Puedo resumir mi punto de vista sobre la situación de la economía
moderna de la manera siguiente. Hemos estados inmersos en una crisis
sistémica prolongada del capitalismo, que empezó en 1975 con el fin de
la convertibilidad del dólar en oro. No se trata solamente de la crisis
financiera de 2008. Se trata de una crisis sistémica prolongada del
capitalismo monopolista que empezó hace 40 años y que continúa. Los
capitalistas reaccionaron ante la crisis con una serie de medidas. La
primera fue fortalecer la centralización del control sobre la economía.
Una oligarquía está dominando todos los países capitalistas – los
Estados Unidos, Alemania, Francia, Gran Bretaña y también Rusia. La
segunda medida era convertir todas las actividades productivas
económicas en subcontratas del capital monopolista. Con esto quiero
decir que no tiene ni siquiera un ápice de libertad. La competición es
sólo retórica, no hay competición realmente. Hay una oligarquía que está
controlando todo el sistema económico. Ahora nos estamos enfrentando a
un frente unido de las potencias imperialistas, que conforman un
imperialismo colectivo de la Tríada.
La Tríada son los Estados Unidos, Europa occidental y central, y Japón.
Este grupo de países se ha convertido en un único poder imperialista, a
la cabeza del cual están los Estados Unidos. Esto ha conducido a la
profundización de la crisis. Esta crisis tiene forma de "L". Una crisis
normal tiene una forma de "U", la economía crece después de un declive.
Pero esta crisis es diferente. No hay forma de salir de ella; la única
manera de salir es superar el capitalismo. No hay otra solución posible.
El capitalismo debería ser considerado como un sistema moribundo. Para
sobrevivir tiene que moverse hacia la destrucción y la guerra.
Tenemos una alternativa que es el socialismo.
Sé que no es muy popular
decirlo, pero es la única solución. Es un largo camino que se inicia con
la reducción del poder de la oligarquía, el refuerzo del control
estatal y el establecimiento de un capitalismo de estado que debería
sustituir al capitalismo privado. Esto no quiere decir que el
capitalismo privado no sobrevivirá, pero estará subordinado al control
estatal. El control estatal debería ser utilizado también para sostener
una política social progresiva. Esto debería garantizar el pleno
empleo, los servicios sociales, la educación, el transporte, la
infraestructura, la seguridad, etc.
El papel de China es muy grande porque tal vez sea hoy el único país del mundo que tiene un proyecto soberano. Esto significa que está tratando de implementar un modelo con una industria moderna en el que, por supuesto, el capital privado tiene mucho espacio, pero está bajo el control estricto del Estado. Simultáneamente, nos ofrece una apercibido del presente a la cultura. El otro modelo de la cultura económica china está basado en los productores familiares. China está caminando sobre dos piernas: sigue la tradición pero también participa en la globalización. Acepta la inversión extranjera, pero mantiene la independencia de su sistema financiero. El sistema bancario chino está bajo control exclusivo del Estado. El Yuan es convertible hasta cierta medida, pero está bajo el control del Banco de China. Este es el mejor modelo que tenemos hoy para hacer frente a los retos del imperialismo globalista.
Puede que Rusia se esté moviendo en esta dirección, pero no tanto como China, porque ha pagado un precio muy alto por la destrucción debida a la terapia de choque de la época de Gorbachov y Yeltsin. Estos líderes han llevado a Rusia a una oligarquía privada, estrechamente ligada al capitalismo financiero internacional de Estados Unidos, Alemania y otros. Esto ha reducido la capacidad rusa de control. Pero ahora Rusia se mueve gradualmente hacia el restablecimiento del control estatal sobre su propia economía
El papel de China es muy grande porque tal vez sea hoy el único país del mundo que tiene un proyecto soberano. Esto significa que está tratando de implementar un modelo con una industria moderna en el que, por supuesto, el capital privado tiene mucho espacio, pero está bajo el control estricto del Estado. Simultáneamente, nos ofrece una apercibido del presente a la cultura. El otro modelo de la cultura económica china está basado en los productores familiares. China está caminando sobre dos piernas: sigue la tradición pero también participa en la globalización. Acepta la inversión extranjera, pero mantiene la independencia de su sistema financiero. El sistema bancario chino está bajo control exclusivo del Estado. El Yuan es convertible hasta cierta medida, pero está bajo el control del Banco de China. Este es el mejor modelo que tenemos hoy para hacer frente a los retos del imperialismo globalista.
Puede que Rusia se esté moviendo en esta dirección, pero no tanto como China, porque ha pagado un precio muy alto por la destrucción debida a la terapia de choque de la época de Gorbachov y Yeltsin. Estos líderes han llevado a Rusia a una oligarquía privada, estrechamente ligada al capitalismo financiero internacional de Estados Unidos, Alemania y otros. Esto ha reducido la capacidad rusa de control. Pero ahora Rusia se mueve gradualmente hacia el restablecimiento del control estatal sobre su propia economía
El mundo está hoy en serio peligro.
El imperialismo colectivo de Estados
Unidos, Europa Occidental y Japón está dirigido por el liderazgo
estadounidense. Para mantener su control exclusivo sobre todo el
planeta, no aceptan la independencia de otros países. No respetan la
independencia de China y Rusia.
Esta es la razón por la cual estamos a
punto de enfrentar guerra continuas por todo el mundo. Los islamistas
radicales son los aliados del imperialismo, porque son apoyados por los
Estados Unidos para llevar adelante la destabilización. Esto es la
guerra permanente.
Creo que la mejor respuesta a ello es el proyecto
eurasiático. Rusia debería unirse a China, los países de Asia central,
Irán y Siria. Esta alianza podría ser también muy atractiva para África y
buena parte de América Latina. En este caso, el imperialismo estaría
aislado.
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