23 de noviembre de 2020

Anotaciones sobre la involución económica en el este europeo y la URSS. 1ª Parte.

 

Por Josep Cónsola.

Publicamos este trabajo de Josep Cónsola, realizado entre los años 1989 y 1994, donde se adentra en el análisis de las causas del proceso involutivo del socialismo en la URSS y en los países socialistas del este europeo. Por su extensión, lo publicaremos en tres partes. La primera parte, que hoy editamos fue publicada con modificaciones ligeras en la revista teórica del PCPE «Propuesta Comunista» en noviembre de 1990. La segunda parte y el apéndice, que publicaremos próximamente, están inéditas. El interés de este trabajo es muy grande, pues dio claridad a muchos elementos de análisis en momentos de enorme confusión dentro del movimiento comunista español. Este estudio hoy en día tiene el mismo valor que entonces, pues esa confusión aún sigue reinando.

PRIMERA PARTE

En un modesto intento de acercamiento a los cambios que se han producido en los países socialistas, es necesario mirar hacia atrás y, aunque sea brevemente, encontrar elementos que por una u otra razón han jugado un papel importante en las épocas de grandes cambios, y las consecuencias de éstos.

Esquemáticamente se trata de dibujar el funcionamiento de las empresas de los países socialistas y las relaciones de producción, porqué teóricamente el sistema político se sustenta sobre la base de la dictadura del proletariado, y la concentración de éste se halla en los centros de trabajo industriales.

Depende de lo que podamos acercarnos a este conocimiento podremos ir también respondiendo algunas preguntas que hoy tenemos planteadas:

¿Cuáles han sido las consecuencias de la intensificación del estímulo material?

¿Qué papel han jugado los técnicos y profesionales en los cambios operados?

¿Existe una clase tecnocrática cuya operatividad se basa en el pragmatismo y métodos de la economía capitalista?

Podríamos hacer una larga lista de preguntas, no es esta la intención, seguramente ni tan sólo podamos responder con todo el rigor a una de ellas, pero partimos de constatar unos hechos, basados en su inmensa mayoría en aportaciones de los propios países socialistas, sus datos, sus estadísticas, sus opiniones, sus discusiones internas y sus valoraciones.

El intento es comentar comentar por separado dos bloques de países para facilitar las comparaciones y evolución de los mismos.

Por un lado RDA, Hungría, Checoslovaquia, Polonia, Bulgaria y Rumania.

Por otro lado la URSS.

I

Acabada la segunda guerra mundial se establecieron las correspondientes alianzas políticas en los países donde se arrebató el poder político a la burguesía como consecuencia del avance del ejército rojo.

Se inició una etapa de reestructuración en la que se debía poner en funcionamiento toda la estructura productiva y en la que la clase obrera no dispone de técnicos, ni funcionarios administrativos, ni científicos,… 

Generalmente los partidos comunistas eran minoritarios y sus militantes provenientes mayoritariamente de la clase obrera no especializada y del campesinado pobre u obreros agrícolas.

Los intelectuales comunistas eran una minoría capaz de articular el funcionamiento ideológico partidario pero imposibilitado para articular ciertas tareas de estructuración social en la concepción de un nuevo modelo.

El partido comunista búlgaro era relativamente popular antes de 1944, había tomado parte en las elecciones de 1945 dentro del denominado Frente de la Madre Patria, que consiguió 364 escaños de un total de 465 y los comunistas dentro del Frente ascendian a un total de 277 diputados con tan solo 25.000 afiliados.

En Polonia la mayor parte de los obreros apoyaban al partido socialista, y el partido comunista caracterizado por divisiones internas fué disuelto por el Comintern en 1938.

Posteriormente a 1945 se produjo la unificación del partido comunista con el socialista .

En Hungría trás la caida de la república soviética de Bela Kun, los comunistas fueron declarados ilegales y los marxistas se incorporaron en el partido socialista.

En las elecciones de 1945 los comunistas obtuvieron el 17% de los votos con tan sólo 2.000 afiliados. Con la incorporación de los socialdemócratas, el nuevo partido comunista denominado ya Partido Húngaro de los Trabajadores, en 1949 tenía 1.250.000 afiliados.

En Checoslovaquia, en 1945, el partido contaba con 27.000 afiliados y en las elecciones consiguieron el 38% de los votos lo que les valió 113 diputados de un total de 300 escaños, aunque los partidos socialdemócratas consiguieron casi dos tercios de los votos. En 1956 el partido contaba, debido a la incorporación de los socialistas, con 1.000.000 de afiliados. La unificación entre comunistas y socialistas, que dio lugar al nacimiento de los partidos comunistas unificados u otras denominaciones, proveyó a éstos de cuadros técnicos o profesionales, provenientes en una inmensa mayoría de la clase media o hijos de la gran burguesía.

Asimismo en algunos países había una larga tradición de formación de técnicos y economistas (Hungría) antes de la segunda guerra.

Así pues no es de extrañar que los organismos oficiales encargados de sentar las bases para un cambio en profundidad, tuvieran grandes reticencias a la hora de convertir la propiedad privada en social y aplicar bases marxistas al futuro desarrollo económico.

De esta escuela de pensamiento se deriva la aceptación del cambio de propiedad privada por propiedad pública -que no social-, sabiendo de antemano que el control de este nuevo tipo de propiedad estaría en manos de los funcionarios del nuevo estado y no de la clase obrera y sus aliados.

Fueron también estos sectores los que incidieron en las diversas leyes de nacionalización.

La ley polaca de nacionalización de las empresas privadas de 1946, dejaba fuera de ésta a todas las que tenían menos de 50 trabajadores, del mismo modo que las leyes de Hungría de 1948 y 1949.

