3 de octubre de 2019

Proyección del Acorazado Potemkin

El sábado 5 de Octubre, a las 19,30 horas, se proyectará en la Sala Nueva Estafeta del Ateneo de Madrid (C/ del Prado 21), el clásico soviético de Serguéi Eisenstein "El acorazado Potemkin", dentro del ciclo "Obras Maestras del Cine Soviético"

Este acto está organizado por la Sección de Cine del Ateneo de Madrid con la colaboración de la Asociación de Amistad Hispano-Soviética (AAHS).

Tras la proyección, como es norma del ciclo, tendremos un amenizado debate con sugerencias, indicaciones y aportaciones de todos los presentes.

Ponencia.



El acorazado Potemkin, magistral renovación de la cinematografía.

Por Nestor Guadaño


Para conmemorar el 20º Aniversario de la Revolución social de 1905, a propuesta del Consejo de Comisarios del Pueblo, se realizaron diversos guiones  en 1925, de los cuales se realizaron dos películas “La Madre” y “El acorazado Potemkin”. 

En palabras del director:
La película está trabajada como un todo orgánico en el que cada uno de sus elementos funciona en pos de una composición que mantiene en su núcleo lo particular en función del todo. Cada una de las partes en que se puede dividir la cinta es funcional en un nivel superior de lectura, es decir, en la generalidad. Por otra parte el patetismo (pathos), con la sucesión y cambio constante en las cualidades de la acción, genera en el espectador una emoción que lo lleva a realizar mediante un proceso psicológico una reflexión intelectual de acuerdo al tema propuesto.

La película reproduce el motín realmente ocurrido en el acorazado “Potemkin” en 1905, cuando la tripulación se rebeló contra los oficiales del barco. Mientras en la ciudad tras la huelga general, estalla la revolución. En el acorazado tiene lugar la épica salida de la rada de Odessa, siendo cierto que los barcos del ejército ruso no abren fuego contra el acorazado, huyendo a Rumanía. 

En la película no se comenta que fue del buque y sus marinos. El acorazado y su tripulación tendrán diferentes destinos. El gobierno rumano sólo accede a acogerlos si devuelven el acorazado al zar. Muchos marineros que se quedan allí retornarán a Rusia cuando estalle la revolución de 1917. Otro grupo de marineros huye a Argentina. El marinero Iván Beshov se instala en Irlanda. Murió en 1987 a los 102 años de edad. Fue el último superviviente del acorazado Potemkin.

La cinta está considerada como una de las mejores de la historia del cine, una de las más estudiadas en las escuelas de cine por su técnica de montaje y una de las más influyentes de todos los tiempos.

Su función

Lenin quien dijo que "de todas las artes, el cine es para nosotros la más importante”. 

Tras la Revolución de Octubre, Eisenstéin se dedica al Teatro del Arte en Moscú, asimilando las ideas de Vsevolod Emilievich Meyerhold. Excelente teórico teatral, director de escena y actor, Meyerhold hereda y comparte las ideas simbolistas en los montajes teatrales. Pero su teoría de la Biomecánica aplicada a la dirección de actores causa una profunda impresión en Eisenstein desde sus tiempos como director de teatro. La fuerza expresiva de sus actores en la pantalla tiene mucho que ver con las enseñanzas adquirida en la dirección de actores.

A Eisenstein encontró caduca la técnica cinematografíca que mostraban escenas estáticas, como estampas seleccionadas de una exposición, ni la cámara inmóvil de principios del siglo XX y buscó en el movimiento de imágenes lo que transmitía la dinámica de la vida real. Estos conceptos encajan en sus concepciones materialistas en el arte, con una dialéctica para mostrar las contradicciones de las tramas de sus películas.

Así pues, en 1925, Sergéi Mijáilovich Eisenstein, tiene 26 años. Con una gran experiencia en la dirección teatral acababa de estrenar su primer largometraje La huelga (1925). Generando una gran expectación en la esfera cultural soviética, consagrándose como un revolucionario director que crea nuevas técnicas cinematográficas.

Comenzada la filmación en Leningrado, se traslada el equipo a Odessa para poder rodar con mejor tiempo. Cuando ve las escaleras de la escalinata, comprende que puede contar mejor la historia rebelde de aquel año, centrándose en un acontecimiento célebre acaecido en esta villa.

