18 de febrero de 2020

La Fortaleza de Brest, lo que no nos han contado sobre la Victoria contra el Fascismo.

Este sábado 22, a las 19,30 hs., en la Sala de la Estafeta del Ateneo de Madrid visionaremos la excelente producción bielorrusa "La Fortaleza de Brest". 

Película excepcional por su contenido. En el posterior debate, analizaremos la importancia que para la victoria sobre el fascismo tuvo el pueblo soviético.

Esperamos vuestra asistencia.

A continuación desarrollamos la ponencia del acto.


Brest, una hazaña que anticipó la Victoria.


Por Nestor Guadaño.


La fortaleza de Brest (Брестская крепость), es una película realizada en Bielorrusia por Belarusfilm en el 2010. En enero del 2007 surgió la idea de relatar lo más fehacientemente posible los sucesos que tuvieron lugar en la Gran Guerra Patria. Para ello, el 26 de Enero del 2008, los responsables de cultura de Rusia y Bielorrusia, fomentaron su realización, decidiendo que fuese Alexandr Kott quien la dirigiera.

Guión: Igor Ugolnikov y Konstantin Vorobyov.
Música: Yuri Krasavin.
Fotografía: Vladimir Bashta
Intérpretes:
Andrei Merzlikin, Pavel Derevianko, Alexandr Korshunov y Alexei Kopashov.

Sinopsis

La película narra la hazaña de la Defensa de la Fortaleza de Brest contra el Ejército Nazi, en Junio 1941.

El modo de relatar la película por Alexander Kott, es muy singular. La narra desde el punto de vista de un niño de quince años, resistente en la fortaleza, Sasha Akimov, el cual detalla su experiencia con los tres responsables de la defensa desde varios ángulos distintos: El comandante del Regimiento Piotr Gavrílov, el comisario político Yefim Fomín, y el comandante del 9º Regimiento de Guardiafronteras,  Andréi Mitrofánovich Kizhevatov..

Su realización

Desarrollar esta película supuso dos años, entre la preparación de los escenarios y su filmación, para ello el director Alexandr, tuvo la oportunidad singular de tener todos los medios necesarios para contar la historia ajustándose a los hechos, de forma lo más fiel posible. Sus secuencias principales se filmaron en el propio memorial de la Fortaleza de Brest. Se construyeron los paisajes de las viviendas anteriores a la guerra, una copia exacta de la Puerta de Kholm. Participaron como extras habitantes de la localidad.

Kott esencialmente plasma, como los grandes maestros soviéticos, en perfilados momentos toda la trama con grandes dosis de integración del espectador con los sucesos contados, pues unía su habilidad como fotógrafo a sus recuerdos bélicos, pues su padre se los relató ya que participó en numerosos combates.

Posteriormente, Igor Ugolnikov con todo el material rodado realizó para la televisión una serie de cuatro partes, con la versión completa que incluían noticiaros de la época, que fueron distribuidos en el resto de Europa por Channel One, exhibida en muy pocos países con el nombre de “Fortaleza”.

Brest, una hazaña que anticipó la Victoria.

En la madrugada del 22 de junio, sin previo aviso ni declaración alguna, escuadras de la Luftwaffe alemanas descargaron sus bombas sobre aeródromos, vías ferroviarias, bases navales y ciudades fronterizas de la Unión Soviética. Estas fueron las palabras de Vyacheslav Molotov, Ministro de Relaciones Exteriores de la Unión Soviética, cuando informó al pueblo soviético del inicio de la guerra:
"La nuestra es una causa justa. El enemigo debe ser derrotado. La victoria será nuestra".

La primera gran batalla de la Operación Barbaroja fue la realizada en la fortaleza de Brest-Litovsk, la cual, debido a su ubicación estratégica controla la frontera con Polonia, los cruces sobre el río Bug, la principal línea ferroviaria hacia el este, y la carretera Varsovia-Moscú.

El Ejército Rojo disponía en Brest de dos divisiones. En aquellos días de Junio, la mayoría de los soldados estaban desplazados en maniobras en el este, y solamente alrededor de 7.000 combatientes quedaban, además de 3.000 milicianos fronteriles en las aldeas cercanas. Quienes componían la defensa eran la mayoría comunistas y komsomoles, que estaban en la posición más avanzada de la URSS.

