9 de febrero de 2023

"No acepten lo habitual como una cosa natural" Bertolt Brecht

 

Por Esteban Zúñiga

 
Cuando en esta fría noche me volvía a refugiarme bajo mi techo, y al pasar por una oficina bancaria he visto como dentro del cajero había una persona acurrucada y tapada con una vieja manta, me ha venido a la memoria el texto que hoy iba a publicar.
 
Reflexión sobre su poema "REFUGIO NOCTURNO".
 
"(...) Desconfíen del acto más trivial y en apariencia sencillo y sobre todo lo que parezca habitual. Les suplicamos expresamente no acepten lo habitual como una cosa natural. Porque en tiempos de desorden sangriento, de confusión organizada, de arbitrariedad consciente, de humanidad deshumanizada nada debe parecer natural, nada debe parecer imposible de cambiar." 
(Bertolt Brecht. "La Excepción y la Regla", 1930).
 
Un 10 de febrero de 1898 -hace 125 años-, nacía en la ciudad alemana de Augsburgo (Baviera) y en el seno de una familia que formaba parte de la burguesía alemana -su padre era director de una fábrica de papel-, el poeta, dramaturgo, marxista y revolucionario BERTOL BRECHT. 
 
Un autor, del que más allá de la simpatía que podamos tener hacia él y a su obra literaria ligada y encauzada por razones históricas, políticas y sociales, algunos sentimos verdadera veneración tanto por su talento, y por la huella permanente que ha dejado, y deja, sobre nuestras conciencias como la huella que deja en nosotros cada vez que volvemos y volvemos a releer sus obras, desde una óptica marxista.
 
Su compromiso con los hombres, con sus desgracias y con toda la sociedad, le llevarían a buscar en el arte literario una explicitación de como él entendía la realidad. Utiliza la literatura como una herramienta para luchar contra la sociedad burguesa y autoritaria que le había tocado vivir. Toda su obra literaria tendría como punto de partida una clara posición antiburguesa; posición vital que conformaría tanto su modo de vivir como su ideología.
 
Poseedor de una poesía, cristalina y contundente -además utilizar sobremanera el coloquialismo-, ha pasado a convertirse en un referente de quienes nos consideramos sus seguidores, en especial en lo referente a la poesía social y política. Utilizando un lenguaje y composiciones literarias, tanto en verso como en prosa, de una clara significación marxista, y caracterizadas tanto por una doble finalidad didáctica y dialéctica como por una defensa de lo colectivo frente a lo individual.
 
Siempre insistió en la solidaridad obrera y en la imperiosa necesidad de hacer frente a la burguesía y a sus mentiras y dobleces:
 
"Cuando la verdad sea demasiado débil para defenderse, tendrá que pasar al ataque."
 
Bertolt Brecht, desde su óptica marxista, rechazaría la cultura burguesa, el nacionalismo, el nazismo y la guerra como instrumentos de la burguesía imperialista. Y a partir de su experiencia de vivir bajo el fascismo y el nazismo, decidiría, en medio de grandes dificultades y fuertes presiones, hacer algo para cambiar el mundo que le rodeaba y le sojuzgaba.
 
Es como una autoimposición de una total negativa a evadirse de los problemas y, también, a huir de cualquier conmiseración que no condujera a nada. Describiendo y criticando la realidad y las consecuencias del fascismo, a quien definiría como una posición política y social, que estaba lejísimo de ser una calamidad natural o un "meteorito", que había caído sobre Alemania "porque sí".
 
Su lenguaje, eminentemente práctico, mostraría que el fascismo y sus políticas desgraciadas eran un efecto de la lucha de clases, de los que poseen los medios de producción sobre las masas obreras, del miedo de la burguesía a perder sus privilegios.
 
A continuación traemos a nuestra memoria y reflexión un poema, a la vez, sobrecogedor e interrogador, y que encierra un dilema, no exento de cierta contradicción y de aristas difíciles e interrelacionadas.
 
Nos plantea una cuestión y un problema circular, al hacer cosas pequeñas que hacen más tolerable y esperanzadora la vida de los más pobres y necesitados, pero que nos sirve, en lo fundamental, para cambiar las bases en que se funda la sociedad capitalista.
 
Unas acciones llenas de humanidad pero que a la vez sirven para hacer más amable el sistema de explotación capitalista, y que representa, también, una "válvula de escape y de seguridad" para la sociedad capitalista.
 

