17 de mayo de 2013

Tatiana Nikoláyeva, una de las mejores pianistas del mundo.

Por Manuel Pérez Vasilievski
Voy a comentar uno de mis más encerrados secretos. Cuando llegar a fin de mes, en este "ilustrado" y a la vez "paupérrimo" país cultural es un arte, conforta escuchar a intérpretes como Tatiana Petróvna Nikoláyeva. Tan lejos y con los ojos cerrados "tan cerca". Es mi campañilla diaria. Oir sus magníficas y creativas aproximaciones al espíritu de las obras de Shostakovich.

Tatiana fue desconocida en Occidente (esa ceguera cultural imperialista), hasta que muy mayor hizo una gira de conciertos por Europa y EE.UU, ya desaparecida la Unión Soviética. Y aún hoy. El menosprecio de los trabajadores, y sobre todo de las trabajadoras de la música, ha sido muy evidente. Y ello, es debido a que muchos de los impresionantes músicos soviéticos, que desarrollaban su labor cultural gracias a sus capacidades, tenían que venderse como se hace en los países regidos por el capitalismo. Esto no lo entendían, porqué las normas de funcionamiento de la cultura occidental, únicamente son tenidas en cuenta, si se amoldaban al mercado, al beneficio, como un producto de venta.

Cuando se ponen las manos al piano, se desarrolla una íntima conexión entre el ejecutante y el compositor.  A veces, el pianista es un escalador de notas que va siguiendo el pentagrama lo más correctamente posible, otros son virtuosos con un gran dominio técnico, tratando de imprimir su sello en la ejecución. Tatiana no entra dentro de estas dos categorías. Se aleja del elitismo intelectualista y se centra en adecuar el sonido que sale del piano, gracias a su solidez conceptual, lo más posible al tiempo y al carácter de la composición. Este estudio y sus modélicas ejecuciones la hizo sobresalir, desde muy joven. Posteriormente fue adquiriendo una sutil pero imprescindible capacidad: la variación de timbres, de articulación y de dinámica.


 

Tatiana jugó con su primer piano a los tres años, allá por los años 20 en su Bryansk natal. Hija de músicos (su madre era pianista y su padre violinista aficionado), se gradua en el Conservatorio de Moscú en 1946. Por aquellos años es seleccionada como solista de la Filarmónica de Moscú. En 1950 consigue terminar sus estudios de compositora, consiguiendo el primer premio del Concurso Internacional Bach, en Leipzig. En el jurado se encontraba Dmitri Shostakovich, quien se da cuenta de su excelencia en la ejecución. Tatiana tenía 26 años y tras esas jornadas, empezó una profunda amistad durante toda la vida del compositor.(1) En honor de ella Dmitri escribió los 24 preludios y fugas, estrenándolos en Leningrado en 1952.



Su talento es reconocido por los oyentes. A sus conciertos, fuera del autor que fuera, van legiones de seguidores. Es aún hoy, una de las mayores fuerzas de ejecución que han existido en el siglo XX al piano. Así fue alternando las actuaciones por los principales teatros de la Unión Soviética y de los países socialistas, a la vez que compone sus obras para piano, violín, cuartetos, sonatas, etc. Edita diferentes conciertos de Bach, Beethoven, y especialmente Schumann, llegando a grabar alrededor de 50 discos. También grabó sus propias composiciones para "Melodía". Investigadora y educadora, impartió clases como profesora en el Conservatorio Superior Tchaikovsky de Moscú, por cuyas aulas han aprendido los más importantes solistas soviéticos, como Nikolai Lugansky.



Fue miembro del Partido Comunista desde 1956. Tuvo múltiples condecoraciones y premios, como el Premio Stalin de 1951, Artista del Pueblo de la URSS, Premio Internacional Gramophone, etc. Falleció en San Francisco en 1993, mientras ejecutaba los 24 preludios, de una hemorragia cerebral.

He repasado su vida, pero nos queda su obra en múltiples grabaciones. Hace muchos años oí por primera vez en un disco de "Melodia", recuerdo que era una obra de Tchaikovski. Fueron 5 minutos, tras lo cual no creía lo que acababa de escuchar, tan rotundo y a la vez delicado. Después vi en la televisión una de sus actuaciones y su cara irradiaba felicidad.

Pero aún hay una diferencia especial en las interpretaciones de Tatiana. Todas ellas son diferentes. ¿Diferentes? Si. Y por ello únicas. Investigadora del trabajo del compositor y de ella misma. Todo lo que ejecutaba estaba en continua revisión y evolución. La misma pieza no suena igual en 1962, 1972, y 1992. Por eso era aclamada. Era, para muchos es, única. Íbamos a escuchar una composición nueva, aunque fuese escrita hace 200 años.

Sirva este artículo como mi pequeño homenaje, a esta excelente compositora y pianista soviética. 

1.- Su última entrevista fue para el Dmitri Shostakovich Journal de EE. UU. En ella relata como era Dmitri: "¡Con que precisión traslada su pensamiento musical al papel! Siempre estaba ocupado con la música. Este trabajo creativo era continuo, sin parar, y no se limitaba a las "horas de trabajo"..."¿Sabes para mí era un ser humano con mayúsculas (Ein Mensch vom Grossen Buchstaben)?" 
Ver en http://wimdehaan.nl/nikolayeva/biography/interviewdsch/index.html

1 comentario:

Anónimo dijo...

CEGUERA CULTURAL IMPERIALISTA? QUE SE PUEDE ESPERAR DE UN COMUNISTA CON EL CEREBRO QUEMADO?
QUE DICE DE LOS PADECIMIENTOS DE LOS CREADORES EN GENERAL DURANTE EL PERIODO NEP Y A POSTERIORI?NO OBSTANTE, RECONOZCO QUE EL COMUNISMO PERMITIO QUE EL GRAN PUBLICO ASISTIERA A CONCIERTOS, BALLETS, OPERAS, QUE DE OTRA FORMA NO SE HUBIERA CONCRETADO.QUE HUBO ACCESO A LA CULTURA, LO RECONOZCO.PERO LA CREATIVIDAD SIN LIBERTAD, ES SOLO UN ESFUERZO MECANICO.CLARO QUE HUBO EXCEPCIONES.PROKOFIEV, SHOSTAKOVICH FUERON MILAGROSOS.