Por Sergei Skvortsov. Traducción Igor T.
En mi vida, así como en el destino de millones de ciudadanos soviéticos, hoy se cumplen los 95 años gloriosos del Komsomol, la Juventud Comunista Leninista de toda la Unión Soviética.
Obreros y activistas, la Unión de Jóvenes Comunistas ha jugado un papel muy importante en sus vidas. El Komsomol nos enseñó responsabilidad, organización, capacidad de escuchar la opinión de los demás. Fue una gran escuela de la vida.
Esto se debe, por extraño que parezca, que a principios de los 90 los pragmáticos norteamericanos seleccionaron para sus filiales rusas principalmente a ex activistas del Komsomol, pues necesitaban de aquellos que sabían cómo trabajar con la gente.
Pero ciertamente esto no es lo más importante. Incluso en el pasado, con toda franqueza, no en los peores años de los trabajadores del Komsomol, el Komsomol y los activistas habían trabajado no sólo y no tanto por su carrera, autopromocionándose mostrando su capacidad, haciendo el trabajo, tipo sucio de la película infame "en los años de emergencia a escala regional". Pero seguían teniéndose en cuenta el peso Komsomol en los casos reales.
La construcción del Komsomol fue una conmoción de todos los tamaños, que durante décadas fueron escritas, por cientos y miles, de mujeres y hombres. Los miembros del Komsomol eran audaces vanguardistas que operaban en las más difíciles tareas como en el trabajo con adolescentes con problemas, impulsores de los clubes deportivos, dedicados a los actos culturales en general, muchas de estas actividades que carece la juventud actual.
En esto se basaba la ideología comunista, que los ideales no se separasen de la realidad práctica. Y no sólo conjuntados, sino traducido a la vida real de cada soviético. Sí, podemos decir que era hasta bastante formal, pero pragmáticamente era una época donde había trabajo y se vivía incansablemente. Y ahora no hay nada de eso, en absoluto.
La experiencia de la Unión de Jóvenes Comunistas, sigue interesando y atrayendo a muchos jóvenes. Yo creo, no solamente es un deseo ¡estoy seguro!, que el anterior siglo del Komsomol seguirá persistiendo y celebrándose no sólo por los veteranos, sino que en realidad volverá a impregnar a la población el espíritu del Komsomol.
Y ahora, este aniversario del Komsomol lo celebraremos los veteranos de él. Y a pesar del hecho, de que soy un abstemio acérrimo, mi lengua se atropella cuando alguien hace culpar a los antiguos komsomoles de la caída de la URSS.
Porque, hoy en día es posible ese espíritu de lucha.
¡Por el Komsomol, la Unión de Jóvenes Comunistas!
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