Se documenta intensamente en los sucesos de la sublevación del Potemkin y la ciudad. El detonante del amotinamiento del acorazado “Potemkin”, la situación de  la carne podrida que los oficiales quieren que los marineros se coman. Con este motín apoyan la lucha revolucionaria que se estaba produciendo en Odessa y en toda Rusia. Junto con Nina Agadzhánova, adapta un guión de acontecimientos que penetre en los espectadores, creando un proceso secuencial siguiente:
  • Hombres y las larvas (Люди и черви)
  • Drama en el Golfo de Tendra (Драма на Тендре)
  • El muerto clama (Мёртвый взывает)
  • La escalera de Odesa (Одесская лестница))
  • Encuentro con la escuadra (Встреча с эскадрой).
El rodaje se llevó a cabo en sólo tres meses, y es filmada con actores no profesionales, destacan la expresividad de los primeros planos y una estética donde la exaltación del grupo va cobrando fuerza a medida que se desarrolla la película. 

El estreno de la película tuvo un prólogo especialmente didáctico. 

En aquel año de conmemoración, junto a los actos y conferencias, se creía que una película tenía que girar alrededor de una estrella consagrada como en los filmes europeos o de Hollywood. Muchos miembros de los departamentos culturales no creían que un director novel, con técnicas novedosas, tuviese la responsabilidad de crear un proyecto conmemorativo de tanta envergadura, pues no creían que la población soviética estuviese preparada para apreciar esos avances cinematográficos. Dos días antes del estreno, el borrador esencial del montaje fue presenciado en casa de Vladimir Mayakovski, que entonces tenía la responsabilidad del Departamento de Artes Escénicas del Comisariado de Cultura de la URSS. Después de verla, Vladimir consideró “que su visionado es primordial para toda la población y especialmente para las escuelas soviéticas”. A los dos días tras su estreno se proyectó en las grandes ciudades soviéticas, con un éxito impresionante.

La película se estrenó el 21 de diciembre de 1925 en el Teatro Bolshói. Según el testimonio del propio Eisenstein, el montaje final, (cuyo último rollo lo empalmaría con su propia saliva), se terminó momentos antes de la proyección del filme.

Creo que Eisenstein es el montador más importante de toda la historia del séptimo arte. Aún hoy, la película es considerada en todas las escuelas de cine, el comienzo del 7º Arte por su particular técnica evolutiva, en el montaje, en la conjunción de escenas superpuestas y en las abruptas interrupciones dramáticas.

Nadie que ame el séptimo arte debería perdérsela. Hay una revolución rusa que asaltó el Palacio de Invierno, pero hay otra que definió en 90 minutos de intensidad cinematográfica, los fundamentos de la cinematografía. Que inició con La Huelga, y continuó con este filme.

Sus grandes hallazgos 

Las teorías sobre el uso enfático del montaje de Eisenstein se recogen por igual en sus escritos y en sus películas. Su “montaje intelectual” se basa en la yuxtaposición de dos ideas autónomas que, unidas, generan un tercer concepto en la mente del espectador. Es una idea consecuente en su forma de rodar, especialmente en su periodo mudo, porque para acercar visualmente las ideas crea el llamado “montaje de atracciones”, acerándose al mundo del circo y las varietés.

Su técnica se conoce como “montajes cortos”, es decir, cambios rápidos de planos generales con secuencias escogidas. La frecuencia de los fotogramas así mostrados transmiten un aceleramiento e intriga, como se respiraba durante la revolución rusa y esto sumió a los espectadores en estado de shock. 

Hasta entonces los espectadores iban al cine para distraerse, con tramas intrascendentes, como su anterior obra con El acorazado Potemkin, el público se sintió como un indignado marinero, que se topa con la crueldad e injusticia de las autoridades. 

