Este sábado a las 19,30 h. en el Ateneo de Madrid, calle del Prado, número 21, proyectaremos la película "La infancia de Iván", dentro del ciclo Obras Maestras del Cine Soviético.
Proyección al que seguirá un debate sobre la importancia de ella, en la historia del cine mundial, siguiendo la estela de los aportes cinematográficos de la Unión Soviética.
Te esperamos.
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Ponencia de la película, tras su visionado.
"La
infancia de Iván" es primordial en el cine europeo de los años 60.
Por Escarpo y Nestor Guadaño.
La
película narra la historia de un niño huérfano Iván, y su infancia durante la
Gran Guerra Patria. Está solo, después de fallecer sus padres a manos de
soldados alemanes. Escapa de ellos y se une al Ejército Rojo. Basada en una
novela corta de Vladimir Bogomolov, Andréi nos presenta un desarrollo
argumental atípico, como la mayoría de las películas soviéticas, donde los
combates y maniobras militares quedan fuera de las verdaderas historias que
quieren contarse.
En
concreto lo importante para el director es lo que sucede en el interior de cada
personaje y especialmente dentro de la mente y la mirada de Iván.
La infancia de Iván fue el primer largometraje de
Tarkovski. Tuvo un notable éxito de crítica y alcanzó difusión internacional. Fue
galardonada con el León de Oro del Festival de Cine de Venecia, y el Golden
Gate del Festival de S. Francisco.
Andréi se doctoró como director de cine con esta película
El cine soviético fue desde el triunfo de la Revolución de Octubre, uno de los instrumentos fundamentales de la construcción del socialismo. Así lo entendieron los pedagogos, directores de teatro y los bolcheviques responsables como Lenin, en su importancia por la educación de la población, así actuó en su incentivación Anatoli Lunacharski comisario de cultura.
Como otros jóvenes entusiastas, Andréi Tarkovski se
inscribió en la escuela soviética de cine VGIK, realizando cortometrajes con
Sergei Paradzhánov y Mijaíl Vartánov. Tuvo notables influencias de todos los excelentes
directores soviéticos de los años 30, particularmente en la forma de dirigir de Pudovkin, y especialmente de las enseñanzas de su profesor, el cineasta Mijaíl
Romm.
Este
primer largometraje del joven Andréi, fue un encargo del estudio de cine
Mosfilm, al haber despedido al director que estaba filmándolo, E. Abalov porque no desarrollaba la historia del pequeño texto de Bogomolov sobre los niños soviéticos, cuando se quedaron huérfanos en los frentes de la Gran Guerra Patria. La dirección de Mosfilm consideró que parte del material filmado era aprovechable.
Andréi para aceptar este proyecto puso dos condiciones. La primera, cambiar el título de Iván por La infancia de Iván; y la segunda, tener manos libres para escribir un guión completamente propio, al margen de la primera versión. Pues Tarkovsi, introdujo sensibles variaciones más allá de la narración de los sueños de Iván. Añadió imágenes documentales, tomadas por los cámaras soviéticos, al entrar el ejército rojo en Berlín, al término de la guerra, con una significativa denuncia del nazismo.
La Unión Soviética vivió durante la guerra una experiencia más compleja y traumática que el resto de las naciones contendientes. No solamente hubo millones de muertos, sino que el país quedó destruído en la mayor parte de la zona europea. El pueblo soviético fue agredido en el momento que estaba realizando con mucho esfuerzo la revolución más dificil de su historia. Por eso podemos decir que no hay un soviético que no haya sentido la guerra en sus carnes.
Así pues fue un trabajo de
encargo, por lo tanto, con bastante material ya rodado, pero que el joven director supo convertir como propio. Andrei ya conocía antes de aceptar la película, la historia de un niño llamado Tarás, a quien la guerra -como a Ivan- había transformado en un ser monstruoso. Tarás es un niño inteligente, receptivo, lleno de confianza en si mismo, que entre sus compañeros se distinguía por un sorprendente instinto de lucha. Jugaba a observar a los nazis. El obstáculo mayor para él era su madre, que con dureza intentaba mantenerlo alejado de los peligros.
Durante la Gran Guerra Patria, los niños ucranianos se habían aconstumbrado a todas las vicisitudes de la guerra, actuaron como guerrilleros, oyendo a sus alrededor las balas enemigas. Tarkovski relata en la película, detalle de lo vivido por Tarás: la estufa en pie en medio de las ruinas, la determinación de Iván sobre la guerra que es más precisa que los mismos adultos combatientes.
El mérito indiscutible de Tarkovski constistió precisamente en que partiendo de ese material obtuvo justo lo contrario: una película lírica, elevada, de gran altura estética, que condensó en imágenes las intenciones de Bogomolov, como que la guerra es cauterizadora del alma de un niño.
