18 de marzo de 2016

Berta Cáceres y Berta Soler: cuando la verdadera disidencia cuesta... la vida

Por Cuba Información.




José Manzaneda, coordinador de Cubainformación.- Hace unos días asesinaban en Honduras a Berta Cáceres, líder indígena lenca (1). Activista contra proyectos hidroeléctricos y mineros de empresas transnacionales, había denunciado, una semana antes de su muerte, el asesinato de otros cuatro dirigentes de su comunidad (2). Ochenta líderes ambientalistas han sido asesinados en Honduras en los últimos tres años (3). 





Pero ¿han leído editoriales de la gran prensa internacional denunciando los intereses empresariales que hay detrás de estos asesinatos? ¿Dónde están las presiones de la Unión Europea (4) o EEUU (5) al Gobierno de Honduras?


Por contra, ¿si la asesinada hubiera sido cubana, se llamara también Berta pero su apellido fuera… Soler? ¿Cuántos minutos tardaría en activarse el frente de guerra diplomático y mediático contra Cuba (6)?



Berta Soler, líder de las llamadas “Damas de Blanco”, protesta contra el Gobierno cubano sin peligro para su vida. Es recibida en la Unión Europea (7) y en la Casa Blanca (8), de quien recibe cuantiosos fondos para su actividad (9). Berta Cáceres, por el contrario, fue defensora de la Revolución cubana (10), y luchó en su país contra las bases militares de EEUU (11). Aunque estos detalles de su perfil político raramente los leeremos en los medios internacionales (12).



¿Recuerdan cómo el diario Clarín se opuso a la Ley de Medios de Argentina, que reserva un porcentaje de las licencias audiovisuales para los medios públicos y comunitarios (13)? Clarín –y otros grandes diarios argentinos (14)- llevaron durante años una permanente guerra de desgaste contra el anterior gobierno, por que –nos aseguraban- aquella ley atentaba contra la libertad de prensa (15). Pues bien, ahora el Grupo Clarín, dueño de la empresa de televisión por cable Cablevisión, ha decidido retirar la señal del canal teleSUR, de clara orientación de izquierda, de su paquete de emisión abierta (16). Ahora ya sabemos qué entendía Clarín por... “libertad de prensa”.



En una nota de la agencia EFE, leemos que la organización Oxfam alerta de que en Guatemala, por la sequía, más de un millón y medio de personas necesitan con urgencia ayuda alimentaria (17). Pero ¿y sobre la responsabilidad del Estado guatemalteco en proteger a estas personas… ni una palabra? ¿Por qué en un país como Cuba, que ha sufrido también la pérdida de sus cosechas, bien por sequía, bien por huracanes (18), no se han producido “situaciones de emergencia alimentaria” (19)? Y sobre todo, ¿por qué nadie en los medios señala semejante paradoja?



Este problema nos lleva a otro país latinoamericano, Colombia, donde -según el director ejecutivo de Unicef, Anthony Lake- uno de cada diez menores sufre desnutrición crónica (20). Además, más de un millón de niñas y niños, entre 5 y 16 años, no asiste a la escuela, el 11 % del total (21). Sin una política de estado que garantice el pleno derecho a la educación, celebrities como Shakira dedican fondos para la educación de algunos de estos menores (22), con una enorme cobertura en los medios (23). Eso sí, sin la menor alusión a la responsabilidad del sistema económico y político de Colombia. Esos mismos medios son los que atacan a Cuba, curiosamente la única nación de América Latina que, según la UNESCO, ha alcanzado los objetivos de “Educación para Todos 2000-2015” (24).



Porque a estas alturas ¿quién no lo tiene claro? Cuba debe llevar a cabo una “transición” que la convierta en un país latinoamericano “normal”: donde miles de menores que queden fuera del sistema educativo puedan acudir al marketing filantrópico de cantantes multimillonarios.

Notas:





























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