SE MARCHARON...
Con temor se alzaron contra el pueblo. Con odio visceral aquellos esquilmadores de vidas segaron la voluntad de los españoles. Una cruel noche inundó nuestros sueños aquel 18 de Julio. No quiero revivir la penunmbra del silencio. Son tantas pérdidas, que las lágrimas piden descanso.
Es justo atrapar el recuerdo ante los viejos insultos que destilan los paranoicos acaparadores de riquezas.
¿Porqué cada año reclamamos justicia a los sordos gobernantes de las multinacionales? ¿Desmemoria voluntaria de los vencedores de los penales, de Mathausen, de tanto niño robado?
Hoy Grecia clama. Pero antes fue la población española asesinada en tiempos de la República, quien pidio Justicia a las naciones democráticas de parlamentos soberanos. Soberanos del dinero, del pacto, del crimen.Que al pueblo luchador por la libertad, mancillaron.
No quiero lamentos. De nada sirven.
Porque la hoz de la Justicia quedó en una vaguada rota por los colmillos de los mastines, que lanzaron bombas sobre Guernica. Cientos de miles de vidas segadas por las bombas de los militares.
Siguen teniendo miedo al pueblo español, no solamente los mortificadores de tétricos anuncios contra los trabajadores que luchan por ser libres. También la dictadura de los mercados internacionales prohiben los ecos de las Revoluciones socialistas, y en muchas naciones hasta la mención de sus logros.
Pero por más que intenten tapar con algodones la música de los exiliados, seguirá LIBRE esparciendo su canto de equidad. Cientos de miles gritaron que El pueblo unido contra el fascismo, vuelve siempre al hogar soñado, y una bella consigna inunda hasta hoy las paredes de muchas ciudades "¡Uníos Hermanos Proletarios!"
Se marcharon.
Y no pudieron desarrollar su trabajo entre los que maniatados aquí quedaron. Se marcharon y la mayoría creció y fallecieron en el fétido exilio "democrático". Solamente una pequeña minoría, puedo forjarse al lado de los hermanos soviéticos, socialistas, y sus hijos pugnaban por aportar sus valores a un estado Español y Republicano.
Sus herederos, seguimos en la trinchera, a la vanguardia, pugnado por la Unidad Obrera, la popular, de la heroíca bracera, del minero, de tantos trabajadores hastiados. Pues nosotros forjaremos un nuevo Estado donde los privilegios cesarán, donde la corrupción será hundida como la cloaca del pasado hitleriano.
Y como entonces, señores, el socialismo caminará sobre vuestras tumbas, y la Revolución Socialista entre todos se irá vistiendo. Por nuestros hijos, con nosotros van nuestras abuelas, padres y exiliados.
Mas, la mayoría, no regresaron.
Con su presencia y su música, vamos marchando.
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