Las de Checoslovaquia de 1945 y 1948. Las de Bulgaria de 1946 y 1947. Las de Rumanía de 1.948 declaraban no afectadas por las nacionalizaciones las que empleaban menos de 50 o 100 trabajadores según sectores.

En el sector agrario de Polonia se dejaban en manos privadas las fincas de menos de 50 Ha. en las zonas del este y 100 Ha. las del oeste.

En Rumania se dejaron las de menos de 50 Ha. cuyo propietario las hubiera estado cultivando los últimos seis años.

Esta situación de sistema mixto se mantuvo hasta los años de 1952 a 1960, con la excepción de la RDA en donde todavía durante 1967 las empresas privadas proporcionaban un 10% del producto industrial bruto, con una nómina cercana a las 400.000 personas.

Una excepción fue Albania, donde se confiscaron las empresas industriales sin compensación, aunque la escasez de éstas no fueron un elemento significativo. El análisis de Albania, como de Yugoslavia, quedan al margen de este trabajo por sus elementos diferenciales que merecerían un trabajo específico.

En el resto de países se valoraron las empresas y se canjearon por bonos del estado a largo plazo, a excepción de aquellas que eran públicas o habían pertenecido a miembros de los partidos nazis o colaboradores de éstos.

En este contexto, con unos equipos técnicos, profesionales y administrativos pertenecientes a a la mediana o alta burguesía según los casos; con una componente importante de propiedad privada y con unos partidos comunistas que habían crecido enormemente con la incorporación de socialdemócratas y funcionarios de la vieja administración, se abordó lo que en teoría debía ser la Planificación Económica, que en los discursos aparecía identificada con la teoría marxista.

       II                 

Con anterioridad a la segunda guerra mundial, la mayoría de países socialistas del este europeo disponían de planes de desarrollo a medio o largo plazo, muchos de ellos basados en las teorías de Keynes.

En Hungría, en 1938 se aprobó un plan de inversiones para la industria pesada, el transporte y la mejora de la agricultura con una duración de cinco años y unas subvenciones estatales de mil millones de pengoes que, durante el período 1938-1943 hizo aumentar la población industrial en 110.000 trabajadores. En 1941 se aprobó un plan a diez años y unas subvenciones de mil millones de pengoes para inversiones en la agricultura. Todo ello controlado por un organismo estatal denominado Consejo Económico Supremo.

En Polonia, los planes estatales eran muy semejantes a los de Hungría, tanto en la duración -de 5 a 10 años-, como en el tipo de inversiones industriales.

Se trataba de subvenciones del estado para montaje de nuevas industrias, controladas por el Distrito Industrial Central, cuyas atribuciones eran semejantes a las que tenía el Consejo Económico Supremo de Hungría.

Rumania tenia creado el denominado Consejo Supremo para la Administración de la Propiedad y las Empresas Públicas, que coordinaba las inversiones en las empresas estatales y concedía subvenciones a las privadas.

Durante la etapa de colaboración con la Alemania nazi aumentó considerablemente la concentración de empresas a manos del estado con el objetivo de dedicar la parte más importante de la producción al mantenimiento de la guerra, tanto en la fabricación de armamento como de ropa y alimentos.

Estos modelos de programación económica se trasladaron en mayor o menor medida a la confección de los Planes, incluso por los mismos profesionales que los habían elaborado años anteriores.

El economista Kaldor, definió el primer Plan Quinquenal polaco como «una mezcla de Marx y Keynes» y posteriormente se desplazó de Cambridge a Budapest para dirigir la proyección del Plan húngaro.

La plana mayor del Plan Monnet francés, creado para coordinar las inversiones del Plan Marshall, se desplazó a Praga para colaborar en la elaboración del primer Plan Quinquenal checoslovaco.

Los economistas Oscar Lange y Kalecki, que residían en Estados Unidos e Inglaterra respectivamente, regresaron a Polonia para elaborar el primer Plan Quinquenal.

Kalecki se convirtió además en director de planes perspectivos en la Comisión Estatal de Planificación en 1960.

El economista Vajda, asentado en Inglaterra, fué nombrado presidente de la Comisión de Planificación de Hungría.

El presidente de la Comisión de Planificación Central de Checoslovaquia, que elaboró el primer Plan Quinquenal, fué Outrata, ex director-gerente de la fábrica de armamento Zbrojovka de Brno.

En dicha Comisión tan sólo había un comunista (Frejka), el resto de los componentes eran ex banqueros, empresarios o directores de grandes empresas con anterioridad a la guerra.

A nivel político se daban pasos para afianzar  una nueva cultura y relaciones sociales dentro de la concepción global de la dictadura del proletariado (como discurso).

Se iniciaba, no sin problemas, una cierta ofensiva ideológica en la enseñanza primaria y media -a excepción de Polonia, fruto de los acuerdos gobierno-iglesia de 1956-.

A nivel económico la vida transcurría en otra dirección.

Una mayoría de los profesionales pugnaban por formar empresas socialistas en nada diferenciadas de las empresas públicas de los países capitalistas.

Empezaron a plantear la necesidad de localizar o regionalizar la estructura industrial, dotar de categoría jurídica independiente a las empresas, vaciar de competencias a los ministerios industriales, crear asociaciones de empresas, establecer relaciones interempresariales autónomas, priorizar el beneficio, instaurar sistemas de primas,…

Muchas de estas medidas fueron alentadas por las corrientes económicas aparecidas en la URSS, encabezadas por los economistas que salieron de la cárcel durante los años 1953-1956,  en la que habían permanecido durante algunos años acusados de defender el retorno al capitalismo, la mayoría de ellos discípulos de los economistas rusos de la escuela de los Zemvstos en la etapa zarista.

