del apartheid y el derecho de los refugiados palestinos al retorno, porque nuestro pueblo está dividido debido al colonialismo en tres grupos principales: 38% de los Palestinos viven en Gaza y Cisjordania, incluyendo Jerusalén Este, 12% son palestinos ciudadanos de Israel y el 50% son palestinos refugiados fuera de Palestina, a los que no se permite volver a casa porque tienen “la identidad equivocada”.

Ésas son nuestras demandas. El movimiento de BDS está liderado por la mayor coalición de la sociedad civil palestina, los mayores sindicatos, grupos de mujeres, partidos políticos, y todos estamos de acuerdo en estas exigencias y estamos en desacuerdo en todo lo demás (ríe).

Pero, personalmente, como defensor de los derechos humanos, como investigador, independientemente y no como representante del movimiento de BDS, nunca creí que la solución de los dos Estados fuera posible ni ética, no es una solución ética porque permite legitimar la colonización, permite negar la igualdad de derechos para el pueblo palestino y permite a Israel rechazar nuestro derecho a la autodeterminación, que es un derecho inalienable según las leyes internacionales.

En mi opinión personal, la solución más ética es un solo Estado secular democrático que dé iguales derechos a todo el mundo. ¿Qué hay de malo en ello? Toda persona, todo espectro de identidad, judío, musulmán, cristiano, ateo, todo el mundo tiene los mismos derechos, incluidos los refugiados. Ésta fue la solución aceptada por el mundo en Sudáfrica; ¿por qué no se acepta en Palestina?

Nunca creí que la solución de los dos Estados fuera ni posible ni ética

El boicot cultural es muy controvertido, porque cuando afecta a artistas, equipos deportivos, académicos, es acusado rápidamente de antisemitismo. ¿Por qué, aparte del boicot económico, es necesario también el boicot cultural y el académico? ¿Existen límites?
El boicot académico y cultural al que llamamos es una parte muy importante del movimiento de BDS, pero su objetivo no son individuos israelíes (artistas, académicos, etc.), sino instituciones (orquestas, bandas, universidades, museos…) en Israel, porque son cómplices en la violación de los derechos humanos. Así es que no apuntamos a la identidad, sino a la complicidad.

Digamos que un artista israelí quiere venir a exponer sus pinturas a Madrid invitado por el Ayuntamiento, sin lazos con una institución israelí, entonces en el BDS no nos oponemos a ello. No hay violación de la libertad de expresión. Los individuos pueden expresarse. Lo que les estamos diciendo es: “Si aceptas convertirte en embajador cultural de Israel, si aceptas dinero del Ministerio de Exteriores y vienes de gira a España financiado por la Embajada, por el lobby israelí…, ya no eres un artista, eres un embajador cultural y boicotearemos tus eventos”. Ése es el límite. Si eres un verdadero artista, no deberías vender tu alma a un gobierno de ocupación y apartheid.

También es importante decir que el BDS rechaza categóricamente todas las formas de racismo, incluyendo el antisemitismo. No trabajamos con antisemitas, no aceptamos expresiones o acciones antisemitas en nuestro movimiento.

Si eres un verdadero artista, no deberías vender tu alma a un gobierno de ocupación y apartheid

El BDS es un movimiento no violento. ¿Qué piensa de la respuesta armada a la violencia israelí?
El movimiento BDS es por definición un movimiento no violento. Boicot, desinversiones y sanciones son estrategias no violentas por naturaleza. Todo el pueblo palestino creemos que, bajo la ley internacional, tenemos derecho a resistir una ocupación extranjera por todos los medios. Esto está garantizado por la Carta de Naciones Unidas y por la legislación internacional. Pero es muy importante respetar la ley internacional en todos los aspectos. No podemos tomar como objetivos a no combatientes, incluso cuando se resiste una ocupación extranjera.

Los franceses resistieron frente a la ocupación alemana, los indios frente a la ocupación británica, hay muchos casos de resistencia en todo el mundo. Tienes derecho a resistir contra una ocupación extranjera, pero es importante apuntar a las fuerzas armadas, a la infraestructura de la ocupación, no a los no combatientes, no a civiles, porque ética y legalmente no es aceptable.
¿Cuáles son vuestros próximos pasos?
Estamos muy orgullosos de que a lo largo del Estado español más de 66 Ayuntamientos hayan adoptado mociones contra el apartheid israelí. Es una campaña de BDS extremadamente única, impresionante, inspiradora y prometedora. Ahora esperamos que varias decenas más de ayuntamientos en toda España se sumen y adopten mociones contra el apartheid israelí y eventualmente boicoteen los productos e instituciones israelíes. Ésta es la manera más efectiva de ser solidario con nuestra lucha para la libertad, la justicia y la igualdad. Y además no se trata sólo de los palestinos.