Su heterogénea composición, abarcaba desde las compañías de fuerzas de la Cheká (del Ministerio del Interior) del 9º Batallón Fronterizo, el 17º Destacamento de Guardiafronteras “Bandera Roja”, el 33º Regimiento Independiente de Ingenieros, el 18º Batallón Independiente de Comunicaciones y el 393º Batallón de Artillería Antiaérea.

Por las numerosas huellas que dejaron los proyectiles, cuando hoy se visita la ciudadela, se puede imaginar lo feroz que fue el ataque de los nazis. En algunas partes de la fortaleza aún se notan los efectos de los lanzallamas.

Los soviéticos, a pesar de tener un pacto de no agresión, tenían bien a resguardo en la fortaleza,  alimentos y municiones, además pusieron a salvo a sus familias y a la población de la ciudadela, en los sótanos y mazmorras.

Tras un durísimo bombardeo artillero, los nazis creían que en quince minutos tomarían los fuertes, pero compañía tras compañía iban cayendo cuando atacaban, ante el muro inexpugnable que habían creado los defensores en todas las estancias de la ciudadela. Inclusive fueron desalojados los hitlerianos de la iglesia que habían capturado en un contrataque de los fusileros soviéticos, eliminando a 70 nazis, igualmente sucedió en el fuerte de Trespol cuando 300 resistentes hicieron retroceder a un regimiento fascista.

Aquí, la llamada “guerra relámpago” no funcionaba, a pesar de todos los ataques, inclusive con artillería de gran calibre y lanzallamas, los soviéticos no retrocedían, a pesar de la escasez de municiones, alimentos, agua y medicinas, la guarnición consiguió frenar el empuje del enemigo pero tras más de treinta días y noches finalmente los alemanes tomaron bajo control la mayor parte de la fortaleza. Pero los últimos días, a pesar de todas las penalidades, en destacamentos pequeños bajo el mando de comisarios y komsomoles siguieron peleando y defendieron, con tesón y abnegación cada instalación o paso subterráneo. Entonces, sufriendo bajas enormes, una división alemana los cercaba (más de 15.000 alemanes).

Cayeron casi todos los defensores de la fortaleza. Solamente unos cuantos combatientes pudieron escapar del cerco enemigo y moverse hasta la línea del frente. La mayoría de los heridos, fueron capturados por los alemanes. Incluso algunos, lograron fugarse de la prisión.

Una inscripción grabada en el ladrillo fundido por el fuego, de una de las celdas de la fortaleza, lleva fecha del 20 de Julio, y para todos los rusos, bielorrusos y soviéticos es una de las frases más famosas del siglo pasado:
"¡Me muero pero no me rindo! ¡Adiós, Patria!"

El hecho de que una división entera no pudiera doblegar en un mes una fortificación que, según el plan, debería haberse rendido en un cuarto de hora, conmovió a los mandatarios nazis. Por eso, en agosto de 1941 el mismo Hitler y Mussolini fueron a la fortaleza de Brest para verla con sus propios ojos. La vicedirectora del museo de la fortaleza de Brest, Larisa Bibik, menciona:
"Entraron en la fortaleza y vieron las huellas de la lucha tenaz, vieron toda la destrucción. Según sus informes, los atacantes nazis no cometieron ningún error. Creo que se dieron cuenta de la valentía y el coraje soviético”.

La fortaleza de Brest fue liberada tres años más tarde, el 28 de junio de 1944.

Lo ocurrido en Brest, no es una gesta singular, pues a lo largo de toda la contienda, hubo miles de combates parecidos a Brest (Liepaja, las islas Moonsund, Sebastópol, Leningrado, Smolensk, etc.), que demostraron la cohesión de la población con su modo soviético de existir, con la solidez del socialismo frente al capitalismo imperialista, porque como decían en sus canciones, los soviéticos luchaban por una causa justa.

Consecuencias de Brest

La fortaleza de Brest se convirtió en un símbolo de la resistencia inquebrantable y el coraje de los combatientes soviéticos.  Muchos defensores de Brest fueron condecorados, a título póstumo, con diversas órdenes y medallas, de la Bandera Roja, de la Estrella Roja, al Valor en combate, etc.