Se proyectaban reformas tendentes a devolver a las empresas su carácter de centros de distribución de beneficios, como en la etapa histórica anterior.

Los difusores de las Asociaciones Industriales planteaban que éstas debían constituir un compromiso entre el mantenimiento del Plan central y el respeto a la iniciativa de la empresa individual.

Ante la falta de precisión teórica y la denominada «doble responsabilidad»  entre Plan central e iniciativa empresarial con que se regían las Asociaciones, dejaba en la más absoluta duda si debía actuar como empresa privada o como departamento oficial, y era a criterio de cada grupo o colectivo de dirección ahondar en una u otra tendencia.

Hungría representa un caso aparte y mejor definido.

Aunque más tardíamente, en 1968, aprovechando los acontecimientos de Checoslovaquia, se creó la Unión, cuyo origen era anterior incluso en la estructuración, y se denominaba Consejos Industriales de Empresas Públicas y Privadas, que fueron creados antes del inicio de la segunda guerra mundial.

Las relaciones entre los países socialistas, generó una corriente de influencias en todas direcciones.

Así fueron cristalizando opiniones, que posteriormente se fueron convirtiendo en teorías, tanto dentro de la URSS como en el resto de los países socialistas.

En todo este debate aparecía con fuerza la lucha de clases.

Por un lado los representantes de una clase vencida, aunque no destruida, que disponía de muchos resortes en los aparatos del estado, sobre todo en el terreno económico-productivo y cada vez más en los propios aparatos partidarios.

Y la clase vencedora, pero con grandes dificultades, por su escasa formación profesional y técnica para ocupar estos puestos, y cada vez más minoritaria en los órganos de decisión partidarios y como consecuencia en peores condiciones para alejar los peligros de revitalización de la burguesía.

Casi se podría afirmar que la ofensiva contrarrevolucionaria en Hungría en 1956, estuvo en parte preparada y organizada desde las estructuras de dirección de las empresas industriales a través de los denominados Consejos Obreros, junto con las organizaciones agrarias.

Cada país socialista ha tenido desde mitad de los años 50 dos publicaciones económicas, una dependiente de la dirección del partido y defensora de la planificación y otra editada por profesionales y directores de empresas que, en dirección opuesta ha sido utilizada como instrumento de propaganda ideológica enfrentada al marxismo:

País                         dir. empresas                             dir. partidaria

Bulgaria                   VIDA ECONÓMICA              ECONOMÍA PLANIFICADA

Checoslovaquia       NOTICIAS ECONÓMICAS   ECONOMÍA PLANIFICADA

Hungría                    EL OBSERVADOR                 REVISTA ECONÓMICA

Polonia                     VIDA ECONÓMICA              ECONOMÍA PLANIFICADA

Rumania                   VIDA ECONÓMICA              PROBLEMAS ECONÓMICOS

RDA                         LA ECONOMÍA                     CIENCIA ECONÓMICA

En la RDA además de las mencionadas existía INDUSTRIA PRIVADA confeccionada por las asociaciones de empresarios.

III

La concepción marxista de producir para satisfacer necesidades, en lugar de producir para obtener beneficios, aparecía en todas las declaraciones de principios de partidos y gobiernos.

Pero ya en los cambios operados en el período 1955-1956 en Polonia y Hungría se perfilaba una distinción entre los objetivos sociales de la empresa socialista y las metas efectivas y económicas de los administradores de las empresas.

Enunciar, aunque sea de paso, las modificaciones operadas en la concepción de los planes puede ilustrar la evolución y tendencia de las relaciones económicas.

En la URSS, donde primeramente se inicia la planificación económica, ésta consistía en la planificación detallada de la producción y distribución en unidades físicas, más la suma de algunas cantidades en términos monetarios.

La fijación de los objetivos del Plan en cantidades físicas iba acompañada de un proceso análogo de producción y distribución.

Las empresas industriales se agrupaban por productos (Ministerios Industriales).

El envío de los datos desde los centros de producción y distribución hacia la oficina central del Plan y después del análisis ,instrucciones en sentido inverso. (a este respecto, muchas fuentes de información aseguran que por falta de capacidad técnica nunca se llegaron a analizar más de una quinta parte de los datos enviados).

Racionamiento de medios de producción y materias primas en función de limitar la demanda y la oferta a las previsiones del Plan.

Los precios eran utilizados para la contabilidad de las empresas o entre éstas y el gobierno, pero no suministraban información a las empresas de las preferencias, ya que éstas venian determinadas por el Plan.

La denominada variante polaca, por iniciarse en este país en 1956, fué adoptada por el resto de los países socialistas alrededor de los años 60.

En ella el Plan fija objetivos globales, pero las empresas disponen de competencias para ajustar la producción.

La fijación de los precios determinada por el Plan se modifica por la Asociación Industrial (mecanismo intermedio que lleva aparejado una reducción de los Ministerios Industriales).

Los precios son ya utilizados para dar información a los elaboradores del Plan sobre producción y consumo.

Finalmente, hasta hace relativamente poco tiempo, ha venido operando el denominado Mercado Guiado, introducido en Hungría desde 1968 y posteriormente en el resto de países socialistas, con raras excepciones.

Su principal característica es la sustitución del cumplimiento de objetivos por parte de las empresas, por la dependencia directa de ingresos y gastos.

Se deja operar a las empresas de acuerdo con su valor añadido y los impuestos son iguales o semejantes al IVA.

Las Asociaciones Industriales adquieren más competencias y fijan los objetivos económicos y productivos.

Las  autoridades centrales fomentan la competencia entre las empresas.