Pensamos que ese gran movimiento social en España que está trabajando por los derechos de los palestinos está interconectado con las luchas por la justicia social, por la justicia económica, que es muy importante en España, y vemos la conexión entre nuestra lucha por la justicia y las luchas domésticas por la justicia.

Lucha y arte de mujeres palestinas

Por Júlia Dolce y Victor Labaki, publicado en Brasil de Fato, y la revista Forum. Redacción y traducción Ivan Longo




Grafiti en el muro que divide Israel y Palestina en Belén

Conozca los proyectos culturales y sociales coordinados por palestinas en la Cisjordania ocupada.

En Occidente, el estereotipo de las mujeres árabes, principalmente las musulmanas, casi siempre está vinculado a la sumisión y la pasividad. La noción de superioridad de las naciones occidentales se fundamenta muchas veces en una supuesta idea de que vivimos en una sociedad más avanzada en relación a derechos e igualdad social.


Sobre la base de este estigma, hasta se justificaron las intervenciones militares en países de Oriente Medio. En la Palestina ocupada no es diferente: Israel se privilegia constantemente de una máscara ‘democrática’ en relación a las cuestiones de género para deshumanizar y oprimir a la población palestina.

Mientras tanto, de guerrilleras como Leila Khaled, a poetisas como Rafeef Ziadah, las mujeres palestinas vienen destruyendo ese estereotipo hace décadas. Recientemente, el poderoso discurso de la activista palestina-estadounidense Linda Sarsour en la Marcha de las Mujeres, en Washington, al día siguiente de la posesión de Trump, se viralizó en internet. “Yo me coloco aquí frente a ustedes, sin disculparme por ser musulmana-americana, sin disculparme por ser palestina-americana”.

En este reportaje, conversamos con tres mujeres palestinas que, a través de liderar proyectos sociales y culturales ejemplifican su empoderamiento y fuerza. Una actriz, una escritora, una profesora de cocina. Dos musulmanas, una agnóstica. Activistas. Una ya estuvo presa y fue torturada en dos momentos de su vida. La segunda es refugiada y desarrolla un proyecto para madres de niños con discapacidad en el Campo de Aida (Belém). La tercera ya realizó performances en diversos países, pero casi perdió su show en Jerusalén debido a las restricciones a la movilidad impuestas por Israel. Todas ellas no dudan en decir: “Las mujeres palestinas tienen mucho poder”.

Sireen Khudairi

“Yo nací en el norte del Valle del Jordán (Cisjordania, pero clasificado, en su mayor parte, como “Área C”, lo que significa que está bajo el control militar de Israel). Hoy en día vivo en el campo de refugiados de Dheisheh, en Belén, con mi marido. Era voluntaria en la Campaña de Solidaridad con el Valle del Jordán y hacia tours con turistas extranjeros para que ellos sepan de nuestra situación. Pero después de un tiempo, especialmente después de haber estado presa dos veces, fue difícil para mí volver a hacer las mismas cosas.

Comencé a pensar en como cambiar eso y conquistar mi poder nuevamente. Entonces comencé a estudiar teatro. Estudié el Teatro del Oprimido en la compañía Ashtar Theatre, en Ramallah. Cuando usted respeta su historia, comienza a mirarla, percibe que es solo una historia. Yo recordé algo que mi hermano me contó luego de que estuve presa. Él dijo: “La Ocupación puede destruir tu casa y todo a tu regreso, robar tu agua, tu electricidad, tus derechos, mandarte a la cárcel. Pero ellos no pueden ocupar tu esperanza”. El momento en que ocupan tu esperanza, realmente vives bajo ocupación.

Entonces, tuve la idea de un proyecto para recoger historias de diferentes personas, y contar los relatos a niños y ancianos. Comencé a recolectar relatos de personas del Valle del Jordán. Cada detalle aquí en Palestina es una historia. Así comencé a trabajar como contadora de historias. Las personas gustan y necesitan ser oídas, especialmente las mujeres. Ellas tienen historias con detalles más profundos, porque son todo en la comunidad. Si usted va al Valle del Jordán, va a ver que en la práctica las cosas las hacen las mujeres, incluso en los lugares más simples. Ellas cuidan de los animales, venden los productos, cuando el ejército israelí realiza demoliciones, son ellas quienes comienzan la construcción de las casas. Ellas tienen mucho poder.

