Por su indudable interés recordamos que hace 40 años la Revolución del Pueblo, conseguida con tanto esfuerzo por las organizaciones revolucionarias granadinas, fue violentamente destruída por el Ejército de los EEUU, asesinando a sus dirigentes como Maurice Bishop y su compañera, instalando una colonia mediante una dictadura militar.
Para los trabajadores es muy importante conocer de primera mano como entendía Maurice la democracia, la intervencion de los medios de comunicación en manos imperialistas y la profundización de las reformas socialistas en la isla de Granada. 
Por Observatorio de Trabajadores en Lucha.
N.S.:
 La Revolución de Granada va a cumplir su primer aniversario en marzo 
próximo. ¿Podría usted explicarnos brevemente los antecedentes 
históricos y los cambios realizados por la revolución?
 
BISHOP: En cuanto a los antecedentes históricos creo
 que los problemas del pueblo de Granada estuvieron concentrados 
esencialmente en los derechos y las libertades democráticas 
tradicionales y también en su derecho de contar con un sistema de 
planificación en nuestro país. En lo que se refiere a los primeros, 
todos los derechos tradicionales habían desaparecido, durante los 
últimos nueve meses de la dictadura de Eric Gairy, por un lado nuestros 
trabajadores no tenían el derecho a huelga. Gairy dictó una ley en 1978,
 la ley sobre servicios esenciales que restringió el derecho a huelga 
para once de las más importantes ocupaciones; tampoco existía el derecho
 a formar o a afiliarse a sindicatos obreros de su propia elección.
En lo que respecta a sus campesinos, quedaron restringidos sus 
derechos tradicionales de operar sus asociaciones cooperativas, derechos
 por los cuales ellos habían luchado en el período de 1944-1946 un largo
 período de lucha muy dura, y lograron obtener el derecho de establecer 
sus propias cooperativas. Estas cooperativas implicaban ciertos derechos
 básicos, como son los principios de elección de los cargos, 
responsabilidad y fiscalización propia, cada año podían elegir a sus 
consejos campesinos; había que presentarles balances cada año, tenían 
además el derecho a exigir de sus representantes informes anuales; todos
 esos derechos fueron destruidos por Gairy, en 1969, asumió el control 
de la Asociación del Cacao, en el 71 de la Asociación del Banano y en el
 75 de la Asociación de Nuez Moscada, lo que naturalmente fue un gran 
paso hacia atrás para nuestros campesinos.
En lo que se refiere al pueblo en general, éste, por ejemplo, no 
tenía derecho a utilizar altoparlantes en sus mítines públicos, ni 
siquiera el partido oficial de oposición tenía ese derecho, ese fue el 
resultado de una Ley dictada por Gairy en 1975, a saber, la Ley sobre el
 Orden Público, inclusive en la campaña electoral del 76 y en el último 
mes de la campaña oficial, nosotros como partido* de oposición no 
podíamos utilizar altoparlantes en nuestros mítines, si lo hacíamos se 
nos arrestaba por haber infringido la mencionada Ley, el pueblo tampoco 
tenía derecho de publicar sus propios diarios, porque Gairy dictó una 
Ley que exigía a toda persona que quería publicar un diario, un depósito
 de 20.000 dólares; esta Ley tuvo el efecto de callar a todos los 
diarios menos uno que tenía fondos suficientes después de haber estado 
cerrado por algunos meses.
La Ley también tuvo el efecto de que el periódico de nuestro partido,
 tuviera que irse a la clandestinidad, por lo cual naturalmente en el 
curso de los años muchos compañeros fueron arrestados, detenidos, 
llevados a las cárceles, también eso significaba que nuestro partido 
tuviera que operar en absoluta clandestinidad, lo que también tuvo sus 
aspectos positivos porque el partido pudo mejorar su estilo y sus 
métodos en base a estas actividades clandestinas. También quedó 
restringido el derecho a leer publicaciones socialistas progresistas, no
 podían entrar a Granada.
Esta situación naturalmente indujo a muchos intelectuales a violar la
 Ley de vez en cuando. Los tribunales fueron utilizados primordialmente 
como instituciones de soporte del régimen de Gairy, de modo que los 
jueces con frecuencia se negaban a aplicar las leyes. Antes de las 
elecciones de noviembre de 1973 que perdimos, seis miembros de la 
dirección de nuestro partido, fueron al tribunal, se les negó pagar una 
fianza aunque bajo la Ley vigente en ese momento no se les podía negar 
esta fianza, paralelamente hasta el derecho de vida había empezado a 
desaparecer en nuestro país. Gairy utilizó los elementos criminales en 
la policía y en las fuerzas de defensa para perseguir hasta matar a 
ciudadanos, y nunca hubo averiguaciones judiciales en estos casos o al 
menos muy frecuentemente no las habían en todo el período, creo que no 
hubo más que una averiguación judicial, no se castigaba a estos 
criminales, incluso cuando tanto sus actos como la identidad de quienes 
los habían cometido estaban perfectamente conocidos entre el público. 
Más recientemente también se registró el fenómeno de personas 
desaparecidas; en los últimos dos años desaparecieron algunos 
ciudadanos, y de ellos no se ha sabido más hasta la fecha.
N.S.: ¿Cuál fue la situación económica y social durante la dictadura?
 