Algunos precios siguen controlados y otros oscilan en relación a las leyes de la oferta y la demanda entre empresas, entre empresas y el estado y entre empresas y detallistas.

De este modo, sin entregar los medios de producción a la propiedad privada, tal como se había caracterizado en etapas anteriores a la segunda guerra mundial, se establecieron dos tipos de propiedad que iniciaron un enfrentamiento:

La propiedad Social y la propiedad de las Empresas.

En las denominadas empresas socialistas, con amplios márgenes y operando de acuerdo con la obtención de beneficios, la estrategia del directivo empresarial no es diferente de la de su homólogo en las empresas capitalistas con economía de mercado.

Valdría la pena profundizar en un trabajo específico, en los fenómenos que se producen derivados de las actividades de quienes detentan la disponibilidad del capital aunque la naturaleza de la propiedad sea distinta.

La experiencia de Hungría, donde en las empresas, los directivos pueden establecer sucursales asociadas con otras empresas, nos debe hacer reflexionar sobre la naturaleza de estas relaciones de producción, ya que una empresa puede obtener pérdidas o ganancias por el hecho de asumir un riesgo que es totalmente ajeno al producto directo del trabajo.

La teoría marxista del valor basada en el trabajo permite que la población activa sea remunerada exclusivamente con arreglo a su esfuerzo personal en las condiciones del socialismo, con algunas salvedades como los intereses sobre el ahorro, que se justifican como premio a la limitación del consumo superfluo.

Pero si el uso de títulos sobre depósitos bancarios, individuales o colectivos, se remuneran con rendimientos distintos (positivos o negativos) en base a hacerlos operativos en acciones bursátiles, podríamos afirmar que se ha traspasado el umbral de la economía de mercado, ajena al socialismo.

Curiosamente, las escuelas de administración de empresas en los países socialistas no han tenido un estricto control ideológico, mejor dicho, algunas de ellas han reproducido esquemas dirigistas y elitistas de la administración capitalista.

El Centro Nacional Polaco para la formación de directores fué creado en 1960 por la O.I.T.

El Instituto de Administración de Praga fué creado en 1965 por la O.I.T.

El Instituto de Administración del Minsterio de Trabajo de Hungría fué creado en 1967 por la O.I.T.

El Instituto Nacional de Administración y Organización de Rumania fué creado en 1967 por la O.I.T.

El Centro de Formación Administrativa de la Universidad de Sofía fué creado en 1967 por la O.I.T.

Se firmaron multitud de acuerdos de formación para directivos con el London Institute of Marketing.

Como elemento destacable, la formación continuada de directivos y cuadros de la administración polaca en el Instituto Europeo de Administración Económica de Fontainebleau.

Con esta breve exposición se pretende situar algunos elementos y realizar una pequeña aportación para contribuir al conocimiento de aquellos factores que, sin duda han tenido su influencia y pueden dar cierta base a los fenómenos que posteriormente hemos vivido.

Las tendencias desencadenadas por estas reformas de los años 1956 a 1966 en todos los países socialistas del este europeo eran ya previsibles desde la década de los 60.

Así lo explicaba Janusz Zielinski, profesor de la Escuela Central de Planificación de Varsovia:

         «… El curso de las relaciones entre directivos, obreros y autoridades depende tanto de los acontecimientos políticos e internacionales que resulta difícil cualquier predicción, pero es  interesante identificar los grupos de intereses afectados y la estrategia política para implantar los cambios.

         «La presión sobre los gobiernos para la realización de reformas económicas ha sido ejercida por los economistas universitarios y a veces, en momentos de tensión política, por estudiantes y periodistas.

         «Con carácter periférico han influido las cooperativas agrarias y de artesanos, y en casos como Hungría, las Asociaciones de tenderos privados.

         «En Checoslovaquia esta tendencia nació entre los economistas universitarios gracias a la influencia de Sik, director del Instituto de Economía de la Academia de Ciencias y miembro del comité central.

         «Después del 68, con su exilio, fue el Instituto de Investigación del Ministerio de Hacienda quien se convirtió en la fuerza favorable a la reforma continua.

         «En Hungría, quienes tomaron la iniciativa fueron las autoridades financieras y de control, dirigidas por Timar (Ministro de Hacienda y posteriormente Primer  Ministro Adjunto) y la Oficina Nacional de Planificación, a cuyo frente estaba el antiguo banquero Gadó.

         «De todos modos quienquiera haya sido el impulsor y cualquiera haya sido el camino seguido para su implantación, su claro beneficiario ha sido el directivo de la planta industrial, cada vez más profesional y menos técnico, él es quién más ha ganado en autoridad.

         «Empleando una expresión acuñada en EE.UU. hace treinta años, la Europa del Este quizás se esté acercando a una «Revolución de los Directivos» (Managerial Revolution). Pero, queda por ver el puesto que en ella le aguarda al obrero «.

 IV 

Una mirada retrospectiva en la URSS que nos permita acercarnos a los grandes cambios operados en materia económica, no es simple; y aunque no se trate de realizar un detallado análisis histórico, sí es de interés dibujar algunos rasgos, sobre todo por la diferencia entre la URSS y los demás países socialistas de Europa, tanto por su nacimiento como en las etapas de desarrollo inicial; aunque en el transcurso del tiempo se han ido produciendo acoplamientos que cada vez han sido más coincidentes en plazos y contenidos.

La alianza entre obreros y campesinos que en 1917 acabó con el zarismo, tenía una componente determinada, ya que la población de la URSS era mayoritariamente agraria (70% de campesinos, 20% de proletariado industrial, más el artesanado y pequeño comercio).

Los problemas derivados de la construcción del socialismo en la URSS no podemos verlos al margen de esta estructura social, que además fué el factor determinante de la elaboración de la NEP.

