8 de octubre de 2015

¿Recuerdan las campañas contra Cuba del fundador de Reporteros sin Fronteras, hoy alcalde neofascista?

Por Cuba Información.

Extraído del programa "Doble Rasero" de CubaInformación.

¿Recuerdan las campañas contra Cuba del fundador de Reporteros sin Fronteras, hoy alcalde neofascista?



Lo veíamos en televisión. El creador de la ONG Reporteros sin Fronteras, Robert Ménard, aparecía visitando familias sirias refugiadas en la localidad francesa de Béziers, donde es alcalde... por el Frente Nacional de extrema derecha. Y no lo hacía para llevarles ayuda, sino para amenazarles con usar la fuerza si no se marchaban (1). Es curioso que ningún medio recuerde ahora que este neofascista encabezó, durante años, las campañas contra el Gobierno de Cuba porque en la Isla –nos decía- no se permiten los medios de comunicación “independientes” –es decir, propiedad de empresas privadas- (2).

Leemos que un alud de tierra causó la muerte de centenares de personas –la cifra exacta quizá nunca se llegue a saber- en la capital de Guatemala (3). El diario español “El País” nos dice que “solo en las áreas marginales de la capital existen 586 asentamientos (...) de alto riesgo”, y que “la pobreza extrema (que afecta a) más del 60% de sus habitantes los obliga a improvisar míseras chabolas en las laderas de los barrancos”. La culpable es, por tanto, la “pobreza extrema”. Pero ¿y el sistema económico neoliberal que la genera? ¿Se imaginan que esto ocurriera en La Habana, en el peor de sus barrios? (4) ¿No sería prueba –entonces sí- del “fracaso del sistema”?

En la foto, de abril de 2003, cuando Robert Ménard encabezó, junto a una veintena de miembros de la organización Reporteros sin Fronteras y la escritora Zoé Valdés, la ocupación de la Oficina de Turismo de Cuba en París, cuya fachada "redecoraron" con el lema `Cuba igual a cárcel´. Edición: Esther Jávega.

Leemos en los diarios del grupo español Vocento que “la reportera Hana Mahameed, de la cadena Al-Mayadeen, fue alcanzada por la explosión de una granada aturdidora mientras cubría los choques entre manifestantes y policías israelíes” (5). Y que “continuó con su crónica tras ser herida”. Pero ¿por qué no mencionan quién la disparó, es decir, el ejército de Israel? ¿Y por qué no cuentan que la periodista cubría la persecución de un joven palestino, que fue ejecutado a sangre fría por los militares? (6) Y sobre todo, ¿por qué no nos dicen qué es Al Mayadeen, un canal que planta cara a la visión informativa occidental sobre Palestina, Siria o Irán? (7)

Hace unos días, el líder indígena colombiano José Feliciano Valencia era condenado a 18 años de prisión, pero las protestas de las organizaciones sociales apenas llegaron a los medios internacionales (8). Su delito: la retención durante 14 horas de un militar infiltrado en una marcha indígena. Por contra, la condena de 13 años al opositor venezolano Leopoldo López, por su responsabilidad en 43 muertes, ha impuesto en la opinión pública internacional la idea de que Venezuela es “una dictadura” (9). La razón es obvia: al contrario que José Feliciano Valencia, Leopoldo López es blanco, de familia rica, educado en EEUU y defiende a las transnacionales (10). ¿Alguien dijo que la lucha de clases no tiene relación alguna con la información que recibimos?


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