Interés por una obra maestra
inusual
"La
infancia de Iván" es primordial en el cine europeo de los años 60. Influyó en la mayoría de los
directores, inclusive norteamericanos, y fue un referente del cine soviético.
Siguió esa forma de contar las historias en su siguiente "Andréi Rubliov"
en 1966. Después realizaría otros filmes como “Solaris” o “Stalker”, más
ambiciosos.
La
forma de concentrar la mirada del espectador en cada fotograma, es un legado de
Pudovkin, Tarkovski evoluciona sobre los sentimientos, haciendo participe su
visionado a las ideas que quiere transmitir, por la mente de Ivan, sobre la
locura y el horror de la guerra.
Da
un golpe de efecto nuevo, poético, abstracto en muchos momentos, pero
concentrando los sentimientos y ritmos
en una atmósfera de complejas resoluciones. Su forma de contar la historia va
de la balada a la tragedia.
Es
una obra sublime, digna de los mejores directores soviéticos, que iluminó a la
cinematografía mundial, por ello es impresionante que fuera su primera
película, demostrando su poder de concentración y magistral forma de entender
el cine.
Todos
los integrantes de la producción aportan su granito de arena para que sea una
obra maestra. La fotografía y el sonido son partes esenciales. El cámara Vadim
Yusov hace un tratamiento de cada escena, armónico, muy cercano por un
tratamiento de la luz y las sombras a manera de un psicólogo, desbrozando el
comportamiento de la cara y los gestos de Iván.
En la partitura
de la película se haya una de las claves de su vigencia como una renovación de la forma de contar esa historia. Obra de Vycheslav
Ovchinnikov, rompió los moldes de una banda sonora, pues articuló su diálogo con las escenas de forma psicológica, idílica con los procesos
ensoñatorios de la madre, del agua, de la felicidad perdida y de la muerte. En palabras de Tarkovski "...tengo la esperanza de que, en mis películas, la música no sea tan solo una "ilustración" unidimensional de las imágenes, en ningún caso quiero que sea percibida como un aura emocional de los objetos representados, con lo que quiero mover a los espectadores a ver la representación en la entonación que yo he elegido."
Y
estamos ante una obra maestra porque el tiempo dado para cada momento por
Tarkovski requiere de la complicidad de espectador, esto es, cada uno tendrá
una aceptación o distanciamiento de cada detalle contado, especialmente del
final trágico y de la desesperación del teniente. Pues el sueño de Tarkovski es
como una pesadilla en el metraje de cada secuencia hasta su conclusión.
En el fondo Iván ama la vida, como la aman todos los niños; esta es la cuestión central de la historia. Porque la guerra destruye siempre el lógico desarrollo de la vida del hombre, robándole todo impulso de amor y sustituyéndolo por una carga de odio.
Iván intuye de forma confusa que está participando en un drama humano. Hasta tal punto es así, que siente una profunda nostalgia por los breves días vividos en paz.
Andrei en 1962 así lo explicaba:
“...Puede que La infancia de Ivan, le parezca irreal a algún espectador en alguna de las escenas, yo no he querido trabajar conforme a la lógica, sino conforme a mis sensaciones. Para mí el realismo no es un tipo de forma, sino lo que reproduce mis sensaciones.
En el fondo Iván ama la vida, como la aman todos los niños; esta es al cuestión central de la historia. Porque la guerra destruye siempre el lógico desarrollo de la vida del hombre, robándole todo impulso de amor y sustituyéndolo por una carga de odio. Iván intuye de forma confusa que está participando en un drama humano. Hasta tal punto es así, que siente una profunda nostalgia por los breves días vividos en paz.
...Es un
verdadero milagro. Me sentí conmovido cuando descubrí que todo lo que yo
siempre quería contar, pero que no sabía cómo expresarlo, estaba en esta película…
En la infancia de
Ivanov, intenté analizar ...el estado de la persona afectada por la guerra. Si
una persona es destruida, entonces hay una violación del desarrollo lógico de
su mente, especialmente cuando se trata de la psique de un niño ... Él se me representó
de inmediato como un personaje destruido, desplazado por la guerra desde su eje
normal. Infinitamente profundo para muchos espectadores, además, todo lo que es
peculiar a la edad de Ivan desapareció irremediablemente de su vida. Y por esa
tétrica experiencia perdió su interés por la vida, en su mentalidad se
introdujo la nociva vivencia de la guerra, que le cambió y trastornó”.
Las citas son de su libro
“Esculpir en el tiempo”. (Traducción N. G.)
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