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Gorbachov confesó durante un discurso en la universidad norteamericana de Turquía:
“El
objetivo de mi vida fue la aniquilación del comunismo… mi esposa me
apoyó plenamente y lo entendió incluso antes que yo […] para lograrlo
logré encontrar compañeros de lucha, entre ellos A.N. Yakovlev y
Shevardnadze”.
Recientemente la CIA desclasificó algunos documentos donde se afirma que “el magnate financiero George Soros y la CIA, ayudaron a Gorbachov a proporcionar la posterior disolución de la URSS”.
Sobre
ellos el analista y ex empleado de la NSA, Agencia de Seguridad
Nacional, Wayne Madsen, afirmó que el multimillonario George Soros,
proporcionó en 1987 cobertura económica, al gobierno de Mijaíl
Gorbachov, a través de una ONG de la CIA conocida como el Instituto de
Estudios de Seguridad Este-Oeste, IEWSS, por sus siglas en inglés.
La
información expone que Soros y la CIA promovieron la difusión de dos
términos orquestados desde Occidente en aquellos años, la “Perestroika”
(apertura) y la “Glasnost” (transparencia) para que ambas sirvieran como
ente desestabilizador en acelerar la desaparición de la URSS.
Esos
documentos de la CIA prueban que lo sucedido no fue producto de un acto
“espontáneo y democratizador” de Gorbachov, debido a que el sistema
socialista estaba “agotado y quebrantado”, como quieren hacerle creer al
mundo.
En Turquía el propio Gorbachov afirmó:
“Para
lograrlo aproveché mi posición en el Partido y en el país, tuve que
sustituir a toda la dirección del PCUS y de la URSS, así como a la
dirección de todos los países socialista de Europa”.
La
verdad es que fue la CIA con el dinero de la Organización Soros, quien
diseñó y ejecutó esa gran operación, con todo el apoyo del entonces
líder soviético.
Gorbachov con Bush padre, ambos jugaron el papel de sepultureros de la URSS.
El
ex analista Wayne Madsen asegura que el plan diseñado para eliminar el
bloque socialista de Europa oriental, fue organizado por dos
copresidentes del IEWWS de Soros, Joseph Nye, economista de Harvard, y
Withney MacMillan, presidente del agro multinacional Cargill, quien
había mantenido relaciones comerciales con la Unión Soviética en los
años setenta del siglo XX.
No
satisfechos con los resultados alcanzados, en 1991 la CIA y Soros
centraron sus esfuerzos en provocar un fuerte golpe en la nueva
Federación de Rusia, estimulando el separatismo en sus regiones con el
fin de debilitarla al máximo.
El
informe de Nye y MacMillan, augura el fin de la Unión Soviética y los
elementos del nuevo modelo para las futuras relaciones de Moscú con
Estados Unidos, para pasar a la era capitalista, y, según ellos,“cualquier
nueva evaluación de las relaciones de Occidente con una Unión Soviética
aperturista, tiene que partir de una posición de fuerza en vez de un
equilibrio de poder”.
El informe del IEWWS fechado en 1987, y su aplicación práctica, fue una forma incruenta de ir despedazando a la URSS por etapas.
En
dicho documento se exhorta a Occidente a tomar ventajas respecto de la
agonizante Unión Soviética, en el nuevo mapa geopolítico que se
avecinaba, en particular en el Tercer Mundo, un área que hasta entonces
había sido de influencia soviética.
Madsen
apunta que Soros y sus aliadas organizaciones de “derechos humanos”,
trabajaron activamente para destruir la Federación de Rusia, apoyaron
los movimientos independentistas en Kuzbass (Siberia), a través de los
derechistas alemanes que buscaban restaurar Königsberg y Prusia
Oriental, y estos financiaron a nacionalistas lituanos y de otras
repúblicas autónomas y regiones como Tartaristán, Osetia del Norte,
Ingushetia, Chechenia, entre otras, con el propósito de estimular el
separatismo en las llamadas Repúblicas Autónomas Socialistas Soviéticas.
La
actividad injerencista de Soros contra Rusia no se ha detenido, se ha
incrementado provocativamente a través de sus bases operativas
repartidas en los territorios aledaños, en particular Ucrania, Estonia,
Letonia, Lituania, Finlandia, Suecia, Moldavia, Georgia, Azerbaiyán,
Turquía, Rumania, Mongolia, Kirguistán, Kazajstán, Tayikistán y
Uzbekistán, unido a grupos de corte terroristas en coalición con
fascistas ucranianos y neonazis moldavos sionistas.
Recientemente,
el presidente ruso Vladimir Putin, expulsó a varias organizaciones de
Soros como, la Fundación Open Society Foundation y otras ONG de la CIA
que operaban en similares circunstancias en territorio ruso, incluidas
la NED (Fundación Nacional para la Democracia), el Instituto Republicano
Internacional, la Fundación MacArthur y la Freedom House,
considerándolas como indeseables y una amenaza para la seguridad del
Estado ruso.
No
por gusto Mijaíl Gorbachov fue premiado con el Nobel de la Paz, pues
siguió diligentemente las orientaciones de la CIA y de George Soros.
La
CIA no descansa y pretende eliminar todo vestigio de socialismo en la
tierra, por eso sus planes contra Cuba y ahora en Venezuela, donde nada
es casual ni por obra y gracias del espíritu santo, pero como dijo San
Juan: 8-32, “Y conoceréis la verdad y la verdad os hará libres”.
Por
eso cada día el mundo comprueba de lo que son capaces los yanquis para
lograr sus intereses hegemónicos y las mentiras que tejen, creando
patrones preconcebidos entre las grandes masas mediante sus campañas de
prensa; de ahí que sabiamente José Martí afirmara:
“Hallar una verdad regocija tanto como ver nacer un hijo”.
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