Kizhevatov y Gavrílov fueron condecorados como Héroes de la Unión Soviética, el homenaje de agradecimiento más alto del pueblo soviético, mientras que Fomín recibió la Orden de Lenin, la segunda condecoración de más importancia.

Sus héroes eran obreros y trabajadores comunes, de todas las nacionalidades soviéticas, honestos, que al verse rodeados por tantas tropas nazis, a ninguno les pasó por la cabeza, rendirse, prefirieron resistir o morir en combate. Muchos de ellos portando con orgullo sus insignias del komsomol, de la Cheká y del Partido. A pesar de sus terribles pruebas, en sus diarios y manuscritos dejaron consignados su profundo sentimiento porque el socialismo superará todo, “…Moriremos pero no nos iremos de aquí”. Este es el legado más importante a la humanidad, del poder soviético y de la cultura de clase de la Unión Soviética:  …alzarse contra las ideas y los regímenes fascistas, porque sus sanguinarios crímenes tienen que ser respondidos firmemente.

El 22 de junio toda Rusia y las repúblicas de la antigua URSS recuerdan con actos solemnes el inicio de la invasión nazi a la Unión Soviética, que inauguró el dramático periodo de la Gran Guerra Patria.

En 1971 se inauguró en Brest un impresionante complejo conmemorativo a las víctimas de los primeros días de la guerra. Obra del famoso artista soviético A. Kibalnikov. Dos esculturas enormes, "La Valentía" y "La Sed", el Panteón de la Gloria, la Plaza de Ceremonias, las ruinas conservadas de la antigua fortaleza y los cuarteles reconstruidos, junto con el puesto fronterizo que se mantiene operativo hasta hoy, integran un complejo singular que ocupa 70 hectáreas en un paisaje natural único entre el Bug del Oeste y el Mujovets.

Cada año, los veteranos se encuentran aquí con los escolares, para enseñarles cómo vivieron la tragedia. Cada año, a las 4 de la madrugada, se tiran coronas de flores en las aguas del río fronterizo para homenajear a todos los soldados caídos en la Gran Guerra Patria. El número total de personas fallecidas en la URSS como resultado de la Gran Guerra Patria fue de 26,6 millones de personas, de las cuales 8.668.400 pertenecían al Ejército Rojo. Ningún otro país sufrió tantas bajas.

Miles de turistas procedentes del mundo entero vienen cada año a la fortaleza de Brest para rendir homenaje a la memoria de sus defensores heroicos.

Mediante el Decreto del Presídium del Soviet Supremo de la URSS, la Fortaleza de Brest recibió el 8 de mayo de 1965 la Medalla de Oro y el título honorífico de "Fortaleza Héroe".

Reconocimientos de la película

Filmada en el lugar de los hechos, en Brest y en la localidad de Pruzhany, fueron reproducidos hasta el mínimo detalle todos los monumentos destruidos en la batalla, como la Puerta de entrada al recinto, los fuertes, el hospital, las habitaciones, con gran cuidado, que hace muy cercana su visión.

Numerosos premios tuvo en Rusia y Bielorrusia. Está considerada por la crítica especializada como una de las mejores lecciones cinematográficas sobre la  guerra. En concreto, el filósofo escritor social V.V. Kaftan, gran conocedor de las películas de guerra recientemente comentó: “La peculiaridad de esta película es el hecho de que las historias retratan el comportamiento valiente de unas personas, entrelazadas como una obra pictórica, en la heroica defensa de la fortaleza. Parece que la película alcanzó el objetivo para el que fue rodada: empatía con las primeras víctimas y héroes de la gran guerra patria” (1)

Según van pasando los años, esta película esta cada vez más valorada. Recientemente muchos críticos cinematográficos, la consideran como la mejor película mundial sobre la guerra de los últimos veinticinco años.

Notas:

(1). Kaftan, V.V. Artículo “Contrarrestar la degeneración de la conciencia de la sociedad rusa en el proceso educativo de la universidad”. Publicado en la revista  Cherepovets, por la Escuela Superior de Ingeniería Militar. No. 3, página 4. Año 2.012, en ruso.
 

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