BISHOP: En el frente económico las condiciones 
sociales fueron realmente terribles, los hospitales por ejemplo se 
encontraban en pésimas condiciones, no habían vendajes ni aspirinas, ni 
los materiales y medicamentos más básicos, las enfermeras que en 1970 se
 manifestaron en contra de esta lamentable situación fueron perseguidas,
 y hasta detenidas y arrestadas, la gente empezó a referirse a los 
hospitales con el nombre de una de las más conocidas agencias funerarias
 del país.
En muchas partes del país, la falta de suministro de agua, muchas aún
 no están electrificadas, la mayoría de las casas se encuentran en un 
lamentable estado por falta de reparación, y a todo esto se suma el 
hecho de que Gairy creía que era un místico que se ponía en contacto con
 Dios para consultarle sobre problemas económicos, lo que significa que 
no había absolutamente ningún tipo de planificación, o sea hoy en día no
 tenemos estadística alguna, y estamos tratando ahora sentar las bases 
para poder contar con datos estadísticos, obviamente no se puede manejar
 una economía con este tipo de lineamientos, esta situación llegó a un 
desempleo masivo, la mitad de la población masiva en nuestro país, un 
total de 34.000 personas no tenían trabajo en los años 1978-1979, el 70%
 de las mujeres no tenían trabajo, así que las condiciones con las que 
tuvimos que enfrentarnos realmente fueron pésimas. Para poder salirnos 
de estas condiciones y de esta situación obviamente la primordial tarea 
nuestra tiene que ser la reconstrucción nacional, ésta tiene a nuestro 
juicio dos o tres aspectos primordiales, en primer lugar debemos 
estabilizar la economía, debemos introducir métodos de planificación, 
luego habrá que construir, habrá que establecer un sector productivo en 
la agricultura, en la agroindustria y en el turismo. Al mismo tiempo 
tenemos que hacer algo en cuanto a la infraestructura que también se 
encontró en pésimas condiciones, hemos gastado sumas masivamente en la 
reparación de vialidad y su extensión, aunque hace poco fuimos empujados
 hacia atrás en estos esfuerzos porque la mayor parte del trabajo de 
nueve meses se la llevaron las fuertes lluvias de los últimos tiempos 
debido a sus todavía malas condiciones de drenaje, lo que hace muy 
difícil mantener las vías en un estado bueno. La estabilización de la 
economía es claramente uno de los problemas claves, en segundo lugar 
está el problema del desempleo, tenemos que confrontar estos problemas. 
Se trata de un problema social enorme, también en este aspecto hemos 
hecho lo que pudimos, creando becas para entrenamiento de algunos 
ciudadanos en el exterior, también pudimos crear empleos nuevos, sobre 
todo en las obras de vialidad y la agricultura; trabajo que ha sido 
inspirado por los cuadros de construcción a nivel nacional.
En un segundo nivel está el problema de la seguridad nacional, es 
obvio que después de haber dirigido una revolución e iniciado un proceso
 revolucionario, una de las primeras tareas es asegurar y proteger este 
proceso revolucionario, y sobre todo en una situación en la que sabemos 
que Gairy está en el exterior todavía tratando de reunir mercenarios, y 
que muchos de sus antiguos contactos y amigos con los que constituye 
algo como una mafia, están dispuestos a ayudarlo en sus aspiraciones, 
creemos que la seguridad es una tarea primaria para nosotros y hemos 
tenido que gastar tiempo y esfuerzos en este contexto tratando de 
garantizar que el pueblo esté en condiciones para poder defender la 
revolución.
Los intentos de desestabilización
 
N.S.: Respecto a la seguridad e intentos de 
desestabilización. ¿Cómo enfocan ustedes las técnicas modernas de 
desestabilización? Las antiguas técnicas como la invasión armada, la 
violencia directa, ya no se practican tanto como técnicas más refinadas.
 ¿Cuáles son las políticas específicas de esa desestabilización que 
amenaza el proceso de Granada?
 
BISHOP: Yo creo que la desestabilización como 
ciencia ha sido modernizada y “mejorada” desde el punto de vista de 
aquellos que hacen uso de ella. Ya no es posible hoy en día, porque el 
mundo ha cambiado, porque el imperialismo ya no es más invencible, 
emplear las antiguas técnicas, tácticas de la invasión directa o la 
diplomacia de enviar barcos de guerra en forma directa, los principales 
métodos aunque todavía se utilizan, aún hay casos que demuestran que 
estas técnicas se siguen utilizando, pero los gobiernos, las 
instituciones y las organizaciones que quieren derrocar un gobierno 
recurren cada vez más a la técnica de la desestabilización. Para 
nosotros la desestabilización tiene tres aspectos principales, que están
 íntimamente relacionados entre sí y precisamente los dos primeros son 
utilizados para ablandar la situación y permitir así el empleo del 
tercero.
El primer aspecto desde nuestro punto de vista es la desestabilización propagandística.
Se manifiesta mediante la publicación de artículos, mentirosos, 
maliciosos, en la prensa nacional, regional, e internacional, con el fin
 de dar una falsa impresión de lo que está ocurriendo en el país, y con 
el fin de tratar que la gente, los ciudadanos, pierdan su confianza, su 
autoconfianza, la confianza en ellos mismos, y que pierdan también la 
confianza en sus líderes y en su capacidad para resolver problemas y 
conflictos. Tuvimos esta experiencia, y todavía existen manifestaciones 
de este tipo de desestabilización, que en nuestro caso ha sido bastante 
masiva.
En segundo lugar está la desestabilización económica, que puede ser 
realizada en formas muy diferentes. Las experiencias nuestras en este 
contexto son las siguientes: Primero, se intentó conseguir que la única 
compañía aérea que aterriza en Granada no lo hiciera más; Segundo, se 
intentó negarnos nuestra propia moneda por medio de la autoridad 
monetaria del Caribe Oriental (ECCA EASTERN CARIBBEAN CURRENCY 
AUTHORITY) lo que fue un intento claro para presionarnos económicamente,
 esta autoridad está ubicada en St. Kitts y agrupa nueve islas de esta 
subregión; Tercero, algunos países de los cuales tradicionalmente 
habíamos importado bienes no nos suministraban en los plazos previstos. 
Estos son los ejemplos de desestabilización económica y sus técnicas 
empleadas contra nosotros en nuestro caso específico. Naturalmente hay 
más posibilidades como, por ejemplo, el sabotaje directo y presiones y 
otro tipo de interrupciones, hasta ahora no hemos tenido experiencias en
 carne propia de estas últimas técnicas de desestabilización económica.
El tercer nivel es la desestabilización violenta, que también puede 
presentarse en diferentes formas, por ejemplo la forma de actividades 
terroristas puramente.
Puede también presentarse en la forma más consciente de intentos de 
golpe interno o de agresión externa usando mercenarios o, tal vez, 
utilizando elementos granadinos que no están satisfechos con el proceso o
 quizás utilizando directamente un gobierno extranjero o una 
organización extranjera para este fin. Hemos tenido experiencias en este
 contexto también, en los primeros días de nuestra revolución hubo 
intentos de derrocarnos pero fuimos capaces de frustrarlos en muy poco 
tiempo, frustrarlos por el pueblo mismo quien frustró los intentos de 
algunos individuos por derrocar nuestra revolución. Más recientemente 
hubo dos intentos en el curso de tres semanas, uno en octubre y otro más
 el dos de noviembre y la evidencia en las pruebas en estos dos casos, 
apunta hacia la involucración de un gobierno extranjero, o por lo menos 
de personas de un determinado país, tal vez no un gobierno, sino un par 
de personas de un determinado país, que prestaron botes. También hay 
evidencia de que se trató de tipos mercenarios y de que estaban 
involucrados elementos contrarrevolucionarios nacionales. En resumen, 
creo que hemos pasado por una buena parte de intentos de 
desestabilización, y no creemos tampoco que estos intentos van a cesar, 
porque la razón y el imperialismo seguirán tratando de derrocarnos. 
Creemos que en la agenda de los desestabilizadores seguirán ahora los 
intentos terroristas y actividades contrarrevolucionarias, violentas, y 
creemos también que en esa agenda están previstos algunos asesinatos, de
 modo que continuaremos alerta ante estas posibilidades 
desestabilizadoras.
Hace algún tiempo nos visitó un conocido economista, que es asesor de
 varios gobiernos y que tiene buenos contactos personales con alguna 
gente del Departamento de Estado de EE.UU.
 Nos dijo que le habían llegado informaciones por estos canales, en el 
sentido de que la CIA había trazado un plan para tumbar la Revolución de
 Granada. Según él, ese plan tenía la forma de una pirámide. En su base,
 había proyectos de desestabilización del país mediante la difusión de 
noticias falsas sobre Granada, tanto en la prensa como por radio, así 
como mediante estímulos a personas prominentes, organizaciones y 
gobiernos de la región, para que ataquen nuestra revolución.
La primera fase del plan debió crear descontento y desorden en el 
pueblo y, destruir el sector turístico. La segunda fase tenía previsto 
usar la violencia en el país. Si ninguna de las dos fases terminaba en 
el resultado deseado, se pasaba al plan de asesinar a los líderes del 
país. Es evidente que las fases 1 y 2 de ese plan ya se están llevando a
 la práctica. Por eso debemos ahora no sólo evitar que se lleve a cabo 
la fase tres, sino tomar medidas para dejar sin efecto las dos primeras 
fases avanzando en la construcción de nuestra revolución y a nuestra 
manera. Debemos asegurarnos que estas tácticas de desestabilización no 
tengan éxito.
Los medios de comunicación son para educar e informar honestamente al pueblo
 
