El ministro de Defensa de Venezuela, Vladimir Padrino López
(centro), junto a militares de la Fuerza Áerea rusa, Caracas, 10 de
diciembre de 2018. Foto: AFP
Las tropas rusas que llegaron a Venezuela en marzo
ayudan al Ejército Nacional Bolivariano a prepararse ante las amenazas
de EE.UU., pero, defienden el diálogo.
“El Gobierno venezolano está en estado de alarma desde principios de
año, pues Estados Unidos continúa con sus amenazas de uso de fuerza
contra Venezuela. En tales condiciones, deben estar seguros de que las
armas que poseen están en estado de funcionamiento”, ha declarado el
embajador ruso en Venezuela, Vladimir Zaiomski, en una entrevista
concedida a la AFP, publicada este viernes.
Zaiomski, tras subrayar que los militares rusos se encuentran en este país latinoamericano en
virtud de un acuerdo firmado en 2001, ha informado de las
colaboraciones conjuntas. “Nuestros especialistas están allí para formar
a nuestros colegas venezolanos a mantener su material militar
disponible y, al mismo tiempo, les enseñan la mejor manera de
utilizarlo”, ha detallado.
En otra parte de sus declaraciones, el diplomático ruso ha
reiterado la posición de su país que “está en contra de cualquier
intento de injerencia”. La salida de la crisis, ha continuado, se
encuentra en la vía del diálogo y la búsqueda del compromiso.
El diplomático ruso ha responsabilizado al autoproclamado “presidente interino” de Venezuela, Juan Guaidó, y a la oposición por la falta del dialogo para zanjar la crisis en el país.
Preguntado sobre las posibilidades de que Moscú y Washington hallen
una salida a la crisis venezolana, Zaiomski ha considerado que “no les
corresponde” a EE.UU. y Rusia entenderse. “Esto le corresponde a los
chavistas y a la oposición, porque es una crisis venezolana y solo los
venezolanos pueden encontrar la solución”, ha apostillado.
De otro lado, ha negado que su país haya jugado ningún papel para
mantener al presidente venezolano, Nicolás Maduro, en el poder, negando
de esta manera las declaraciones del secretario de Estado
estadounidense, Mike Pompeo, quien dijo que Maduro estaba dispuesto a
abandonar Venezuela, pero Moscú se lo impidió.
La campaña antivenezolana de EE.UU., que incluye sanciones e
intentos de golpes de Estado contra el Gobierno de Maduro, se ha
intensificado en los últimos meses. Los golpistas venezolanos y las
autoridades estadounidenses han pedido en reiteradas ocasiones a los
militares que apoyen el derrocamiento del Gobierno chavista. Sin
embargo, Washington y sus títeres nacionales y regionales se han
chocado con la férrea lealtad de los altos mandos castrenses venezolanos hacia el Ejecutivo de Maduro.
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