26 de febrero de 2015

Elecciones del Poder Popular

Por Jesús López Martínez. Enviado por La Joven Cuba

Anoche comenzaron las Asambleas de Nominación de Candidatos a Delegados a las Asambleas Municipales del Poder Popular. Lo hemos hecho durante 40 años y ni nosotros mismos le damos el valor que tienen. El hecho de que cualquier ciudadano,  sin una maquinaria partidista, pueda proponer a su candidato, y si recibe el apoyo del pueblo, convertirse en Delegado a la Asamblea Municipal del Poder Popular. Los que vivimos aquí, sabemos que eso es exactamente así, si tienes el apoyo del pueblo sales Delegado/a, gústele a quien le guste y pésele a quien le pese. Entonces, ¿Por qué “los disidentes” no salen Delegados/as al Poder Popular?
2012. Electores de la circunscripción No 2 del Colegio electoral No 2 del municipio de Segundo Frente en la provincia de Santiago de Cuba, esperan para ejercer su derecho al voto, durante las elecciones a diputados a la Asamblea Nacional y a delegados a las Asambleas provincial en Santiago de Cuba. AIN FOTO/Miguel RUBIERA JUSTIZ

¿Qué apoyo popular tienen La Multipremiada, el Camaján, el Multihuelguista y el resto de esa “tropa”?
Además de no tener apoyo, hay algo que no los estimula: ser Delegado/a no te da un centavo más, al contrario, tienes que dedicar mucho tiempo, después que terminas de trabajar, a prestarle atención a los problemas de la población.
Estas son elecciones parciales. Cuando se eligen los Delegados/as la comisión de candidatura los entrevista a todos para conocer sus criterios sobre quiénes deben ser los candidatos/as a dirigir la Asamblea Municipal -la alcaldía en otros países- y hemos visto de todo: Presidente/a que no lo votaron en su barrio y no salió Delegado/a; por tanto, no puede seguir en el cargo; o que ha salido en su barrio, pero los Delegados/as no quieren que sea propuesto; o es propuesto y después no es votado por la mayoría para ser electo Presidente/a.
Ese es nuestro sistema político, perfectible como todo en la vida, pero nadie puede negar su carácter democrático. Aquí mismo en LJC leemos trabajos y comentarios que, por desconocimiento o por mala fe, dudan, niegan  la democracia cubana. ¿En que país del mundo se reúne todo el pueblo, en los barrios, las escuelas, los centros de trabajo para ofrecer  opiniones sobre la sociedad?
Después se recogen esas opiniones y se convierten en los Lineamientos Económicos y Sociales del país y se llevan de nuevo al pueblo para que dé su opinión y más de la tercera parte son modificadas por la población. Después de aprobado, semestralmente se analiza su cumplimiento públicamente en la Asamblea Nacional. ¿Eso no es democracia?
También en LJC hemos visto cuestionamiento a la Asamblea Nacional. ¿Saben esas personas que cada diputado pertenece a una comisión de trabajo que visitan comunidades, escuelas y centros de trabajo, recogiendo opiniones, investigando, valorando temas que después discuten con los ministros y otros dirigentes?
¿Saben que los proyectos de leyes se discuten con los sectores de la población vinculados a ellas, antes de que se discutan en la Asamblea Nacional? La ley de cooperativas tuvo cinco versiones, porque en las discusiones con los cooperativistas le hicieron señalamientos y propuestas. ¿Eso no es democracia?
Sí es democracia, pero es la democracia que la mayoría de este pueblo se ha dado. Es la democracia que nos ha hecho fuertes, que nos ha dado las conquistas sociales; es la democracia que hizo decir al líder del imperio más poderoso que existido: que en  más de 50 años, no han podido con nosotros.

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