La presión de los campesinos con el boicot a la producción agraria y la especulación en unos momentos extremadamente difíciles de guerra civil y posguerra, hacian peligrar el naciente socialismo:

La lucha de clases se libraba con toda su crudeza en el seno de la alianza.

Las concesiones al campesinado solucionaron, en parte, un grave problema de abastecimiento, pero al introducir nuevamente elementos ajenos al socialismo, se reprodujeron en el conjunto de la sociedad, esquemas de la sociedad anterior.

Así lo planteaba Lenin en la X Conferencia:

         «...Cuando la clase obrera se considera una parte de la equitativa sociedad socialista y no comprende que sigue manteniéndose sobre la vieja base capitalista, estos obreros dicen: se favorece a los campesinos, se les ha librado de la requisa de excedentes, se les ha permitido retener una parte para comerciar; nosotros los obreros que estamos junto a las máquinas queremos lo mismo.

        «¿Qué hay en el fondo de este punto de vista? Es en esencia la ideología pequeñoburguesa: Como los campesinos son una parte de la sociedad capitalista, la clase obrera también sigue siendo una parte de esta sociedad; por lo tanto si el campesinado comercia, nosotros también debemos comerciar.

         «Aquí es indudablemente que vemos el renacimiento de los viejos prejuicios que encadenan al obrero al viejo mundo…«

Asimismo cuando se pregunta «¿Por qué estuvimos obligados a hacer una concesión y por qué sería extremadamente peligroso darle mayor alcance del que tiene?«

Lenin responde:

         » Porque únicamente las dificultades transitorias en materia de víveres y combustible nos obligan a tomar este camino«.

Esta opinión contrasta en sobremanera con la lectura que del mismo período realiza Abel Aganbegyan -el llamado padre de la perestroika en materia económica- :

         «… Al introducirse la NEP, el impuesto en especie, por iniciativa de Lenin,  fue sustituido por el sistema de contingentación, en el cual el campesino estaba obligado a entregar al estado una parte determinada de la cosecha, menor que en el sistema anterior, cobrando por ello un precio fijo establecido.

         «Pero lo más importante consistía en que la parte restante, la mayor, quedaba en poder del campesino y se podía vender en el mercado libre a precios de mercado.

         «Esto representó un fuerte estímulo para el trabajo, despertó el deseo de obtener mayores cosechas y enseguida se notó una aceleración en el desarrollo agrario, lo que animó también la actividad de las industrias, sobre todo para conseguir los productos que necesitaban los campesinos y obtener a cambio productos alimentarios.

         «Consecuentemente se animó el comercio entre la ciudad y el campo, y esto formó la base para todo el desarrollo de la economía durante la NEP.

         «El hecho que los campesinos tuviesen existencias de productos y pudiesen acudir con ellos al mercado condujo a la formación de un mercado desarrollado, a la activación de las relaciones mercantiles.

         «Este intercambio comercial entre la ciudad y el campo era equivalente, lo que despertaba el interés tanto de los obreros como de los campesinos para aumentar la productividad.

         «Precisamente en este período de formación del nuevo mercado, surgido después de la Revolución de Octubre, bajo el régimen soviético, se introdujo el sistema de autogestión en las empresas, o sea una organización que se autocompensase y generase beneficios..

Como puede observarse, las apreciaciones son sustancialmente distintas en el punto de vista de Lenin y de Abel.

Lo que para Lenin significa un retroceso histórico ante una situación límite, para Abel significa un avance.

Lamentablemente esta última apreciación fué la que se impuso entre una parte de los teóricos soviéticos y que, a partir de 1954 ocuparon el poder político y económico hasta nuestros dias.

La lucha entre proletarios y campesinos no ha estado al margen de los cambios en los órganos de dirección del PCUS, ni de los cambios políticos.

Bajo esta óptica debería analizarse el llamado período estaliniano, que merecería un trabajo aparte, en el que la lucha política y económica adquirió una gran virulencia al desarrollarse entre los partidarios del socialismo, la ofensiva de las tendencias reformistas en el interior del PCUS y el período de auge del fascismo en Europa.

Poco antes del XXVIIº Congreso del PCUS, se encargó a la Academia de Ciencias un estudio sobre la NEP y la relación entre cambios económicos y agricultura en la URSS.

Estas son algunas de sus conclusiones:

         «... En nuestra economía desempeña un papel fundamental la agricultura. Hasta dos tercios de todos los bienes de consumo tienen como base la materia prima agrícola.

         «En la agricultura de nuestro país existen miles de hilos invisibles que la unen con la ciudad, ya que la mayoría de habitantes de los centros urbanos proceden del campo.

         «Por esto cada giro en nuestra política económica está directamente relacionado con la agricultura, con el enfoque de toda la relación con esta rama de la economía, con la búsqueda de estímulos para su desarrollo y de caminos para la democratización de dicho desarrollo.

         «Y resulta significativo que los giros en la economía política generalmente se determinen en los plenos del Comité Central del PCUS dedicados al examen del desarrollo agrario.

         «No vamos a recordar la NEP, aunque la idea de Lenin de sustituir el impuesto en especie por el sistema de contingentación iba dirigida directamente al campesino.

         «El cambio en la época posestaliniana se inició en el pleno de Septiembre de 1953 del Comité Central del PCUS sobre las medidas para levantar la agricultura.

         «La reforma económica de medianos de los años 60, también se inició en el pleno de Marzo de 1965 del Comité Central del PCUS dedicado a la agricultura.

         «Y, en la actual renovación, las primeras innovaciones en el mecanismo económico se aplican en el sector agroindustrial…«

En el legado de Lenin, sus aportaciones al análisis de la NEP a la vista de su desarrollo, difieren substancialmente de algunas lecturas que se hacen del mismo período.