Hay muchos proyectos hechos por mujeres en Palestina. Pero creo que nosotros tenemos que trabajar más con la cultura, desarrollar proyectos con significados de lucha para nosotros, porque nosotros luchamos todos los días, pero no sabemos de eso. A veces yo le preguntaba a una mujer lo que ella hacía de la vida y ella respondía ‘nada’, aunque hiciera muchas cosas. Ahora estoy comenzando a escribir un libro, juntando esos relatos con mi propia historia.

La primera vez que fui presa fue en 2013, en el camino de regreso de la universidad. Dos soldados me llevaron a confinamiento solitario en la prisión militar. Eso es el infierno… No tienen vida ninguna, usted tiene que crear vida en un ambiente de un metro por dos metros, con una letrina dentro. Estuve allá un mes y medio. Me acuerdo que la primera vez que salí, no conseguía abrir los ojos porque la luz era muy fuerte. Hay pequeños detalles sobre la prisión que nadie comenta, pero significan mucho. Por ejemplo, yo pedía cosas chistosas para los soldados, tipo un espejo. Después de un mes yo quería ver mi rostro…

Dentro de la celda tenía un caño de agua que goteaba toda la noche, era imposible dormir. Yo era interrogada todo el tiempo, no me dejaban descansar. Me quedaba sentada en la silla del detector de mentiras por 12 horas sin mover un músculo, apenas respondiendo ‘si’ o ‘no’. Me preguntaban si amaba a mis padres, se le había mentido a mi madre. Claro que le mentí. Yo hacía yoga durante los interrogatorios para aguantar… Ellos decían ‘usted fue entrenada para usar armas’. Decían que yo estaba en contacto con enemigos de Israel en Gaza. Yo decía que conocía muchas personas allá, tengo familiares en Gaza y ellos probablemente ya sabían eso. Encontré activistas palestinas increíbles en la cárcel, como Lena Jarboni, que está presa hace más de diez años. Usted no puede imaginar cuanto poder ella tiene…

Pero mi segunda prisión fue la peor… El ejército atacó la casa de mis padres buscándome. Mi hermano me llamó y me dijo que no vuelva. Arrojé mi teléfono, estuve fugitiva tres meses. Fui a una casa pequeña y me quedé pensando que hacer con mi tiempo. Tuve la idea de escribir un libro sobre el Valle del Jordán, pero lo terminé en una semana. Entonces pensé que debería visitar lugares que no conocía en Cisjordania. Tiré mi hijab, me cambié el color del cabello, cambié de nombre. Decía en los checkpoints que mi nombre era Maya.

Me arrestaron en la ciudad de Nablus, una noche en que hacía menos 4 grados y nevaba. Estaban tan irritados que parecía que me iban a matar con la mirada. Me llevaron a la cárcel y fue el momento más horrible de mi vida. Me colocaron en un lugar abierto, amarraron mis pies y me vendaron. Me sacaron los zapatos y la chaqueta. Yo sentía piedras y agujas en el piso. Entonces me pidieron correr. Soltaron perros atrás de mí. Yo corrí y sentí que había perdido toda mi resistencia. Hasta hoy, no consigo oír ladridos de perros.

Pero el teatro me devolvió mi poder. Cuando estoy en el teatro, siento que tengo el poder de todas las personas del mundo, especialmente si tengo un público. Cada vez que termino una actuación siento que nací de nuevo. Es un sentimiento extraño. Cuando el director nos pide recordar la voz de los opresores en el entrenamiento, es como una revolución. Tienes que pasar por eso para poder resistir”.

Islam Jameel Abu Auda



“Nosotras comenzamos el proyecto Noor Women’s Empowerment Group (Luz: Grupo de Empoderamiento de Mujeres), en 2010, cuando una chef brasileña llamada Sandra vino aquí al campo de refugiados de Aida (Belén) con una amiga belga y vieron a mi hijo mayor, que tiene parálisis cerebral y epilepsia.

Ellas trataron de ayudar a mi hijo y nosotras conversamos mucho sobre él y sobre los muchos otros niños como él aquí en el campo. Nosotros hablamos sobre como ayudarlos a todos. Yo dije que no me gustaba que las personas donaran dinero para mi hijo. Ella pensó y tuvo la idea de que yo haga un curso de cocina junto con otras mujeres del campo que tienen hijos con discapacidad, para recaudar dinero para su rehabilitación. Nosotras comenzamos en mi casa, en esta misma cocina. Me gustan las clases de cocina porque con ellas nosotras enseñamos nuestra cultura a los turistas, queremos que ellos vean nuestra cultura y lo que las mujeres pueden hacer.