N.S.: Ud. mencionó la desestabilización propagandística; en 
este contexto, particularmente la Sociedad Interamericana de Prensa, 
acusa al Gobierno de Granada de haber acabado con la libertad de prensa,
 porque Uds. cerraron el único periódico “Torchlight” y permitieron la 
publicación de un semanario “nacional” llamado “Free West Indian”. Yo 
creo que el concepto de libertad de prensa ha sido tergiversado y 
malinterpretado en muchas ocasiones, ¿cuál es su concepto de libertad de
 prensa?
 
BISHOP: Los medios de comunicación de masas y por lo
 tanto, la prensa son medios para informar y educar al pueblo. Creo que 
esto implica una responsabilidad muy seria, creo que todos aquellos que 
son periodistas profesionales tienen una responsabilidad muy grande; 
siendo la tarea más difícil ser honestos. Nosotros no tenemos miedo a la
 crítica, igual que cualquier otro gobierno u organización preferimos la
 crítica constructiva, es decir, la crítica que parte de hechos y que en
 base a estos hechos hace propuestas para corregir lo que desde el punto
 de vista de ella no está bien, pero nosotros estamos dispuestos 
inclusive a aceptar críticas maliciosas, calumniosas y hasta 
desestabilizadoras, tal como nos las estaba haciendo en Granada el 
periódico “Torchlight”. Me refiero a noticias aparecidas en este 
periódico de que nosotros teníamos misiles en las islas vecinas y que se
 había establecido una base naval soviética en la vecina isla de 
Carricou que pertenece a Granada, y otras noticias de ese tipo 
totalmente inventadas, de las cuales todo el mundo sabe que no son 
ciertas. Estamos preparados para aceptar hasta este tipo de artículos. 
Estas noticias totalmente absurdas, nos permiten dirigirnos al pueblo, 
explicar a la gente por qué existen individuos de esta categoría, y por 
qué están interesados en difundir este tipo de mentiras y a la larga 
estas noticias no solamente no nos darían sino nos ayudan en la 
concientización política del pueblo, no estamos dispuestos a aceptar, 
sin embargo, actividades periodísticas contrarrevolucionarias, 
actividades que inciten a la violencia, y que crean descontento político
 en el pueblo.
El periódico “Torchlight”, por ejemplo, publicó un artículo en primer
 plano titulado “Click, Click, ya te Tenemos”, que demuestra hasta qué 
punto estuvo preparado a ir el editor, Nick Joseph, en su afán de 
desacreditar el Gobierno Revolucionario del Pueblo. En el mencionado 
artículo relata todos sus intentos de fotografiar los hombres del cuerpo
 de seguridad que me acompañaban el primero de mayo.
Es obvio que no se pueden publicar fotos de los integrantes del 
cuerpo de seguridad si queremos garantizar una efectiva protección de 
nuestros líderes, sobre todo en estos tiempos en que sabemos que hay 
asesinos a sueldo esperando su oportunidad. Si se publican fotos de 
estos compañeros, les es más fácil a esos asesinos conseguir sus 
objetivos.
El Gobierno Revolucionario del Pueblo defiende la libertad de prensa,
 como es bien sabido; por eso no impedimos al Sr. Joseph tomar fotos. 
Habíamos esperado que pusiera su patriotismo e interés por la seguridad 
de los líderes del país por encima de un periodismo barato. Pero nos 
defraudó: demostró su irresponsabilidad el editor y también su 
periódico, al publicar estas fotos. Debo constatar que Estados Unidos, Gran Bretaña y prácticamente todos los países del 
mundo generalmente no permiten que se tomen fotos de los cuerpos de 
seguridad, sobre todo los intentos sistemáticos de hacerlo. Debo 
constatar además, que el gobierno británico, por ejemplo, tiene un 
sistema que llaman “noticias D”, mediante el cual el gobierno, con la 
plena cooperación de la prensa, puede impedir la publicación de 
información considerada perjudicial para la seguridad nacional.
Hay otro ejemplo: “Torchlight” incitó abiertamente a una secta 
religiosa que se llama Movimiento “Rastafari” un grupo relativamente 
pequeño de descontentos que se ha separado y revelado contra la 
sociedad, y que es generalmente rechazado en las comunidades, diciendo 
que el PRA (Ejército Revolucionario Popular) estaba tomando las armas 
contra ellos, y que les había disparado en la montaña – una monstruosa 
mentira -. Dos días después de la publicación de este artículo, algunos 
compañeros del PRA que regresaban a uno de los cuarteles, fueron 
apedreados por integrantes de ese grupo. Tres días después, el día 
siguiente del ataque, organizaron un mitin en el que cuatro de los seis 
oradores dijeron que ante esta situación de violencia contra ellos y las
 perspectivas de aún mayor violencia, ellos no tenían otra salida que 
recurrir a la violencia también. Ya no pudimos tolerar esto. Tuvimos que
 actuar. Habíamos hablado innumerables veces con los representantes de 
“Torchlight”, siendo ésta la reacción de ellos. No pudimos permitirles 
que en la próxima edición dominical con ardientes titulares llamaran a 
tomar las armas.
¿Cuál es nuestra posición fundamental en este contexto?
Quisiera referirme al aspecto filosófico de la libertad de prensa, 
sobre todo porque sus lectores son internacionales, provenientes de 
sociedades orientadas hacia Europa o Norteamérica y que se han 
acostumbrado a interpretar el concepto de la libertad de prensa en un 
sentido muy definido. Nosotros rechazamos totalmente aquel concepto de 
libertad de prensa según el cual, cualquier persona tiene el derecho, 
bajo el pretexto de editar un periódico libre, nacional, responsable e 
independiente, de escribir, fabricar, y publicar mentiras, de 
tergiversar y distorsionar la verdad, de presentar su propio punto de 
vista exclusivamente. Esto podría ser aceptable en países más 
desarrollados en los que existen miles de periódicos, en los que se 
expresan miles de puntos de vista, y donde el pueblo haya alcanzado un 
alto nivel de preparación educativa y cultural, en una larga historia de
 “lobbyismo” y de procesos democráticos.
En el contexto nuestro no es así. Nuestro país es un país 
relativamente pobre y atrasado, con niveles educativos todavía bajos, en
 el que muchos todavía son supersticiosos y donde el alfabetismo 
funcional llega al 40%. En tales condiciones, el daño que puede causar 
una caricatura, por ejemplo, posiblemente no sea reparable, ni mediante 
400 artículos. En tales condiciones, no se puede esperar realmente que 
la gente se lea 3 o 4 o 5 artículos, y diga cuál de ellos representa el 
mejor punto de vista; ya les cuesta mucho esfuerzo leer uno solo. 
Creemos que en estas condiciones la prensa tiene una responsabilidad muy
 especial, en el sentido de ser honesta, ser justa y ser escrupulosa, de
 informar sobre las situaciones exactamente como son. ¿Usted tiene un 
artículo que critica el Gobierno? 
¡Imprímalo!
Si el Gobierno reacciona el siguiente día, o la siguiente semana, 
¡Imprima esa reacción también! Si el Gobierno hace algo que el pueblo 
estima relevante y útil, ¡dígalo! aunque usted no esté de acuerdo. 
Exponga su punto de vista entonces en una nota del editor, o exponga las
 opiniones contrarias de los que están en desacuerdo.
Pero al menos presente ambas partes. El “Torchlight” no hizo esto. Su
 posición fue que habían llegado a una fase en la que ya no estaban 
dispuestos a publicar otros puntos de vista. Inclusive comentaron una 
carta del lector en el sentido de que no aceptaban más opiniones de este
 tipo sino en la forma de anuncios pagados. Esto convierte en evidente 
mentira su pretensión de editar un periódico nacional. De modo que 
nosotros opinamos que un periódico verdaderamente nacional e 
independiente tiene la obligación de ser nacional y de publicar las 
opiniones que le lleguen. Opinamos que quienes se llaman periodistas 
serios, responsables y profesionales, deberían como mínimo comprender 
esta responsabilidad, y que en el caso contrario no son aptos para 
ejercer esa función.
N.S.: Creo que su punto de vista no dista mucho del 
mantenido por sindicalistas y periodistas en otros continentes, que 
dicen que la libertad de prensa es la libertad de unos pocos que poseen 
un periódico. Es obvio que esto está relacionado con el sistema 
capitalista en el que los dueños tienen el derecho a determinar lo que 
el pueblo puede y debe leer. Ante esa situación ¿No cree usted que las 
empresas dueñas de medios de comunicación social deberían ser 
socializadas?
 