A este respecto recordar sus últimos trabajos en relación a los peligros de la NEP:

Intervención en el II Congreso de Comisiones de Educación Política (12/10/1921).

VII Conferencia de la provincia de Moscú (31/10/1921).

La importancia del oro (5/11/1921).

Sesión del grupo comunista del Congreso de Toda Rusia de Metalúrgicos (6/3/1922).

Avanzando en el tiempo nos encontramos con que una de las batallas fundamentales en el seno del PCUS, en 1953, fué la cuestión agraria.

En algúnos casos tuvo funesto desenlace.

Historiadores, nada sospechosos de comunismo y menos de estalinismo, como Peter Gosztony, en su ensayo El Estado Soviético desde 1917 (Viena 1.980), analiza el período desde el 10 de Julio de 1953 hasta Marzo de 1954, en el que se desarrollan los procesos contra Beria y otros miembros de la Seguridad del Estado, y su posterior ejecución en Diciembre de 1953:

         «… Las acusaciones formuladas contra él (Beria), eran en su mayor parte sumamente inverosímiles y servían únicamente para encubrir las verdaderas diferencias: El rechazo a la política agraria que pretendía la mayoría encabezada por  Jruschov, el relajamiento de la política cultural y la cuestión de la autonomía de las fuerzas de Seguridad…«

Las posiciones campesinas pequeñoburguesas incrementaron su peso en este período. Datos significativos de ello son el aumento del 207% de los precios estatales de compra de los productos agrarios en 1954 y un 43% en 1955, mientras se mantenían congelados los salarios a los obreros industriales.

Esta toma de posición modificó totalmente la tendencia positiva del cumplimiento del Plan Quinquenal 1951-1955, aprobado en 1952, y determinó entre otras cosas la dimisión en Febrero de 1955 de Malenkov y el enfrentamiento en el seno del Comité Central y Politburó del PCUS, que tuvo sus momentos de debate más significativos en la elaboración del Plan de 1956, en el transcurso del cual una parte importante del Comité Central encabezada por Malenkov y Bulganin, argumentaban que la reestructuración propuesta (Nuevo Curso) provocarían un auténtico caos en la economía poniendo en peligro el desarrollo socialista en la URSS.

Con el triunfo de las tesis del sector encabezado por Jruschov, después de una dudosa ampliación de miembros del Comité Central, se impuso la reforma en el pleno del Comité Central de Febrero de 1957, y el 30 de Marzo de 1958 se rompieron definitivamente los criterios fundamentales de la Planificación Económica.

Bulganin dimitió de Primer Ministro en Marzo de 1958 en desacuerdo, entre otras cosas, con la reforma económica, siendo posteriormente expulsado del PCUS.

A partir de este momento se inicia un viraje sustancial que irá configurando el futuro desarrollo, basado en las relaciones monetario-mercantiles.

Aunque el discurso público de los políticos profesionales continuara impregnado de referencias a Marx, Lenin, socialismo, comunismo,…

V

La introducción de las nuevas medidas en la agricultura y en la industria, con aumento de los precios agrarios, aumento de la superficie privada de los koljoses, autogestión financiera en las empresas, introducción del llamado cálculo económico, intensificación de las relaciones monetario-mercantiles; aumentó no tan sólo el caos económico, sino todo tipo de corrupción como consecuencia lógica de la competencia y el comercio.

La degradación social provocada conllevó que el 7 de Mayo de 1961 se modificara el Código Penal introduciendo la pena de muerte para los delitos económicos.

Asimismo la pretendida descentralización, el traspaso de competencias a los llamados Consejos Económicos y el vaciado de competencias de los Ministerios Industriales a favor de los nuevos directivos empresariales, agudizaron el caos.

En un extenso trabajo del historiador y economista Willcox Schaefer: CAME y Política de Integración (Berlín 1972) se afirma que:

         «… El sistema de Consejos Económicos creado en 1957 para superar la inmovilidad de las instancias centrales, sólo había servido para acumular dificultades a la economía…»

Otra de las consecuencias del Nuevo Curso fué que en 1965 la producción agrícola privada de los koljosianos suponía la quinta parte de la producción agraria de la URSS y alrededor de un 60% de la producción de viandas, hortalizas y frutas de consumo diario de la población.

Al filo de los acontecimientos, se establece una relación estrecha entre Liberman y Oscar Lange que acerca los planteamientos económicos de la URSS y el resto de los denominados países socialistas europeos, con trascendencia en la totalidad de partidos comunistas, que inician un proceso de reformulación teórica en materia económica aceptando «relecturas de Marx» que fueron paulatinamente utilizadas en los posteriores desarrollos políticos.

A pesar de que el 15 de Octubre de 1964, en la reunión del Comité Central del PCUS, Jruschov es destituido, en Marzo de 1965 se inicia una nueva reforma económica que culminaría en la elaboración del Plan 1966-1970, en línea con los planteamientos de Liberman, Kantarovich, Malyshov… y en sintonía con Oscar Lange, Ota Sik… en otros países.

Las cuotas estatales de suministros de los koljoses se redujeron de nuevo, lo cual permitió poner a la venta mayores cantidades de productos agrarios en el mercado libre, para los que además, se acordó elevar los precios.

Al mismo tiempo, en Septiembre de 1965, el Comité Central implantó en el sector industrial el «Principio de Incentivos Materiales» como estímulo a la producción, cuya evolución culminaría en las leyes de 1981 de participación en los beneficios.

Es importante detenerse en este período, puesto que es la primera vez que desde la URSS se lanza una gran campaña de explicación dirigida a gobiernos y empresarios de los países capitalistas, sobre el alcance de las reformas.

