Fue la época del enfrentamiento de la cúpula revisionista del PCUS contra los postulados de la PCCh. Si en China Popular, hubo un movimiento de rectificación con aciertos y errores llamado "Revolución Cultural", en la Unión Soviética alentó la lucha contra la degeneración ideológica y destrucción del socialismo alentada por Jruschov, Breznev y sus seguidores.
Esta lucha abarcó desde el Golpe de Estado del 56 hasta la extinción de la URSS. Fue silenciada en todo el mundo, desde el PCUS, hasta los medios de comunicación occidentales y los historiadores.
En nuestras páginas hemos relatado muchos de estos sucesos, en Georgia, en Yaroslav, la gesta de Valeri Sablin, etc.
Subimos por su interés la parcial traducción de Cubatalla. Nuestra organización está recogiendo materiales y datos para una más detallada exposición en próximos artículos.
Por Cubatalla.wordpress.com. Escrito por Alexei Volynets, (1) recogido por Templando el Acero.
En la historia del movimiento de disidentes en la URSS, por las
razones conocidas, está acentuada su parte”democrático”, pro-occidental.
A los nacionalistas del “partido ruso” y a varios disidentes de
izquierda se les ha prestado mucho menos atención. Pero lo menos
tuvieron suerte los seguidores de Mao quienes venían desconocidos por
“las voces occidentales” de aquel tiempo así como han estado omitidos
por los historiadores contemporáneos. Mientras tanto, los que trataban
de repetir las lecciones de la “Gran Revolución Cultural” en la URSS
eran no menos numerosos que los que predicaban en la Union Soviética los
modelos de la democracia occidental.
Después de la muerte de Stalin, y sobre todo después del XX Congreso
del PCUS, para muchos ciudadanos soviéticos que sinceramente creían en
el comunismo, Mao Zedong de una manera natural se hizo el líder del
movimiento comunista internacional. El compañero Mao, viejo guerrillero
emérito quien había llevado bajo la bandera roja al pueblo más numeroso
del planeta, a título del líder internacional reconocido por todos les
salía ganando evidententemente a los burócratas profesionales con
biografías indistintas del tipo Jruschov.
Nikita Jruschov de vacaciones, 1963. Foto: Vasily Egorov / TASS Newsreel
Y éste sintió ese malestar muy rápido. Por poner un ejemplo: En marzo
de 1962 el trabajador cuadragenario Kulakov, el miembro del PCUS, quien
trabajó en la construcción de la central hidroeléctrica de Bratsk, le
envió una carta a Jruschov. En esta carta el proletario le escribió sin
tapujos al primer secretario del Comité Central: “La mayor parte del
pueblo soviético considera a Usted como el enemigo del partido de Lenin y
Stalin. En pocas palabras, eres un trotskista sobreviviente […] Lenin
soñaba que China fuera un amigo del pueblo soviético, el compañero
Stalin cumplió este sueño, mientras que tú has roto esta amistad. Mao
está en contra de que difames al partido de Lenin y Stalin. Ellos
marchaban valientemente contra los enemigos de la revolución y en una
batalla abierta salían ganando y no tenían miedo ante las cárceles,
mientras que tú eres un cobarde y provocador. Al estar vivo Stalin,
fuiste tú quien le daba besos al culo y ahora estás tirándolo por el
barro […]”
Por
esta carta Kulakov fue acusado de la “propaganda antisoviética” y
condenado a un año de prisión. Y las intervenciones como ésta, a menudo
públicas, fueron no pocas en aquel entonces. El 18 de marzo del mismo
año 1962, durante las elecciones al Soviet Supremo de la URSS en Kiev,
el presidente del koljós Boris Lóskutov, militante del PCUS,
distribuyó octavillas con el texto siguiente: “¡Viva el gobierno
leninista sin el charlatán y traidor Jruschov! La política de este
insensato condujo a la pérdida de China, Albania y millones de nuestros
antiguos amigos. Nuestro país está llevada a un callejón sin
salida.¡Apretemos las filas! ¡Salvemos a la Patria!” El arrestado
presidente del koljós fue condenado a cuantro años de prisión.
El 18 de julio de 1963 en la cuidad de Mena en Ucrania, Ivan
Panasetsky, el pintor del teatro, de 27 años de edad, hizo y pegó las
pancartas con las consignas: “La anarquía jruschoviana mataba por decir
la verdad bajo Stalin para usurpar el poder después”, “¡Abajo la
anarquía jruschoviana! ¡Viva el Partido Comunista de China!”, “¡Viva Mao
Zedong – el líder de los trabajadores del mundo “!
En
las décadas de 1960 y 1980, docenas de grupos maoístas operaban en el
país, luchando contra la "degeneración burguesa" de la burocracia. (2)
En la noche del 3 al 4 de agosto de 1963 en Batumi (Georgia), donde
una vez el joven Stalin había comenzado su actividad práctica
revolucionaria, tres ciudadanos de la URSS – de 28, 24 y 23 años, todo
los tres los militantes del Komsomol, pegaron por la ciudad las
octavillas en las cuales exigieron el derrocamiento de Jruschov y la
defensa del honor de Stalin. En las octavillas los jóvenes comunistas
escribieron: “¡Nuestro líder es Mao Zedong!” y “La URSS necesita a un
Mao Zedong”.
El 1 de junio de 1964 en Donetsk (Ucrania), el minero de 37 años
Vasily Poluban pegó por la ciudad las octavillas con las llamadas:
“¡Mantengan el contacto con la China popular-democrática que lucha por
la paz y la democracia en todo el mundo! ¡Lenin! ¡Stalin! ¡Abajo
Jruschov!”, “Lenin y Stalin vivirán para siempre. ¡Fuera la dictadura
jruschoviana que le ensucia los sesos a la clase obrera!”, “¡Viva el
partido de Lenin y Stalin que lleva a la victoria, a la consolidación
del comunismo! ¡Abajo Jruschov! ¡Vivan los amigos de China!”.
Esto han sido sólo unos pocos ejemplos de la disidencia “roja” en
aquellos años, cuando el líder formal de la URSS Jruschov fue
contrapuesto al líder informal del movimiento comunista internacional
Mao. Semejantes estados de ánimo, entre otras cosas, contribuyeron a la
exoneración de Nikita Jruschov en 1964. Pero y después de su destitución
los intervenciones de ciudadanos soviéticos en apoyo de las ideas de
Mao no se acabaron. Tanto más que en China se observaba entonces el
vértice de la Revolución Cultural, por lo tanto mucha gente soviética no
tenía nada en contra de aplicarles a sus burócratas la práctica de los
Hong Wei Bing (guardias rojos).
De enero a marzo de 1967 en Moscú, el estudiante de la escuela
técnica de aviación A.Makovsky (de 21 años) distribuía repetidamente las
octavillas en las que, según lo escrito en su expediente por los
interrogadores de la Fiscalía General de la URSS, “predicaba ciertas
ideas de Mao Zedong”. Una parte de esas octavillas fue esparcida en la
Plaza Roja, cerca del Kremlin. Dicho sea de paso que esta acción había
tenido lugar un año antes de la “demostración de los siete” en agosto de
1968 que de inmediato fue propagada ampliamente y enarbolada por todos
los medios de comunicación occidentales.
El 13 de febrero de 1967 en Komsomolsk-na-Amure el militante de
Komsomol de 20 años, ingeniero V.Ermojin, el militante de Komsomol de 21
años, estudiante de medicina M.Chirkov y el militante del PCUS de 30
años, buzo profesional P.Korogodsky pegaron las octavillas en las cuales
estuvo escrito, entre otras cosas: “¡Mao Zedong es el sol brillante
para nuestros corazones! ¡Comunistas proletarios, luchen contra la
pandilla de revisionistas modernos, sucesores de Jruschov!”.
Casi al mismo tiempo, el 16 de febrero de 1967, en otro extremo de la
URSS, en Donetsk ucraniano, el minero de 35 años P.Melnikov fijó en el
tablero con pancartas su octavilla en donde enaltecía a Mao Zedong y
llamaba al derrocamiento de Brezhnev.
Esto han sido sólo algunos ejemplos de semejantes acciones que
quedaron conservados para nosotros en los expedientes de la Fiscalía
General y del KGB. Pero además de tales intervenciones personales, en la
Unión Soviética de aquellos años surgían también los círculos
organizados de la “clandestinidad comunista” que se apoyaban en las
ideas y consignas de la revolución maoista.
Uno de los primeros grupos de este tipo surgió en 1964 en Ucrania, en
la región de Jarkov donde las palabras “tradiciones proletarias” aún no
se hicieron completamente la frase hecha de la propaganda tardía
soviética. Allí, en la ciudad de Balakleya se formó el grupo marxista
“El partido revolucionario comunista de obreros y campesinos”. Sus
fundadores eran los hermanos Adolf y Vladimir Romanenko. Vladimir (35
años) trabajó como electricista en Jarkov, luego estudió en la Facultad
del Periodismo en la Universidad de Leningrado. Su hermano Adolf (33
años) trabajó en el periódico distrital “Hoz y martillo”.
En septiembre de 1964, los hermanos Romanenko prepararon un proyecto
del programa de su partido en el que se decía, entre otras cosas:
“La brecha entre los salarios del trabajador promedio, por un lado, y
los especialistas de alto rango así como los burócratas del PCUS, por
otro lado, sigue aumentándose cada día más. […] Hasta hoy día la
burocracia y incluso los órganos del llamado control estatal-partidario
siguen robando el plusproducto de los productores del mismo […]
La aserción de que la dictadura de la clase obrera haya caído en
desuso, le conviene no a la clase de obreros, no a la clase de
campesinos, sino a los que padecen dolor de muelas en cuanto se menciona
la dictadura de la clase obrera, para quienes sería más cómodo robar el
plusproducto en el marco de un Estado semi-burgués “de todo el pueblo”.
Cuando el partido en el poder no lucha contra esto, sino contribuye a
esto jurídicamente, entonces este partido es un partido pequeñoburgués.
[…]
El PCUS agotó sus capacidades de un partido político que fuera capaz
de llevar tras de sí las masas por el camino esbozado por el prócer
Lenin. […] Por lo tanto ya no se puede dilatar. Hay que pertrechar lo
más pronto posible a la clase de obreros y el campesinado koljosiano con
una verdadera teoría revolucionaria marxista. […] Para eso es necesario
crear en todas las plantas, fábricas, koljoses y sovjoses,
instituciones docentes y unidades militares las organizaciones que vayan
a explicar la esencia revisionista de los planteamientos del nuevo
programa del PCUS”.
En 1965-1967 en Moscú funcionaba un pequeño grupo marxista que fue
encabezada por dos colaboradores científicos del Instituto de la
economía del sistema socialista mundial – el ciudadano chino de 35 años
Go Dang Tsin y el ciudadano de la URSS de 30 años G.Ivanóv. Ellos juntos
divulgaban en Moscú la literatura propagandista china así como crearon
una serie de sus propios materiales propagandistas que ellos llamaron
“El manifiesto del socialismo (Programa del Partido revolucionario
socialista de la Unión Soviética)”. En febrero de 1967 Go Dang Tsin y
Ivanóv fueron arrestados por el KGB.
En 1968 en Moscú el albañil de 30 años G.Sudakóv y su hermano de 20
años V.Sudakóv crearon un pequeño grupo llamado “La Unión de la lucha
contra el revisionismo”. De febrero a junio de 1968 ellos divulgaban la
literatura recibida de China revolucionaria así como sus propias
octavillas que habían sido imprimidas por los hermanos en un primitivo
utillaje tipográfico manufacturado.
"Guardias Rojos" chinos, 1969. Foto: RIA Novosti, archivo
El 24 de febrero de 1976, al mismo día que comenzó el XXV congreso
del PCUS, en el centro de Leningrado cuatro jóvenes dispersaron y
pegaron a las casas más de 100 octavillas manuscritas que se concluían
con el llamamiento: “¡Viva la nueva revolución! ¡Viva el comunismo!”.
Sólo al cabo de unos años el KGB logró esclarecer que los participantes
de esa acción eran los estudiantes universitarios del primer año
A.Tsurkóv, A.Skóbov, A.Réznikov y el alumno del décimo grado F.Fomenko
quienes organizaron el ilegal grupo marxista “Escuela leningradense”.
En 1977-1978 los líderes de la “Escuela leningradense” organizaron en
una casa del suburbio de Leningrado la comuna donde jóvenes vivían
juntos, estudiaban y después difundían entre estudiantes las ideas de
Mao. Para el año 1978 la “Escuela leningradense” estableció vínculos con
estudiantes simpatizantes de Moscú, Gorky, Riga y otras ciudades de la
URSS. Durante el intento de organizar una conferencia ilegal de jóvenes
que tuviera por objeto la creación de una gran asociación, “Unión
revolucionaria comunista de jóvenes”, los líderes de la “Escuela
leningradense” fueron arrestados por el KGB.
Poco tiempo después de su arresto, el 5 de diciembre de 1978 en
Leningrado ocurrió un suceso sin precedentes: junto a la Catedral de
Kazan (donde en 1876 tuvo lugar la primera manifestación grande de
estudiantes en contra del zar) se reunieron algunas centenas de jóvenes
universitarios y de escuelas quienes protestaban contra ese arresto.
Cerca de 20 personas fueran detenidas. Durante el proceso contra el
líder de la “Escuela leningradense” A.Tsurkóv, de 3 a 6 de abril de 1979
se reunió también una gran cantidad de estudiantes para protestar ante
el juzgado. Arkady Tsurkóv fue condenado a 5 años de régimen estricto y a
2 años de confinamiento.
Pero las ideas revolucionarias maoistas iban preconizadas no sólo por
estudiantes y alumnos. Los documentos muestran que hubo al menos un
grupo ilegal de marxistas quienes no sólo estudiaban la experiencia y
las ideas de Mao, sino participaban también prácticamente en la
organización de huelgas exitosas de obreros soviéticos. Se trata del
grupo político “Centro obrero” que se formó en los setenta del siglo XX
en la ciudad industrial Kuibyshev (Samara). Este grupo pretendía crear
un partido ilegal marxista, “El partido de la dictadura del
proletariado”.
Los líderes de esta organización eran G.Isaev, de 31 años, obrero del
taller de fundición, y A.Razlatsky, de 39 años, ingeniero petrolero.
Fueron Isaev y Razlatsky quienes inspiraron y organizaron una serie de
huelgas en las fábricas de Kuibyshev en 1974. Al cabo de dos años su
organización ilegal marxista ya contaba con más de 30 activistas
clandestinos. Se debe reconocer que el “Centro obrero” era una de las
más exitosas organizaciones de disidentes en cuanto a los métodos del
trabajo clandestino: sus activistas habían estudiado muy esmerada y
determinadamente la experiencia clandestina de los revolucionarios rusos
ante 1917 así como la de los guerrilleros de la Gran Guerra Patria. En
virtud de ello el “Centro obrero” logró funcionar con éxito de 1974 a
1981.
Para los inicios de los ochenta los activistas del “Centro obrero”
habían establecido vínculos ilegales con sus correligionarios de muchas
ciudades de la URSS, desde Moscú hasta Tiumén. Se planteó la cuestión de
establecer una ilegal organización revolucionaria marxista que habría
sido llamada “El partido de la dictadura del proletariado”. Para aquel
tiempo el número de los activistas clandestinos del “Centro obrero”
montó a algunas centenas de personas.
En 1976 los líderes del “Centro obrero” escribieron “El manifiesto
del movimiento revolucionario comunista” en donde se decía, entre otras
cosas:
“El golpe contrarrevolucionario en la URSS ocurrió tan
silenciosamente y del modo tan inesperado que nadie logró percibirlo. La
administración que hoy en día rige en la URSS dictatorialmente, a lo
largo de décadas ha logrado hacerse pasar por una regencia
marxista-leninista y les sigue tomar el pelo a los obreros con su juego a
democracia. Incluso el movimiento comunista internacional en su mayoría
está lejos de una justa evaluación marxista de lo que sucede en Rusia.
Pero el golpe contrarrevolucionario sí ocurrió, por lo tanto lo primero
que debemos hacer es constatar el hecho mismo del golpe.
En 1961 en el Programa del PCUS y más tarde en la Constitución de
1977 las tareas de la dictadura del proletariado se consideraron
cumplidas y la Unión Soviética fue declarada el Estado de todo el
pueblo. Pero los marxistas de todos los tiempos sabían y saben que hasta
que el proletariado que venció no logre prescindir del Estado
completamente, este Estado no puede ser algo otro que la dictadura
revolucionaria del proletariado.”
Los activistas del “Centro obrero” invitaban a estudiar esmeradamente
la experiencia de la China comunista: “La política del “Gran Salto” fue
un intento de incentivar la iniciativa de las masas, despertar entre
ellas una actitud consciente hacia los acontecimientos, por un camino
relativamente pacífico”. […] La Revolución Cultural fue un llamamiento
directo a la represión de la burocracia cuajada, un intento de
demostrarles a las masas con hechos crueles lo que ellas son el dueño
máximo del país, lo que ellas son omnipotentes en sus acciones
colectivas. La muerte de Mao significó para China, al igual que la
muerte de Stalin para la URSS, que la dictadura del proletariado se
acabó".
Notas:
1.- El artículo original se titula en ruso: Los seguidores de Hung-wei-ping (Los Guardias Rojos) "¡Se necesita el Mao Zedong en la URSS!".
2.- Con esta frase comienza el artículo.
El enlace original es:
https://rusplt.ru/policy/sovetskie-hunveybinyi-sssr-nujen-mao-dzedun.html
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