BISHOP: Cierto. Claro está que hay que establecer 
una distinción fundamental entre empresas de prensa y empresas de otros 
sectores. Creemos que un periódico no debería ser propiedad de una o dos
 personas. En este sentido hemos dictado la Ley del Pueblo, el año 
pasado, que tiene el objetivo de democratizar los periódicos; estipula 
que ninguna persona natural o jurídica o miembros de una sola familia, 
pueden tener más del 4% de las acciones de una empresa editora de 
periódicos.
De modo que, como mínimo, tienen que asociarse 25 personas naturales o
 jurídicas o grupos, para poder publicar un periódico. Esperamos que de 
esta manera se garantice un consenso más amplio y que un periódico sea 
honesto y objetivo en su política informativa. Preferentemente estos 25 
propietarios serían grupos u organizaciones, ampliando así aún más la 
base. Pero como mínimo deben ser 25 personas; somos muy firmes en este 
respecto.
También somos muy firmes respecto al principio de que prohíbe la 
participación de extranjeros en la propiedad de un periódico en nuestro 
país. Opinamos que la propiedad de periódicos de difusión nacional debe 
limitarse a los ciudadanos de este país, sobre todo bajo las condiciones
 nuestras, que son el atraso cultural y la desestabilización. Por eso 
comparto su punto de vista: un periódico deberla socializarse, 
democratizarse, haciendo participar el pueblo en él.
La economía nacional y el nuevo turismo
 
N.S.: Acerca del sector privado, ¿cómo enfocan ustedes esta 
cuestión? Uds. Aspiran a construir un sistema socialista, objetivo que 
por supuesto no se puede lograr de la noche a la mañana. ¿De qué manera 
piensan Uds. organizar la economía nacional?
 
BISHOP: Como dije anteriormente, la primera fase es la reconstrucción nacional.
A ella se une y de ella surge la fase democrática nacional en la que 
nos acercaremos cada vez más a programas y políticas orientadas hacia el
 socialismo. Será un proceso, un proceso dialéctico en el que habrá 
pasos aparentemente contradictorios. Pero no dudamos acerca del rumbo de
 los objetivos a seguir.
Nuestra economía se basará en cuatro pilares principales: en primer 
lugar, la agricultura; se unirá a ella, la agroindustria, qué debe 
refinar y procesar las materias primas que producimos; en tercer lugar, 
estará la industria pesquera – no la nueva pesca que tenemos actualmente
 – con fábricas procesadoras del pescado; y por último, el nuevo 
turismo, concepto que significa un turismo vertical y horizontalmente 
integrado al resto de la economía nacional.
N.S.: ¿qué es lo que Uds. entienden bajo el “nuevo turismo” ? ¿Cuáles son sus diferencias respecto al turismo tradicional?
 