Pero era difícil para mí las primeras veces. Yo tengo seis hijos y no hablaba inglés, era muy tímida. Era Sandra quien hablaba con las personas y yo no entendía. Después ella trajo un voluntario que nos enseñó inglés. Hoy en día consigo comunicarme mejor y eso fue gracias al proyecto.

La iniciativa creció y necesitábamos más espacio porque mi casa era pequeña. Mi marido me ayudó a montar los ambientes y después de dos años y medio, salimos de mi casa. Nosotras hacemos muchas actividades para mujeres. Bordado, traemos psicólogas, enseñamos a las madres y a los niños. El significado del nombre ’empoderamiento’ es porque nosotras comenzamos con 3, 5, 10, 13 y ahora son 30 madres en el proyecto.

Las madres necesitan de alguien que venga a ayudarlas, antes ellas tenían miedo de venir aquí, ahora ellas ven al proyecto y dicen que necesitaban de algo y alguien para ayudarlas. Conseguimos hasta hacer una escuela, ese era nuestro sueño. Cuando comenzamos el proyecto con las clases de cocina nosotras soñábamos en hacer algo mas grande para los niños. Mi hijo hoy tiene 17 años y no puede ir a la escuela porque no hay escuelas especiales para él.

Ahora tenemos 3 mujeres empleadas, trabajando para 120 niños. Una fisioterapeuta, una profesora y una psicóloga. Es difícil y nosotras no tenemos ninguna asociación que venga y ayude al proyecto, solo las mujeres. Para mí eso es increíble, porque las mujeres y las madres lo hacen todo solas.

Muchos maridos aquí tienen miedo hasta de cargar en la falda a los hijos con discapacidad. ¿Quién trae sus hijos aquí? Las madres. Quien va a trabajar puede que sean los maridos, pero muchos hombres no trabajan, no tienen empleos y aún así no hacen nada. Yo fui a las casas y vi que quien cuida de los niños con discapacidad son las madres.

La ocupación israelí es muy dura para todos, pero es mucho más difícil cuando usted tiene un hijo con discapacidad. Yo recuerdo una noche en que los soldados israelíes lanzaron gas dentro de mi casa. Mi hijo no conseguía respirar y él no puede caminar. Intentamos abrir la puerta y cargar mi hijo, él es pesado y todas mis niñas me ayudaron. Él también desarrollo un trauma frente al sonido de las bombas. A veces el celular de alguien suena, él siente miedo y comienza a golpearse en la cabeza. La profesora enseña a los niños a jugar, para que se distraigan, pero ellos siempre recuerdan lo que acontece aquí, los niños que fueron arrestados y asesinados. Nosotros tratamos de cambiar y solucionar esto, pero esa es la realidad de la ocupación.

Nosotras las mujeres cambiamos mucho, ahora nosotras nos sentimos fuertes, tal vez ya éramos fuertes antes, pero ahora lo somos más. Antes las personas no querían hablar acerca de que tenían niños con discapacidad, ahora ellas vienen aquí y preguntan si las podemos ayudar. Yo me siento muy orgullosa.

La UNRWA (Agencia de las Naciones Unidas de Asistencia a los Refugiados de Palestina) no hace nada sobre esto. Si, nosotras no teníamos nadie que nos ayude, necesitábamos trabajar juntas. Si trabajamos juntas, Inshallah (“Si Dios Quiere”, en árabe) en el futuro conseguiremos algo para las madres y para los niños. Las personas están tan preocupadas con la ocupación que se olvidan de los niños con discapacidad y de sus madres”.

Riham Isaac



“Yo vengo de una familia cristiana, de la ciudad de Beit Sahour. Las personas no saben pero ni todos los palestinos son musulmanes, ni todas las musulmanas escogen usar el hijab. Pero yo no soy religiosa, mi religión es el arte. Ser mujer aquí y hacer arte fue muy desafiador, no es algo que se espera de una mujer. Ellos esperan que nosotras nos graduemos de la escuela, nos casemos o vayamos a la universidad para conseguir marido. Son las expectativas para las mujeres en muchos lugares del mundo, aquí no es diferente.

Fue una sorpresa para las personas cuando comencé a hacer teatro. Soy graduada en fisioterapia y eso era respetado, yo podría trabajar en un hospital y ganar dinero. Pero mi familia me apoyó mucho. Si yo hubiera escuchado a la sociedad yo no tendría este estudio ahora, no haría nada de esto. El propio estudio se volvió objeto de chismes en la ciudad, las personas observan quien soy, lo que estoy haciendo, aunque conozcan mi familia. Preguntan si estoy casada.

