Algunos fondos de inversión estadounidenses, de los que se hacen eco
algunos medios internacionales, están especulando actualmente con el
eterno mito según el cual la economía de China estaría a punto de sufrir
un “aterrizaje forzoso”. Esta falsa predicción ha sido repetida durante
décadas desde que China inició las reformas en 1978. La tesis en boga
era que al no privatizar sus empresas, adoptando lo que se conoció
entonces como “terapia de choque” en Rusia y el Este de Europa, China se
condenaba al estancamiento. Pero en lugar de ello, durante el periodo
1978-2015 China experimentó un crecimiento anual del PIB del 9.6% – el
mayor crecimiento de un economía grande en la historia humana.
Uno de los abanderados de esta tesis ha ssido Kyle Bass, del fondo
Hayman Capital Management, cuyas posiciones han sido recogidas por el
Wall Street Journal. “Se espera que la cartera de Hayman Capital esté
amortizada si el yuan y el dólar hongkonés se devalúan en los tres
próximos años – una apuesta que supone billones de dólares, incluyendo
dinero prestado.” “...esto es mucho más que la crisis de las hipotecas
subprime [de los EEUU]”, dice Bass, que cree que el yuan podría caer
hasta un 40%”.
Si Bass se agarra a estas predicciones, perderá una fortuna, como veremos a continuación.
George Soros también ha afirmado recientemente que “un aterrizaje forzoso [de China] es inevitable.” Soros tiene un historial desastroso de inversiones en Rusia y China – habiendo perdido aproximadamente 1 billón de dólares en la empresa de telecomunicaciones rusa Svyazinvest.
Los directivos de los fondos de inversión que especulan con la devaluación del renminbi (RMB) son evidentemente una fuente poco fiable, puesto que tienen un interés financiero en difundir malos augurios. Por lo tanto, antes de explicar las principales razones por las cuales estos puntos de vista son erróneos, se pueden señalar algunos afirmaciones similares en otros medios de comunicación.
En 2005, Gordon Chang fue ascendido por los medios occidentales al nivel de “experto en China” por haber escrito un libro, The Coming Collapse of China, que concluía de esta forma: “Hace media década, los dirigentes de la República Popular China tenían verdaderas opciones. Hoy ya no las tienen [...] se les ha acabado el tiempo.” Pues bien, una década más tarde, China no ha colapsado – pero Chang ha seguido apareciendo en Bloomberg TV como “experto en China”.
En junio de 2002, el diario The Economist publicaba un suplement titulado “Un Dragón sin aire” que afirmaba que “la economía aún se basa principalmente en los motores domésticos de crecimiento, que están echando chispas. El crecimiento [...] se ha basado en gran medida en las inversiones masivas del gobierno [...] la deuda del gobierno está creciendo aceleradamente [...] esto es el origen de una crisis financiera [...] por lo tanto, China parece estar avocada en la próxima década a ser cada vez más inestable.” En realidad, China experimentó la década de mayor crecimiento que se ha conocido en una economía grande.
Todas las afirmaciones sobre el “aterrizaje forzoso” de China son erróneas, ya que violan todo sentido de la proporción. Cojamos por ejemplo las afirmaciones sobre la devaluación del yuan. El pasado mes de enero la cadena CNBC News afirmaba: “China está jugando un juego peligroso con su moneda, con movimientos que podrían llevar la economía mundial hacia una recesión. El banco central de China autorizó el jueves la mayor caída del yuan en cinco meses.”
En realidad, la caída en la tasa de cambio del RMB frente al dólar ha sido poca cosa en comparación con otras grandes monedas. Entre enero de 2012 y marzo de 2016, el volumen del comercio en dólares se disparó un 23% – el euro cayó con respecto al dólar un 18%, el yen un 24%, y el RMB sólo un 5%. Del pico del 8% alcanzado entre enero de 2014 y marzo de 2016, el RMB volvió a caer con respecto al dólar un 8%, el yen un 10% y el euro un 21%.
Si Bass se agarra a estas predicciones, perderá una fortuna, como veremos a continuación.
George Soros también ha afirmado recientemente que “un aterrizaje forzoso [de China] es inevitable.” Soros tiene un historial desastroso de inversiones en Rusia y China – habiendo perdido aproximadamente 1 billón de dólares en la empresa de telecomunicaciones rusa Svyazinvest.
Los directivos de los fondos de inversión que especulan con la devaluación del renminbi (RMB) son evidentemente una fuente poco fiable, puesto que tienen un interés financiero en difundir malos augurios. Por lo tanto, antes de explicar las principales razones por las cuales estos puntos de vista son erróneos, se pueden señalar algunos afirmaciones similares en otros medios de comunicación.