BISHOP: Para comprender nuestro concepto del “nuevo 
turismo”, es necesario comprender lo que es el “antiguo” turismo. El 
mayor problema del “antiguo” turismo es su origen en la era del 
imperialismo que le imprimió sus características más negativas. Este 
turismo nunca pretendió ser un instrumento para el desarrollo de la 
economía nacional y de la sociedad. Era más bien un instrumento para 
intensificar nuestra dependencia de la metrópoli y para brindar 
desarrollo a unos pocos, pero crear subdesarrollo para las grandes 
mayorías de los pueblos de nuestras islas.
Igual al azúcar, la bauxita, el banano y petróleo, las empresas 
turísticas en muchas islas del Caribe estaban en manos y bajo el control
 de corporaciones transnacionales, como Hilton, Holiday Inn e 
Intercontinental. Los inversionistas extranjeros tomaban cuanta ventaja 
pudieran en términos de exoneración de impuestos, importaciones 
exoneradas, proyectos de infraestructura que frecuentemente servían 
exclusivamente a hoteles aislados o residencias lujosas. Y después de 
obtener todo esto, invertían muy reducidas partes de sus ganancias en el
 país, repatriando la mayor parte. Esto significaba además que los 
extranjeros reclamaban grandes extensiones de nuestras tierras que 
constituyen un factor importante en estas pequeñas islas donde la tierra
 es una mercancía muy escasa. En algunos casos incluso llegaron a 
reclamar nuestras playas para su uso exclusivo.
Una de las características más resaltantes del antiguo turismo era su
 posición de enclave. Las empresas turísticas eran enclaves económicos 
sin nexos con el resto de la economía. Los alimentos para los turistas, 
los materiales para la construcción de hoteles, los gerentes de los 
hoteles, todo se importaba desde el exterior.
Estimamos que sólo 20 centavos de cada dólar turístico se quedó 
realmente en la isla de Granada. Además de haber sido en claves 
económicos, las colonias turísticas también eran enclaves sociales 
privilegiados: buenos y firmes los edificios de los hoteles, con agua, 
alcantarillado, electricidad y buena comida, sólo a unos pasos de las 
casitas de nuestra gente viviendo en condiciones exactamente opuestas.
También hay que ver que la gran mayoría de los turistas han sido 
blancos. Esta clara asociación de “blanco” con “privilegio” es un gran 
problema para los pueblos del Caribe que emergen de una historia 
colonialista racista, en que se les enseñaba creer en la superioridad de
 lo blanco y la inferioridad de lo negro. De modo que el turismo los 
confrontó una vez más con la relación aparentemente inevitable entre la 
raza y la posición social, un factor muy dañino en un proceso de una 
emergente autoconfianza negra.
Otro factor negativo fue el que los visitantes metropolitanos 
trajeron algunos de los peores elementos de su cultura, la inflación, 
el consumismo, las drogas, la homosexualidad, la prostitución, el juego 
de azar. Dada su “alta” posición social en el contexto caribeño, había y
 sigue habiendo el grave peligro de que los turistas sean vistos como 
“grupo de referencia” que es imitado por los nativos, especialmente los 
jóvenes.
El antiguo turismo fue asimismo, un factor económico muy inestable. 
El que los turistas decidan visitar una isla, depende en parte de la 
“moda”, en otra parte del antojo de las economías de las metrópolis y de
 una promoción que las islas caribeñas no podrían financiar ni 
conjuntamente, así como de las facilidades de transporte. La llegada o 
no llegada de los turistas depende además, del clima político.
Debemos fijarnos en el ejemplo cubano. Habiendo sido uno de los 
primeros centros turísticos en el Caribe, el turismo prácticamente 
desapareció en los primeros meses luego de la revolución. Aquí en 
Granada nos pasó lo mismo en 1974: el número de turistas bajó 
considerablemente, como consecuencia de los llamados “disturbios” que no
 fueron otra cosa que una situación creada por un pueblo que pedía sus 
legítimos derechos.
En resumen, vemos el antiguo turismo como un problema debido a sus 
connotaciones coloniales e imperialistas. Estaba en manos y bajo control
 de extranjeros, sin relación a las necesidades y al desarrollo del 
pueblo del Caribe, y nos trajo una serie de peligros socioculturales y 
ambientales, como la cuestión racial y modelos sociales y económicos no 
deseables, como las drogas y la prostitución – factores todos que no se 
ha considerado suficientemente.
N.S.: ¿Cómo piensa el Gobierno de Granada deshacerse de estos antiguos modelos; qué es lo que significa “nuevo turismo”?
 
BISHOP: Partimos del punto de vista que nuestra 
sociedad no puede considerarse sólo como sociedad receptora en la que 
los inversionistas extranjeros crean enclaves para visitantes 
extranjeros, que hacen lo que quieren sin importarles los efectos para 
nuestra sociedad. Partimos del principio que los granadinos, igual que 
los otros pueblos del Caribe, deben ser reconocidos como pueblos que 
definen su propio destino y que desarrollan su propio proceso. Son estas
 las bases en que hemos iniciado el desarrollo de lo que llamamos el 
nuevo turismo.
En primer lugar, no interpretamos el turismo tan sólo como negocio, 
sino como instrumento de la paz y del entendimiento en el mundo que 
permite que la gente de todas partes se reúna en una atmósfera de 
respeto mutuo para llegar a comprender mejor sus diferentes culturas.
En segundo lugar, y del punto de vista económico, vemos el turismo 
como instrumento de desarrollo no sólo en el sector turístico mismo, 
sino para toda la economía, a través de los nexos que se crearán con 
todos los sectores económicos. El turismo puede ser, por ejemplo, un 
importante estímulo para nuestros sectores agrario y agro-industrial, 
para el desarrollo y enriquecimiento de la dieta nacional mediante la 
preparación de platos nuevos hechos con productos del país y, para el 
desarrollo del sector de la construcción, empleando diseños y materiales
 nacionales. Vemos la oportunidad de desarrollar nuestra artesanía, 
cultura y otros artes como expresiones de nuestra propia realidad y 
aspiración, con el turismo fijándose en esta expresión más que dejar que
 nuestra cultura sea determinada por conceptos prefabricados acerca de 
lo que el turista pudiera esperar.
Tercero, nos esforzamos mucho para diversificar nuestro mercado 
turístico en América Latina y particularmente Venezuela, así como en 
Europa fuera del Reino Unido. Esto es imprescindible en la creación de 
un proceso independiente que esté fuera de la zona de influencia de una 
sola potencia extranjera.
En cuarto lugar, romperemos la relación entre turismo, clase social y
 color. Atribuimos gran importancia al estímulo del turismo no blanco, 
particularmente de Caribeños en que vemos un buen elemento 
complementario al resto de los turistas, en la llamada “temporada baja”.
 Además, nuestra política exterior apoya plenamente los esfuerzos del 
Tercer Mundo para instalar un Nuevo Orden Económico Internacional. Después de todo, los beneficios sociales tales como el
 turismo, sólo estarán a nuestro alcance en la medida en que el Tercer 
Mundo se desarrolle económicamente.
En quinto lugar apoyamos plenamente el movimiento regional caribeño y
 todos los esfuerzos para encontrar soluciones regionales de los 
problemas del turismo y de otros sectores.
Los sectores de la economía
 
N.S.: Volviendo a su concepción de la economía nacional en 
términos más generales, ¿de qué sectores se compone el futuro sistema 
económico?
 