En mi opinión, las mujeres palestinas son muy fuertes, aún cuando no estén alzando sus voces en una asociación. Ellas mandan en los pueblos, pero el estereotipo que sale al mundo es que somos vulnerables, débiles. Ya encontré muchas mujeres inspiradoras en Palestina. Ellas trabajan en el campo, recogen uvas, atraviesan checkpoints diariamente, se levantan temprano y trabajan duro. Palestina está, de cierta forma, basada en muchas tradiciones que nos impiden obtener derechos y justicia. Pero también tenemos mucha fuerza. Las cosas están cambiando, estamos estudiando más, trabajando más. Pero, como en el resto del mundo, aun tenemos una larga jornada por nuestros derechos.

Para mí, fue natural alejarme de la fisioterapia. Yo hacía teatro al mismo tiempo y estaba sobrecargada. De mis proyectos, con el que más me identifico es el último que hice, “I Am You”, una performance que junta música, danza, identidad y conexiones. La performance cuestiona el hecho de ser todos un ser, sufriendo de la misma forma y sintiéndonos solos en este mundo caótico. Es una presentación ‘clown’, bastante independiente. Mi payaso es bastante normal, honesto y vulnerable. Es un viajante del mundo, que trata de descubrir lo que estamos haciendo aquí, de una manera sensible. Yo no uso maquillaje, solo la nariz roja.

Hay mucha presión para que artistas palestinos hagan arte político. Las personas tienen expectativas y nos colocan en posición de víctimas necesariamente. Ya hice otras presentaciones más politizadas. En una de ellas, me vestí con la ropa de una palestina de Belén, que fue fotografiada tirando piedras en la Primera Intifada, y empujaba una piedra enorme por las calles de Ramallah. Ella se vestía con un vestido negro, un velo y zapatos amarillos. La foto es bastante famosa y yo me siento muy orgullosa de esa mujer, porque ella parecía muy elegante, común, como si hubiese salido de misa y se hubiera detenido para participar un poco de la Intifada. No quería vestirme con algo cliché para la performance, como una Keffiyeh (pañuelo tradicional palestino con bordado a cuadros).

No estoy en contra de hacer política, porque vivir en Palestina hace que yo esté muy conectada con este lugar. Pero el arte no necesita ser hecho de esa forma, y yo no debo hacer algo sobre el muro, o sobre los checkpoints, solo porque soy artista. Me sentí muy libre cuando salí de ese ciclo y pude escoger como expresarme sobre la humanidad.

Es muy importante para mí hacer arte en un lugar como este. A nivel personal, cuando usted vive en un espacio limitado, sin poder moverse libremente, el arte le da espacio para soñar y crear cosas nuevas. Yo enseño a niños y universitarios aquí y siento que están sedientos de arte. Nuestro sistema educacional es muy duro, hasta culturalmente, por la manera en que nuestra sociedad funciona.

Yo viví en Londres un año, hice una maestría en performance en la Universidad de Goldsmiths. Me presenté en diferentes países, inclusive en Brasil, en Belém del Pará. Ustedes también tienen una Belén… Pero sentí que necesitaba reconectarme con mis raíces, y que debería compartir cosas con el pueblo aquí. Hay nuevas ideas emergiendo en el mundo y yo siento que soy más necesaria aquí, presentando esas iniciativas que no son esperadas por nadie, creando un nuevo movimiento.

Pero aquí la ocupación funciona principalmente limitando nuestra libertad. Para mí, lo más crítico es no poder moverme. Es más fácil para mí conseguir un visado que presentarme en Jerusalén, que queda a 15 minutos de aquí. Mi último desafío fue conseguir presentarme allá, en una galería, en enero. Estuve esperando mucho tempo por la autorización de Israel, en cierto punto creí que no la conseguiría. Tuve que atrasar el show, y todo el tiempo pensaba como estaba tan cerca pero yo no podía simplemente ir allá. Conseguí la autorización tres días antes del show. Depende puramente de la voluntad de las Fuerzas Armadas, ellas pueden muy bien detenerte si así lo deciden. No hay reglas”.


169 años del Manifiesto Comunista

Por Nestor Guadaño




El Manifiesto del Partido Comunista, es el tratado político que más ha influenciado en la historia y es, sin lugar a dudas, una de las grandes obras realizadas por el ser humano.

Esta declaración fue encargada por la Liga de los Comunistas a Karl Marx y Friedrich Engels entre 1847 y 1848, y publicada por primera vez en Londres el 21 de febrero de 1848.

Esta confeccionado para el movimiento ascendente de liberación de la clase obrera y para cada trabajador que quiera romper sus cadenas de opresión, sociales, económicas y políticas.