La inmortal escena de las escaleras de Odessa, tiene una fuerza emocional difícil de lograr. Cuenta con 200 fotogramas y se convirtió en una poderosa metáfora del sufrimiento del pueblo. Ese héroe colectivo, sufriente, donde van desfilando típicos personajes, con unos planos reflexivos, con inserciones de arte cubista en la composición de las escenas y los encuadres, crea una atmósfera de epopeya popular,  revolucionaria (especialmente, en la versión sonorizada de 1950, hoy desaparecida). Todo ello, pues, adquiere un carácter lírico emocionante, subrayado por un ritmo dinámico que provoca el entusiasmo tanto ideológico como artístico, que a nadie deja indiferente.

Mediante cientos de planos (la película cuenta con 1029 planos, una auténtica barbaridad para la época, extendiendo la duración de la cinta) se nos sumerge en el alzamiento popular contra la represión de las autoridades zaristas y cómo las fuerzas armadas del gobierno reprimen esta insurrección.

Analizando las escenas, todo el rodaje tiene el sello de la genialidad, con juegos de planos cortos como los leones despertando (tres imágenes de estatuas de leones), planos detallados de manos, brazos, caras, objetos o miradas, o la utilización de travellings y ángulos picados y contrapicados, sumergiéndonos en el horror sufrido por los trabajadores de Odessa.

Una característica que aflora al lenguaje de Eisenstein es que, añadiendo a sus dotes como director, montador, orador, políglota… además era un enamorado de la cultura japonesa. Su extraordinaria teoría del montaje intelectual se basa en la estructura de los ideogramas japoneses, donde dos caracteres se contraponen para crear un tercero.

Y su inspiración sigue durando

La música fue escrita originalmente por Edmund Meisel. En la sala cuando se proyectó la película tocaba una orquesta de salón compuesta por flauta, trompeta, trombón, percusiones y cuerdas. Mark-Andreas Schlingensiepen depuró la obra, con una adaptación para piano. 

Ha habido muchas bandas sonoras en Europa y los EEUU. Especialmente memorables fueron realizadas en la URSS. En los años 40 se tocó la sinfonía patética de Tchaikovski. Posteriormente realiza otra banda sonora en los años 50 el compositor Nikolai Kriúkov. En 1976, el Fondo Estatal de Cine de la URSS, encarga a Dmitri Shostakóvich una nueva banda sonora. Este hace una obra de arte: recoge trozos de su sinfonía nº 11 “1905”, y partes de la 4ª, 5ª, 8ª y 10ª. El acoplamiento, teniendo en cuenta que las partituras son posteriores, es genial.

Charles Chaplin y Billy Wilder consideraban que El acorazado Potemkin era su película favorita. Buñuel enloqueció el día que fue a verla. Steven Spielberg, Brian De Palma o Francis Ford Coppola han homenajeado la escena de la escalinata en sus películas. 

Después de su estreno en la Unión Soviética, la película fue exhibida en Estados Unidos. Se exhibió en Alemania una versión retocada suprimiendo las escenas del enfrentamiento de los soldados con el pueblo. La película fue prohibida en Alemania (durante el régimen nazi), Francia, Gran Bretaña, España, y otros países, por sus contenidos revolucionarios (aunque se levantó la prohibición durante la Segunda República, a través de la distribuidora Film Popular, que pertenecía al Partido Comunista, luego productora del PCE y del PSUC en Barcelona), y así solo pudo volver a verse en España hasta 1977. 

Después del Golpe de Estado de Jruschov en 1956 contra la Construcción del Socialismo, en la Unión Soviética tuvo lugar una revisión de los contenidos. No solamente algunas de sus partes fueron modificadas (supresión de planos, subtítulos más cortos, revisión del lenguaje de los obreros, quitar la bandera roja que Eisenstéin coloreó fotograma a fotograma, etc.), sino que su distribución y exhibición fueron menos extensas dentro y fuera de la URSS. Porque tanto Dmitri como Eduard Tissé lograron no solamente un extraordinario avance fílmico sino un vehículo revolucionario como pocas películas han logrado.

En el Iº Festival Internacional de Cine Europeo una votación realizada entre 6.000 cineastas eligió ‘El acorazado Potemkin’ como la mejor película europea de todos los tiempos.



Fuentes consultadas:
 
    * La forma de realización cinematográfica, textos de S.M. Eisenstéin. Compilación de ensayos. Editorial siglo veintiuno.
 


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