 
Un poema escrito en el año 1930 e influenciado por lo sucedido a finales del mes de octubre de 1929 en Nueva York, cuando el jueves 24 de octubre se iniciaría un derrumbe de la bolsa de Nueva York, y que adquiriría tintes catastróficos los días lunes 28 y martes 29 de octubre de 1939 cuando se precipitaría un enorme pánico a causas de una hecatombe financiera. 
 
Una circunstancia que también se extendería a Alemania, provocando un colosal paro y una gravísima crisis económica, financiera y social. Y que se vería agravada en el plano político cuando en el día 14 de septiembre de 1930 el Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán (NSDAP o Partido nazi) lidera por Adolf Hitler, aumentaría considerablemente su porcentaje de votos -hasta alcanzar el 18,25 % de los votos-, y pasar a convertirse en el segundo partido más votado.
 
Esta siniestra organización, proponiendo salidas fáciles a la resolución de la grave crisis económica y financiera por la que atravesaba Alemania, y a la presentación fácil de los causantes de tantas desgracias y miserias -por un lado el pueblo judío y por otro lado los comunistas-. 
 
Posteriormente iría aumentado en votos y en peso político, para conseguir conquistar el poder e iniciar la tareas del desmantelamiento de la República de Weimar.
 
"REFUGIO NOCTURNO" (1930).
De BERTOLT BRECHT.
 
"Me han contado que en Nueva York,
en la esquina de la calle veintiséis con Broadway,
se pone cada atardecer un hombre
durante los meses de invierno
y, pidiendo a los que pasan,
consigue un techo para que pase la noche
la gente desamparada que allí se reúne.
 
Con eso no cambia el mundo,
no mejoran con eso las relaciones entre los seres humanos.
No es ésa la forma de acortar la era de la explotación.
Pero algunos hombres tienen cama por una noche,
se les abriga del viento durante toda la noche
y la nieve a ellos destinada cae en la calle.
 
No abandones el libro, tú que lo estás leyendo.
 
Algunos hombres tienen cama por una noche,
se les abriga del viento durante la noche
y la nieve destinada a ellos cae en la calle.
Pero con eso no cambia el mundo
no mejoran con eso las relaciones entre los seres humanos.
No es esa la forma de acortar la era de la explotación."
 
Desde la distancia y estableciendo el lugar de su poema a miles de kilómetros Bertolt Brecht, con gran agudeza crítica, nos plantea la imagen de como un hombre sin techo encuentra donde cobijarse durante las crudas noches gracias a otros hombres que se dedican a pedir por él y por todos los demás que no tienen un techo. 
 
Sin embargo, esta pequeña acción no cambia el mundo ni las relaciones humanas, ni lucha contra la explotación, pero sirve para hacer más llevadera la vida de los más menesterosos, de los más pobres.
 
Sobresaliendo la tercera estrofa, que consta de un único verso, cuando nos dice que la literatura y la lectura nos sirven de refugio contra el helado viento y la nocturna nieve... ¿quizá del paro y del fascismo?
 
Para aquellos seres de grandes propuestas y grandes ideas, que desde una atalaya, no admiten debate alguno y se autoinstalan como maestros sin igual, les preguntaría que ocurre cuando en su labor, aunque sean simples pegotes, en oponerse a desahucios, en acompañar a inmigrantes -ya sean con papeles o sin papeles-, en luchar para que no corten el agua y la electricidad a los más desfavorecidos: ¿se es cómplice del sistema, por no realizar acciones más contundentes para acabar con el sistema capitalista que conduce a la desigualdad, la injustica y el mal?
 
Quiere decir esto que no somos lo suficientemente revolucionarios y valientes. Porque es justo reconocer, que estas anteriores acciones no van al origen y causa del problema: el modo de producción y la distribución de la riqueza del sistema capitalista: "No es ésta la manera de hacer más corta la era de la explotación"
 
Además de que un humanitarismo, más o menos intencionado, no es la solución para resolver los problemas del mundo.
 
Siempre el mismo dilema... para lo que es bueno y conveniente, y en tener en la memoria unas palabras de Pepa Flores:
 
"Perfecciona el cachito de mundo que te toca vivir. Vuelca todo tu amor en ese metro cuadrado que ocupa tu existencia. No lo abandones."
 
Totalmente de acuerdo, pero sin olvidar la existencia de la lucha de clases, que debemos tener siempre presente, para no perder el norte.

No hay comentarios: