10 de octubre de 2015

En el 70º Aniversario de la Fundación del Partido del Trabajo de Korea, el relato de Ju Won Mun

Por Oleg K. Recogido de la Agencia de Noticias ACNC.


El estudiante de la Universidad de Nueva York de Estados Unidos, Ju Won Mun, ciudadano norteamericano de origen surcoreano quien fue detenido al entrar ilegalmente en la República Popular Democrática de Corea, concedió el día 25 en esta capital una rueda de prensa interior y exterior.

Ju Won Mun, estudiante surcoreano de la Universidad de Nueva York, está siendo investigado por Corea del Sur.

Ju Won Mun entró ilegalmente en Corea del Norte, engañado por la propaganda estadounidense y fue detenido. Su intención era comprobar si lo que decía la propaganda yanki era cierto. Pasó meses en Corea del Norte, en que tuvo oportunidad de convivir con los norcoreanos, visitar centros de estudio, culturales, deportivos y de trabajo. Poco antes de salir del país, dio una rueda de prensa en que denunció que la propaganda americana no tenía nada que ver con la realidad que había visto.

Ahora, Corea del Sur aplica contra él la Ley de Seguridad Nacional, que persigue las visitas no autorizadas a Corea del Norte y hacer cualquier comentario que beneficie a este país.

Se especula con que la intención de Corea del Sur puede ser obligar a Ju Won Mun a retractarse de lo dicho públicamente, bajo amenaza de cárcel: que diga que en el Norte le obligaron a dar esta rueda de prensa.

La hipocresía y la represión occidental, al descubierto.



Traducción comparecencia:

En la ocasión Ju Won Mun pronunció. Según sus palabras, "Tengo 21 años de edad y vivo en New Jersey de EE.UU. Nací el 9 de abril de 1994 en Seúl del Sur de Corea y fui a EE.UU. junto con mis padres en marzo de 2001 cuando tenía 7 años de edad. 

Después de pedir la ausencia temporal a la universidad hasta agosto de este año, salí el 28 de marzo de EE.UU., entrando ilegalmente el 22 de abril en la RPDC vía Seúl e Inchon desde el Sur de Corea, y entrando por Dandong en China, donde fui detenido. El motivo y objetivo de mi entrada ilegal reside en mi curiosidad sobre la realidad de la RPDC, viendo y oyendo los datos negativos que se manifiestan sobre ella, a través de los medios de prensa y el Internet cuando vivía en EE.UU., y quería experimentarlos en carne propia.

El gobierno de la RPDC me trató humanitariamente, aunque se le trate de criminal, manifestándoles mi deseo de experimentar la realidad. Con este objetivo y el sentido del deber, de revelar cuál es el reconocimiento tergiversado, en la sociedad norteamericana en general, sobre la RPDC al dar a conocer tal como es, cuando comprobé lo que sentí al estar recorriendo varios lugares, incluyendo la ciudad de Pyongyang, por todo ello pedí la entrevista con los periodistas nacionales y extranjeros... 

La RPDC es una sociedad centrada en las masas populares donde todo sirve para los intereses del pueblo, los teatros, las bibliotecas y otros edificios magníficos y hermosos son para los ciudadanos generales, y son llamados junto con el nombre "pueblo". Por ejemplo, el Palacio de Estudio del Pueblo, es la biblioteca de gran tamaño en que estudia todo el pueblo. Allí no personas específicas, sino todos los habitantes como los obreros y campesinos, leen varios libros y aprenden las lenguas extranjeras, música y otras asignaturas gratuitamente a expensas del Estado. Además recorrí el Palacio de Escolares y Niños de Pyongyang, donde no pude contener la admiración al saber el hecho de que en la RPDC todos los niños talentosos florecen a sus anchas en sus deseos, aprendiendo gratuitamente la música vocal, la danza y los instrumentos musicales sin ninguna preocupación por los gastos para estudios bajo la atención del Estado.

Los edificios recorridos para mí tienen un punto en común, y es que todos fueron construidos por la iniciativa y la dirección del Presidente Kim Il Sung, el Dirigente Kim Jong Il y el Mariscal Kim Jong Un, para fomentar el bienestar del pueblo. Viendo a los huérfanos que viven en el Hospicio y Orfanato de Pyongyang, sin envidiar nada a nadie en el mundo, me dé cuanta de que todos los habitantes de la RPDC apoyan unánimemente a los grandes líderes y al Mariscal. 

Presencié el aspecto de elegir a los diputados a los órganos del poder local. Los lugares de sufragio no fueron un patio para hacer la competencia entre sí, sino el lugar donde los habitantes apoyan a los candidatos a diputados, y éstos prometen servir para la sociedad. Es claro que no pude buscar nada del "problema de derechos humanos" y la "política represiva" de que habla tanto el Occidente. 

En el Museo Conmemorativo de la Victoria en la Guerra de Liberación de la Patria y el Museo de Sinchon, ví varios datos de testigo que muestran la provocación de la guerra coreana no por la RPDC sino por EE.UU. y otros, de las barbaridades cometidos por las tropas norteamericanas durante la pasada guerra coreana. Los datos de genocidio indescriptible que cometieron usando el clavo, la sierra, etc. se prueban por las fotos y los testigos. Lo más inolvidable es haber encarcelado por separado a los niños y sus madres en unos depósitos, y matado quemados al lanzarles la gasolina. Me encontré con uno de 3 sobrevivientes en el lugar de asesinato de entonces, para escuchar el relato de tal barbaridad, y visité el lugar de la masacre. Colocando un ramo de flores ante la tumba de los niños asesinados, pensé por qué no se refirió de nada a tales crímenes en las clases de las escuelas superiores, y en otras ocasiones. 

Al experimentar la realidad de la RPDC, pienso en que es una tragedia y tristeza luchar entre sí aunque son connacionales. Ahora debemos olvidar el pasado y avanzar hacia el futuro radiante por la reunificación. Deseo que mi experiencia se transmita a muchos hombres del mundo, especialmente, a los norteamericanos y surcoreanos, y pienso en que los pueblos y los medios de prensa conscientes del mundo deben reconocer y respetar a la RPDC. Demando que EE.UU. y el gobierno surcoreano abandonen la actitud hostil a la RPDC y la reconozcan".

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