BISHOP: Los cuatro pilares fundamentales de la 
economía se construirán utilizando tres sectores: Un sector público, 
naturalmente, que competirá con el sector privado. No aceptamos que el 
Estado sólo puede hacerse cargo de industrias deficitarias o de 
industrias llamadas “importantes socialmente” y que no debe producir 
lucro. Creemos que el Estado si tiene que producir beneficios y que no 
hay ninguna área que está fuera del derecho del Estado a participar en 
ella.
En segundo lugar, habrá un sector popular, un sector cooperativo, 
mediante el cual atacaremos principalmente el problema del desempleo. 
Este sector nos permitirá sacar de la calle sobre todo a los jóvenes, 
brindándoles oportunidades de trabajo productivo principalmente en la 
agricultura, en tierras no cultivadas actualmente.
En tercer lugar, habrá un sector privado. Creemos que el sector 
privado es importante y que tiene una función que cumplir. La función 
del sector privado, sin embargo, será siempre definida y limitada por 
normas y reglas pautadas por el Gobierno.
Nos oponemos totalmente, por ejemplo, a un sistema privado en el que 
un extranjero venga a Granada, que solicite créditos en nuestros bancos y
 que entonces se considere inversionista extranjero: el hombre muy hábil
 que trata con un Gobierno tonto. No aceptamos eso. Ni aceptamos tampoco
 que cuando usted invierte aquí tenga derecho ser exonerado de impuestos
 durante 15 años. El mismo hecho de ser hombre de negocios significa ser
 una inversión como oportunidad y riesgo al mismo tiempo. Si no produce 
beneficios, de todos modos no paga impuestos de acuerdo con nuestras 
leyes y normas. Pero en el momento de producir beneficios, también debe 
pagar impuestos. En los 15 años libres de impuestos, el inversionista 
utiliza electricidad, agua, las carreteras, los servicios sociales, 
etc., es lógico que debería hacer una contribución al costo de ellos.
Somos también muy firmes en cuanto al principio que los trabajadores 
en nuestro país tienen el derecho de formar y afiliarse a sindicatos de 
obreros, y de comprometerse en actividades laborales normales. Si usted 
no acepta eso, decidirá invertir en lugares donde estas cosas no tienen 
importancia. Es nuestra firme posición que nuestros trabajadores sí 
tienen derechos y que usted los debe respetar si quiere invertir en 
nuestro país, y operar una empresa en Granada.
Lo que acabo de decir sobre el sector privado puede resumirse de esta
 forma: Si usted es un hombre de negocios de los años ochenta, de la 
última parte del siglo XX, nosotros podemos hacer tratos con usted. Si 
usted en cambio, vive todavía en el siglo XVII, en la época del 
feudalismo y de la esclavitud, no tiene nada que buscar en Granada.
N.S.: ¿No ve usted una contradicción entre el propósito de 
la construcción de un sistema socialista y la existencia de un sector 
privado más o menos importante? ¿Es que ustedes pretenden controlarlo 
sólo externamente, mediante normas pautadas por el Gobierno, o tiene 
pensado también establecer un control social interno, mediante la 
introducción de un sistema de participación obrera?
 
BISHOP: Creemos que construir un sistema económico y
 socialista, es un proceso en el cual hay que proceder paso por paso. 
Creemos que nos debemos enfrentar a los problemas más directos. 
Heredamos un tesoro público que tenía exactamente 47 dólares. Heredamos 
un país sin carreteras, la gente está hablando ahora sobre los huecos 
en las carreteras; antes ni existían carreteras. Heredamos un país con
 acueductos muy deficientes, las tuberías de San Jorge, la capital, 
estaban oxidadas porque durante años no había pasado una gota de agua 
por ellas. Los hospitales carecían hasta de material de vendaje y de 
aspirinas. Estas fueron las condiciones sociales que encontramos, fue la
 realidad objetiva. Para enfrentar esta situación tuvimos que introducir
 un sistema de planificación; había que enfrentar de inmediato el 
problema del desempleo; había que hacer algo en los servicios básicos; 
había que mejorar desde ya, la calidad de vida del pueblo.
El capital necesario para estas acciones tiene que ser formado en 
alguna parte. No creemos que el Estado por sí solo es capaz de generar 
este capital. De modo que el sector privado, el capital que se puede 
obtener del sector privado, constituye una ayuda imprescindible en la 
tarea de construir el aparato productivo de la economía.
Creemos que en este proceso es posible garantizar controles 
suficientes y que no obstante la continuación del funcionamiento del 
capital privado, una porción suficiente de sus ganancias reestructurará 
al pueblo. Lo vemos de esta manera: mientras que en el plano político se
 requiere de firmeza y vigor, el plano económico permite un cierto grado
 de flexibilidad. Este es el significado de un desarrollo 
revolucionario, es lo que ha ocurrido en algunos países que han seguido 
una vía nacionalista democrática. Creemos que nosotros podemos hacer lo 
mismo en Granada, y que la contradicción que aparentemente implica no es
 antagónica.
Cinco segundos en cada cinco años
 
N.S.: Permítame enfocar un punto quizás crucial. Me refiero 
al concepto de libertad que también discutimos con Michael Manley. Es un
 concepto utilizado hasta por dictaduras. Lo mismo vale decir acerca del
 concepto de la democracia, la democracia de origen occidental que es 
utilizado a veces como arma contra otros modelos participativos. En mi 
opinión, las condiciones capitalistas occidentales no reflejan 
necesariamente, las condiciones y tradiciones imperantes en países del 
Tercer Mundo. ¿Cuáles son sus ideas sobre un modelo granadino de 
participación popular, para “evitar” la palabra democracia?
 
