Jose Antonio Labordeta, el contenido de sus canciones

Por Estéban Zúñiga y Michel Lucin.

Tras licenciarse en Filosofía y letras en Zaragoza, Jose Antonio Labordeta (1935-2010), vivió dos años en Aix-en-Provence, Francia, trabajando en su Universidad. Aquí en 1962, desarrolla sus pensamientos sobre la libertad y la construcción de un país diferente, que se merecía el pueblo aragonés.

 

De vuelta a su Aragón, a finales de la década, musicaliza sus poemas, que había ido publicando en la revista Andalán. Mas, cuando publica  su libro "Cantar y callar" (Ed. Javalambre, Zaragoza, 1971), del que saca un disco del mismo nombre donde desarrolla unas ideas centrales de su acerbo musical. Le siguen el disco "Tiempos de Espera", donde estrena su célebre "Canto a la libertad":

 

"Habrá un día

en que todos

al levantar la vista

veremos una tierra

que ponga libertad...".

 

Estos discos harían que sus letras y sus músicas se empezaran a oír por todas las partes de España, lo que traería consigo que José Antonio Labordeta se prodigara en sus conciertos recitales a nivel nacional; además de extender sus actuaciones por varios e importantes países europeos como Francia, Inglaterra, Italia, la República Federal Alemana, Suecia,...; a los que asistirían, sobre todo, la emigración española deseosa de afirmarse en su aires de libertad y de cerciorarse de que algo se movía en en el suelo patrio.

 

El órgano oficial del Partido de España (PCE), en el "Mundo Obrero" del 29 de noviembre de 1976, y en su sección dedicada a la Emigración, se haría eco de una serie de recitales ofrecidos por José Antonio Labordeta por varias ciudades de la República Federal Alemana (RFA) en las que destacaría el arraigo de nuestro protagonista en la colectividad aragonesa y en su tierra, a pesa de las dificultades y problemas con los que se veía obligado a coexistir. 

 

Para reclamar, también, su compromiso político y social, y ofrecernos como principal remedio la solidaridad y la preocupación social, ante la dura realidad de un Aragón "abandonado y oprimido", y en donde habían vencido y detentaban el poder la oligarquía, los privilegios y las altas jerarquías franquistas.

 

Siendo el objetivo principal ganarse la LIBERTAD, "no como la panacea universal de todos los males", sino como la búsqueda de una solución para los innumerables problemas que acuciaban a los aragoneses y a los españoles todos. 

 

A todo este conjunto de creaciones habría que añadir un largo cúmulo de actividades que discurren desde sus programas de televisión,"Un país en la mochila", "Del Miño al Bidasoa" o "En la cadiera". A la vez va denunciando desde su escaño en el Congreso de Diputados, esta actitud con la tierra, con los hombres, con Aragón, brutalmente sincero y a la vez tan humano, en el Grupo Mixto, por la Chunta Aragonesista.

 

Porque sin libertad no hay nada.

 

En el texto del "Mundo Obrero", que transcribimos a continuación, el autor realiza una muy emotiva y sensible explicación de la poesía de José Antonio Labordeta, mostrando la letra de diversos versos de sus temas musicales: "Aragón", "Cantos de la tierra adentro", "No cojas las acerollas", "Canta compañera canta" y "Canto a la libertad".

"MUNDO OBRERO"

"SOMOS DE TIERRA ADENTRO"

GIRA DE LABORDETA EN LA RFA.

Sección de "Emigración".

(Fuente: "Mundo Obrero" Órgano del Comité Central del Partido Comunista de España. Año XLVI - Nº 42 - Página 18. Semana del 29 de noviembre al 5 de diciembre de 1976).

 

"El cantautor aragonés, José Antonio Labordet, comenzó su gira en Colonia, en un acto de las "Brigadas Internacionales". Después siguió la gira por Berlín Occidental, actuando en un acto dentro de la "Semana de España", Hannover, GieBen, München, Mannheim, Frankfurt, Heidelberg y Remscheid.