En el prologo a la edición alemana de 1872, los autores advierten: 
"Por mucho que durante los últimos veinticinco años hayan cambiado las circunstancias, los principios generales desarrollados en este Manifiesto siguen siendo substancialmente exactos. Sólo tendría que retocarse algún que otro detalle. Ya el propio Manifiesto advierte que la aplicación práctica de estos principios dependerá en todas partes y en todo tiempo de las circunstancias históricas existentes, razón por la que no se hace especial hincapié en las medidas revolucionarias propuestas al final del capítulo II. Si tuviésemos que formularlo hoy, este pasaje presentaría un tenor distinto en muchos respectos. Este programa ha quedado a trozos anticuado por efecto del inmenso desarrollo experimentado por la gran industria en los últimos veinticinco años, con los consiguientes progresos ocurridos en cuanto a la organización política de la clase obrera, y por el efecto de las experiencias prácticas de la revolución de febrero en primer término, y sobre todo de la Comuna de París, donde el proletariado, por vez primera, tuvo el Poder político en sus manos por espacio de dos meses. La comuna ha demostrado, principalmente, que “la clase obrera no puede limitarse a tomar posesión de la máquina del Estado en bloque, poniéndola en marcha para sus propios fines”.

Esta idea última expresa claramente, que la pujanza de las ideas contenidas en el Manifiesto Comunista consiste en crear una nueva sociedad, y lo más dificil no es tomar las riendas del Estado, sino transformarla completamente, para que las ideas de emancipación social de la clase obrera sean consumadas.

De hecho Engels en el Prólogo a la edición de 1883 así lo deja consignado:
"La idea central que inspira todo el Manifiesto, a saber: que el régimen económico de la producción y la estructuración social que de él se deriva necesariamente en cada época histórica constituye la base sobre la cual se asienta la historia política e intelectual de esa época, y que, por tanto, toda la historia de la sociedad -una vez disuelto el primitivo régimen de comunidad del suelo- es una historia de luchas de clases, de luchas entre clases explotadoras y explotadas, dominantes y dominadas, a tono con las diferentes fases del proceso social, hasta llegar a la fase presente, en que la clase explotada y oprimida -el proletariado- no puede ya emanciparse de la clase que la explota y la oprime -de la burguesía- sin emancipar para siempre a la sociedad entera de la opresión, la explotación y las luchas de clases."

Y en el Prólogo a la Edición alemana de 1890, Engels certifica:

No había más remedio que darle un programa que no cerrase el paso a las tradeuniones inglesas, a los proudhonianos franceses, belgas, italianos y españoles ni a los partidarios de Lassalle en Alemania . Este programa con las normas directivas para los estatutos de la Internacional, fue redactado por Marx con una maestría que hasta el propio Bakunin y los anarquistas hubieron de reconocer.  En cuanto al triunfo final de las tesis del Manifiesto, Marx ponía toda su confianza en el desarrollo intelectual de la clase obrera, fruto obligado de la acción conjunta y de la discusión.  Los sucesos y vicisitudes de la lucha contra el capital, y más aún las derrotas que las victorias, no podían menos de revelar al proletariado militante, en toda su desnudez, la insuficiencia de los remedios milagreros que venían empleando e infundir a sus cabezas una mayor claridad de visión para penetrar en las verdaderas condiciones que habían de presidir la emancipación obrera.  Marx no se equivocaba.  Cuando en 1874 se disolvió la Internacional, la clase obrera difería radicalmente de aquella con que se encontrara al fundarse en 1864.  En los países latinos, el proudhonianismo agonizaba, como en Alemania lo que había de específico en el partido de Lassalle, y hasta las mismas tradeuniones inglesas, conservadoras hasta la médula, cambiaban de espíritu, permitiendo al presidente de su congreso, celebrado en Swansea en 1887, decir en nombre suyo: “El socialismo continental ya no nos asusta”. Y en 1887 el socialismo continental se cifraba casi en los principios proclamados por el Manifiesto. La historia de este documento refleja, pues, hasta cierto punto, la historia moderna del movimiento obrero desde 1848. 

En la actualidad es indudablemente el documento más extendido e internacional de toda la literatura socialista del mundo, el programa que une a muchos millones de trabajadores de todos los países, desde Siberia hasta California". 

Propuesta para la lucha actual

En estos 169 años, la experiencia condensada por nuestra clase obrera es muy valiosa pues ha demostrado con los hechos, que la propuesta de futuro del Manifiesto Comunista es cada vez más imperativa y vigente.