BISHOP: Creemos que esto es sumamente importante: debemos esforzarnos al máximo para alcanzar este objetivo cuanto antes.
En lo esencial, estoy de acuerdo con lo que usted acaba de decir: el 
sistema parlamentario tipo Westminster puede ser relevante para la 
Inglaterra bajo las condiciones en las que los ingleses han venido 
desarrollando este sistema y que ha resultado de una historia llena de 
violencia, durante la cual, en los siglos XVI y XVII, fueron decapitados
 sus reyes y hubo guerras civiles entre los seguidores de Cronwell y los
 defensores de la teoría del Derecho Divino. Un país que luego vivió dos
 o tres o cuatrocientos años relativamente pacíficos, período en que 
estableció y desarrolló su democracia, su actual sistema de lobbyismo, 
su educación y los niveles culturales que tiene el pueblo hoy en día. En
 estas condiciones, este modelo de participación popular de “5 segundos 
en cada 5 años”, posiblemente es aplicable.
En las condiciones del Caribe, donde emergimos de una economía de 
plantaciones y un sistema de esclavitud y de colonialismo, no creemos 
que este sistema tipo Westminster sea el acertado. Creemos por lo 
contrario, que carece de sentido totalmente para la vida nuestra. Lo que
 aspiramos, en cambio, es que lleguemos a un estado en que el pueblo no 
se vea limitado a depositar su voto en “cinco segundos cada cinco años”;
 sino en que tenga la oportunidad de participar todos los días. Y 
creemos que esto no puede lograrse de una manera artificial, desde 
arriba, imponiendo una constitución y tratando de cumplirla, sino de una
 manera más natural, surgiendo la participación desde abajo, desde el 
nivel de las bases. De modo que cuando las instituciones empiecen a 
cobrar vida en forma, se podrá proceder a institucionalizar y 
constitucionalizarlas.
Vemos grandes oportunidades para el desarrollo de este modelo en 
algunas de las acciones que hemos iniciado. Nuestro Centro de Educación 
Popular, C. E. P., que por ejemplo tiene el objetivo de eliminar el 
analfabetismo funcional y total.
Creemos que las organizaciones que vamos a crear en el contexto de 
nuestro Programa C. E. P., valiéndonos de voluntarios que eduquen a 
nuestros hermanos y hermanas menos afortunados, pueden perfectamente 
convertirse en organismo popular de este tipo. Vemos oportunidades 
similares en los Consejos de Educación de la Comunidad que hemos creado 
recientemente y en las Asociaciones de Padres y Educadores que pretenden
 transformar el sistema educativo tradicional con su exclusiva relación 
educadores-estudiantes, a un sistema integrado totalmente en las 
comunidades, en el que éstas asumen la responsabilidad por sus escuelas,
 el mantenimiento de los planteles escolares, y el control de lo que se 
les enseña a sus hijos, etc. En esto vemos otra buena oportunidad real 
de participación.
Lo mismo puede esperarse de los Comités de Salud que tenemos previsto
 crear a nivel de los pueblos. Nuestro actual sistema de salud pública 
destina el 80% del presupuesto a los dos hospitales. Estos a su vez, 
atienden sólo el 20% de la población, mientras que el 80% de la 
población tiene que recurrir a los 35 centros médicos y 5 clínicas del 
país, que reciben tan sólo el 20% del presupuesto, lo que le dará una 
idea sobre la calidad de la atención médica que se está prestando a las 
mayorías populares. Por eso pretendemos establecer un sistema de 
atención médica primaria en el que los médicos ya no serán las “prima 
donnas” encima de todos, con todo el personal técnico y enfermero abajo,
 sino que será un sistema integral de asistencia médica en el que los 
médicos, los técnicos, las enfermeras y el personal paramédico lleven 
los servicios médicos a la gente. Y el pueblo a su vez, será incorporado
 en la higiene colectiva, la educación sanitaria colectiva, el con trol 
colectivo de la calidad del servicio asistencial que reciben en los 
pueblos.
También en estos Comités de Salud a nivel de pueblos vemos un gran 
potencial y una gran oportunidad para desarrollar la forma de democracia
 que mencionamos.
A partir de la revolución ha habido una extensa proliferación de actividades comunitarias.
En una pequeña zona solamente St. Patrick por ejemplo, encontramos 23
 grupos diferentes, que funcionan activamente. Nuestro partido mismo no 
tenia información de la existencia de muchos de ellos. Hay grupos de 
mujeres, grupos de jóvenes, grupos religiosos, culturales, deportivos, 
de la milicia, etc., se han formado en todos los sectores. Creemos que 
esto está en relación directa con la revolución.
El pueblo siente ahora que tiene la oportunidad de involucrarse, de participar y la agarran con ambas manos.
La milicia misma es un buen ejemplo. Como usted sabe, no sólo hemos 
establecido el Ejército Revolucionario del Pueblo, sino también hemos 
creado una milicia del pueblo convirtiéndonos en un pueblo en armas para
 poder combatir una agresión externa cuya posibilidad no podemos excluir
 en nuestra situación. Los grupos de la milicia se han lanzado a los 
campos del desarrollo comunal y de la educación política. En esto 
también vemos la oportunidad de establecer una organización arraigada en
 el pueblo, que tiene relevancia para su vida, en la que el pueblo se 
desenvuelve en forma natural y no artificial.
Un último ejemplo, escogido entre muchos otros, es el de las Brigadas
 de Movilización de la Comunidad. En los primeros días de la revolución 
insistimos en la necesidad de haber derrocado a Gairy por haber sido el 
mayor obstáculo al desarrollo de nuestro país, pero que su derrocamiento
 ni significaba que el país iba a avanzar automáticamente, y que había 
aún grandes problemas. Que el pueblo no creyera que ahora se podían 
cosechar billetes de 20 dólares en una mata de mango, que no se abría el
 cielo dejando caer maná. Y que si queríamos construir un país, lo 
teníamos que hacer como pueblo unido, que lo teníamos que hacer en base 
de mucho trabajo voluntario porque el tesoro nacional estaba en 
bancarrota.
Y la capacidad de generar ingresos es todavía limitada debido al 
tamaño y a la naturaleza deformada y explotada de la economía. De modo 
que hicimos un llamado al trabajo voluntario, un llamado verdaderamente 
revolucionario.
Hace tres meses, varias semanas antes de llegar las lluvias, pudimos 
constatar que el 85% de los pueblos en Granada estaban involucrados en 
trabajos de desarrollo comunal un domingo por la mañana, cortando 
maleza, limpiando drenajes, reparando los centros comunales, las vías, 
las casas de sus vecinos, etc. Creemos que este ha sido el mayor logro 
de la revolución. Estamos seguros que la Administración no habría 
logrado que un solo pueblo reaccionara, mientras que ahora era posible 
tener una reacción de tal magnitud.
Confiamos que estas Brigadas de Movilización de la Comunidad tienen 
la capacidad de desarrollar el sistema de poder popular, de 
participación popular al que se refiere usted y al que aspiramos 
nosotros.
Es imperiosa la cooperación entre los países del Caribe
 
N.S.: Granada es una isla pequeña; no son pocos los que ponen en duda que Granada, igual que otras pequeñas islas puedan autosostenerse. Entonces, ¿necesita Granada de la región del Caribe, o puede desarrollarse en forma independiente?
 