 

José Antonio Labordeta, acompañado por tres músicos, supo ganarse el aplauso, tanto de los alemanes como de los emigrantes españoles, porque su canciones son populares, su fondo musical parte del folklore mismo, y su contenido social entraña la solidaridad con Aragón y sus gentes.

 

En Labordeta, y de ahí su arraigo en las gentes, su capacidad de llegar, conectar y sentir con ellas, está el grito milenario de una colectividad; están revisadas las problemáticas más sencillas y más humanas de la gente; por tanto más vitales y las que realmente le pueden preocupar.

 

El cantante comienza su exposición con un retrato de su tierra:

 

"Polvo, niebla, viento y sol,

y donde hay agua, una huerta.

Al norte los Pirineos,

esta tierra es Aragón."

 

Nuevamente, el paisaje, el entorno físico y geográfico aparecerá en muchas canciones de Labordeta. Pero este entorno físico no tendría su sentido sin su poblador, sin el hombre que en él habita al que da sentido y del que percibe, a su vez, su peculiaridad. Y este hombre, con sus dificultades de vivir, con los problemas que le rodean, conflicto nada irreales, sino que responden a unas circunstancias, a unos condicionamientos sociales y políticos, puesto que dependen de una determinada planificación o su ausencia, de determinado sistema.

 

Labordeta está presto a denunciar dicho sistema; no son las suyas unas referencias abstractas,sino que menciona nombres y lugares cuando ello es necesario y urgente. 

 

Pero, por encima de la provisionalidad, su canto queda intemporal, porque los problemas planteados tienen vigencia de años, por no decir siglos, y asimismo su solución, que probablemente no será cuestión de días. Labordeta funde con plenitud en sus poemas lo cotidiano y los sustancial y perenne...

 

De ahí su valor:

 

"Somos de la tierra adentro

somos de la piedra y cal,

somos de la encina rota

del viento y la soledad,

somos gente que no pide

y que tampoco le dan.

 

Tenemos abetos altos

agua y electricidad,

como somos tan fértiles

a otros les van a parar...".

 

El cantor expone los problemas en toda su crudeza y desnudez y éste es el primer paso en su compromiso. 

 

Pero, más allá de eso, hace suyos los problemas de sus vecinos, participa de ellos y ofrece el primer remedio de la solidaridad. Labordeta se pinta así mismo en las gentes que describe, en las situación que saca a la luz, en el Aragón abandonado y oprimido, olvidado de los de arriba y sufrido por los de abajo; casi todos menos unos cuantos caciques, oligarcas, privilegiados y hasta ahora ganadores, pero históricamente sentenciados.

 

Y en la solidaridad encuentra Labordeta un camino para realizarse plenamente, como cualquier artista, como cualquier hombre socialmente preocupado:

 

"De toda la tierra entera

un lugar en donde quepan,

los que caminan y esperan

los que vuelven y se quedan,

y entre todos hay que levantar,

hay que levantar, hay que levantar,

entre todos hay que levantar."

 

Íntimamente ligada con la solidaridad, la participación del público con el cantante es una extensión de aquel concepto para incidir más aún, en el grado de ecuánime seriedad que el cantante imprime su trabajo, tan lejano de las poses y supuestas adhesiones momentáneas de otros advenedizos, cuando no oportunistas, en el terreno de la canción. 

 

Las canciones de participación de Labordeta, han marcado una pauta: personales pero perfectamente entroncadas en la colectividad a la cual se dirige el cantante.

 

"Canta, compañero, canta,

que aquí hay mucho que cantar:

este silencio de hierro

ya no se puede aguantar...".

 

Y el objetivo de la libertad, al fondo, constante en todas las canciones de Labordeta, y que se presiente no como la panacea universal de todos los males, sino justamente como la primera, es decir, previa y prioritaria puerta para la discusión, y la búsqueda de las alternativas para los innumerables problemas restantes. 

 

Pero sin libertad no hay nada:

 

"También será posible

que esa hermosa mañana,

ni tú, ni yo, ni el otro

la lleguemos a ver,

pero habrá que forzarla

para que pueda ser.

 

Que sea como un viento

que arranque los matojos,

surgiendo la verdad

y limpie los caminos,

de siglos de destrozos

contra la libertad."