2 de junio de 2021

UN MEMORIAL DESMEMORIADO

 Por Arturo del Villar

Abucheados los reyes en Vitoria--Gasteiz

   Los medios de comunicación de masas desinforman la realidad a su conveniencia, aunque nunca tanto como este 1 de junio de 2021, con motivo de la inauguración del Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo en Vitoria—Gasteiz. Acudieron los reyes católicos de España, el presidente del Gobierno español con los ministros del Interior y Educación, el lehendakari y otros personajes, que no escucharon los abucheos e insultos lanzados por los manifestantes previsoramente aislados por la Ertzaintza. Quizá por eso la inmensa mayoría de los medios de comunicación nazionales no se enteró de lo que sucedía en la calle, limitándose a contar la visita al interior, con especial delectación en la entrada a un zulo. 

   Lo acontecido en el exterior es más interesante que lo visto en el interior del Centro. En la plaza de los Fueros de Gasteiz estaban concentrados numerosos manifestantes opuestos al acto, con banderas tricolores republicanas y pancartas alusivas. Fueron convocados por Memoria Osoa, plataforma en donde se integran asociaciones memorialistas de Euskal Herria. 

Denunciaban el planteamiento discriminatorio del Centro, “que supone un ataque a la convivencia, porque su visión excluyente deja fuera a miles de víctimas de la violencia ejercida por los aparatos del Estado”.   

  En Gasteiz causa una especial indignación que se olvide a los cinco obreros asesinados por la policía monarquicofascista el 3 de marzo de 1976, en los comienzos del reinado de Juan Carlos I como sucesor designado por el dictadorísimo. En la iglesia de san Francisco de Asís, en el barrio obrero de Zaramaga, en la misma Gasteiz, se celebraba una asamblea a la que asistían unos cuatro mil trabajadores en paro, cuando irrumpió la fatídica Policía Armada, arrojando gases lacrimógenos al interior del templo y disparando con fuego real a los que salían ahogándose. Murieron cinco obreros, de entre 17 y 32 años, y quedaron heridos otros 150. Durante las protestas populares de los días siguientes fueron muertos otros dos obreros, y se produjeron numerosos heridos en diferentes lugares.

   Aunque son conocidos sus nombres y filiaciones, han sido ignorados judicialmente, y no están  reconocidos como víctimas del terrorismo, debido a que fueron asesinados por las fuerzas brutas de la monarquía borbónica en defensa de sus leyes. Pero Gasteiz no los olvida, y mantiene viva su memoria contra los culpables. El actual monarca Felipe VI ignora lo que ocurrió durante el reinado de su padre, porque los instructores no se lo explican, los periodistas no lo publican, y los escribas no se lo redactan.

   Por ello puedo leer un discurso oficial en el que afirmó: “Quiero volver a expresar de corazón nuestra gratitud y nuestra más profunda solidaridad, que conocéis bien, con todas las víctimas.” El escriba real desconoce el castellano, y su jefe también, porque es absurdo mostrar gratitud a las víctimas. 

Según el Diccionario de la lengua española elaborado por la Real Academia, que “limpia, fija y da esplendor” al idioma que hablamos, gratitud es un “sentimiento que obliga a una persona a estimar el beneficio o favor que otra le ha hecho o le ha querido hacer, y a corresponderle de alguna manera.” Pregunta para el escriba: ¿qué beneficio o favor le han hecho a su majestad el rey católico los muertos en atentados terroristas, para que deba mostrarles gratitud? Darles las gracias por haberse muerto a causa de la violencia parece un chiste, si no fuera tan trágico.  

  Cerca de allí, en la plaza, Eba Blanco, parlamentaria de EH Bildu, explicó los motivos del rechazo popular a los manifestantes contra el Centro Memorial: “Se pretende erigir un relato que emana naftalina, que mira al pasado más que al futuro, que construye un relato de parte y excluyente. La mejor demostración es que quien viene a inaugurarlo es la institución que legitimó y legitima que el franquismo siga al día de hoy en las instituciones y en la vida política española.” 

Concentración convocada por Memoria Osoa en Gasteiz. (Jaizki FONTANEDA/FOKU)
Concentración convocada por Memoria Osoa en Gasteiz. (Jaizki FONTANEDA/FOKU)

   Es que esa institución se sucede entre los miembros de una misma familia, cuyo cabeza fue designado por el dictadorísimo fascista enemigo del pueblo para perpetuar su régimen, asentado sobre fusilamientos de los detractores, entre 1939 y 1975. A los que no se puede considerar víctimas, porque el Estado no mata, sino que ejecuta la Ley que lo sustenta. 

Por eso los manifestantes de Gasteiz rechazan la monarquía. Y yo también.

 

ARTURO DEL VILLAR

PRESIDENTE DEL COLECTIVO REPUBLICANO TERCER MILENIO

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