En 2005, Gordon Chang fue ascendido por los medios occidentales al nivel de “experto en China” por haber escrito un libro, The Coming Collapse of China, que concluía de esta forma: “Hace media década, los dirigentes de la República Popular China tenían verdaderas opciones. Hoy ya no las tienen [...] se les ha acabado el tiempo.” Pues bien, una década más tarde, China no ha colapsado – pero Chang ha seguido apareciendo en Bloomberg TV como “experto en China”.
En junio de 2002, el diario The Economist publicaba un suplement titulado “Un Dragón sin aire” que afirmaba que “la economía aún se basa principalmente en los motores domésticos de crecimiento, que están echando chispas. El crecimiento [...] se ha basado en gran medida en las inversiones masivas del gobierno [...] la deuda del gobierno está creciendo aceleradamente [...] esto es el origen de una crisis financiera [...] por lo tanto, China parece estar avocada en la próxima década a ser cada vez más inestable.” En realidad, China experimentó la década de mayor crecimiento que se ha conocido en una economía grande.
Todas las afirmaciones sobre el “aterrizaje forzoso” de China son erróneas, ya que violan todo sentido de la proporción. Cojamos por ejemplo las afirmaciones sobre la devaluación del yuan. El pasado mes de enero la cadena CNBC News afirmaba: “China está jugando un juego peligroso con su moneda, con movimientos que podrían llevar la economía mundial hacia una recesión. El banco central de China autorizó el jueves la mayor caída del yuan en cinco meses.”
En realidad, la caída en la tasa de cambio del RMB frente al dólar ha sido poca cosa en comparación con otras grandes monedas. Entre enero de 2012 y marzo de 2016, el volumen del comercio en dólares se disparó un 23% – el euro cayó con respecto al dólar un 18%, el yen un 24%, y el RMB sólo un 5%. Del pico del 8% alcanzado entre enero de 2014 y marzo de 2016, el RMB volvió a caer con respecto al dólar un 8%, el yen un 10% y el euro un 21%.
Otra demostración de este tipo de mediocridad intelectual fue la reciente afirmación de Bloomberg según la cual la economía china estaría sufriendo una crisis similar a la griega. "Los dirigentes políticos chinos [...] han agotado todos los poderes mágicos que habían estado utilizando para mantener su economía en alto [...] el mundo [...] ha estado varios años considerando la salida de Grecia del euro. Pero si de pronto la mayor nación comercial del mundo se estrella contra un muro, supondría una catástrofe de una naturaleza diferente, que generaría el caos en las economías de todo el mundo." Comparar a Grecia, cuya economía se redujo un 26% durante el periodo 2007-2014, con China, cuya economía creció un 81% durante el mismo periodo, es francamente ridículo.
La razón principal por la cual los que afirman que China sufrirá un "aterrizaje forzoso" se equivocan es que no comprenden lo que conlleva el hecho de que China no es un país capitalista. Los "aterrizajes forzosos" ocurren en las economías capitalistas porque todas las grandes compañías son de propiedad privada, y por lo tanto no tienen la capacidad de evitar el hundimiento de las inversiones que es la causa de tales "aterrizajes".
Durante la gran depresión iniciada en 2007, el consumo de los hogares estadounidenses disminuyó un 3% pero la inversión privada cayó un 23% – el "aterrizaje forzoso" en los EEUU estuvo dominado por la caída de las inversiones.
A partir del año 1990, Japón sufrió un "aterrizaje forzoso" de un cuarto de siglo, con un crecimiento anual medio de menos de un 1% del PIB. Sin embargo, durante el periodo 1990-2013, el consumo de los hogares japoneses creció un 31%. Pero las inversiones fijas de Japón cayeron un 16% – por lo tanto, la severidad del estancamiento de Japón se debía exclusivamente a la caída de las inversiones.
En contraste con la caída de las inversiones en EEUU y Japón, lo cual ha causado verdaderos "aterrizajes forzosos", durante el periodo 2007-2014 la inversión fija en China creció un 105%, generándose con ello un crecimiento económico del 81%. Esto ha sido posible porque China posee un gran sector estatal que puede ser utilizado para aumentar las inversiones si el gobierno necesita tomar medidas anti-recesión. En resumen, China no tiene y no sufre "aterrizajes forzosos" porque es una economía socialista, no capitalista.
John Ross es profesor en el Instituto de Estudios Financieros de Chongyang, Universidad del Pueblo de China.
Fuente: http://www.globaltimes.cn/
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