Nos anima a proseguir la lucha, pues continua el enfrentamiento entre las dos clases sociales: 
> La burguesía, quienes son los capitalistas modernos en su fase última agresiva: el imperialismo, dueños de los medios de producción sociales, cuya única finalidad consiste en la apropiación máxima del trabajo asalariado, y su dictadura política y económica. 
> El proletariado, los trabajadores asalariados, que son obligados a vender su fuerza de trabajo, al no disponer de medios de producción propios, cada vez más numeroso, que realiza todas las tareas, la mayoría de los procesos de producción en el mundo.

Esta lucha entre la mayoría de la Humanidad explotada, contra la ínfima minoría explotadora ha generado continuas guerras, e intentos revolucionarios, que fueron realizados tomando como bases las ideas declaradas en el Manifiesto.


Tras la corrupción y traición de las organizaciones llamadas socialistas en 1914, en todo el continente europeo, muchos revolucionarios tomaron conciencia que era necesario un nuevo paso en la lucha por la emancipación del proletariado, “la emancipación de los trabajadores sólo podía ser obra de la propia clase obrera”.


"Hace 100 años comenzó el futuro".   

“¡Proletarios de todos los países, uníos!”, por primera vez fue lanzada esta consigna en vísperas de la Comuna de París, y como apunta Engels en el Prólogo a la Edición Italiana de 1893:

Esta conciencia de clase en el siglo XX se consiguió en Rusia. Cuando se hizo evidente que no es posible un acuerdo con los aliados del Capital, y cuando se hizo realidad la unidad de todos los revolucionarios, para conseguir un Estado Social, para esta mayoría de población asalariada, que fuese realizado este salto cualitativo de la Humanidad por los propios obreros. 

Hace 100 años, la más consecuente organización revolucionaria, el Partido Comunista (bolchevique) llevó a la clase obrera, por primera vez en el mundo, al poder en un Estado.

La Revolución Proletaria Socialista Soviética demostró a toda la población del mundo, que existe una alternativa válida a la vía capitalista. 

Los acontecimientos acaecidos hasta ahora, han demostrado fehacientemente que el proletariado es la única clase social en la actual sociedad, cuya emancipación significará la liberación de toda la humanidad mediante la revolución comunista: la abolición de la propiedad burguesa, las clases sociales y el Estado.

17 de febrero de 2017

¿Existen las comunas en Venezuela?




Por Marco Teruggi



Casi no se habla de comunas en Venezuela. Es una excepción ver en un medio público un informe, reportaje, análisis, debate que hable sobre el tema. Como si no existieran, salvo en finales de discurso del presidente Nicolás Maduro cuando llama y enumera a todos los sectores de la sociedad.

La ausencia puede explicarse por la permanente coyuntura en llamas que no deja espacio para los medianos plazos. En estos días, por ejemplo, uno de los debates gira en torno a la renovación de los partidos políticos, y, debajo de ese tema, la gran pregunta: ¿cuándo serán las elecciones a gobernadores y alcaldes? El tema ocupa titulares, declaraciones, fuegos abiertos, y tiene, por el momento, un desenlace incierto. Otro punto de agenda es el ataque de los Estados Unidos al vicepresidente de la República, Tareck El Aissami, a quien acusan de narcotraficante y terrorista -el coctel del mal. ¿Qué espacio queda para las comunas en este contexto?

Lo urgente cubre siempre entonces lo demás. El problema es que ese demás es precisamente el proyecto estratégico de sociedad desarrollado por Hugo Chávez. Las comunas no son levantadas como bandera de los logros del proceso, como espacios donde se ensayan tramas de socialismo, como experiencias productivas exitosas en un momento donde es necesario mostrar que sí se produce. No están en la opinión pública.

¿Existen las comunas? Sí. Son más de 1700.

Se dice entonces que son ficticias, solo existen en el papel. Se intenta así desmerecer, anular las comunas, una mirada que suele tener por marca el desconocimiento. Las comunas, como todo proceso de organización popular, tienen desniveles, tiempos dispares, diferencias según su relación con el Estado, el acompañamiento o no de movimientos populares etc. ¿Algunas son maquetas antes que experiencias reales de autogobierno? Sin dudas. ¿Cuántas son? Difícil saberlo.

Resulta interesante hacer el ejercicio al revés, y en lugar de buscar las que no son lo que deberían ser, ir donde sí el proceso avanza. Pongamos por caso el Estado (provincia) Portuguesa, granero de Venezuela. En números: para que todo su territorio -15.200 km2- sea comunalmente cubierto, son necesarias unas 130 comunas. En la actualidad existen 110. De esas 110, 64 tienen las principales instancias de autogobierno constituidas, Parlamento, Banco, Contraloría, Ejecutivo. Las demás están en el proceso de conformación.