Una muestra de ello son la gran cantidad de libros traducidos a varios idiomas de miembros de la Comisión Central de Planificación y de la Academia de Ciencias.

Entre ellos los de Mijail Bor, doctor en ciencias económicas y miembro del GOSPLAN, en los cuales realiza una amplia explicación de las reformas, aunque ya asume alguna contradicción:

         «… La independencia económica de las empresas ha sido consolidada y sus derechos en la planificación y dirección de la producción y las ventas han sido extendidas. Los planes contienen menos metas centralizadas.

         «Naturalmente la economía soviética no está libre de riesgos. Pueden surgir contradicciones temporales entre los intereses de las empresas por separado y los intereses de la sociedad como un todo…»

Asimismo el economista V. Sitnin publicaba en Kommunist de Septiembre de 1966 un largo artículo, en el cual afirmaba:

         «… La descentralización ofrece un mayor campo de libertad a la empresa. Es obvio que con la autonomía de la empresa, los precios jugarán un papel crucial en la determinación de qué se produce y por qué método.»

En esta etapa se recupera el concepto de «Jozraschot», aparecido en 1920 durante la NEP, que significaba independencia operacional y de responsabilidad de la empresa individual.

En relación a la agricultura y la reforma de los precios, Bor apunta que:

         «El mercado de granja colectiva, implica la posibilidad de una redistribución espontánea de los ingresos privados a favor de los vendedores».

En cuanto al diseño y tendencias de la reforma de 1966, existen bastantes similitudes con el Plan Monnet (Francia 1947-1953), El Primer Memorándum Sobre la Industrialización (Holanda 1948-1952), Programa de Desarrollo Económico (Noruega 1949-1952), El Programa de Desarrollo (Suecia 1949-1952), y sobre todo el Plan de Programación Económica (Bélgica 1962-1965).

Estos modelos capitalistas de programación o planificación indicativa como se les ha denominado, podemos describirlos como de estímulo estatal, coordinando a escala global  ciertos aspectos de la producción.

No se dirigen al control de todos los elementos de la economía de acuerdo con las posibilidades objetivas para el desarrollo armónico, sino sólo a estimular el crecimiento de los sectores llamados «dinámicos» de producción considerados de especial importancia comercial o estratégica, teniendo como eje fundamental la competencia.

En medio de esta vorágine de revisión en la construcción del socialismo en el este europeo y la URSS, aparecen también en otros lugares diversas posiciones enfrentadas a estas teorías.

Aunque sin ánimo de extensión en este tema ni de análisis de las posiciones mayoritarias durante estos años en China, tan sólo destacar que a partir de 1956 en contraposición a las teorías del Nuevo Curso, se desarrolla el denominado Gran Salto Adelante con una duración de una década, hasta 1965 en que se inicia la denominada Revolución Cultural.

De todos modos también en China existían diversas corrientes ideológicas partiendo del tronco común de la Teoría de las Fuerzas Productivas elaborada por Bernstein en 1899 en su obra «Las Premisas del Socialismo y las Tareas de la Socialdemocracia»

Su desarrollo en el seno del partido comunista Chino tiene como figura más relevante a Chen-Tu-Siu, con su obra «La Revolución Nacional China y Todas las Clases Sociales» escrita en 1923 pero mantenida como eje aglutinador de las posiciones reformistas.

Den-Xiao-Ping, en la década de los años 60 se alineaba  ya con estas posiciones.

En Cuba, con su naciente revolución que rompió los esquemas prefabricados de los diversos partidos comunistas latinoamericanos e incluso estaba enfrentada a las teorizaciones de los sectores mayoritarios del PCUS.

Se desarrollaba una corriente de opinión que cuestionaba los cambios que se estaban operando en la URSS e intentaba revitalizar el contenido marxista ya en declive en toda Europa.

En Febrero de 1964, el Ché publicó en la revista económica «Nuestra Industria», un trabajo analizando las teorizaciones sobre la autogestión financiera y señalando algunas contradicciones de la misma  con el marxismo.

         «… La diferencia más inmediata surge cuando hablamos de la empresa.

         «Para nosotros una empresa es un conglomerado de fábricas que tienen una base tecnológica parecida, un destino común para su producción o, en algún caso una localización geográfica limitada.

         «Para el sistema de cálculo económico (autogestión financiera) una empresa es una unidad de producción con una base jurídica propia.

         «Otra diferencia es la forma de utilización del dinero, en nuestro sistema sólo opera como dinero aritmético, como reflejo, en precios, de la gestión de la empresa, que los organismos centrales analizarán para efectuar el control de su funcionamiento.

         «En el cálculo económico, no es sólo esto, sino también el medio de pago que actúa como instrumento indirecto de control, ya que son estos fondos los que permiten operar a la unidad, y sus relaciones con los bancos son similares a las de un productor privado en contacto con bancos capitalistas a los que deben explicar exhaustivamente sus planes y demostrar su solvencia…

         «… Partiendo de la base de que en ambos sistemas el Plan General del Estado es la máxima autoridad, se pueden sintetizar analogías y diferencias operativas diciendo que la autogestión se basa en un control centralizado global y una descentralización más acusada, se ejerce el control indirecto mediante el rublo, por el banco, y el resultado monetario de la gestión sirve como medida para los premios; el interés material es la gran palanca que mueve individual y colectivamente a los trabajadores.

         «El sistema presupuestario se basa en el control centralizado de la actividad de las empresas; su plan y su gestión son controlados por organismos centrales, en una forma directa, no tienen fondos propios ni reciben créditos bancarios, y usa, en forma individual, el estímulo material directo pero limitado por la forma de pago de la tarifa salarial.

