Por El Adversario. Traducción del inglés por T. M.
Importante discurso de Bashar al-Assad
El presidente Bashar al-Assad ha enunciado enfáticamente la importancia de un arabismo regenerado para una nueva era.
El presidente sirio, Bashar al-Assad pronunció uno de los discursos
más importantes de su carrera política ante el Foro Árabe para Enfrentar
la Alianza Reaccionaria Sionista-Estadounidense y Apoyar la Resistencia
del Pueblo Palestino en Damasco.
El discurso del presidente al-Assad puso de relieve la importancia
del arabismo para el siglo XXI como la única escuela probada de
pensamiento y método de gobierno capaz de unir a los pueblos del mundo
árabe en un espíritu que valora las antiguas tradiciones a la vez que
permite las variedades de progreso moderno.
En muchos sentidos, el amplio discurso de al-Assad puede considerarse
como la versión panárabe del pensamiento del presidente Xi Jinping
sobre el “socialismo con características chinas para una nueva era”.
El presidente Al-Assad hizo los siguientes puntos principales en este discurso
– El Arabismo es un movimiento para unir a los pueblos de la región
árabe de habla común contra el imperialismo, la globalización/hegemonía
financiera estadounidense y el sionismo; un movimiento que representa el
punto final a la ideología neocolonial en el mundo árabe.
– El arabismo está siendo atacado por varios frentes, pero es su pensamiento unificador en la República Árabe Siria lo que ha ayudado a unir al pueblo detrás del ejército árabe sirio en una muestra de la voluntad popular que ha logrado la victoria contra el imperialismo y los lacayos terroristas del imperialismo y el sionismo.
– No hay conflicto intelectual o espiritual entre el arabismo y el Islam, ni entre el arabismo y el Cristianismo. Se complementan entre sí al permitir una atmósfera civilizada en la que las personas pueden celebrar sus tradiciones individuales y familiares sin dejar de desempeñar un papel constructivo en un estado moderno unificador que eleva las condiciones de vida materiales de las personas.
– El arabismo rechaza el etnonacionalismo, mientras que los enemigos del arabismo usan tanto el extremismo religioso como el etnonacionalismo para socavar la unidad a través del sectarismo. El arabismo por contraste enfatiza la unidad basada en un idioma árabe común y una geografía compartida.
– Cuanto más se conspira contra el arabismo, más importante es para los arabistas recordar al resto del mundo que el arabismo ha sido la única fuerza unificadora y pacífica exitosa en el mundo árabe, donde otras ideologías sectarias han servido solo para debilitar la resistencia árabe al imperialismo.
– El arabismo está siendo atacado por varios frentes, pero es su pensamiento unificador en la República Árabe Siria lo que ha ayudado a unir al pueblo detrás del ejército árabe sirio en una muestra de la voluntad popular que ha logrado la victoria contra el imperialismo y los lacayos terroristas del imperialismo y el sionismo.
– No hay conflicto intelectual o espiritual entre el arabismo y el Islam, ni entre el arabismo y el Cristianismo. Se complementan entre sí al permitir una atmósfera civilizada en la que las personas pueden celebrar sus tradiciones individuales y familiares sin dejar de desempeñar un papel constructivo en un estado moderno unificador que eleva las condiciones de vida materiales de las personas.
– El arabismo rechaza el etnonacionalismo, mientras que los enemigos del arabismo usan tanto el extremismo religioso como el etnonacionalismo para socavar la unidad a través del sectarismo. El arabismo por contraste enfatiza la unidad basada en un idioma árabe común y una geografía compartida.
– Cuanto más se conspira contra el arabismo, más importante es para los arabistas recordar al resto del mundo que el arabismo ha sido la única fuerza unificadora y pacífica exitosa en el mundo árabe, donde otras ideologías sectarias han servido solo para debilitar la resistencia árabe al imperialismo.
El contexto.
El nacionalismo árabe surgió como un movimiento de liberación en la
primera mitad del siglo XX. El movimiento baathista fue una de las
primeras y más exitosas escuelas de pensamiento en definir el
nacionalismo árabe o el arabismo durante las décadas en que los árabes
luchaban por su independencia contra el colonialismo europeo que surgió
del acuerdo Sykes-Picot de 1916.
El Baathismo enfatizó la importancia del Islam y el
Cristianismo viviendo en armonía con los principios socialistas del
anticolonialismo, el desarrollo económico a través de una distribución
más equitativa de los recursos nacionales y la riqueza, una
modernización de los ejércitos árabes para la defensa autosuficiente, un
énfasis en el el idioma común árabe entre todos los pueblos de la
región, la tolerancia hacia todas las minorías religiosas y étnicas, la
emancipación social de la mujer, el rechazo de todos los movimientos
sectarios y los movimientos extremistas retrógrados.
Los tres fundadores más importantes del Baathismo fueron el oriundo
de Lattakia Zaki al-Arsuzi, así como Michel Aflaq y Salah al-Din
al-Bitar.
El libro de Zaki al-Arsuzi, “El genio del árabe en su lengua”, ayudó a
explicar por qué el baathismo se basa no solo en las características
únicas de los pueblos árabes, sino en cómo la lengua árabe ha ayudado a
formar una sociedad única con perspectivas sociales que son menos
dogmáticas que los de las culturas europeas.
La liberación de Siria
Después de experimentar una unión con el Egipto panarabista de
Nasser, la República Árabe Unida entre 1958 y 1961, el afianzamiento de
Siria en el sendero del arabismo moderno se produjo durante la
Revolución del 8 de marzo de 1963. En esa fecha, el Partido Ba’ath Árabe
Socialista llegó al poder en Damasco y trabajó en la construcción de un
programa revolucionario de emancipación del letargo colonial, así como
una política exterior que defendía los intereses árabes contra intrusos,
colonos y amenazas externas.