A su vez 70 de ellas están agrupadas en el Bloque Estadal de Comunas, instancia regional del Consejo Presidencial de Gobierno Popular para las Comunas, espacio creado para el cogobierno entre el presidente de la República y los Gobiernos comunales. Y aunque el Consejo no haya sido convocado en todo el 2016 y lo que va del año por el presidente, su dinámica se ha desarrollado, en particular en los Estados. Es ahí donde parece concentrarse el salto cualitativo del proceso comunal.

Una comuna no hace el socialismo. 

Ni miles de comunas hacen al socialismo ¿quién sabe cómo se hace?. Pero un proceso de agrupamiento comunal en miras de un gobierno de las comunas a nivel de un Estado es un avance en esa dirección. Más aún si son varios estados en ese proceso. Ahí comienza a condensarse un poder territorial, productivo, con capacidad de autonomía en caso de ser necesaria. 

¿Autonomía para qué? Para, dentro de la unidad del chavismo, plantearse presionar ante la falta de respuestas políticas y reivindicativas, por ejemplo. Dar la disputa al interior del movimiento desde la legitimidad que da la construcción de masas.

Eso fue precisamente lo que hizo recientemente el Bloque de Comunas de Portuguesa: movilizó a Caracas, a exigirle respuestas al Ministro del Poder Popular para las Comunas. Lo hizo en autobuses, en la parte de atrás de los camiones comunales -con sillas con vistas a las estrellas- con lo que pudo reunir. No es un detalle menor: en un proceso político donde las iniciativas populares han sido históricamente dependientes del financiamiento del Estado, la capacidad de movilización propia es una señal de fuerza popular.

Lograron, pasados los días, reunirse con el ministro e iniciar una serie de acuerdos.

Los resultados no fueron hasta el momento los esperados.

Fuimos a Portuguesa los días posteriores, a filmar, mostrar las siembras, las Empresas de Propiedad Social, las ideas, debates, conclusiones políticas a las cuales han llegado. Recorrimos llano adentro -horizonte rajado de sol- y montaña arriba -selvas con flores naranjas- para sentarnos a escuchar. La conclusión es, nuevamente: el acumulado político más avanzado se encuentra en territorios comunales, en particular en zonas campesinas.

"El pueblo es sabio y paciente, ha resistido, pero ya en estos momentos hay un nivel de indignación ante la no respuesta, queremos pasar a otro nivel, hacer fuerza para ser escuchados", dijo Nelly Rodríguez, vocera del Bloque, militante de la Corriente Revolucionaria Bolívar y Zamora.

El diagnóstico es extendido. 

La paciencia ante la capa impenetrable de burocracia -en particular en las regiones- llegó a su límite. ¿Cómo traducirlo en medidas de presión en este escenario político acupunturista? Es parte de los debates que se dan las 70 comunas de Portuguesa, que se han propuesto invitar a las demás Bloques a buscar las formas de hacerse escuchar. ¿Llegó la hora de asumir otro papel? 

En lo que va del año tuvo lugar un rescate de tierras de la Comuna Negro Miguel, en Yaracuy, otro en Sur del Lago, en Barinas, otra movilización comunera en Guárico. Una lucha no hace un ciclo de luchas, pero varias pueden indicar que algo comenzó a cambiar: puede pasar a más o apagarse por falta de articulación, proyección común, condiciones políticas compartidas.

No se trata de idealizar el entramado comunal. No existe sujeto político puro, libre de errores y techos. Las comunas son un proceso eminentemente venezolano, chavista: cargan con las virtudes y falencias del proyecto. Son -con sus laberintos- los lugares dónde se puede visualizar el país porvenir, una fuerza ética en un momento de crisis de la misma, espacios de resistencia centrales en un hipotético escenario de pérdida de Gobierno. ¿Por qué entonces casi no se habla de las comunas? ¿No es esta la época para hablar de eso, para pensar en eso, meterse en eso?

No existe duda acerca de la importancia del debate de las elecciones, renovación de partidos, precios internacionales del petróleo, cambios del gabinete, acuerdos con China, ataques de Estados Unidos, o sacadas de ojos entre dirigentes de la derecha. El problema es que de tanto dejar algo de lado se puede olvidar que existe. Para que no pase es necesario asumir una disputa que de a poco emerge. No se trata de quejarse sino de encontrar las formas de revertir el silencio.

Nota:
Publicado en Resumen Latinoamericano