         «El tema del estímulo material versus estímulo moral ha dado origen a muchas discusiones entre los interesados en este asunto. Es preciso aclarar bien una cosa: No negamos la necesidad objetiva del estímulo material, sí somos renuentes a su uso como palanca impulsora fundamental.

         «Consideramos que, en economía, este tipo de palanca adquiere rápidamente categoría «per se» y luego impone su propia fuerza en las relaciones entre los hombres…«

Volviendo a la situación en Europa y la reforma en marcha, uno de sus teóricos, Ota Sik, planteaba:

         «… Durante el período 1959-1962 se puso en práctica un método de planificación que tenía por finalidad, por lo menos en ciertos sectores, revitalizar la Ley del Valor…»

Posteriormente, ya en 1968 en su «Síntesis de Propuestas Políticas y Económicas» encontramos:

         «… Hemos de avanzar hacia una síntesis progresiva de la planificación central macroeconómica con el juego de los mecanismos de mercado.

         Las empresas deberán andar por sí mismas entre el mundo de las condiciones del crédito, de los precios, de los salarios y de muchas cosas más.

         «El gobierno está dispuesto a ceder a los productores una cierta parte del beneficio obtenido con las fabricaciones más rentables. Estas medidas crearán las condiciones previas a la apertura de la economía al exterior, para que pueda afrontar la competencia…«

Más o menos los países socialistas europeos siguieron estas orientaciones.

Iniciaron procesos de inversión con capital proveniente de los países capitalistas, compras masivas de equipos modernos, etc.

Uno de los primeros resultados fué que en 1980 la deuda externa de los países socialistas con los países capitalistas alcanzó la cifra de 80.000 millones de dólares, de los cuales la RDA tenía una deuda de 10.000 millones y Polonia de unos 20.000 millones.

Los intentos de salida de este caos fueron distintos en los diversos países.

Sin pretender analizarlos uno a uno, tan sólo hecer referencia a dos de ellos, Polonia y Rumania que quedaron al borde del colapso económico.

Polonia aumentó los precios de los productos básicos en un 400% en Agosto de 1981.

Al mismo tiempo aumentó los precios de compra de los productos agrarios por parte del estado como concesión a los agricultores privados en un 85%. 

Esto no hizo otra cosa que agravar la situación económica, aumentar la deuda del estado, fortalecer las corrientes pro-capitalistas y recortar las subvenciones a las empresas estatales.

Rumania planteó intensificar la producción agraria y aumentar la extensión de la tierra cultivable al mismo tiempo que se iniciaba una ofensiva contra los propietarios privados de la tierra.

Una política tendente a la sustitución de importaciones, y el máximo aprovechamiento de la infraestructura industrial.

VI

La consolidación de los incentivos materiales individuales y colectivos, la acumulación de dinero, el aumento de las desigualdades,… tienen un hilo conductor: El camino hacia la revitalización de la propiedad privada y las relaciones capitalistas de producción.

Curiosamente mientras en 1968 en Checoslovaquia se argumentaba la necesidad de un cambio radical para mejorar las condiciones de la población, el propio Sik analizaba que de los 45.000 millones de coronas depositadas en cajas de ahorro, la mitad de ellas representaban excedentes dinerarios de una parte de la población de alto poder adquisitivo.

Asimismo en la URSS, en 1987 se calculaba que la cantidad de dinero ahorrado correspondiente al poder adquisitivo no satisfecho era de 100.000 millones de rublos.

En Enero de 1.990, según Ryzhkov, asciende ya a 165.000 millones, mientras la producción se estanca y una parte de la población atraviesa una situación de penuria económica, otra parte atesora.

Este capital acumulado básicamente pertenece a la clase dirigente empresarial defensora de la autogestión financiera en otros tiempos y actualmente partidaria de la economía de mercado, y de la acumulación de capital agrario proveniente fundamentalmente de los koljoses.

Las relaciones de producción crean el ser social y determinan en parte la conciencia; ésta se convierte en ideología y se concreta en la actividad política.

Por esto son posibles ciertos fenómenos como la aparición de miseria al lado de unos «excedentes» de riqueza.

A modo de reflexión vale la pena recordar a Engels en su «Esbozo de una Crítica de la Economía Política» en la que desarrolla maravillosamente lo que posteriormente sería una de las bases sobre las que se asienta el pensamiento marxista.

En sus conclusiones incluye una pequeña síntesis sobre la competencia:  

         «… La competencia ha penetrado en todas las relaciones humanas y ha completado la servitud humana en todos sus aspectos. La competencia es el móvil que agita repetidamente nuestro orden social  -o mejor dicho, nuestro desorden social-. Pero con cada nuevo esfuerzo, la competencia mina también una parte decreciente de nuestro sistema social.

         «Todos los que conozcan las estadísticas criminales deberían sentirse golpeados por la peculiar regularidad con que el delito avanza cada año. Es más, determinadas causas causan determinados delitos. De un año a otro se puede predecir con exactitud para cualquier gran ciudad o distrito el número de detenciones, el número de asesinatos, de casos criminales, de robos y de faltas.

         «Esta regularidad demuestra que incluso el delito está sometido a la competencia.

         «Muestra que la sociedad crea una demanda de delitos que encuentra la correspondiente oferta.

         «La uniformidad de las estadísticas demuestra que el delito presiona sobre los medios de punición como la población presiona sobre los medios de ocupación. Dejo a los lectores la tarea de decidir si es justo castigar a los criminales en estas circunstancias…

         «Lo que quiero es demostrar la extensión de la competencia a la esfera moral y mostrar la profunda degradación en que ha caído el hombre por culpa de la institución de la propiedad privada.»

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