BISHOP: Necesitamos la región del Caribe, eso queda 
fuera de toda duda. Granada está muy lejos de ser autosuficiente. Además
 existen nexos con el Caribe, sobre todo el Caribe de habla inglesa, 
nexos históricos, culturales, geográficos, políticos, económicos y 
familiares que son muy profundos y fuertes y que de ningún modo pueden 
ser cortados en este momento. Hace poco le hablé de la Autoridad 
Monetaria del Caribe Oriental; como pudo ver, no tenemos siquiera un 
signo monetario propio. Tampoco tenemos una línea aérea propia, estamos 
unidos con doce o trece países en el manejo de una línea aérea. Lo mismo
 ocurre respecto del transporte marítimo y del comercio. Muchos 
granadinos, por ejemplo, van ahora a Trinidad todos los días, para 
vender y comprar. Para poder llegar a Granada hay que viajar vía 
Barbados o Trinidad, siendo Barbados la estación más importante en el 
camino de Granada.
Los vínculos que nos unen al Caribe, al Caribe de habla inglesa sobre
 todo, hacen imperante la necesidad de una estrecha cooperación entre 
nosotros. Vemos el Caribe como un área integral, un área deformada y 
transformada por el colonialismo y posteriormente, por el imperialismo. 
Lo que había sido una sola área habitada de un solo pueblo, se vio 
inundado por cuatro o cinco países colonialistas, que se la repartieron 
entre ellos, que impusieron sus lenguas y su cultura y que luego de 
haber enseñado a la gente a hablar sus idiomas diferentes, los enseñaron
 a odiarse entre ellos. De modo que los holandeses que viven en Aruba o 
Curazao, o los franceses de Martinica, Guadalupe y Cayena, las personas 
de habla española de Cuba y Puerto Rico y los de habla inglesa de 
nuestras islas, llegaron a sentir cierta hostilidad unos contra otros. 
Creemos que esto significa jugar el juego del colonialismo y que debe 
llegar la hora de acabar con estas diferencias artificiales basadas en 
la separación por el mar, por los diversos idiomas y las diferentes 
culturas.
Nosotros haremos los mayores esfuerzos para desarrollar las más 
estrechas relaciones con nuestros vecinos en el Caribe sin importarnos 
el idioma que hablen.
Quisiera agregar algunas observaciones sobre los problemas 
específicos que tienen las islas pequeñas y otros países particularmente
 desfavorecidos. Son problemas originados en las limitaciones del 
mercado, de la población y de los recursos, la falta de capacitación 
técnica en importantes áreas, la dependencia de la exportación de una o 
dos materias primas, la insuficiente formación de capital, el 
subdesarrollo de los mercados financieros y la infraestructura 
inadecuada. Estos problemas afectan la mayoría de las pequeñas islas y 
de otros países particularmente desfavorecidos como por ejemplo, 
Dominica, Sta. Lucia, las islas Seychelles, San Tomé, Granada etc., y 
los países como el nuestro, nos vemos doblemente golpeados por el 
imperialismo.
Mientras que los países mayores del Tercer Mundo están luchando hoy 
día por el derecho de obtener mejores términos de intercambio, muchos de
 nosotros luchamos en primer lugar, por el derecho mismo al comercio. Y 
mientras que los mayores países del Tercer Mundo están luchando por un 
régimen internacional que permita explotar los recursos submarinos en 
beneficio de toda la humanidad y no de una o dos transnacionales, el 
problema nuestro es acordar y demarcar nuestra zona económica de 200 
millas.
Nuestros problemas son aún agudizados por los criterios inadecuados e
 inapropiados que se establecen para determinar si se otorgan créditos o
 si se puede prestar ayuda financiera u otras formas de cooperación y 
asistencia. El índice de la balanza de pagos no es un criterio justo en 
el caso de estos pequeños países.
Muchos de ellos no tienen un Banco Central propio, de manera que lo 
que aparece como déficit de la balanza de pagos, no es sino un déficit 
presupuestario. El índice del producto per cápita es un criterio muy 
injusto también. Este índice incluye los ingresos de los millonarios y 
otros ricos como también los de las mayorías que viven en la peor 
pobreza, dando una idea muy equivocada acerca del verdadero ingreso del 
ciudadano promedio.
La obligación del financiamiento intermedio, es decir, la práctica de
 obligar al Gobierno receptor a financiar el material necesario para 
llevar a cabo un determinado proyecto para reintegrarle los gastos 
después, también resulta injusta porque frecuentemente es imposible 
reunir este capital inicial.
Estos problemas específicos de pequeños países isleños 
subdesarrollados, deberían urgentemente ser considerados no sólo por el 
mundo industrializado, sino también por los países del Movimiento No 
Alineado.
Naturalmente seguiremos luchando al lado de los países 
tercermundistas más grandes, por la creación de un Nuevo Orden Económico
 Internacional. Pero debo señalar que lo que a uno de los mayores países
 del Tercer Mundo pudiera parecer una ayuda relativamente 
insignificante, puede tener un inmenso efecto en una sociedad más 
pequeña y pobre. Por ejemplo, cuando nosotros pedimos ayuda del Gobierno
 Revolucionario de Cuba y éste nos envió a doce médicos, tan generosa 
asistencia tuvo un impacto inmediato en nuestro país. Estoy seguro que 
Ud. Comprende el gran efecto que producen doce médicos adicionales en 
una isla tan pequeña como Granada.
Durante siglos, el colonialismo ha dividido nuestra región, al igual 
de otras regiones del mundo. Han pasado siglos en desarrollar el arte de
 dividir los pueblos de una sola área. Aquí llegaron los franceses, 
ingleses, españoles y holandeses. Se repartieron el área, nos enseñaron 
diferentes idiomas y culturas y nos hicieron odiarnos mutuamente. Nos 
dijeron que los que hablan inglés, deben considerar como enemigos a los 
que hablan español y holandés y viceversa. Nos dijeron que los que 
tienen un determinado patrimonio cultural deben menospreciar y odiar a 
los que tienen otro. Crearon fronteras regionales e incluso dejaron 
algunos países sin acceso al mar, lo que dio origen a diferendos 
territoriales en nuestra región.
Pero ya se pueden ver signos del colapso del colonialismo en la 
región. Sta. Lucia, San Vicente y Dominicana, se independizaron en los 
últimos doce meses pasados, Antigua y San Kitts están a un paso de la 
independencia. Nosotros apoyamos firmemente, la independencia e 
integridad territorial del pueblo de Belice. También nos solidarizamos 
con el Partido Socialista puertorriqueño y el pueblo de Puerto Rico, en 
su lucha por la independencia.
Fuente original: 
Nueva Sociedad Nº 46 Enero-Febrero de 1980, pag. 110-125, www.nuso.org