6 de octubre de 2013

Médicos españoles en la URSS (2): Josep Bonifaci Mora

Por F. Sierra


  Nació el 20 de julio de 1895 en  Llimiana,  población  de la comarca del Pallars Jussà
(Lleida), lugar donde realizó  sus estudios de primera enseñanza. Estudió los tres primeros  años  del  bachillerato en un colegio de frailes de Tremp y el resto en un colegio privado de Lleida llamado Liceu Escolar, en donde despertó su inquietud política. Estudió la carrera de Medicina en la Universidad de Barcelona  entre 1911 y 1916, y se doctoró en Madrid en 1919. Tomó posicionamiento político  al llegar a Barcelona y se afilió sucesivamente a la Unió Catalanista, el Centre Nacionalista Republicà y a Estat Català.

Bonifaci fue uno de los fundadores del Sindicat de Metges de Catalunya y miembro  del comité de redacción de su  boletín, del que llegó a ser redactor jefe. Se especializó en
la Patología del Aparato Digestivo y en los años 30 era  auxiliar del profesor Francesc
Gallart Monés, jefe del Servicio del Aparato Digestivo de Hospital  de  la  Santa  Creu  i
Sant Pau.

Durante el verano, dejaba el hospital y ejercía como médico del Balneario de Caldes de
Boí. Se encontraba allí cuando tuvo lugar la sublevación  militar de julio de 1936 y tardó tres días en enterarse del  suceso.  Se  trasladó  a  Barcelona y se reincorporó al Hospital de Sant Pau, denominado entonces Hospital General  de Catalunya. A principios de agosto  de  1936,  se  afilió  al PSUC y a la UGT. En agosto de 1938 fue nombrado director general de Asistencia Social  del  Gobierno  de  la  República por su correligionario Josep Moix, a la sazón ministro de Trabajo y Asistencia Social del Gobierno republicano

Por esas fechas comenzó la relación con un paciente que sería crucial en su vida. Se trataba de José Díaz, secretario general del PCE, que padecía una úlcera gástrica que ya había sido operada en 1927 y le había ocasionado importantes complicaciones. Una nueva intervención en París a finales de 1937 no le produjo ningún beneficio, y su estado  se  iba  agravando  paulatinamente. Bonifaci, que se había convertido en su médico personal desde el verano de 1938, le acompañó a la Unión Soviética en enero de 1939.  Este  viaje  también  lo realizó en misión oficial como director general de Asistencia  Sanitaria del  Gobierno de la República para supervisar la situación de los niños españoles evacuados a la URSS

En enero de 1939 tomaron el buque Smolny, que hacía la ruta de Le Havre a Murmansk,  puerto  del  Mar  Blanco. Ante la grave situación clínica de José Díaz, la nave cambió
de rumbo a la altura de Dinamarca y se dirigió a Leningrado, surcando el mar Báltico helado con la ayuda de dos rompehielos.  Desde  allí  fue trasladado  inmediatamente
a Moscú en un tren especial. Quedó ingresado en el Hospital del Kremlin y el 10 de febrero fue operado por un equipo que dirigía el doctor Spazukikovski.  A  comienzos de marzo fue trasladado al Sanatorio de Barvija con el fin de completar su convalecencia. Allí era cuidado por excelentes especialistas soviéticos y por el propio Bonifaci, que fue su médico personal hasta finales de 1940

El paciente mejoró de manera transitoria y a finales de 1940 se volvió a agravar su estado.  En julio de 1941 fue trasladado a la República de Georgia  buscando  un  clima  más benigno, primero en Sochi y después  en  Tbilisi.  El  21de marzo de 1942, se precipitó al vacío desde el cuarto piso del Hotel Tbilisi, falleciendo en el acto. Se aceptó la hipótesis de que se había suicidado a causa de los enormes sufrimientos que le provocaba la neoplasia gástrica de la que era portador. El doctor Bonifaci,  amparándose  en  el  secreto profesional, nunca quiso hablar de la enfermedad de José Díaz ni de las causas de su muerte

Josep Bonifaci quería emigrar a México desde la URSS, pero no se atrevió a hacerlo ante el estallido de la II Guerra Mundial  y  los  problemas  que  le podrían surgir durante el viaje. Tomó un profesor de ruso y se incorporó en 1940 al Hospital del Kremlin de Moscú como médico especialista en Patología Digestiva. Se encargaba de visitar a los dirigentes  comunistas  extranjeros que hablaban lenguas romances.  Así  conoció  a  muchas personalidades políticas y desde entonces arranca su amistad con Dolores Ibárruri, de la que fue médico personal. Desarrolló la mayor parte de su labor en el sanatorio de Barvija, que dependía del citado hospital. Residía en esta población con su esposa Elvira Antonio Deunosajut, que se  reunió  con  él  en  Moscú después de huir de un campo de concentración para mujeres del sur de Francia.

Tras la invasión alemana de la Unión Soviética, fue evacuado en octubre de 1941 con el
resto de miembros de la Clínica  del  Kremlin  a  Kuibyshev, la actual Samara, ciudad en donde se encontraban los miembros  del  Gobierno  soviético. En esta ciudad trabajó como especialista del aparato digestivo para los miembros  de  la  Sección  de  Lenguas Latinas de la Kominterny también para altos dirigentes y mandos de las Fuerzas Armadas Soviéticas.


Bonifaci se trasladó con su esposa a Francia en 1946 y vivieron modestamente en París  hasta  que  se  mudaron  a Toulouse,  en  donde  se  incorporó  al  Hospital  Varsovia,que atendía a los españoles exiliados y se hallaba bajo la influencia del PCE. El doctor Bonifaci era considerado agente de la Kominformy en algunos medios le llamaban “el ojo de Moscú”.

 En julio de 1948 era jefe de los Servicios  Médicos del hospital y se dedicaba a la medicina general y del aparato digestivo.

El  PCE  fue  ilegalizado  por el Gobierno Francés en septiembre de 1950, en el curso de la denominada operación “Boléro-Paprika”. Bonifaci fue detenido con su esposa y los deportaron a Córcega hasta junio de 1951, para  trasladarse  posteriormente a Polonia, y poco más tarde, a Checoslovaquia. Residió 12 años en este país, ejerciendo su actividad en la Universidad, el Hospital y la Policlínica de Praga.

En los años cincuenta fue designado miembro del Comité Central del PCE, en el que
presidía la Comisión de Educación Política, y también era miembro del Comité Central y  del  Consejo  Ejecutivo  del PSUC. En 1956 asistió al VIII Congreso de Partido Comunista Chino, en compañía de otros altos dirigentes comunistas  españoles,  entre  ellos su colega el doctor Juan Planelles.



Se  trasladó  a  Rumania  en 1963 por motivos de salud y permaneció  allí  hasta  1967, año en que logró regresar a Francia. Desde este país realizó gestiones para poder entrar  en  España,  lo  que  no consiguió hasta 1970 en calidad de turista, y al año siguiente  de  manera  definitiva, residiendo entre Llimiana y Barcelona. Falleció en Barcelona en 1989 y sus restos fueron trasladados a su pueblo natal.

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