Hafez al-Assad
Después de la turbulenta década de los ´60, las cosas se volvieron
estables y pacíficas en 1970 cuando el nuevo presidente Hafez al-Assad
se convirtió en el líder del país. El presidente Hafez al-Assad marcó el
comienzo del Movimiento Correctivo que estabilizó con éxito la política
interna siria, eliminó grupos terroristas como la Hermandad Musulmana y
marcó el comienzo de los niveles de vida más altos en la historia
moderna de Siria según los estándares globales de la época.
Islam, Cristianismo y arabismo en el futuro
El presidente Bashar al-Assad inyectó una serena sabiduría en un
debate que a menudo es secuestrado por egoístas y por aquellos que
deliberadamente propagan la desinformación. El presidente sirio afirmó
que nunca ha habido cisma, conflicto ni contradicción entre los valores
del Islam y el Cristianismo y los del arabismo. El arabismo enfatiza la
unidad, los lazos históricos y presentes compartidos entre los pueblos
de habla árabe. Como el noble Corán está escrito en árabe, esto
demuestra la naturaleza armoniosa del arabismo secular con la religión
del Islam. Ambos se fortalecen cuando se los considera fuerzas
unificadoras y ambos, literalmente, hablan un idioma común.
El presidente al-Assad dijo que la relación del Cristianismo con el
arabismo es igualmente fuerte, pero que desde la década de 1920, cuando
el Imperio británico financió y ayudó a fundar la regresiva Hermandad
Musulmana, los enemigos de los pueblos árabes han intentado usar el
Islam como medio para destruir las sociedades árabes donde su correcta
interpretación es de unidad, paz y sabiduría.
Arabismo versus la agresión imperialista/globalista contra los pueblos amantes de la paz
Hoy, el globalismo financiero estadounidense ha tomado el lugar del
imperialismo británico como la principal amenaza existencial para el
arabismo. El presidente al-Assad explicó que los enemigos del arabismo
buscan destruir cualquier pensamiento que ayude a unificar a los árabes
para convertirlos en máquinas en lugar de pensar libremente como hombres
y mujeres, en el sistema del globalismo financiero liderado por Estados
Unidos. Un movimiento fuerte y unificador como el arabismo es una
alternativa ejemplar contra el globalismo neo-liberal / anti-cultural de
los Estados Unidos, que es la razón por la cual en Washington y sus
estados satélite están tan interesados en destruir el arabismo y
provocar guerras sectarias contra él.
Muchos comentaristas señalan que algunas de las causas de los
conflictos dirigidos por extranjeros e instigados contra Siria incluyen
el deseo del régimen qatarí de construir oleoductos a través del
territorio sirio, el plan sionista Yinon para conquistar y destruir
grandes partes del mundo árabe y el plan wahhabí-saudí de dividir Siria y
crear feudos reaccionarios takfiris, todo con la asistencia de los
agresores estadounidenses y europeos.
Si bien estas son las causas específicas del presente conflicto, la
razón principal es la que históricamente ha impedido estas acciones
ilegales contra la soberanía, la dignidad y la unidad de la República
Árabe Siria. Las potencias imperialistas y sionistas no necesitan librar
una guerra contra los estados árabes débiles, sectarios y extremistas
porque tales estados ya se han debilitado de manera efectiva hasta una
posición en la que la riqueza y la dignidad nacionales se entregan sin
luchar. En cambio, son los estados con fuertes identidades y
un marcado sentido de independencia los que a los ojos de los
imperialistas y sionistas deben ser fragmentados para ser explotados.
El presidente al-Assad señaló que esto es lo que hicieron las
potencias imperialistas en Libia, pero que el mismo método no funcionó
contra Siria debido a las condiciones políticas establecidas.
Es imposible rechazar el imperialismo si uno rechaza el arabismo. No
existe una alternativa pacífica lógica, práctica o factible para
preservar la libertad en el mundo árabe aparte del arabismo. El éxito de
Siria en vencer a sus enemigos se debe principalmente a la fuerza del
arabismo en la creación de la unidad popular frente a un ataque de
múltiples frentes.
El ejército árabe sirio como expresión de la voluntad popular
El presidente Bashar al-Assad remarcó que algunos provocadores
quieren quitarle el título de “árabe” al Ejército Árabe Sirio (EAS). Él
consideró que tales intenciones son estúpidas. Al llamarse a sí mismo un
ejército árabe, el EAS ha logrado unir a todos los sirios a pesar de
cualquier afiliación étnica o religiosa detrás de un principio común de
soberanía para todas las comunidades de Siria.
Si se eliminaba este concepto unificador, el Ejército sería
simplemente una fuerza mercenaria, una especie de cuerpo corporativo que
no podría movilizar la voluntad popular. Si la gente no estuviera del
lado del ejército, no habría podido preservarse a Siria como se ha
hecho, incluso antes de que sus aliados no árabes como Irán y Rusia
ayudaran a terminar el trabajo.
La importancia de Palestina
La entidad ocupante sionista representa el último aliento de la
tiranía colonial en el mundo árabe y se basa en la promoción de la
propaganda antiarabista para preservar su poder. El presidente al-Assad
declaró que la unidad árabe necesita apoyar la liberación palestina, ya
que cualquier otra cosa sería un rechazo a la unidad de los pueblos de
habla árabe en toda la región.
Esto explica por qué es de interés para los sionistas promover grupos
sectarios cuyos objetivos sean debilitar la unidad pan-árabe y explotar
las diferencias locales en lugar de permitir que los árabes se centren
en crear una confederación pacífica y unificada.
En este sentido, Palestina también será un factor implícito en el arabismo, mientras permanezca ocupada.
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